ESPAÑA ME MATA : La larga sombra de la bacteria




La Fiscalía Provincial de Málaga decidió investigar el brote de 'klebsiella pneumoniae' detectada en el Hospital Carlos Haya, mientras se hallaban diecisiete pacientes afectados, de los que dos estaban infectados por la bacteria y los 15 restantes, colonizados (tenían el germen pero no habían desarrollado la infección). 

El fiscal jefe de Málaga, Juan Carlos López Caballero,  procedió a incoar diligencias de investigación penal para esclarecer los hechos ocurrido en Carlos Haya con la 'klebsiella'.



La Fiscalía tomó esa determinación a raíz de una denuncia presentada por la Asociación El Defensor del Paciente, interpuesta por su abogado en Málaga, Francisco Damián Vázquez. 

El letrado denunció los hechos al tener su asociación constancia del brote de la bacteria y, posteriormente, hubo una ampliación de ese requerimiento tras producirse las muertes de dos pacientes afectados por la 'klebsiella pneumoniae', ocurridas durante los días 21 y 22 de Mayo.



Defendiendo a la bacteria

La comisión de mortalidad, aseguró que el fallecimiento de esos dos enfermos no guardó relación con la bacteria, sino con el grave padecimiento de base que sufrían.

El letrado Francisco Damián Vázquez indicó que se amplío la denuncia ante la Fiscalía por «dos supuestos delitos de homicidio por imprudencia médica profesional». 



El abogado añadió que varios familiares de los enfermos afectados por el germen infeccioso se pusieron en contacto con la Asociación El Defensor del Paciente con el objetivo de presentar una reclamación contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Fuentes de Carlos Haya aseguraron que el «hospital, como siempre hace, está a disposición de la Justicia y colaborará con la Fiscalía entregándole toda la información y documentación que solicite sobre el caso de la 'klebsiella pneumoniae'.

La 'klebsiella' es un germen que está en la comunidad, ya que vive en la vía intestinal de las personas. En enfermos en situación crítica, con estancias prolongadas y en tratamiento con antibióticos, el germen puede cambiar y originar un patrón de resistencia al tratamiento.



Las infecciones nosocomiales por agentes patógenos oportunistas existen en todos los hospitales como consecuencia de la frecuencia en la utilización de antibióticos que favorecen su resistencia, además de la manipulación intensiva (ventilación asistida, nutrición parenteral, canalización de vías centrales) en pacientes con una situación extremadamente delicada. Se estima que el 7 por ciento de los enfermos hospitalizados contraen una infección nosocomial.


Más:
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Todos "reunidos"

LA ZONA DEL PENSAMIENTO : Las maravillas del Universo




"La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas de este asombroso universo. 
Es triste que tantos estén malgastando su vida soñando con fantasías espirituales."




LA ZONA EXTRAÑA : Fibrosis quística



Es una enfermedad hereditaria que provoca la acumulación de moco espeso y pegajoso en los pulmones, el tubo digestivo y otras áreas del cuerpo. Es uno de los tipos de enfermedad pulmonar crónica más común en niños y adultos jóvenes, y es un trastorno potencialmente mortal. 





La fibrosis quística (FQ) es causada por un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un líquido anormalmente espeso y pegajoso llamado moco. Este moco se acumula en las vías respiratorias de los pulmones y en el páncreas, el órgano que ayuda a descomponer y absorber los alimentos.

Esta acumulación de moco pegajoso ocasiona infecciones pulmonares potencialmente mortales y serios problemas digestivos. Esta enfermedad también puede afectar las glándulas sudoríparas y el aparato reproductor masculino.

Millones de estadounidenses portan el gen defectuoso de la fibrosis quística, pero no manifiestan ningún síntoma. Esto se debe a que una persona que padece esta enfermedad debe heredar dos genes defectuosos para la fibrosis quística: uno de cada padre. Se estima que 1 de cada 29 estadounidenses de raza blanca tiene el gen de la fibrosis quística. 



La enfermedad es el trastorno hereditario y mortal más común que afecta a las personas de raza blanca en los Estados Unidos y es más frecuente entre aquellas personas descendientes de europeos del centro y norte.

