LA ZONA DEL MISTERIO : Cuevas de Hércules.

Año 2002. Una persona que se identificó como miembro de la Agencia de Inteligencia Española, llamó, cerca de las 3 de la madrugada, al programa radiofónico de La Rosa de los Vientos, presentado por Juan Antonio Cebrián, en la emisora de Onda Cero Radio.


En el programa se estaba hablando en ese momento sobre la Cueva de Hércules de Toledo y del investigador promotor del descubrimiento, Alberto Canosa.

El informador misterioso, que se presentó como “Pedro“, advirtió que La Cueva de Hércules está clasificada como Alto Secreto, y que dicho descubrimiento jamás saldrá a la luz pública.

A los poderes políticos y religiosos de España y de todo el mundo no les interesa que se abran los Cerrojos de la Casa Encerrojada de Toledo, y que todas las informaciones y tesoros que se guardan en este aposento secreto del Rey Salomón, salgan a relucir a la opinión pública mundial. 

Porque para la Elite oscurantista y conspiradora que gobierna el mundo actual es absolutamente imprescindible gobernar con Secretos, con leyes de prohibición de información, y con clasificaciones confidenciales de Top Secret y Alto Secreto, y con Agencias gubernamentales de Inteligencia e información, afín de construir una Red Mundial de Mentiras y Fraudes, para que todos los seres humanos de la Tierra sigan manteniéndose en la ignorancia perpetua, y para que la misma Elite del Poder siga mangoneando todo.

Como dice la grabación, el Poder nunca va a permitir que un descubrimiento semejante salga a la luz de todo el mundo.

Sin embargo el Dios Yahweh de Israel no mandó a Salomón para nada a Toledo. La fortaleza inexpugnable que el Rey Salomón construyó en Toledo, un auténtico bunker subterráneo, hacia el año 1030 A.C., se hizo con un propósito específico: Revelar su contenido secreto y sellado, cuando llegue su tiempo: En el Final de los días de la humanidad.

Esta Revelación de los secretos que guarda la Cueva de Hércules fue vaticinada hacia el año 1550 por los Profetas de Toledo, autores de los misteriosos Cronicones de Toledo; unas profecías apocalípticas que causan terror en El Vaticano y en todos los poderes establecidos en la Tierra.

Hablamos de los profetas de Toledo en el siguiente articulo.

Hay, pues, muchos intereses, inconfesables, para no contar la verdad a la humanidad. Pero afortunadamente para los seres humanos, el CNI, el Vaticano y el Gobierno se equivocan, y llevan las de perder. Pues como Jesucristo prometió hace 2000 años: todo secreto y misterio que hay en la Tierra, de seguro que saldrá a la luz. ¡Y el tiempo es ya inminente!..

Toledo existe, la Catedral de Toledo existe, y la Cueva de Hércules existe. Vaya usted al Callejón de San Ginés de la ciudad de Toledo, y verá la realidad de un Museo Público de las Cuevas de Hércules, inaugurado por el Alcalde de Toledo y autoridades oficiales el día 18 de Enero de 2010. Solo que el complejo de la Cueva de Hércules es algo más grande que este museo público.




LAS PROFECIAS DE TOLEDO

Durante toda la vida, siglos y siglos, se han venido concentrando en Toledo todo tipo de organizaciones ocultistas, sectas herméticas, esotéricas, satánicas, etc..

Por ejemplo, la tradición esotérica y cultural habla de la ancestral fundación de la Escuela de Nigromantes de Toledo, nacida desde tiempos muy antiguos.

Supuestamente, Hércules, según esta versión esotérica y ocultista, habría fundado en el subterráneo de Toledo una Escuela de Alta Magia, que con el paso del tiempo, habría ido cobrando fuerza y extendiéndose en la cultura toledana.

Pero, al margen de esta explicación de la tradición esotérica y ocultista, lo cierto es que en realidad, nadie sabía el por qué de esta extraña concentración de sectas secretas que tenía lugar en la ciudad milenaria de Toledo, al igual que también han tenido lugar en otras ciudades o enclaves especiales de la Tierra.

