LA ZONA G8 : El científico iraní y la máquina operada a control remoto que lo mató en menos de un minuto.

 El padre del programa nuclear de Irán había eludido los atentados israelíes. Una operación planeada por el Mossad innovó con inteligencia artificial y sin agentes en el lugar del ataque.


Mohsen Fakhrizadeh, el padre del programa nuclear iraní, mantenía un perfil bajo, y sus fotografías eran escasas. Esta foto apareció en carteles tras su muerte.
Credit...Arash Khamooshi para The New York Times

El científico nuclear más importante de Irán se despertó una hora antes del amanecer, como casi siempre, para estudiar filosofía islámica antes de comenzar su día.

Esa tarde, él y su esposa saldrían de su casa vacacional en el mar Caspio y conducirían hasta su casa de campo en Absard, una ciudad bucólica al este de Teherán, donde planeaban pasar el fin de semana.

Los servicios de inteligencia de Irán le habían advertido de un posible complot para asesinarlo, pero el científico, Mohsen Fakhrizadeh, los había ignorado.

Convencido de que Fakhrizadeh lideraba la estrategia de Irán para construir una bomba nuclear, Israel llevaba al menos 14 años queriendo asesinarlo. Pero había habido tantas amenazas y complots que el científico ya no les prestaba mucha atención.

A pesar de su posición destacada en el entorno militar de Irán, Fakhrizadeh quería tener una vida normal. Ansiaba los pequeños placeres domésticos: leer poesía persa, llevar a su familia a la orilla del mar, dar paseos en auto por el campo.

Así que, haciendo caso omiso de las advertencias de su equipo de seguridad, a menudo conducía su propio automóvil hasta Absard en lugar de pedirle a sus guardaespaldas que lo llevaran en un vehículo blindado. Era una violación grave del protocolo de seguridad, pero Fakhrizadeh siempre insistía.

Así que poco después del mediodía del viernes 27 de noviembre, Fakhrizadeh se sentó detrás del volante de su sedán Nissan Teana negro, su esposa entró al asiento de copiloto a su lado, y salieron a la carretera.



Por Jugal K. Patel


Un objetivo escurridizo

Desde 2004, cuando el gobierno israelí le ordenó a su servicio de inteligencia extranjera, el Mossad, que impidiera que Irán obtuviera armas nucleares, el servicio había estado realizando una campaña de sabotaje y ataques cibernéticos contra las instalaciones de enriquecimiento de combustible nuclear de Irán. También estaba neutralizando de forma metódica a los expertos sospechosos de liderar el programa de armas nucleares de Irán.

Desde 2007, sus agentes han asesinado a cinco científicos nucleares iraníes y herido a otro. La mayoría de los científicos trabajaban directamente para Fakhrizadeh (pronunciado fah-KRI-zah-deh) en lo que, según los funcionarios de inteligencia israelíes, era un programa encubierto para construir una ojiva nuclear, que incluía la superación de los considerables desafíos técnicos de hacer una lo suficientemente pequeña como para caber en uno de los misiles de largo alcance de Irán.

Los agentes israelíes también habían matado al general iraní encargado del desarrollo de misiles y a 16 miembros de su equipo.


Pero el hombre que según Israel dirigía el programa, era esquivo.

En 2009, un escuadrón esperaba a Fakhrizadeh en una ubicación donde planeaba asesinarlo en Teherán, pero la operación fue cancelada en el último momento. El Mossad sospechó que el plan estaba comprometido, y que Irán les había tendido una emboscada.

Esta vez iban a probar algo nuevo.

Los agentes iraníes que trabajaban para el Mossad estacionaron una camioneta Nissan Zamyad azul al costado de la carretera que conecta Absard con la autopista principal. El lugar estaba en una ligera elevación que tenía vista a los vehículos que se acercaban. Escondida debajo de lonas y material de construcción para despistar en la zona posterior de carga de la camioneta había una ametralladora de larga distancia con munición de calibre 7,62.

Hacia la 1 p.m., el equipo de ataque recibió la señal de que Fakhrizadeh, su esposa y un equipo de guardias armados en vehículos de escolta estaban a punto de salir hacia Absard, donde muchos de los miembros de la élite iraní tienen segundas residencias y villas de vacaciones.

El asesino, un hábil francotirador, se colocó en su posición, calibró la mira del arma, la amartilló y tocó ligeramente el gatillo.

Sin embargo, no estaba cerca de Absard. Estaba mirando la pantalla de una computadora en un lugar no revelado a más de 1600 kilómetros de distancia. Todo el equipo de ataque ya había abandonado Irán.

Noticias de un asesinato

Los informes de noticias de Irán esa tarde fueron confusos, contradictorios y en su mayoría erróneos.

Un reporte aseguró que un equipo de asesinos había esperado junto a la carretera a que Fakhrizadeh pasara en su auto. Otro reporte dijo que los residentes habían escuchado una gran explosión seguida de intensos disparos de ametralladora. Un camión explotó delante del coche de Fakhrizadeh, y luego cinco o seis hombres armados saltaron de un automóvil cercano y abrieron fuego. Un canal de redes sociales afiliado al Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos informó de un intenso tiroteo entre los guardaespaldas de Fakhrizadeh y una docena de atacantes. Varias personas murieron, según los testigos.

Una de las explicaciones más inverosímiles surgió días después.



Varias organizaciones de noticias iraníes reportaron que el culpable había sido un robot asesino y que toda la operación se había realizado a control remoto. Esta información contradecía directamente los supuestos testimonios de testigos presenciales que relataban un tiroteo entre escuadrones de asesinos y guardaespaldas, así como los informes de que algunos de los asesinos habían sido arrestados o asesinados.

Los iraníes se burlaron de la historia como un esfuerzo evidente de minimizar el bochorno de la fuerza de seguridad de élite que no protegió a una de las figuras más vigiladas del país.

“¿Por qué no dicen simplemente que Tesla construyó el Nissan, que condujo solo, que estacionó solo, que disparó y que explotó solo ?”, decía una cuenta de la línea dura en las redes sociales.

Thomas Withington, un analista de guerra electrónica, le dijo a la BBC que la teoría del robot asesino debía tomarse “con largas pinzas” y que, al parecer, la descripción que había hecho Irán no era más que una colección de “llamativas palabras de moda”.

Excepto que en esta oportunidad sí hubo un robot asesino real.

La historia, sacada de la ciencia ficción, de lo que realmente ocurrió aquella tarde y de los acontecimientos que condujeron a ella, publicada aquí por primera vez, se basa en entrevistas con funcionarios estadounidenses, israelíes e iraníes, incluidos dos funcionarios de inteligencia familiarizados con los detalles de la planificación y ejecución de la operación, y en declaraciones de la familia de Fakhrizadeh a los medios de comunicación iraníes.

El éxito de la operación fue el resultado de muchos factores: graves fallas de seguridad de la Guardia Revolucionaria iraní, una amplia planificación y vigilancia por parte del Mossad, y una despreocupación que rayaba en el fatalismo por parte de Fakhrizadeh.

Pero también fue el debut de un francotirador computarizado de alta tecnología, equipado con inteligencia artificial y ojos de múltiples cámaras, operado vía satélite y capaz de disparar 600 balas por minuto.

Esta ametralladora mejorada y teledirigida se une ahora al dron de combate en el arsenal de armas de alta tecnología para matar a distancia. Pero a diferencia de un dron, la ametralladora robótica no llama la atención en el cielo, donde un dron podría ser derribado, y puede situarse en cualquier lugar, cualidades que probablemente reconfiguren el mundo de la seguridad y el espionaje.

‘Recuerden ese nombre’

Los preparativos para el asesinato comenzaron tras una serie de reuniones a finales de 2019 y principios de 2020 entre autoridades israelíes, encabezadas por el director del Mossad Yossi Cohen, y funcionarios estadounidenses de alto rango, como el expresidente Donald Trump, el secretario de Estado Mike Pompeo y la directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) Gina Haspel.




Israel había detenido la campaña de sabotaje y asesinato en 2012 cuando Estados Unidos comenzó las negociaciones con Irán que condujeron al acuerdo nuclear de 2015. Pero ahora que Trump había derogado ese acuerdo, los israelíes querían reanudar la campaña para tratar de frustrar el progreso de Irán y obligarlo a aceptar restricciones estrictas en su programa nuclear.