A la mayoría de los niños con fibrosis quística se les diagnostica la enfermedad hacia los dos años. Sin embargo, a un pequeño número no se le diagnostica la enfermedad hasta los 18 años o más. Estos pacientes generalmente padecen una forma más leve de la enfermedad.


Los síntomas en los recién nacidos pueden abarcar:

Incapacidad para aumentar de peso normalmente durante la niñez.
Ausencia de deposiciones durante las primeras 24 a 48 horas de vida.
Piel con sabor salado.

Los síntomas relacionados con la función intestinal pueden abarcar:

Dolor abdominal a causa del estreñimiento grave.
Aumento de gases, meteorismo o un abdomen que parece hinchado (distendido).
Náuseas e inapetencia.
Heces pálidas o color arcilla, de olor fétido, que tienen moco o que flotan.
Pérdida de peso.

Los síntomas relacionados con los pulmones y los senos paranasales pueden abarcar:

Tos o aumento de la mucosidad en los senos paranasales o los pulmones.

Congestión nasal causada por los pólipos nasales.
Episodios recurrentes de neumonía



Los síntomas en alguien con fibrosis quística abarcan:

fiebre
aumento de la tos
aumento de la dificultad para respirar
inapetencia
más esputo
Dolor o presión sinusal causados por infección o pólipos.


Los síntomas que se pueden notar posteriormente en la vida son:

Esterilidad (en los hombres).
Inflamación repetitiva del páncreas (pancreatitis).
Síntomas respiratorios.
Pruebas y exámenes

Existe un examen de sangre disponible para ayudar a detectar la fibrosis quística. El examen busca variaciones en un gen famoso por causar la enfermedad. 

Otros exámenes utilizados para diagnosticar la fibrosis quística abarcan:

El examen del tripsinógeno inmunorreactivo (IRT, por sus siglas en inglés) es una prueba de detección estándar para fibrosis quística en recién nacidos. Un alto nivel de IRT sugiere una posible fibrosis quística y requiere exámenes adicionales.

La prueba de cloruro en el sudor es el examen diagnóstico estándar para la fibrosis quística. Un alto nivel de sal en el sudor del paciente es una señal de la enfermedad.


Otros exámenes para identificar problemas que pueden estar relacionados con la fibrosis quística pueden ser:

Medición de la función pancreática
Tratamiento

Un diagnóstico temprano de FQ y un plan de tratamiento integral pueden mejorar tanto la supervivencia como la calidad de vida. El control y vigilancia son muy importantes. 

De ser posible, los pacientes deben recibir cuidados en clínicas con especialidad en fibrosis quística, las cuales pueden encontrarse en muchas comunidades. Cuando los niños llegan a la adultez, deben transferirse a un centro especializado en fibrosis quística para adultos.


El tratamiento para los problemas pulmonares abarca:

Antibióticos para prevenir y tratar infecciones sinusales y pulmonares. Se pueden tomar por vía oral o aplicarse por vía intravenosa o por medio de tratamientos respiratorios. 

Las personas con fibrosis quística pueden tomar antibióticos sólo cuando sea necesario o todo el tiempo. Las dosis por lo regular son más altas de lo normal.

Medicamentos inhalados para ayudar a abrir las vías respiratorias.
Terapia sustitutiva de la enzima DNAasa para diluir el moco y facilitar la expectoración.
Alta concentración de soluciones salinas (solución salina hipertónica).
Vacuna antigripal y vacuna antineumocócica polisacárida (PPV, por sus siglas en inglés) anualmente (pregúntele al médico).
El trasplante de pulmón es una opción en algunos casos.
Es posible que se necesite oxigenoterapia a medida que la enfermedad pulmonar empeore.

Los problemas pulmonares también se tratan con ejercicio aeróbico u otras terapias para adelgazar el moco y facilitar su expectoración fuera de los pulmones. Éstas abarcan: chaleco de percusión, percusión manual del pecho, A-capella o dispositivo TheraPEP.