POR QUÉ SE OCULTA LA CUEVA DE HÉRCULES

Hoy sabemos el motivo de todo este dispositivo de control ocultista que se fué fraguando y montandose en Toledo: Vigilar e Impedir a toda costa que se descubra y que se abra La Cueva de Hércules. Hasta el conocido como "El Papa Negro" del mundo de las sombras, tiene su residencia fija en la ciudad de Toledo. El objetivo de evitar que salga a la luz pública La Cueva de Hércules es de una prioridad absoluta para el mundo de las tinieblas.


Rey Salomón, por Pedro Berruguete.

La Torre de Hércules, y La Cueva de Hércules, fueron construídas en el año 1037 a.C., en tiempos del Rey hebreo Salomón. Todo este enclave sagrado se construyó en esa época para que diera a descubrir a la humanidad en los postreros días del fín del mundo. Su cometido sería empezar a mostrar al mundo las verdades bíblicas y que se empiecen a aclarar y descifrar todos los misterios y asuntos oscuros que ha padecido la humanidad desde siempre.

Si los gobiernos de la tierra y el Vaticano sacasen a la luz pública lo que saben y lo que guardan como "Secretos de estado" nadie podría contener la ira y el odio de las masas. La Cueva de Hércules, y lo que hay dentro, será la catapulta, el detonante, la espoleta iniciadora, con la que se empiecen a arrancar todos los secretos que durante más de 6000 años han estado guardados para este tiempo presente.

El fín del mundo no es la desaparición o explosión de La Tierra sino el final de una época y el comienzo de otra época diferente. El final de un orden o sistema de cosas establecidas en una época oscura, y el comienzo de otra época, otra era de conocimiento de la verdad.

Este cambio significa el final del Poder para los que siempre lo han ostentado, desde todas las organizaciones oscuras, su final, esto es, el Armagedon. El Armagedon, que será para ellos su hecatombe, pero al mismo tiempo significa la Liberación para toda la humanidad.

LAS PROFECÍAS DEL TERROR 

En tiempos paralelos a cuando el Cardenal Primado de Toledo, Juan Martínez Siliceo envió una Expedición desde el Callejón de San Ginés 3 hasta La Cueva de Hércules, en 1546, había en la ciudad de Toledo unas sectas religiosas a las que se les atribuye la autoría de unas obras literarias llenas de grandes vaticinios, conocidas como "Las Profecías de Toledo" o "Las Profecías de los Falsos Cronicones de Toledo".

Torre de Hércules, La Coruña, Galicia (España).

Y estos Falsos Cronicones o vaticinios proféticos de Toledo predijeron que cuando se llegase a entrar de nuevo en La Cueva de Hércules, después de la Expedición del Cardenal Siliceo en 1546, vendría el Fin de la Iglesia Católica, acontecería una Gran Tribulación en toda la Tierra habitada, y llegaría el Fin del sistema actual de cosas.

Adicionalmente a las Profecías históricas en sí, es interesante también resaltar la figura posterior del escritor y erudito español José Godoy Alcántara, nacido en 1825 en Archidona, Málaga, y muerto en 1875. Sus magníficos estudios de los Falsos Cronicones fueron publicados en su obra de 1868, mérito literario premiado que le valió su ingreso en la Real Academia Española de la Historia

Pues bien, en los originales y antiguos Cronicones proféticos de Toledo, se dirigen los vaticinios hacia los interiores misteriosos de la Catedral de Toledo, y revelan que en lo alto del altar-retablo que se levanta sobre la cripta, frente al llamado "Transparente", entre todo el retablo que hay, de esculturas, existe la figura de un ángel sosteniendo un pez.




Se trata de una figura realizada por el pintor y escultor Narciso Tomé. Pues bien, según siguen relatando estas Profecías, el día que se entre de nuevo en La Cueva de Hércules, el pez del ángel caerá al suelo de la Catedral, y será la señal inequívoca que anunciará el acontecimiento de una gran hecatombe, y que se extenderá por toda La Tierra, empezando por Toledo, y el fín caótico de la Iglesia Católica y de las organizaciones oscuras.

A la entrada de la Cueva de Hércules hay unas frases interesantes, escritas en azul, en idioma griego, y más o menos dicen lo siguiente: " El rey que abriere esta cueva, y pudiere descubrir las maravillas que tiene dentro, descubrirá bienes y males".