A finales de febrero Cohen les presentó a los estadounidenses una lista de posibles operativos, entre ellos el asesinato de Fakhrizadeh, quien había estado en la cima de la lista de objetivos de Israel desde 2007, y el Mossad nunca le había quitado los ojos de encima.

En 2018, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dio una conferencia de prensa para mostrar los documentos que el Mosad había robado de los archivos nucleares de Irán. Argumentando que demostraban que Irán seguía teniendo un programa de armas nucleares activo, mencionó a Fakhrizadeh por su nombre varias veces.

“Recuerden ese nombre”, dijo. “Fakhrizadeh”.

En Washington, los funcionarios estadounidenses informados sobre el plan de asesinato lo apoyaron, según un funcionario que estuvo presente.

Ambos países se sintieron alentados por la respuesta relativamente tibia de Irán al asesinato por parte de Estados Unidos del general de división Qasem Soleimani, el comandante militar iraní muerto tras un ataque de un dron estadounidense con la ayuda de la inteligencia israelí en enero de 2020. Si podían matar al máximo dirigente militar iraní con poca repercusión, eso indicaba que Irán era incapaz o reacio a responder con más fuerza.

La vigilancia a Fakhrizadeh se puso en marcha.

A medida que fue llegando la inteligencia, la dificultad del desafío se hizo más clara: Irán había aprendido algunas lecciones tras el asesinato del general Soleimani. La más importante fue que sus altos funcionarios podían ser atacados. Conscientes de que Fakhrizadeh encabezaba la lista de los más buscados en Israel, los funcionarios iraníes habían incrementado su seguridad.

Sus equipos de seguridad pertenecían al cuerpo élite fuertemente armado y bien entrenado Ansar-ul-Mahdi de la Guardia Revolucionaria de Irán, que se comunicaba a través de canales cifrados. Acompañaban los movimientos de Fakhrizadeh en caravanas de cuatro a siete vehículos, y cambiaban las rutas y los horarios para frustrar posibles ataques. Y el auto que conducía el propio Fakhrizadeh se rotaba entre cuatro o cinco que tenía a su disposición.

Israel había utilizado diferentes métodos en los asesinatos anteriores. El primer científico nuclear de la lista fue envenenado en 2007. El segundo, en 2010, fue asesinado por una bomba colocada en una motocicleta y detonada de forma remota, pero la planificación había sido compleja y un sospechoso iraní fue capturado. Tras confesar, fue ejecutado.

Luego de esa debacle, el Mosad cambió la estrategia a asesinatos más simples, en persona. En cada uno de los siguientes cuatro asesinatos entre 2010 y 2012, sicarios en motocicletas se acercaron sigilosamente al automóvil del objetivo en el tráfico de Teherán y le dispararon a través de la ventana o colocaron una bomba adhesiva a la puerta del automóvil y huyeron a toda velocidad.

El convoy armado de Fakhrizadeh, alerta ante ese tipo de ataques, imposibilitaba el método de la motocicleta.

Los planificadores consideraron detonar una bomba a lo largo de la ruta de Fakhrizadeh, lo que obligaría al convoy a detenerse para que pudiera ser atacado por francotiradores. Ese plan se archivó debido a la probabilidad de que se produjera un tiroteo al estilo de las pandillas con muchas bajas.

Se propuso la idea de una ametralladora preposicionada por control remoto, pero había una gran cantidad de complicaciones logísticas y una miríada de formas en que podría salir mal. Las ametralladoras teledirigidas existían y varios ejércitos contaban con ellas, pero su volumen y peso las hacían difíciles de transportar y ocultar, y solo se habían utilizado con operadores cercanos.

El tiempo se agotaba.

En el verano, parecía que Trump, que coincidía con Netanyahu respecto a Irán, podía perder las elecciones estadounidenses. Su probable sucesor, Joe Biden, había prometido revertir las políticas de Trump y volver al acuerdo nuclear de 2015 al que Israel se había opuesto enérgicamente.



Si Israel iba a asesinar a un alto funcionario iraní, un acto que podía iniciar una guerra, necesitaba el consentimiento y la protección de Estados Unidos. Eso significaba actuar antes de que Biden pudiera tomar posesión de su cargo. En el mejor de los casos para Netanyahu, el asesinato acabaría con cualquier posibilidad de resucitar el acuerdo nuclear, incluso si Biden ganaba.

El científico

Mohsen Fakhrizadeh creció en una familia conservadora en la ciudad santa de Qom (Ghom), el corazón teológico del Islam chiíta. Tenía 18 años cuando la revolución islámica derrocó a la monarquía iraní, un ajuste de cuentas histórico que avivó su imaginación.

Se propuso cumplir dos sueños: convertirse en científico nuclear y participar en el ala militar del nuevo gobierno. Como símbolo de su devoción a la revolución, llevaba un anillo de plata con una gran ágata roja ovalada, del mismo tipo que usaban el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, y el general Soleimani.

Se alistó en la Guardia Revolucionaria y ascendió a general. Obtuvo su doctorado en física nuclear en la Universidad Tecnológica de Isfahan con una disertación sobre la “identificación de neutrones”, según Ali Akbar Salehi, antiguo director de la Agencia de Energía Atómica de Irán y viejo amigo y colega.

Dirigió el programa de desarrollo de misiles de la Guardia y fue pionero en el programa nuclear del país. Como director de investigación del Ministerio de Defensa, desempeñó un papel clave en el desarrollo de aviones no tripulados de fabricación nacional y, según dos funcionarios iraníes, viajó a Corea del Norte para unir fuerzas en el desarrollo de misiles. En el momento de su muerte, era viceministro de Defensa.

“En el campo de la guerra nuclear, la nanotecnología y la bioquímica, Fakhrizadeh era un personaje a la altura de Qasem Soleimani, pero de forma totalmente encubierta”, dijo en una entrevista Gheish Ghoreishi, que ha asesorado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán en asuntos árabes.

Cuando Irán necesitaba equipos o tecnología sensibles prohibidos por las sanciones internacionales, Fakhrizadeh encontraba la forma de obtenerlos.



“Había creado una red clandestina desde América Latina hasta Corea del Norte y Europa del Este para encontrar las piezas que necesitábamos”, dijo Ghoreishi.

Ghoreishi y un antiguo funcionario iraní dijeron que Fakhrizadeh era conocido como un adicto al trabajo. Tenía un comportamiento serio, exigía la perfección de su personal y no tenía sentido del humor, dijeron. Rara vez se tomaba tiempo libre. Y evitaba la atención de los medios de comunicación.

La mayor parte de su vida profesional era super secreta, más conocida por el Mosad que por la mayoría de los iraníes.

Su carrera puede haber sido un misterio incluso para sus hijos. Ellos dijeron en una entrevista en la televisión que habían intentado armar las piezas de lo que hacía su padre basándose en sus comentarios esporádicos. Dijeron que habían adivinado que estaba involucrado en la producción de medicamentos.

Cuando los inspectores nucleares internacionales acudieron al país, les dijeron que no estaba disponible, que sus laboratorios y campos de pruebas estaban fuera del alcance de los visitantes. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, preocupado por las evasivas de Irán, congeló los activos de Fakhrizadeh como parte de un paquete de sanciones a Irán en 2006.

Aunque se lo consideraba el padre del programa nuclear iraní, nunca asistió a las conversaciones que condujeron al acuerdo de 2015.

El agujero negro que supuso la carrera de Fakhrizadeh fue una de las principales razones por las que, incluso cuando se completó el acuerdo, seguían existiendo dudas sobre si Irán seguía teniendo un programa de armas nucleares y sobre su grado de avance.

Irán ha insistido firmemente en que su programa nuclear tenía fines puramente pacíficos y que no tenía interés en desarrollar una bomba. El ayatolá Jamenei incluso emitió un edicto en el que declara que un arma de este tipo violaría la ley islámica.

Pero en 2011 los investigadores del Organismo Internacional de Energía Atómica llegaron a la conclusión de que Irán había “llevado a cabo actividades relevantes para el desarrollo de un dispositivo nuclear”. También dijeron que, aunque Irán había desmantelado su esfuerzo centrado en la construcción de una bomba en 2003, había continuado un trabajo significativo en el proyecto.



Según el Mossad, el programa de construcción de bombas había sido simplemente deconstruido y sus componentes dispersados entre diferentes programas y agencias, todo bajo la dirección de Fakhrizadeh.