El tratamiento para problemas intestinales y nutricionales puede abarcar:

Una dieta especial rica en proteínas y calorías para niños mayores y adultos (ver: consideraciones nutricionales para la fibrosis quística).
Enzimas pancreáticas para ayudar a absorber grasas y proteínas.
Suplementos vitamínicos, sobre todo las vitaminas A, D, E y K.
El médico puede sugerir otros tratamientos si existen heces muy duras.


El cuidado y la vigilancia en el hogar debe abarcar:

Evitar el humo, el polvo, la suciedad, los vapores, los químicos de uso doméstico, el humo de la chimenea y el moho o los hongos.

Evacuar o sacar el moco o las secreciones de las vías respiratorias. Esto debe hacerse de una a cuatro veces cada día. Los pacientes, las familias y los cuidadores deben aprender a realizar la percusión torácica y el drenaje postural para ayudar a mantener las vías respiratorias despejadas.

Tomar bastantes líquidos. Esto es particularmente válido para los bebés, los niños, en clima cálido, cuando hay diarrea o heces sueltas, o durante la actividad física extra.

Hacer ejercicio dos o tres veces por semana. Nadar, trotar y montar en bicicleta son buenas opciones.


La mayoría de los niños con fibrosis quística son bastante saludables hasta que llegan a la adultez. Pueden participar en la mayoría de las actividades y deben ser capaces de asistir a la escuela. Muchos adultos jóvenes con fibrosis quística terminan la universidad o encuentran empleo.

La enfermedad pulmonar finalmente empeora al punto en que la persona queda incapacitada. Actualmente, el período de vida promedio de las personas que padecen esta enfermedad y que viven hasta la adultez es de aproximadamente 37 años, un aumento considerable durante las últimas tres décadas.

La muerte generalmente es causada por complicaciones pulmonares.



Posibles complicaciones

La infección respiratoria crónica es la complicación más común.
Infertilidad
Enfermedad hepática o insuficiencia del hígado, pancreatitis, cirrosis biliar
Desnutrición
Pólipos nasales y sinusitis
Neumonía recurrente
Insuficiencia cardíaca derecha (cor pulmonale)
Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si un bebé o un niño tiene síntomas de fibrosis quística.

Llame al médico si alguna persona con fibrosis quística presenta síntomas nuevos o si los síntomas empeoran, particularmente dificultad respiratoria severa o expectoración con sangre.

Llame al médico si usted o su hijo experimentan:

Fiebre, aumento de la tos, cambios en el esputo o sangre en el esputo, inapetencia u otros signos de neumonía
Incremento de la pérdida de peso
Deposiciones o heces más frecuentes que tienen mal olor o tienen más mucosidad
Abdomen hinchado o aumento de la distensión

Prevención

No existe ninguna manera de prevenir la fibrosis quística. El hecho de realizar pruebas de detección en aquellas personas con antecedentes familiares de esta enfermedad puede detectar el gen en el 60 al 90% de los portadores, dependiendo de la prueba utilizada.


Más:
Consideraciones nutricionales para la fibrosis quística
Pruebas de detección para fibrosis quística neonatal

Asociación Andaluza de Fibrosis Quística

LA ZONA DEL PENSAMIENTO : Olvidada juventud



"Una sociedad que aisla a sus jóvenes, corta sus amarras: está condenada a desangrarse." 

LA ZONA HISTÓRICA : El Chepudo


En este relato que describe la batalla de Teruel se esconde un sanguinario y desconocido personaje presente en aquel escenario.: El Chepudo.
Después de cerrado el cerco de la capital el avance por las carreteras de Valencia y Cuenca se hizo de una manera perfecta. Fue un ataque por sorpresa. Sobre el enemigo se lanzó una avalancha de soldados tras los carros blindados y los tanques. 


Los primeros parapetos fueron rebasados inmediatamente. Unos kilómetros más allá, Teruel se ofrecía ante nuestros ojos con toda sus casas erizadas de fusiles y ametralladoras.

Por la carretera de Cuenca, Villastar fue el primer pueblo reconquistado. Destrozada la primera resistencia, en Villastar solamente encontramos pequeños núcleos que cerraban el paso a la capital. Pero los tanques continuaron el avance, y los soldados, movilizados con una precisión matemática, asaltaron el pueblo, camino ya de la ciudad.