El rey Rodrigo y su corte, y toda España entera, en el año 711, pudieron percibir en sus propias carnes la veracidad de esas palabras. Y siglos después, en 1546, la Expedición que mando El cardenal Juan Martínez Siliceo pudo igualmente experimentar la realidad de esa enigmática profecía. 



Don Rodrigo, rey de los visigodos, por Mariano de la Roca y Delgado. 1853. (Museo del Prado, Madrid).

La situación de complot actual en Toledo

En conocimiento de que verdaderamente se cumplirá de nuevo una vez más esa profecía que se halla en la entrada a la cueva de Hércules, tanto los poderes políticos como religiosos, han creado en torno a la cueva de Hércules un complot impresionante en todo Toledo y las poblaciones de Castilla La Mancha, para que no haya forma humana posible de lograr que los medios de comunicación se hagan eco de este descubrimiento, para que no se permita de manera alguna abrir públicamente la cueva de Hércules, y se ha amenazado y aterrorizado, a abogados, colaboradores, investigadores, periodistas, etc... 

Se ha coaccionado a los medios de comunicación de Toledo y Castilla La Mancha " públicos " y privados. Se ha presionado igualmente a la Consejería de cultura para que no permitan de manera alguna hacer excavación de tipo alguno para abrir la cueva de Hércules, y se ha presionado y comisionado igualmente a la Guardia Civil Seprona, se ha "utilizado" a la Guardia Civil, esa es la expresión correcta, esgrimiendo mentiras arqueológicas, para que vigilen día y noche y no permitan a nadie en absoluto hacer inspección o análisis de tipo alguno.

Y todo porque el día que la Cueva de Hércules se haga pública vendrá un desmembramiento de un sinfín de organizaciones religiosas ocultistas y herméticas, entre ellas, por supuesto, la Iglesia Católica, y un desplome completo de un sistema de organizaciones mentirosas y fraudulentas, que a lo largo de milenios han creado una sociedad controlada por corruptos, ladrones, estafadores y dictadores, que han dejado a la humanidad constantemente, en ignorancia, en miedo y en terror hasta el día actual.

Todas las organizaciones ocultas, y la Iglesia Católica entre ellas, aguardan con gran terror e intentan retrasar en todo lo posible la llegada de este trágico momento final para sus miembros.

Naturalmente, no podemos perder de vista que además de las razones ocultistas y proféticas, el ocultamiento y control de los accesos que conducen a la Cueva de Hércules, también podría haber facilitado el posible hallazgo y apoderamiento, para las personas encubridoras, y responsables de este complot, de tesoros y riquezas materiales que pudiera haber en diferentes partes bajo los subterráneos de Toledo.

Lo cual implicaría la existencia de un gran Expolio cometido en el Toledo subterráneo por aquellos que controlan férreamente sus accesos, utilizando como coartada las propias leyes y prohibiciones que ellos mismo dictan.

Por lo que el día que tengan que rendir cuentas estos responsables, tendrán que responder no sólo por los cargos de Ocultamiento del Patrimonio, sino también de un posible saqueo material, cometido a espaldas de los ciudadanos.

EL MISTERIO DE LA CUEVA DE HERCULES

¿que esconde?, ¿por que la élite no deja investigar?


Muchos aficionados y expertos en excavaciones han encontrados OOPARTS  (‘artefacto fuera de lugar’), que son objetos electrónicos con microchips incorporados que datan de hace cientos de miles de años atrás.

Varias personas en las instituciones del poder fáctico, la UNESCO, impide que las masas conozcan sobre esta clase de hallazgos que derrumbarían todo lo que conocemos sobre nuestra civilización y las predecesoras.

El 90% de la historia ha sido trucada, es falsa, son teorías infundadas. 

El Templo de Jerusalén según la visión del profeta Ezequiel. Perspectiva de Charles Chipiez, 1889.

La Cueva de Hércules fué construída por el mismo constructor del Templo de Jerusalén, el Rey hebreo Salomón, hijo del Rey David, hacia el año 1030 antes de Cristo.

Las Dos Expediciones más importantes que se han realizado a lo largo de la Historia han sido:
- La Expedición del Rey Rodrigo, en el año 711 d.C.
-La Expedición del Cardenal Primado de Toledo, Juan Martínez Siliceo, en el año 1546.

Ambas incursiones acabaron en desastre y tragedia, puesto que trataron de abrir un precinto sagrado antes del tiempo prescrito, el tiempo actual que estamos viviendo del Fín del Mundo.