En 2008, cuando el presidente George W. Bush estaba de visita en Jerusalén, el primer ministro Ehud Olmert le hizo escuchar una grabación de una conversación que, según funcionarios israelíes, tuvo lugar poco antes entre un hombre que identificaron como Fakhrizadeh y un colega. Según tres personas que dicen haber escuchado la grabación, Fakhrizadeh habló explícitamente de su esfuerzo en curso para desarrollar una cabeza nuclear.

Un portavoz de Bush no respondió a una solicitud de comentarios. El New York Times no pudo confirmar de forma independiente la existencia de la grabación o su contenido.

La programación de un ataque

Un robot asesino cambió profundamente los cálculos del Mosad.

Desde hace mucho tiempo, la organización tiene la regla de que no hay operativo sin rescate, lo que significa que es fundamental tener un plan infalible para extraer a los agentes de manera segura. No tener agentes sobre el terreno inclina la ecuación a favor de la operación.

Sin embargo, una enorme ametralladora computarizada y sin probar presentaba una serie de nuevos problemas.

El primero era cómo instalar el arma en el lugar adecuado.

Israel eligió un modelo especial de una ametralladora FN MAG de fabricación belga unida a un avanzado aparato robótico, según un funcionario de inteligencia familiarizado con la trama. El funcionario dijo que el sistema no era diferente del Sentinel 2.0 fabricado por el contratista de defensa español Escribano.

Pero en conjunto, la ametralladora, el robot, sus componentes y sus accesorios pesaban cerca de una tonelada. Por lo tanto, el equipo se dividió en las partes más pequeñas posibles y se introdujo de contrabando al país pieza por pieza, por diversas vías, rutas y horarios, y luego fue ensamblada nuevamente en secreto en Irán.

El robot fue diseñado para caber en la zona posterior de carga de una camioneta Zamyad, un modelo común en Irán. Se instalaron cámaras en la camioneta para darle a la sala de mando una imagen completa no solo del objetivo y su equipo de seguridad, sino también de los alrededores. Finalmente, la camioneta fue cargada con explosivos para que pudiera volar en pedazos tras el asesinato y así destruir cualquier posible evidencia.

Había otras complicaciones al disparar el arma. Una ametralladora montada en una camioneta, incluso estacionada, iba a temblar tras el impacto de cada disparo, lo que cambiaría la trayectoria de las siguientes balas.



Además, aunque la computadora se comunicaba con la sala de control por satélite y enviaba datos a la velocidad de la luz, habría un ligero retraso; lo que el operador veía en la pantalla habría pasado hace un instante, y ajustar el objetivo para compensar el desfase tomaría otro instante, todo esto mientras el automóvil de Fakhrizadeh seguía en movimiento.

El tiempo que tardaban las imágenes de la cámara en llegar al francotirador y la respuesta del francotirador en llegar a la ametralladora, sin incluir el tiempo de reacción humano, se calculó en 1,6 segundos, tiempo suficiente para fallar el mejor disparo.

La inteligencia artificial estaba programada para compensar el retraso, el temblor del impacto y la velocidad del automóvil.

Otro desafío era determinar en tiempo real que el conductor del auto era Fakhrizadeh y no uno de sus hijos, su esposa o un guardaespaldas.

Israel carece de las capacidades de vigilancia en Irán que tiene en otros lugares, como Gaza, donde utiliza drones para identificar un objetivo antes de un ataque. Un dron lo suficientemente grande como para hacer el viaje a Irán podría ser fácilmente derribado por los misiles antiaéreos de fabricación rusa de Irán. Y un dron que sobrevolara la tranquila campiña de Absard podría poner al descubierto toda la operación.

La solución fue estacionar un falso auto averiado en una intersección de la carretera principal donde los vehículos que se dirigían a Absard tenían que hacer un cambio de sentido. Ese vehículo tenía otra cámara.

Al amanecer del viernes, la operación se puso en marcha. Los funcionarios israelíes dieron un último aviso a los estadounidenses.

La camioneta azul Zamyad estaba estacionada en el arcén del bulevar Imam Jomeini. Los investigadores descubrieron más tarde que las cámaras de seguridad de la carretera habían sido desactivadas.

El recorrido

Cuando el convoy salió de la ciudad de Rostamkala en la costa del Caspio, el primer automóvil transportaba a un equipo de seguridad. Detrás venía el Nissan negro sin blindaje conducido por Fakhrizadeh, con su esposa, Sadigheh Ghasemi, a su lado. Dos autos de seguridad adicionales le seguían.

Ese día, el equipo de seguridad le había advertido a Fakhrizadeh de una amenaza en su contra y le había pedido que no viajara, según su hijo Hamed Fakhrizadeh y varios funcionarios iraníes.

Pero Fakhrizadeh dijo que tenía que dar una clase en la universidad en Teherán al día siguiente, según sus hijos, y que no podía hacerlo a distancia.

Ali Shamkhani, secretario del Consejo Nacional Supremo, dijo más tarde a los medios de comunicación iraníes que las agencias de inteligencia tenían incluso conocimiento de la posible ubicación de un intento de asesinato, aunque no estaban seguros de la fecha.

El Times no pudo comprobar si disponían de esa información concreta o si la afirmación era un esfuerzo de control de daños tras el vergonzoso fracaso de los servicios de inteligencia.

Irán ya había sido sacudida por una serie de ataques de alto perfil en los últimos meses que, además de asesinar líderes y dañar instalaciones nucleares, habían dejado en claro que Israel tenía una red eficiente de colaboradores dentro de Irán.

Las recriminaciones y la paranoia entre políticos y funcionarios de inteligencia no hicieron más que intensificarse tras el asesinato. Las agencias de inteligencia rivales —del Ministerio de Inteligencia y de la Guardia Revolucionaria— se culparon mutuamente.



Un exfuncionario de alto nivel de la inteligencia iraní dijo que había oído que Israel se había infiltrado incluso en el equipo de seguridad de Fakhrizadeh, que tenía conocimiento de los cambios de última hora en sus desplazamientos, la ruta y la hora.

Pero Shamkhani dijo que había habido tantas amenazas a lo largo de los años que Fakhrizadeh no las tomaba en serio.

Fakhrizadeh se negó a viajar en un vehículo blindado e insistió en conducir uno de sus propios vehículos. Cuando conducía con su esposa, pedía a los guardaespaldas que condujeran un carro separado detrás de él en lugar de ir con ellos, según tres personas familiarizadas con sus hábitos.

Es posible que Fakhrizadeh también encontrase atractiva la idea de ser un mártir.

“Déjenlos que maten”, dijo en una grabación que Mehr News, un medio conservador, publicó en noviembre. “Que maten todo lo que quieran, pero no nos detendrán. Han matado a científicos, así que tenemos la esperanza de convertirnos en mártires aunque no vayamos a Siria ni a Irak”.

Aunque Fakhrizadeh aceptara su destino, no estaba claro por qué los Guardias Revolucionarios asignados para protegerlo siguieron adelante con esas flagrantes fallas de seguridad. Sus conocidos solo dijeron que era testarudo e insistente.

Si Fakhrizadeh hubiera estado sentado en la parte trasera, habría sido mucho más difícil identificarlo y evitar la muerte de cualquier otra persona. Si el auto hubiera estado blindado y las ventanillas fueran a prueba de balas, el escuadrón de asalto habría tenido que utilizar munición especial o una bomba potente para destruirlo, lo que complicaría mucho el plan.

El ataque

Poco antes de las 3:30 p.m., la caravana llegó al cambio de sentido en Firuzkouh Road. El auto de Fakhrizadeh frenó hasta casi detenerse, por lo que los operadores pudieron identificarlo, así como a su esposa sentada a su lado.



El convoy cruzó a la derecha en el Boulevard Imam Khomeini, y el primer auto de la caravana se adelantó a la casa para inspeccionarla antes de que llegara Fakhrizadeh. Eso dejó el automóvil de Fakhrizadeh completamente expuesto.

El convoy redujo la velocidad debido a un rompemuelles que estaba justo frente a la Zamyad estacionada. Un perro callejero comenzó a cruzar la carretera.

La ametralladora disparó una ráfaga de balas que alcanzó la parte delantera del automóvil bajo el parabrisas. No está claro si estos disparos hirieron a Fakhrizadeh, pero el automóvil derrapó y se detuvo por completo.

El tirador ajustó la mira y disparó otra ráfaga, la cual golpeó el parabrisas al menos tres veces y a Fakhrizadeh al menos una vez en el hombro. El científico salió del auto y se agachó detrás de la puerta delantera abierta.