Por la carretera de Valencia encontramos la misma resistencia. Los primeros edificios que defendían Teruel eran la plaza de toros y el local de Falange Española, un pequeño chalet donde ellos tenían sus oficinas. Los carros blindados iniciaron la marcha. Y nuestros fusiles y ametralladoras fueron saltando de metro en metro hasta llegar a las mismas puertas de la plaza de toros. 

El enemigo comenzó entonces a replegarse hasta el centro de la ciudad, fortificando los edificios más sólidos. Esperaban los refuerzos que pugnaban por abrirse camino por el otro lado, en el sector de Capillo y Condud.


Cuando la lucha fue adentrándose en la capital, fueron saliendo los primeros vecinos de estas casas, que estaban escondidos en las cuervas y en los refugios de las casas. 

Aprovechaban la noche para hurtar los tiros sueltos de los “pacos”, dedicados a cazar a todos los que huían de Teruel. Las mujeres venían temblando por la emoción y el miedo, con los ojos enrojecidos y los pelos sueltos.

En la carretera de Valencia, dominada ya la plaza de toros, se lanzaban a nuestros soldados preguntando lo que pasaba en el centro de Teruel. Unas tenían familia dentro de la ciudad; otras interrogaban anhelantes si habían salido los presos, entre los que se encontraban seres queridos.

En esta parte de la carretera se formaban corrillos de mujeres y soldados. Eran los primeros momentos de fraternidad de nuestro pueblo. Los soldados cogían a los niños en brazos y los llevaban hasta los coches de evacuación; agarraban a las viejas por el brazo y, en el camino, les hacían preguntas sobre la vida en Teruel. Primero salieron pequeños grupos de mujeres; después, unos centenares. Y la última noche llegaron a salir hasta tres mil mujeres.


La ciudad ofrece una visión impresionante. A lo largo de la carretera los tanques están formados en hilera, con los cañones apuntando hacia los balcones del Gobierno civil y del Seminario. 

El enemigo ya no tiene artillería. Una pieza la instaló en lo alto de un edificio, pero el fuego certero de nuestras baterías la desmontó en seguida; otra pieza quedó en nuestro poder, destrozada también por nuestros cañones. El resto de la artillería ha caído en nuestro poder, y asi tienen alguna pieza se halla ya sin municiones. 

Todos los pasos de la ciudad están batidos por fuego de ametralladoras y de fusilería. Emplean también morteros, pero en casos extremos, cuando la lucha llega a su máxima intensidad para la posesión de alguna casa.

Las mujeres que huyen aterrorizadas de Teruel cuentan en seguida la vida de la ciudad en los diecisiete meses de guerra. Vienen a nosotros con temor. Los fascistas han hecho una gran propaganda diciendo que mataríamos a todos los habitantes. Y cuando estas mujeres ven el trato cariñoso de los soldados que las sacan de los refugios y las llevan hasta los camiones, pierden en seguida el temor y comienzan a hablar y hablar, como si hubieran estado mudas durante todo este tiempo.

Tanques republicanos frente a la plaza de toros de Teruel. 21 de diciembre de 1937

Trece asesinados en el Torico.

En Teruel hay un fascista que ha aterrorizado a toda la ciudad. Me lo cuenta una mujer en la carretera, según sale de las calles donde silban las balas y las ametralladoras del Gobierno civil pican las paredes. No recuerda su nombre, pero cuando va hacia el camión, de su boca no salen más que maldiciones. Es el asesino de Teruel. Y a esta pobre mujer temblorosa le mató un hijo en los primeros días de la guerra.

-Esta ahí arriba-dice. Es cojo y con chepa. ¡El criminal más grande que ha conocido Dios!

Hace mucho tiempo que ocurrió todo esto. Los vecinos de Teruel recuerdan el hecho con espanto. “El Chepudo” fue a la cárcel en compañía de la Guardia Civil, con una lista de detenidos. Inmediatamente le dieron los presos. ¡Trece! Un catedrático, el acalde de Mora, un joven empleado de la Compañía de Seguros. 