En 1940, una Expedición de la Ahnenerbe, la unidad de Arqueología SS de los Nazis, mandada por Heinrich Himmler en persona, viajó expresamente a la ciudad de Toledo, buscando la misma reliquia sagrada y poderosa del Rey Salomón.



En los tiempos modernos, el investigador hispano-alemán, Alberto Canosa, dirige el Tercer Proyecto histórico para entrar en la legendaria Cueva de Hércules, y descubrir, por fín, todos sus secretos milenarios y tesoros incalculables, entre los cuales figura la Mesa del Rey Salomón.

Según las Profecías de Toledo, recogidas hacia el siglo XVI en los escritos de las llamadas “Profecías de los Falsos Cronicones”, cuando la 3ª Expedición histórica a la Cueva de Hércules, tenga lugar, el pez sostenido por el angel caerá al suelo de la Catedral, y será la señal del derrumbe de una vieja Era y el comienzo de otra Era Nueva, en la que la verdad se abrirá paso.

Actualmente, el Equipo de investigación del profesor Alberto Canosa busca la colaboración de un socio mecenas financiador, que ayude económicamente a sufragar los gastos que conlleve el proyecto de Descubrimiento de la Cueva de Hércules.

(me avisan si pueden entrar con normalidad a su web, pues  yo no puedo, laguea toda la web y lo elimina)

La cueva de Hércules y la Mesa de Salomón, por ejemplo, después de muchos años de investigación se hallaron planos antiguos de la ciudad de Toledo, donde se detallan las múltiples entradas a túneles que conducen a este sitio, mas Alberto Canosa solo encontró oposición del más alto nivel gubernamental para impedir que este hallazgo fuera de conocimiento público.

La cueva toledana de Hércules, forma parte, es uno más, de los enigmas históricos de la ciudad, hay quien dice que el subsuelo está lleno de cavidades y al poco se manifiesta otro aseverando, que en realidad es una sola cavidad la que forma un extenso laberinto de cientos de kilómetros de desarrollo. El caso es que, sea una sola o sean cientos de ellas, la de Hércules es la más popular.

Aquellos narradores que aflautan misteriosamente la voz al contar las historias, dicen que fue durante el reinado del mitológico rey Tubal, nieto de Noé y fundador de la primera monarquía española, cuando el héroe Heracles llegó hasta la ciudad y se bastó con las manos para excavar una enorme cueva donde instruir a los iniciados en el arte de la práctica mágica y ciencia adivinatoria, fue así como nació la Escuela Nigromante de Toledo. También dejó guardada en el lugar la “Mesa de Salomón”, la que se había mandado hacer para el mismísimo Templo de Jerusalén.



Dibujo que muestra un mueble construido para el Templo de Salomón, de una biblia en latín de mediados del siglo XVI. La cita que describe la imagen en el libro dice "Una descripción del mar, que es la fuerza más grande de los buques mercantes de agua"

Para encubrir el secreto de la espelunca, en la que ya se habían alcanzado los niveles más altos del conocimiento, Hércules edificó un magnífico palacio sobre la cueva; con esa construcción pretendía que el acceso se mantuviese bien seguro tras un segundo paso.



Como legado de sucesión a su reino estableció también que cada nuevo rey que accediese al trono, no sólo se abstuviese de penetrar en la caverna, sino que además deberían añadir un nuevo candado a la puerta para que nadie pudiera desvelar el secreto mejor guardado. Con el tiempo la mansión empezó a conocerse popularmente como “El Palacio Encantado”.

Muchos soberanos se sucedieron en aquel trono hasta llegar quien rompiera los cierres de la puerta que protegían el secreto. El monarca era don Rodrigo, duque de la Bética y miembro de la familia de Chindasvinto, quien hizo saltar los pasadores de veinticuatro candados para poder traspasar la puerta. Traicionó a sus ancestros, provocó el maleficio.

 Al penetrar en el subterráneo, escrito sobre la pared a modo de advertencia y amenazante sortilegio, se pudo leer sin dificultad “Vuelve por donde vienes, donde ahora vas está la muerte”. Don Rodrigo, era un valiente caballero y no se dejó intimidar por tan espuria amenaza, siguió adelante por las tenebrosas galerías. Dice la leyenda que atravesó varias cavernas, una blanca, de nívea cobertura, otra negra como cubierta de pez, verde una tercera, como el color que tiene las esmeraldas y una cuarta que era roja del color con el que fluye la sangre por las heridas.