Según Fars News de Irán, otras tres balas le atravesaron la columna vertebral. Fakhrizadeh se desplomó en la carretera.

El primer guardaespaldas llegó desde un vehículo de persecución: Hamed Asghari, campeón nacional de judo, con un rifle en la mano. Miró a su alrededor en busca del asaltante, aparentemente confundido.

Ghasemi corrió hacia su esposo. “Me quieren matar, debes irte”, le dijo, según sus hijos.

Ghasemi le dijo a la televisión estatal iraní que se sentó en el suelo y sostuvo la cabeza de su esposo en su regazo.

El Zamyad azul explotó.

Esa fue la única parte de la operación que no salió como estaba previsto.

La explosión pretendía hacer pedazos el robot para que los iraníes no pudieran juntar las piezas de lo que había sucedido. En lugar de ello, la mayor parte del equipo salió despedido por los aires y luego cayó al suelo, con daños irreparables pero prácticamente intactos.

La evaluación de los Guardias Revolucionarios —que el ataque fue llevado a cabo por una ametralladora a control remoto “equipada con un sistema de satélite inteligente” que utiliza inteligencia artificial— fue correcta.

La operación completa duró menos de un minuto. Se dispararon 15 balas.

Los investigadores iraníes señalaron que ninguna de ellas alcanzó a Ghasemi, sentada a centímetros de distancia, precisión que atribuyeron al uso de un software de reconocimiento facial.

Hamed Fakhrizadeh se encontraba en la casa familiar en Absard cuando recibió una llamada urgente de su madre. Llegó en cuestión de minutos a lo que describió como un escenario de “guerra total”. El humo y la niebla le obstaculizaban la vista, y podía oler la sangre.

“Esto no fue un simple ataque terrorista en el que alguien vino, disparó un arma y salió corriendo”, dijo tiempo después en la televisión estatal. “Su asesinato fue mucho más complicado de lo que creemos y sabemos. Mi padre era un desconocido para el pueblo iraní, pero era bien conocido por aquellos que son enemigos del desarrollo de Irán”.




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LA ZONA G8 : Proyecto Seal: Tsunami la gran arma invisible.

 Las pruebas nucleares submarinas están destacadas como causa desencadenante de los tsunamis. Y al revés: provocar Tsunamis para convertirlos en discretas armas de destrucción masiva, ha sido objeto de investigaciones militares desde la II Guerra Mundial. La desclasificación de documentos por algunos Gobiernos, trabajos científicos y un mapa geopolítico cambiante plantean la duda sobre qué provocó el Tsunami que asoló Indonesia.


Provocar artificialmente tsunamis para convertirlos en poderoso instrumento de destrucción masiva fue objeto de investigaciones militares secretas en la zona del Pacífico, en una época en que todas las potencias buscaban el arma por excelencia, capaz de llevar la destrucción al mismo tiempo a decenas de países causando millones de muertos. Los brujos de la época quisieron llegar cuanto antes al Armagedón y se lanzaron a una carrera en la que participaron los cerebros más importantes del mundo científico y los políticos más carentes de escrúpulos.

Durante la II Guerra Mundial se consideró que los tsunamis -las “olas grandes”- podrían ser tan efectivos, o más, que las bombas atómicas, con el añadido de su absoluta discreción. El lugar elegido para la experimentación se situó en las Antípodas, en la más remota región del Pacífico. En 1944-45, el profesor Thomas Leech, de la Universidad de Auckland, de la que fue decano de Ingeniería durante 50 años (hasta su muerte en 1973), provocó una serie de explosiones bajo el agua para impulsar pequeños maremotos en Whangaparaoa, al norte de Auckland.

Thomas Leech

El resultado fue tan sorprendente que, según los informes secretos de la época, habrían ahorrado el uso de las bombas atómicas si se hubiera dispuesto de un poco más de tiempo. Se trata del Proyecto Seal, cuyos documentos desclasificados han sido revelados ahora por el ministro de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda. Los ingleses y los norteamericanos no congelaron el proyecto después de la guerra, sino que lo impulsaron. Decidieron enviar al doctor Leech para que asistiera a las pruebas atómicas en el atolón Bikini y comprobar si las explosiones podían ser el acelerador de sus tsunamis.

En su lugar, asistió el doctor Karl Compton, un experto nuclear norteamericano. Se quedó tan impresionado que propuso a la Junta de Jefes del Estado Mayor de EEUU continuar con el proyecto y contar con la colaboración del Gobierno de Nueva Zelanda. Algunos colegas científicos de Leech, como Neil Kirton, confirmaron los experimentos del creador de tsunamis. Se hicieron pruebas a pequeña escala que confirmaron que podría llegar a ser devastador. Desde entonces los experimentos continuaron en el más absoluto secreto, con la complicidad de los Gobiernos de la zona.

Los primeros experimentos

Entre las causas que pueden desencadenar los tsunamis, están reseñadas fehacientemente las pruebas nucleares (explosiones) submarinas, dice Lila Rajiva, periodista de Baltimore (que lanzará próximamente en Monthly Review Press su libro The Language of Empire: Abu Ghraib and the American Media).

– EEUU ha realizado 1.054 pruebas nucleares entre el 16 de julio de 1945 y el 23 de septiembre de 1992. Antes de 1962, se hacían en la atmósfera (en tierra o en los océanos Atlántico y Pacífico), pero la mayoría de ellas -839- se verificaron bajo el suelo. Francia realizó 193 pruebas nucleares en los atolones de Mururoa y en Fangataufa, entre 1966 y 1996 (además de otras cuatro en el Sahara). De ellas, 44 fueron atmosféricas. Éstas continuaron hasta 1974, y desde entonces se hicieron subterráneas. Los experimentos -que implican una carga nuclear importante- se realizan a una profundidad de 500 a 1.200 metros en el suelo basáltico del atolón. Como se recordará, los servicios secretos franceses estuvieron involucrados en la voladura de un barco y la muerte de dos pacifistas que protestaban contra las pruebas.

En 1995 tres residentes en Tahití -Marie Thérése Danielsson, Pierre Largenteau y Edwin Haoa-, perjudicados en sus propiedades, se querellaron contra el Gobierno francés, denunciando además que las explosiones nucleares producían a corto término daños geológicos y aventaban a la atmósfera gases y productos volátiles de la fisión. Añadían que podían ocasionar corrimientos de tierras, como el que ocurrió en Mururoa en 1979 y que provocó un gran tsunami.


Marie-Thérèse (1924-2003) y Bengt Danielsson (1921-1997)


El desprendimiento de tierras en este atolón removió un millón de metros cúbicos de coral y rocas, que crearon una cavidad de unos 140 metros de diámetro, y produjo una gran ola comparable a un tsunami, que se extendió por el archipiélago Tuamotu y causó numerosas víctimas en la parte meridional del atolón. Las autoridades francesas declararon inicialmente que se debió a causas naturales. Al final reconocieron el llamado “accidente del 25 de julio de 1979″.

Algo más que sospechas fundadas

Los tsunamis son raros en el océano índico, aunque se han registrado siete terremotos cerca de Indonesia, Pakistán y la bahía de Bengala. La gran ola del 26 de diciembre de 2004 es el primer tsunami multioceánico desde que estalló el Krakatoa en el siglo XIX.

Indonesia es un archipiélago de 17.000 islas que se asientan en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se juntan las placas y los volcanes estallan regularmente. La región está desprotegida de sistemas de alerta al quedar fuera de la red de estaciones cuya central está en Hawai. Los datos sobre movimientos sísmicos son considerados secretos por algunos Estados, como China.

Existe la posibilidad teórica de que una gran explosión produjera directamente el fuerte terremoto que puso en marcha el tsunami. También, que pruebas nucleares anteriores lo hayan producido indirectamente.

Las circunstancias y consecuencias de las pruebas nucleares en toda la zona del Pacífico están clasificadas como alto secreto. EE UU no ha ratificado el Tratado de Prohibición de Pruebas (Comprehensive Test Ban Treaty), dejándose así la puerta abierta a nuevos experimentos. Desde 2002, año en que se ha reactivado secretamente la carrera nuclear multinacional -y ya no entre dos bloques-, se han buscado muchos pretextos para realizar nuevas pruebas en la región.

– Según Eugene Bingham, del New Zealand Herald, expertos en tsunamis creen que un ingenio nuclear secretamente probado fuera de las costas de Auckland, hace 50 años, pudo haber desarrollado el efecto devastador.