Atados los llevó hacia la plaza de El Torico, la mas importante de Teruel. Y los demás falangistas se encargaron de anunciar el asesinato para que acudieran la gente del pueblo.

A la plaza fueron las “señoritas” y “señoritos” de Teruel alegremente, como a una fiesta. “El Chepudo” llegó primero con un preso. Y delante de todos le descerrajó seis tiros en las piernas, hasta que cayó al suelo. Después se encargó de rematarlo.

Asalto republicano a la plaza de toros. 21 de diciembre de 1937

El baile trágico 

Las “señoritas y los “señoritos” pidieron también los otros presos de izquierdas. Y mientras “El Chepudo” iba a buscarlos pasearon alrededor del cadáver, que estuvo en la plaza hora y media. 

Cuando llegó “El Chepudo” con los otros detenidos los falangistas hicieron otra vez corrillo para presenciar la matanza. Serían las seis de la tarde. Muy poco gente del pueblo estaban presente, aparte de éstos. Los habían cogido por el camino, obligándoles a que presenciaran la ejecución.

Los trece hombres, atados unos con otros, fueron cayendo con las piernas a balazos sin dar un grito. Solamente uno dio un viva a la República retorciéndose en el suelo, desde luego .... Después “El Chepudo”, con su pistola, fue rematándolos, disparándole a cada uno las seis balas del cargador.

Aquella tarde Teruel estuvo de luto. Mientras los falangistas se paseaban por la plaza de El Torico la gente del pueblo se acercaba para preguntar si entre los asesinados había algún familiar o amigo... Hasta que llegó un camión, y se llevaron a los trece camaradas asesinados.

Los falangistas no pudieron terminar así. Por la noche organizaron un baile. Y buscaron a las muchachas del pueblo por las calles, obligándolas a ir a la plaza de El Torico para bailar sobre el suelo ensangrentado todavía.

Fuerzas republicanas controlando la recién tomada Plaza del Torico. 7 de enero de 1938


Gente con el terror en los ojos.

Cuando la gente corre a refugiarse tras nuestros tanques, nuestras ametralladoras y nuestros fusiles, cuentan horrorizadas estas escenas de terror. La historia de la ciudad como estos. 

Es una historia larga de asesinatos y crueldades. Teruel es la primera ciudad que cae en nuestro poder, y ella nos ofrece la realidad de la España de Franco, Mussolini y Hitler

Cuando los disparos de los fusiles y las explosiones de los obuses se apaguen en sus calles se podrá oír por completo una historia horrenda de diecisiete meses.

Teruel, 23 diciembre 1937.






LA ZONA DEL MISTERIO : Wandjinas o pinturas de Kimberley


Distribuidas por todo el territorio australiano, las extrañas pinturas rupestres conocidas como wandjinas son sinónimo de misterio. 


Porque las figuras antropomorfas que representan, más allá de la cómoda explicación que las identifica con dioses de la lluvia o demiurgos de tiempos pretéritos, nos conducen hacia un enigma inalterado por el paso del tiempo, producto de la unión indisoluble entre mito y realidad, inherente a las vidas de nuestros antepasados más remotos. 

Quizá por ello, este legado plasmado en las rocas nos sugiere una inquietante pregunta: 

¿Fue la civilización de la Australia aborigen visitada por seres procedentes del espacio exterior?





Fue exactamente el 26 de marzo de 1838, cuando el célebre soldado y explorador George Grey realizó el sorprendente descubrimiento, durante su expedición a la inexplorada región de Kimberley: ignotas e imponentes, plasmadas sobre la roca, una sucesión de inmensas pinturas antropomorfas decoraban una galería junto al río Glenelg… 



Experimentado cronista, Grey apuntó en su cuaderno todo lo que pudo recordar de aquel inolvidable hallazgo: 

«Parecían querer escapar de la piedra… Me produjo un gran asombro ver aquella gigantesca cabeza y la parte superior del cuerpo doblándose hacia mí».





Tras esta vaga descripción, se escondía una realidad mucho más significativa, que resulta innegable a ojos de cualquier observador: aquellos seres no parecían de este mundo. 