Cuando al fin encontró un arca de madera creyó haber descubierto el secreto de la caverna, en el interior de la misma se guardaba una tela pintada en la que aparecían tropas a caballo, se hallaban bien pertrechas y armadas y estaban representadas bajo estandarte musulmán. Una inscripción en el paño advertía que quien, por haber desplegado la tela, mostrase aquellas huestes, induciría a que los que así vestían invadiesen los territorios de la Iberia hasta enseñorearse de ellos.

Lo que hasta aquí se narra como leyenda se materializó en la primavera del año 711 cuando los musulmanes dirigidos por Tarik, cruzaron el estrecho de Hércules e invadieron los territorios de la Iberia. En la batalla que Rodrigo entabló contra los invasores en Wadi Lakka, lugar que se ha identificado como el río Guadalete junto a Barbate, en Cádiz, los visigodos fueron derrotados y el monarca perdió la vida.

Las Cuevas de Olihuelas o de Higares. Más.

Nada más se supo de la cueva de Hércules durante largo tiempo hasta que en el año 1546, el arzobispo de Toledo Juan Martínez de Silíceo (1546-1557), mandó una expedición que explorase los subterráneos de la ciudad. Según se narra en los Anales Toledanos, los exploradores que se habían enviado al lugar, salieron muy impresionados por lo que allí habían visto. Hablaron de caudalosos ríos subterráneos, de estatuas gigantescas que tenían vida y movilidad y también otras muchas visiones fantasmagóricas que los hizo estremecer. Tras esas sobrecogedoras descripciones la cueva fue cegada para que nadie entrase jamás y soliviantase la tranquilidad en aquel mundo.

En 1851 unos jóvenes toledanos tuvieron la osadía de explorar nuevamente el lugar, pero se sorprendieron al hallar únicamente una estancia subterránea de 15 metros de larga por 10 metros de ancha con una altura bastante escasa.

En la “Guía de Toledo” del vizconde de Palazuelos, escrita en 1890, se dice: “…en los extremos de la estancia hay ciertos boquetes o puertas tapiadas que, sin duda, comunican con alguna bóveda inmediata”.

Cuevas de Toledo, Fuente: ilovetoledo.es.

En 1973 un estudio del destacado ingeniero Carlos Fernández Casado (1905-1988), concluía que aquella sala hipogea no era sino una cámara abovedada, empleada como cisterna para el abastecimiento de agua a la Toletum romana. El suministro comenzaba con la captación en la presa de Alcantarilla a 38 kilómetros de la ciudad y atravesando el Tajo por un acueducto, con restos todavía visibles hoy en día, hasta precipitarse en el aljibe subterráneo, situado en lo que fue Judería Menor de Toledo, en el barrio denominado Alcaná o El Alcavá, vocablos que derivan del árabe con el significado de El Canal, en el Callejón de San Ginés, justo debajo de donde antes estuvo la iglesia visigótica dedicada a ese santo, desacralizada en 1794 y finalmente demolida en marzo de 1841.

En la primavera de 2003 el Consorcio de Toledo inició el estudio arqueológico del enclave con el que se concluyó la datación romana del depósito, construido durante el siglo I de nuestra se ejecutó mediante el empleo de bloques de piedra granítica cementada con mortero de cal y arena revestidas posteriormente con una capa de yeso. El contenido del aljibe se cifraba con una capacidad de 273 m3.

La antigua cueva estaba situada debajo de la iglesia de San Ginés, en el interior de la cual tenía la entrada. El segundo acceso estaba situado por alguna de las casas vecinas. En la campaña arqueológica aparecieron así mismo vestigios de los cimientos de la iglesia de San Ginés, y la ubicación del camposanto. Oculto en los muros aparecieron diversos materiales vinculados con un scriptorium, entre los que había un pergamino manuscrito con caracteres árabes de un dialecto desconocido, en el que sólo ha podido identificarse la palabra “Hércules”. En la lista de hallazgos se contiene entre otros objetos, un punzón de madera, un cálamo, y el cuello de un recipiente cerámico.
























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