Investigadores de la Universidad de Waikato sostienen que un experimento moderno, sucesor de aquellos proyectos de guerra experimentados fuera de Whangaparaoa, podría producir olas de más de 30 metros de altura. El doctor Willem de Lange, del departamento de Ciencias de la Tierra, dijo que mientras una sola explosión no es necesariamente efectiva, una serie de ellas podrían causar un impacto significativo. Informó que un grupo de costas de la universidad estudió recientemente los probables impactos de explosiones volcánicas submarinas.

Su trabajo concluye diciendo que la siguiente erupción en la región de Auckland será probablemente submarina dada la gran cantidad de agua que rodea la ciudad. Pero el test demostró que una sola explosión en el golfo de Hauraki no provocaría un tsunami. Las olas no fueron altas porque la energía se proyectó hacia arriba y no hacia los lados. Cree que el mismo principio podría ser válido para la bomba tsunami. “No se puede confinar la energía. Una vez que la explosión se hace lo suficientemente grande, toda su energía va hacia la atmósfera y no dentro del agua. Pero una de las cosas que descubrimos fue que sí se produce una serie de explosiones en el mismo lugar, sería mucho más efectiva y podría provocar olas más grandes”.

Islámicos, principales damnificados

El hecho de que los países y las zonas más afectados por el tsunami fueran en su mayoría islámicos despertó las más graves suspicacias, si se tienen en cuenta algunas consideraciones estadísticas inquietantes, como hace el analista Jim Mortellaro. Los musulmanes son un tercio de la población mundial. La costa indonesa de Sumatra, justo donde el tsunami fue más devastador, forma parte del país que cuenta con mayor número de musulmanes del mundo. Cerca de 100.000 víctimas de la catástrofe eran musulmanes indonesios. En conjunto, la mayoría de las víctimas fueron de esta religión, budistas o hindúes.

Siguiendo con las estadísticas, de los 186 países que componen las Naciones Unidas, el bloque unánime más poderoso de votos se concentra en los 57 países islámicos, que se alinean siempre en contra de la conjunción de EEUU e Israel. Con razón o sin ella, el mundo islámico se estremeció con la catástrofe y buscó las causas de la tragedia en las fuentes de la corriente anti-islámica que le ha declarado la guerra.

Se desatan los rumores

Según el International Herald Tribune, del 29 de diciembre, los ordenadores de las oficinas de la Organización para el Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares recibieron los datos sísmicos en la mañana del domingo sobre el terremoto que expandió el tsunami en el sur de Asia, pero no se comunicaron porque los 300 empleados de la oficina se hallaban de vacaciones. ¿Por qué? Porque carecían de capacidad para actuar oficialmente, a la espera de la ratificación del tratado por 11 países, incluidos EE UU, Pakistán y Corea del Norte. Durante su conferencia de prensa en la reunión de Yakarta, el coordinador de las Naciones Unidas para Ayuda en Emergencia, Jan Egeland, soltó el rumor -extendido en el mundo árabe- de que el terremoto había sido provocado por un experimento nuclear. Luego, cogido por las orejas por Kofi Annan, tendría que rectificar.

La prensa israelí se hizo eco de estos rumores. El Jerusalem Post y el Arutz Sheva informaron de que un prominente semanario egipcio -identificado como Al Osboa o Al Ousboue- sostenía que India, en su carrera nuclear con Pakistán, habría recibido tecnología nuclear avanzada de EEUU e Israel y habría sido probada en la región del océano índico conocida como el Cinturón de Fuego.

El Times de India añadió otras insinuaciones; entre ellas, que el terremoto fue causado por pruebas de armamentos que pueden provocar terremotos y erupciones volcánicas remotas a través de ondas electromagnéticas. Se refería seguramente al Haarp. También se dijo en ese diario que fue un efecto colateral de un experimento para tratar de corregir la rotación de la Tierra.

De acuerdo con el semanario egipcio Al-Ousboue, India, en su carrera nuclear con Pakistán, habría recibido un sofisticado know-how nuclear de EEUU e Israel, los que habrían colaborado con India para “desislamizar” Asia.

Según el reportaje del semanario, del que se hizo eco el Jerusalem Post el 7 de enero de 2005, desde 1992 importantes centros geológicos de Inglaterra, Turquía y otros países habrían alertado de no realizar experimentos nucleares en la región del océano Índico conocida como el Cinturón de Fuego. Desoyendo estos consejos, Israel e India continuaron sus pruebas en la región.

Más recientemente, EEUU decidió seguir con los experimentos en el desierto australiano que está incluido en el mismo cinturón. Según el semanario, un año antes del tsunami, Arabia y los países islámicos pidieron a EEUU que parase sus experimentos en la región, y también hicieron la misma petición a India y a Israel.

Aunque Al-Ousboue no excluye la posibilidad de que el tsunami pudiera haber sido causado por un terremoto natural, especula con que “mientras esto no ha sido demostrado todavía, sí se realizó un experimento secreto nuclear”, conjuntamente por Israel e India, el 26 de diciembre, que causó el terremoto. El semanario egipcio concluye que “el intercambio de expertos nucleares entre Israel e India y la presión norteamericana sobre Pakistán, que se ejerce suministrando a India tecnología nuclear e impidiendo a Islamabad cooperar con Asia y con los Estados islámicos en el terreno nuclear, plantean una gran cuestión sobre las causas que están en el origen del violento terremoto”.

Desmentido ruso y otros secretos

Los desmentidos por parte de la prensa israelí no tardaron en llegar. Lo mismo hicieron los científicos de la Agencia de Energía Atómica, negando cualquier origen nuclear del tsunami. La edición rusa online MIGNews dijo que para producir un terremoto de 9.0 como el del océano Índico sería necesario hacer estallar una bomba de 178 megatones. Pero ni India, ni Israel, ni EE UU disponen de tal bomba. La máxima potencia que se conoce para ser probada hasta ahora fue una bomba H de 57 megatones detonada por la URSS en 1961. Sin embargo, no desmienten la realización de pruebas nucleares en la región, ni otros tipos de experimentos menos conocidos.

El 28 de noviembre, un mes antes del tsunami, Reuters informó que durante tres días 169 ballenas y delfines fueron llegando a las playas de Tasmania, una isla en la costa meridional del continente australiano y Nueva Zelanda, sin causa conocida pero obviamente huyendo de algo. Bob Brown, senador del Parlamento australiano, dijo que pudo ser debido al sonido de explosiones de bombas o de pruebas sísmicas del fondo marino para sondeos de gas y petróleo efectuadas cerca de Tasmania.



Según Jim Cummings, del Instituto australiano de Ecología Acústica, que informa sobre las nuevas tecnologías del sonido para fines militares e industriales, desde 1968 se han realizado en la zona sondeos potentes con cañones de aire; emiten ondas de sonido de baja frecuencia capaces de penetrar mas de 40 km bajo el suelo marino, susceptibles de provocar grandes olas. Cabe mencionar que el Gobierno australiano dio luz verde a un gran programa de pruebas sísmicas en la zona para exploraciones petroleras, que aunque no tienen suficiente potencia para inducir el temblor, recuerdan que en el pasado tales actividades produjeron terremotos.

Benjamín Cremer, de la revista Share Internacional, que informa habitualmente de los terremotos en cualquier lugar, afirmó: “Es imposible realizar una prueba nuclear subterránea sin provocar un terremoto, no necesariamente en las inmediaciones, sino en cualquier parte del mundo. Las pruebas nucleares son responsables de la cuarta parte de todos los terremotos que se registran”.



TEXTO ORIGINAL










Más:
Auto del Presidente del Tribunal de Primera Instancia de 22 de diciembre de 1995. - Marie-Thérèse Danielsson, Pierre Largenteau y Edwin Haoa contra Comisión de las Comunidades Europeas. - Pruebas nucleares efectuadas por un Estado miembro - Demanda de medidas provisionales - Artículo 34 del Tratado Euratom - Demanda de suspensión de la ejecución de una decisión de la Comisión en materia de pruebas nucleares. - Asunto T-219/95 R.








La zona Histórica : Los Rothschild y Rockefeller: iniciadores de la revolución antiliberal global.

Las dos dinastías financieras más famosas del planeta han concluido una alianza que de inmediato planteó multitud de preguntas y de versiones conspirológicas.