Con más de 7 metros de altura, las pinturas mostraban personajes con un rostro perturbador, caracterizado por la presencia de dos grandes cuencas oculares sobre una tez blanca como la nieve y carentes por completo de boca. 

Archivo: Kimberley.png

Una serie de rasgos comunes e inquietantes que sirvieron para catalogarlas dentro de un mismo patrón, presente –como se descubriría más adelante– en otras regiones de Australia

Pero había más… 

Prácticamente todas las figuras portaban en la cabeza una especie de aureolas luminosas, además de lucir de tres a siete dedos en cada una de sus manos y pies, estos últimos protegidos con sandalias, algo insólito, si tenemos en cuenta que los aborígenes australianos caminaban –y siguen haciéndolo– descalzos. 



Así pues, ¿quiénes eran estos seres? ¿Quién y por qué los inmortalizó sobre la piedra? 

Las pinturas de Kimberley se convirtieron en un imán para todo tipo de investigadores, ansiosos por desvelar estos y otros interrogantes.

Pese a que inicialmente se consideró imposible datarlas mediante carbono-14 –inútil ante pigmentos de base mineral–, gracias a la ayuda del experto en arte prehistórico Grahame Walsh y a su perspicacia al analizar un avispero fosilizado, en 1996 el geólogo Richard Roberts cifró la antigüedad del yacimiento en alrededor de 17.000 años. 




En realidad, la solución a este enigma era evidente desde tiempo inmemorial para los descendientes de los primeros pobladores australianos, que transmitieron de generación en generación todo lo relativo a las pinturas.

Sin embargo, cuando se les preguntaba por la naturaleza de las mismas, su respuesta no hacía sino apuntalar el misterio a oídos de los occidentales: «wandjina», contestaban con aparente naturalidad…

Más:
Las pinturas Gwion Gwion












LA ZONA DEL MISTERIO : Visita de dormitorio


Cuando dormimos, las personas mostramos una configuración diferente de nuestro ser; nuestra mente, sentimientos y cuerpo físico se comportan de manera diferente a cuando vivimos despiertos. Debido a ello, el ser humano normal presenta en el estado de vigilia una situación de debilidad y de indefensión que permite su manipulación. 


Esta circunstancia es aprovechada por una gran variedad de entidades que vienen a ella para operar en él, unas lo hacen de forma positiva y otras negativa. 

A los encuentros de estas entidades con las personas que están dormidas se les llama “visitas de dormitorio o visitas de alcoba”. 

Existen infinidad de inquietantes casos de “apariciones de alcoba”, caracterizadas, entre otros muchos fenómenos, por la aparición de “entidades” casi siempre antropomorfas, a veces rodeadas de gran luminosidad y semitransparentes. 

En muchas ocasiones son la intervención de criaturas extraterrestres con fines inconfesables. Miles de personas sienten que en su hogar hay un "inquilino" que, al parecer, no es de este mundo. 

El trauma o inquietud que originan tales experiencias cambian radicalmente la vida de los testigos y su asimilación depende, en gran medida, del control psíquico, la seguridad en sí mismo y, sobre todo, de un equilibrado estado emocional. 


La finalidad última de algunas de las experiencias de dormitorio es elevar a la persona por encima de los mezquinos intereses, algo así como impulsarla para trascender hacia otras “realidades” más sutiles que la nuestra. 

Lo cierto es que el trauma vivido al inicio de este tipo de manifestaciones se transforma progresivamente en algo gratificante, en una auténtica experiencia iniciática por la que los terribles y desconocidos “invasores” se convierten en nuestros mejores aliados, en nuestros íntimos “ángeles de la guarda”..., portadores de luz y de conocimiento. 

“...Ví que surgía una luz en mi cuarto y que siguió aumentando hasta que la pieza quedó más iluminada que al mediodía. Repentinamente apareció un personaje al lado de mi cama, de pie en el aire, porque sus pies no tocaban el suelo (...) Toda su persona brillaba más de lo que se puede describir y su faz era como un vivo relámpago (...) Cuando lo vi por primera vez tuve miedo; mas el temor pronto se apartó de mí. 
Me llamó por mi nombre y me dijo que era un mensajero y enviado de la presencia de Dios, y que se llamaba Moroni...” 