A los analistas esta alianza les pareció extraña, inesperada. Se consideraba que ambos clanes desde hace mucho tiempo están enfrentados en una cruel guerra de competencia. Los conspirólogos veían sus ecos en muchos acontecimientos mundiales. Comenzando por el auge económico de China con la ayuda de los Rothschild, que ha golpeado a los EE.UU. (feudo de los Rockefeller), la aparición del euro (contrapeso al dólar norteamericano) y terminando por multitud de otras pequeñeces. Por ejemplo, la explosión, ocurrida en la primavera de 2010 en el golfo de México, en la plataforma petrolífera de «British Petroleum», empresa considerada como un activo seguro de los Rothschild. Incluso mencionaban a nuestro Mijaíl Jodorkovski como otra víctima de la lucha entre los dos clanes. Éste, que tenía varios proyectos conjuntos con los Rothschild, introdujo al veterano de la familia sir Jacob en el Consejo de su fondo benéfico «Rusia abierta». Los Rockefeller presuntamente también le habían echado el ojo a «YUKOS». Como resultado de la lucha en la sombra entre los titanes, Jodorkovski fue detenido. (Recordemos que pocos años antes Putin había traicionado a la «Familia» yeltsinista, situada bajo la tutela del Partido Demócrata de los EE.UU., colocándose bajo la protección del Partido Republicano – N. del T.). Jodorkovski perdió «YUKOS», y muchas más cosas que se adjudicaban a estos clanes competidores a muerte. De repente se unieron y, encima, crearon un trust conjunto de $ 40 mil millones. Las conversaciones secretas duraron dos años, así que la decisión fue premeditada.

Mijaíl Jodorkovski

Algunos analíticos en seguida sentenciaron: ¡las dos familias unen los capitales para sobrevivir a la crisis mundial!

El historiador Andrei Fúrsov tenía otra opinión.

– Se trata de una concentración del capital y del poder en vísperas de serios sobresaltos que se salen del marco de las finanzas y de la economía, -dijo entonces Fúrsov en el diario KP- no se trata simplemente de sobrevivir a la crisis, como piensan algunos, sino de presentar un aviso para el futuro, anunciando su deseo de dominio en un mundo ya de postcrisis y postcapitalista.

La unión de los capitales de los Rothshild y los Rockefeller no es más que la punta del iceberg, la parte visible de los acuerdos secretos alcanzados en la lucha de unas sociedades cerradas contra otras. Ha pasado un año. Le pido al director del Instituto de análisis sistémico-estratégico Andrei Fúrsov volver al tema de esta alianza. ¿Qué ha pasado en realidad?

– La alianza en efecto es un tanto extraña. Primer detalle extraño: dos poderosísimos clanes, de la primera línea de las familias más poderosas a nivel mundial, que llevan cien años controlando el Sistema de la Reserva Federal de los EE.UU., es decir la máquina de imprimir los dólares ¿y solo unen los activos por valor de $ 40 mil millones?

– Pero es una suma bien seria, ¿no?

– Lo será para los «Gates» y los «Buffet» cualesquiera.

– ¿Pero por qué habla con tanto desprecio de la gente que lleva años en la lista de los hombres más ricos del planeta según «Forbes»?

– Los rating de los súper ricos mundiales publicados por «Forbes», Bloomberg etc., sirven para engañar a la plebe. ¿Pero qué son los 60-70 mil millones de Gates, de Buffet? Las principales riquezas son las familiares, las que se fueron acumulando durante siglos. La fortuna conjunta de los Rothschild, según los cálculos más prudentes de los expertos, supera los 3,2 BILLONES de dólares («trillones» en ruso, dado que utilizan la escala anglosajona – N. del T.). Pero nadie lo sabe con certeza. No se han dedicado a acumular el patrimonio durante siglos para darlo a conocer. En 1818 los banqueros Rothschild por primera vez doblegaron a los gobiernos europeos. A lo largo de todo el siglo XIX fueron considerados como la familia más rica del planeta.

Los Rockefeller por lo visto tienen un billón menos. El fundador de la dinastía, John, fue el primer mil-millonario del planeta en dólares. Y el hombre más rico que jamás ha vivido sobre la tierra. La revista «Forbes» valoró su fortuna de entonces en $ 318 mil millones según el curso del dólar de finales de 2007. Compárelo con Gates, con Buffet, con Slim… pordioseros.

Las declaraciones de que las riquezas y la influencia de los Rothschild y los Rockefeller han quedado en el pasado, o son ingenuas o se trata de una mentira consciente. Pero no vayamos a demonizar a ambas familias. Tampoco son los número uno.

– Yo pensaba que eran los «más súper».

– Los hay más. Tal vez la familia Nº1 en la tabla mundial de los rangos sea la de los Baruch. Probablemente su fortuna financiera sea menor que la de los Rothschild, Rockefeller. Pero su posición dentro de la cúpula mundial es mucho más alta y seria. Fueron ellos los que todavía en 1613 crearon el «Standard Chartered Bank». ¡El banco de los bancos! Hace justamente 400 años.


Bernard Baruch

– Un minuto, Andrei Ilich… El fundador de la dinastía Rothschild, Mayer Amschel nació en Alemania en 1744. El estadounidense John Rockefeller padre nació en 1839. Ciertamente, resulta que los Baruch son más antiguos. ¿Es que siguen en activo?

Por supuesto. Pero siempre procuran mantenerse en la sombra, no asomarse. Al gran dinero le gusta el silencio. El poder real es el poder secreto. Tan solo el «Lobo solitario de Wall Street», Bernard Baruch, ha transgredido esta regla, pasó de la sombra a la luz. Pero la vida lo exigía. Bernard fue el consejero en economía de CINCO presidentes de los Estados Unidos, incluido el propio Roosevelt. Durante la Primera Guerra Mundial encabezó el Comité Militar-Industrial de los EE.UU., transformando la industria estadounidense en la industria para la guerra. De paso obtuvo buenos beneficios para sí mismo. Fue miembro del Consejo Económico Supremo de la Conferencia de Versalles. El Tratado de Versalles, como se sabe, cambió bastante el mapa político tras la Primera Guerra Mundial. Baruch participó en estos cambios. Más tarde, se dice, que fue Baruch quien sacó el mayor dineral durante la Gran Depresión, que arruinó a muchos accionistas y financieros. Después fue él quien estuvo aconsejando a Roosevelt cómo vencer la Depresión. A lo largo de la Segunda Guerra Mundial también jugó un papel importante en lo que se refiere a la industria militar. Por cierto ¿quién fue el primero en utilizar el término «guerra fría»?

– Creo que Churchill…

– ¡No! Fue su íntimo amigo Bernard Baruch, el consejero del presidente «halcón» Harry Truman, el 16 de abril de 1947. Y no fue en una conversación privada, sino en un discurso oficial ante la cámara de representantes de Carolina del Sur. También fue autor del famoso «Plan Baruch» antinuclear, que fue vetado por la URSS en la ONU. Hasta su muerte, acaecida en 1965, Bernard fue considerado como el «cardenal gris» de la Casa Blanca.

– ¿Y el banco de los bancos creado por los Baruch hace 400 años?

Tampoco ha desaparecido. Está en todos lados, desde Londres hasta Hong Kong. Según algunos datos no confirmados, uno de los aviones que el 11 de septiembre se estrelló contra las torres gemelas, golpeó en la oficina de relaciones exteriores del «Standard Chartered Bank».

Aunque no encontrará el «Standard Chartered Bank» en los rating de las principales instituciones financieras del planeta, existe el banco de los bancos y luego está el resto. Su puesto no se sortea.

Pero volvamos a nuestros…

– … ¡corderos!

– Rothschild y Rockefeller. Espero que le haya quedado claro que para cada clan por separado los 40 mil millones son una suma ridícula. Así que afirmar, como han hecho algunos economistas de fama, que pensaban enfrentarse a la crisis con 40 mil millones repartidos entre los dos, me parece ingenuo. Si fuera cierto, la reunión de una suma tan pequeña para diversificar los riesgos demostraría la debilidad de ambas familias. En tal caso difícilmente harían pública semejante noticia.

Otro detalle extraño de la sonada alianza fue el reparto del capital. Los Rockefeller invirtieron en el trust 37 mil millones, los Rothschild tan solo 3 mil millones. Pero son ellos los que mandan. El acuerdo fue firmado por David Rockefeller, el reconocido cabeza de familia (quien en junio cumplirá 98 años), y por Jacob Rothschild, quien, por decirlo suavemente, no es «la principal autoridad en su familia».

– ¿Y qué significa todo esto?

– En mi opinión, la victoria de los Rothschild sobre los Rockefeller. Todo el siglo XX, entre otras cosas, ha transcurrido bajo el signo de la lucha entre estas dos familias. A principios del siglo, arriba estaban los europeos Rothschild. Pero los Rockefeller ganaron dos guerras mundiales. Y por añadidura la URSS. Los Rothschild habían llegado a Rusia todavía con los zares. Sus competidores les apartaron con Stalin, financiaron los primeros planes quinquenales, la industrialización. David Rockefeller tuvo encuentros con Kruschev, Kosiguin, Gorbachev

Durante la segunda mitad del siglo XX, los Rothschild han estado preparando la revancha. Y, por fin lograron sus objetivos.

Lo cual no quiere decir que los Rockefeller están acabados. La dura lucha competidora entre las primeras veinte familias mundiales nunca acaba trágicamente, con el exterminio físico de los rivales, como ocurrió con el clan de los Kennedy, que ni siquiera entraba en el primer centenar. En la primera «veintena» por lo general se alcanza el «armisticio del agua». El término está cogido del libro de Kipling sobre Mowgli. ¿Se acuerda? Hay sequia en la jungla, el elefante con la trompa anuncia el armisticio, el antílope bebe agua con avidez al lado del tigre, sin temer el ataque del depredador. En la jungla de piedra también hay su «armisticio del agua». Me recuerda la simbólica portada del libro de Alexandr Zinóviev «Cumbres Hendidas» – dos ratas se están estrangulando con las patitas derechas, mientras que se dan el apretón con las izquierdas. La ilustración refleja perfectamente la situación en la cumbre del poder mundial.

– Ha pasado justo un año. ¿Se puede hacer algún resumen?

– Los Rothschild siguen mandando. En los EE.UU. necesitaban a Obama. Lo tienen. El demócrata Obama fue reelegido para el segundo mandato en la Casa Blanca.

– En efecto, los socios-competidores tienden hacia el Partido Republicano. El miembro del clan Nelson Rockefeller incluso fue vice-presidente de los Estados Unidos con el republicano Ford.

– En China los Rothschild quitaron de en medio al hombre al que claramente temían. Se trataba de un político popular, miembro del Politburó Bo Xilai, quien no sin fundamento, pretendía alcanzar todavía más poder. Pero en el otoño del año pasado en el congreso del Partido Comunista Chino a la hora del reparto de las carteras le apartaron. Le quitaron todos los cargos, le expulsaron del partido. A su esposa incluso la condenaron a pena de muerte, aunque la ejecución de la sentencia fue pospuesta. Todo presuntamente por haber envenenado a un hombre de negocios inglés. Quien, con toda probabilidad, era un agente importante de MI6. El escándalo con Bo Xilai se convirtió en el mayor escándalo de la reciente historia política de China.

Por cierto, cuando hablan del peligro de la expansión china para Occidente, esto no afecta a los Rothschild. Tienen una fuerte presencia en la economía de la República Popular China. Así que no tienen nada que temer.

Otra cosa es que, al quitar a Bo Xilai, los Rothschild por algún motivo han decidido que el nuevo secretario general del Comité Central del PCCh Xi Jinping va a jugar a sus juegos. Lo dudo. Hace poco hizo una declaración importante. Dijo que «si nos comportamos como Gorbachev, acabaremos como él. Así que debemos actuar de otro modo». En China existe Instituto de la URSS, con el que estoy en contacto. Dos centenares de colaboradores estudian, analizan un solo problema: cómo destruyeron a la Unión Soviética. Los chinos tienen mucho miedo de repetir nuestra historia reciente. La destrucción de China siguiendo el modelo soviético gorbacheviano significaría tanta sangre para ellos que a nadie le parecería poca.

– Hace un año, justo en vísperas del «armisticio del agua» entre los dos clanes, a través de la prensa fue difundido el material secreto comprometedor sobre el Papa Benedicto XVI. Finalmente el Papa tuvo que dimitir, cosa que no ocurría en el Vaticano desde hace muchos siglos. Se dice que ambos acontecimientos estaban estrechamente relacionados. Supuestamente el «atropello» del Papa aceleró la firma del acuerdo.

– Los Rockefeller están muy relacionados con el Vaticano. La retirada de Benedicto XVI, a primera vista, es una muestra más del debilitamiento de sus posiciones. Pero seguro que no sabremos toda la verdad sobre el Vaticano en un futuro próximo. Indudablemente, una de las direcciones en la lucha por la silla del Papa consistía en el control sobre el Banco del Vaticano. Sus activos, según algunas valoraciones (¡nadie lo sabe con seguridad!) suponen 2 billones de dólares. Un premio muy serio en la lucha por el futuro financiero del mundo. Los Rockefeller, probablemente, han tenido que seguir la corriente a los Rothschild. Es curioso destacar que ahora el Banco está dirigido por el representante de la orden de Malta. Los malteses ocupan un lugar especial dentro de la estructura mundial de las órdenes y para-órdenes. La orden de Malta ejerce de enlace entre el Vaticano y los servicios secretos occidentales más importantes Mi-6 y CIA.


El viceprimer ministro chino Wang Qishan (delantero derecho) se reúne con Jacob Rothschild (delantero izquierdo), presidente de RIT Capital Partners PLC, en Beijing, capital de China, el 19 de julio de 2011.


No olvide que el nuevo Papa es jesuita. Se trata de otra intriga más en la lucha dentro del Vaticano. La actual administración estadounidense también estaba interesada en el cambio del Papa. Uno de los ayudantes de Obama dijo abiertamente que después de la «primavera árabe» vendría la «primavera vaticana». Y así fue.

– ¿Y por qué el antiguo Papa estorbaba a Obama?

– El Papa estorbaba a muchos dentro y fuera del Vaticano. Y eso que era un defensor del gobierno mundial. Pero era un conservador, tradicionalista. Por lo visto, se necesitaba a otro hombre en el trono, alguien que pudiera satisfacer a distintas estructuras.

Recordemos, cuando Occidente decidió definitivamente desmantelar el campo socialista, Polonia se convirtió en el blanco del golpe principal. Y en seguida al lado del presidente estadounidense apareció el consejero para la seguridad nacional Zbigniew Kazimesz Brzezinski, natural de Varsovia. ¡Antisoviético! Y en el Vaticano el nuevo Papa de Roma Juan Pablo II – Karol Józef Wojtyla, natural de la región de Cracovia. Rusófobo, antisoviético. Cuando los estadounidenses deciden asestar el golpe a Yugoslavia a través de Albania, a la cabeza de la CIA se coloca el albanés étnico George Tenet.

Ahora vemos aparecer un papa de América Latina. Aunque Francisco I habla fundamentalmente en italiano y en alemán. En Argentina estudió en un colegio alemán. En estos colegios a menudo daban clases los nazis huidos tras la derrota del Tercer Reich. Según algunos datos, el Vaticano había trasladado a América Latina a 30 mil nazis siguiendo los así llamados «senderos de las ratas». La elección para la Silla de San Pedro de un argentino podría significar que los estadounidenses han decidido ocuparse de América Latina en serio, acabar de una vez con los grandes disgustos que les causaba el difunto Chávez y otros líderes de izquierda continentales. Con solo oncología ya no es suficiente. Hacen falta actuaciones más serias. El Papa «latinoamericano» precisamente entra en este apartado.

– Andrei Ilich, parece que esta alianza ha tenido su reflejo en Rusia. Hace un año señalé en nuestro diario KP que, probablemente, no fuera casual que justo en vísperas del sensacional anuncio de la alianza entre las dos dinastías financieras mundiales el oligarca Mijaíl Fridman, que sabe mucho, de repente dimitió de su puesto del primer director ejecutivo de la compañía transnacional TNK-BP. El desarrollo de los acontecimientos demostró que en efecto la dimisión no fue casual. La tercera compañía en la extracción del petróleo ruso TNK-BP fue creada hace diez años a partes iguales por la TNK («Compañía Petrolera de Tiumén») y la británica BP («British Petroleum»), próxima a los Rothschild. Pero las relaciones entre los socios no fueron bien. Continuamente saltaban conflictos públicos. Los británicos se quejaban de la agresividad de los oligarcas rusos, que presuntamente pretendían poner la compañía bajo su total control, incluso pensaban marcharse de Rusia. Pero cuando las dos familias firmaron el acuerdo quien dimitió fue Fridman. Y pronto nuestros oligarcas fundadores vendieron su parte en TNK-BP. Por lo visto recibieron una oferta que no pudieron rechazar. «British Petroleum» se convirtió en el socio directo de «Rosneft». Dicen que para el mayor disgusto de sus antiguos socios rusos y los Rockefeller. Por el contrario en verano Rusia entró volando en la OMC, en la que durante muchos años no nos querían admitir. Posiblemente, ayudó el ex-dirigente de la Organización Mundial de Comercio Peter Sutherland, quien también fuera presidente del banco «Goldman Sachs» próximo a los Rothschild, y presidente del consejo de directores de la misma «British Petroleum». Presuntamente por mantener la lealtad a los Rothschild Rusia obtuvo el pase a la OMC.