Esta “aparición de dormitorio” fue protagonizada por José Smith el 21 de septiembre de 1823, dando origen a una nueva religión, la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, conocida popularmente como la Iglesia de Mormón

Más de un siglo y medio después aún continúan estas historias, pero con otro “decorado”... 

Julia G. es una joven ama de casa onubense, de 31 años de edad, acostumbrada a sentir en su propia piel estos encuentros desde que tenía ocho años, y aunque sus experiencias no la han llevado a fundar ninguna religión, sí la han hecho enfocar la vida desde una perspectiva trascendente y espiritual, adentrándose en terrenos esotéricos y en lecturas ocultistas... 

“Estas experiencias me han ayudado; me han hecho comprender que existen otras dimensiones, quién es Dios, y comprendo que la muerte no existe y que este mundo es una ilusión...” 

En la frontera del sueño. Margarita Lopetegui, quien regentaba una conocida librería en la capital onubense, cuenta: 

“Soñé con mi padre, cosa que me extrañó, pues le conocía sólo por fotos, ya que murió siendo yo muy niña... Me desperté de pronto a eso de las 3 de la madrugada, traté de encender la luz y, en ese instante, vi a mi padre a los pies de la cama; me quedé estupefacta; cerraba los ojos y le veía, los abría y también le veía; cuando me cercioré de que era cierto, mis manos y mis pies empezaron a temblar, pero no sentía miedo (...) 


La habitación se hallaba a oscuras, pero quedó iluminada por la luz que proyectaban los ojos de mi padre hacia la cama... 

“Habló en un castellano perfecto. De repente apareció como la pantalla de un televisor junto a él y entonces allí se proyectó todo el sueño que había tenido”. 

La “aparición” iba interpretando todas las escenas oníricas que se sucedían en la pantalla... “A partir de ese momento, supe que los sueños dicen cosas muy importantes y a través de ellos tuve muchísimas revelaciones”, añadió con cierta alegría en sus ojos... 

Desgraciadamente, aunque a esta mujer -que cuenta con 60 años- estas experiencias le han servido de mucho, han afectado enormemente su relación matrimonial hasta el punto de haber sido abandonada por su marido, quien no toleró nunca esas “cosas raras” que le acaecían a su esposa. 


No siempre ocurre algo así, y en el caso de Julia G. su marido no solo acepta con resignación las constantes experiencias de su cónyuge, sino que se ha visto “compartiendo” alguna que otra vez las “experiencias de dormitorio”... 

“Estaba durmiendo -señala Julia- y mi marido oyó la puerta, como si alguien la abriera, y escuchó murmullo como de mucha gente. Se oyó ruido de tazas, luego pasos... Cuando quiso incorporarse en la cama para ver de qué se trataba, pensando que eran ladrones, se acercó hacia él un gran ojo y, asustado, me llamó... 

Al abrir los ojos vi que la habitación estaba llena de gente al pie de la cama. Eran figuras blancas, luminosas y todas iguales. No se apreciaban rasgos, como si fueran siluetas, y no tenían brazos. Había una mujer que cantaba y los demás hacían música con sus voces. Me puse a rezar y de momento desaparecieron por la pared...” (mayo de 1987). 


Este puede resultar un buen sistema de defensa contra el posible ataque de estas “entidades” -como asegura la investigadora Ann Druffel-, sobre todo cuando la víctima se ve abordada por una horrible criatura que le convierte los sueños en pesadillas insoportables. 

Es todo un reto para nuestra mente saber diferenciar lo real de lo ficticio en estas visiones, que tienen la peculiaridad de producirse en la oscura frontera entre el sueño y la vigilia. 

Por ello, ciertos relatos que gozan de total coherencia y contienen elementos comunes a otros y que, por tanto, revisten aparente credibilidad, se entremezclan con aspectos absurdos, fantásticos y de difícil definición incluso para quiénes los protagonizan.


Más:
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