– Posiblemente exista relación directa, pero también podría tratarse de mera coincidencia. No poseo información extraoficial, así que no voy a comentar nada. Además me interesan más las consecuencias globales de esta extraña alianza que también pueden afectar a Rusia.

Sobre el derrocamiento del Papa ya hemos hablado.

Lo siguiente será un duro golpe contra el «dinero joven». Los capitales creados en pocos años en Rusia, la CEI, Brasil, India y otros países principalmente por vía extralegal. Y la cuestión no está tanto en la irritación emocional de los propietarios del «viejo dinero», que fueron creando sus fortunas durante generaciones. Los nuevos multimillonarios que presumen de sus riquezas, que comparan el tamaño de sus yates son unos pordioseros comparados con los billonarios. La requisa del «dinero joven» ayudará a resolver toda una serie de problemas de la economía mundial. Según distintas valoraciones, se habla de sumas que van de 20 a 34 billones de dólares. Se trata de una escala superior si las comparamos con la caja de caudales del Vaticano. Su confiscación pospondría el derrumbe de la economía mundial en unos 5 o 10 años. Algunos años más no le vendrán mal a la cúspide mundial. Así que las viejas familias se han unido bajo las banderas de los Rothschild y Rockefeller, para quitar de en medio a los arribistas.

La preparación artillera comenzó todavía en junio de 2012, inmediatamente después de la creación de la alianza. En el informe de «Morgan Stanley management» se decía directamente que había que confiscar las fortunas de los chupasangres que se dedicaban a inflar el precio del «oro negro», de los especuladores bursátiles y de aquellos que consiguieron sus capitales de manera ilícita. De hecho por primera vez fue anunciada la necesidad de confiscar el «dinero joven». En octubre durante el tradicional encuentro entre los representantes del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial Christine Lagarde la directora del FMI había constatado que la deuda de los países desarrollados supone el 110 por ciento con respecto a su PIB. Tras definir la situación como similar a los tiempos de guerra, ella señaló la necesidad de tomar medidas extraordinarias, propias de los severos tiempos de guerra.

Entre estas medidas estaba la posibilidad o incluso la necesidad de la confiscación del «dinero joven», lo cual exigiría crear la apropiada atmósfera moral para justificar la acción extraordinaria de la requisa de los capitales. Lagarde habló exactamente de la atmósfera moral y no del marco legal para la «expropiación de los expropiadores». ¿Madame se equivocó? De ninguna manera.

La justificación jurídica, al menos, en lo que se refiere a los oligarcas y funcionarios corruptos rusos, ya fue suministrada con anterioridad por el proceso Berezovsky – Abramóvich. A lo largo del proceso (celebrado en Londres – N. del T.) fue documentalmente demostrado que prácticamente todos los capitales rusos ganados en los años 90 tienen carácter extralegal. Desde el punto de vista del sistema jurídico occidental «extralegal» suena como «criminal» con las correspondientes consecuencias.

Poco después del discurso de Lagarde por una insignificante infracción fue multado «Standard Chartered Bank» por la suma de 340 millones de dólares. Está claro, que sin el permiso de los Baruch nadie se hubiera atrevido a multar a su banco. Fue una acción puramente simbólica. ¡Chicos, si están multando a los propios Baruch, a los representantes del «dinero joven» les sacarán las tripas sin más!

A continuación siguió el aplastamiento de Chipre, luego sacaron a la luz los capitales guardados en las Islas Vírgenes británicas – uno de los paraísos fiscales más seguros del mundo. A juzgar por los apellidos difundidos por la prensa mundial, en las islas ocultaban sus capitales precisamente los más renombrados dueños del «dinero joven» de la CEI, Asia, América Latina y otros lugares maravillosos.

– ¡Y lo que les espera!

– La mejor ilustración es el cuadro de Peter Brueghel el Viejo «Grandes peces se comen a los pequeños».

Algunos pececillos financieros se han dado cuenta de que se los pueden comer y están dispuestos a actuar siguiendo el viejo chiste soviético «¡Camarada Lobo sabe a quién tiene que comerse!»

– ¿Qué insinúa Andrei Ilich?

– Me refiero a la declaración de los súper ricos de «Forbes» Buffet y Gates de que dejarán a sus herederos tan solo una parte insignificante de sus capitales. Y que las principales riquezas las van a donar para los fines benéficos, para determinadas necesidades sociales.

– En Rusia una declaración similar fue hecha por el oligarca Potanin. Parece que lo ha apoyado el oligarca Kerímov.

– Para tal decisión puede haber diferentes causas. Pero, creo que lo más probable es que se trata de un gesto para unirse a un determinado grupo elitista, el pago por acceder a la cúspide del mundo postcapitalista, señal de lealtad hacia los «amos del juego mundial», que son quienes precisamente determinan las «necesidades sociales» en Occidente. Gates, Buffet no entran en la cúspide mundial, a pesar de todas sus riquezas. Y todavía menos los oligarcas rusos.

Ellos deben de decir: sí, entregamos nuestros capitales, pero nos quedamos arriba, aunque sea en el puesto trigésimo tercero. Así no nos lo confiscan todo. Incluso si después del «pago para la beneficencia» solo quedan unos pocos miles de millones, les está garantizada la vida «sin penurias», por decirlo suavemente.

– Garantizada para ellos y para sus herederos, a los que, para la sorpresa del pueblo llano, los «extravagantes multimillonarios» les quitan los capitales.

– Justamente bajo este ángulo es cómo hay que mirar los misteriosos 40 mil millones de los Rothschild-Rockefeller. Su trust es seguramente una acción simbólica, la creación del fondo común por parte de la cúspide aristocrático-burguesa del mundo, santificado por los sonoros apellidos. Es una nítida señal: únanse a nuestro movimiento, traigan su dinerito, hagan los votos de lealtad. Porque en el severo y rabioso mundo de la postcrisis ya no habrá dulces pastelitos para todos los ricachones actuales. En realidad en el mundo en crisis y en el de la postcrisis nadie va a ofrecer una garantía cien por cien segura. ¡Las Viejas Familias – menudos lobos! No en vano han sobrevivido hasta nuestros días. Si hiciera falta los «viejos» limpiarán a los «jóvenes» y les quitarán hasta el último centavo.

A medida de que la crisis vaya avanzando veremos muchas sorpresas. Está totalmente claro que en la economía mundial está cobrando fuerza el curso antiliberal. La época iniciada por Reagan y Thatcher de la contrarrevolución neoliberal de los años 1980-2010 ha terminado. Ha traído a toda una seria de resultados imprevistos. En particular, la misma aparición del «dinero joven», que comenzó realmente a amenazar la existencia de las viejas familias.

Claro que no está mal que comience a triunfar el curso antiliberal. Pero hay que recordar que este curso refleja los intereses de las viejas familias. Que ahora están purgando las consecuencias indeseables para ellas de los 30 años neoliberales que acaban de terminar. Los Rothschild con los Rockefeller son los iniciadores de la purga.

Ante nuestros ojos está comenzando una época completamente nueva. La época del antiliberalismo. Esta época enterrará a muchos y muchos héroes neoliberales. También en Rusia.

Andrei Fúrsov (n.1951) es historiador, sociólogo y publicista. Autor de numerosas monografías científicas y del libro «Campanas de la historia» (Moscú, 1996). Sus intereses científicos se centran en la metodología de los estudios histórico-sociales, teoría e historia de sistemas sociales complejos, particularidades del sujeto histórico, fenómeno del poder (y la lucha mundial por el poder, información y los recursos).