El diario británico 'The Telegraph' ha publicado que el empresario catalán Josep Cusí pagó la mitad del viaje de luna de miel a los actuales Reyes Felipe VI y Letizia Ortiz. La otra parte la pagó Juan Carlos I. Hace unos meses 'El Cierre Digital' consiguió un scoop que fue pasado por alto por el resto de medios de comunicación. En una entrevista concedida a nuestro periódico, Albert Solà, supuesto hijo del Rey Emérito, aseguró que la hija del empresario le dijo que éste, es hermano del Emérito.
Juan Carlos I y Josep Cusí.
Mucho se ha hablado durante años de la luna de miel de los Reyes Felipe y Letizia. Nunca se ha sabido de manera oficial dónde viajaron los actuales monarcas y cuánto y cómo se financió ese viaje. España acaba de padecer el mayor atentado de su historia el 11 de marzo de 2004 y el momento parecía no ser el mejor para una frivolidad como una luna de miel exótica. Sin embargo, la hubo. Ha sido el diario británico The Telegraph quien ha dado respuesta a algunas de estas preguntas y ha puesto en la picota a uno de los mejores amigos de Juan Carlos I: El empresario Josep Cusí.
Según el conocido diario inglés, Cusí pagó 269.000 de los 467.500 dólares que costó la luna de miel secreta de Felipe VI y su esposa. Es decir, más de la mitad del viaje que los llevó a Camboya, las islas Fiji, Samoa, California y México en mayo de 2004, sin ser captados por la prensa. Para pasar desapercibidos utilizaron el seudónimo de señor y señora Smith, en homenaje a la película que ese mismo año se había estrenado en los cines de todo el mundo y que unió a Angelia Jolie y Brad Pitt.
Cusí y Juan Carlos I son amigos desde los años de juventud del Rey Emérito, cuando era Juanito y estaba a la sombra de Franco. La pasión por el mar los ha unido y Cusí ha llegado a ser el armador y tripulante del Bribón II, uno de los barcos de Juan Carlos I. Cusí lo ha acompañado en cacerías y viajes privados y en situaciones más complicadas como los ingresos y operaciones a las que Juan Carlos I se ha sometido durante años en la Clínica Planas de Barcelona.
Juan Carlos I, en 1982 junto a José Cusí, armador de los veleros Bribón que el Rey ha patroneado. Manuel Hernández de León EFE
Con respecto a esta relación marítima de Cusí y el Emérito, The Telegraph asegura que “en 2015, el Sr. Cusí y otros asociados presentaron a Juan Carlos un yate clásico, llevado de Finlandia y llamado Bribón XVI, que permite el monarca navegar mientras está sentado, ya que su movimiento se vio afectado por una serie de cirugías de reemplazo de cadera después de la caída que sufrió durante un viaje de caza de elefantes en Botswana en 2012”. El rotativo también pone el énfasis en el carácter discreto de Cusí y recuerda que “una de las pocas veces que su nombre apareció en la prensa fue cuando supuestamente golpeó a un periodista español en un club náutico en Italia en 1984 porque había informado de que el yate Bribón IV había sido vendido por 275.000 dólares”.
Josep Cusí nacido en Barcelona en 1934 siempre ha tenido una relación muy estrecha con Juan Carlos I. En octubre de 2019, Albert Solà hombre que asegura ser hijo del Rey Juan Carlos, contó en exclusiva para Elcierredigital.com que la relación de Cusí con el exmonarca sería mucho más estrecha, ya que la hija de Cusí le había confesado que el empresario y el Emérito realmente son hermanos. La entrevista con Solá fue a raíz de la publicación de su libro de memorias El monarca de la Bisbal. Ésta fue la charla que tuvo con el periódico:
-¿Cómo ha cambiado tu vida tras el libro?
Mi vida, en general, no ha cambiado nada. Sigo haciendo lo mismo. Pero el libro me ha ayudado personalmente mucho. Y, además, me ha demostrado que lo que he dicho en él no ha sido rebatido por nadie. No quería hacerlo al principio, como ya comenté, pero me alegro de haberlo publicado, me ha servido para demostrar la verdad de toda la información y datos que tenía. No tengo, lo digo siempre, intención de hacer daño a nadie, ni de tocar nada ni a nadie. La verdad no se puede rebatir. Es cierto que a partir del libro sí han surgido otros movimientos alrededor como una visita que tuve.
-¿Qué pasó en esa visita?
Un día normal, sobre las siete de la tarde, yo estaba trabajando en el bar, y un par de señores muy bien vestidos, con ropa informal, se acercaron a mí y me dijeron que venían a verme. Yo les dije que tenía mucho trabajo y seguí con lo mío. Pero mi jefe que lo había oído, me animó a ir a ver qué querían. Me acerqué y les saludé. Me dijo entonces uno de ellos que era el yerno de Josep Cusí. Yo, en ese momento me quedé igual, no caí. Pero él me aclaró que su suegro fue el armador del Bribón que "durante 40 años hizo las regatas con tu padre, el Rey Emérito". Me preguntó si podíamos hacer una foto. Le dio entonces el móvil a su compañero quien nos hizo un par de fotos. Después fue a hacer otra fotografía a la portada de mi libro, que tengo enmarcada en el bar.
-¿Tiene usted esas fotos?
No. Yo tenía mucho trabajo y todo fue muy rápido. Al parecer envió las fotos a su esposa. De hecho, a continuación, realiza una llamada y me comenta que es su esposa y me dice que si puede hablar conmigo. Ella me saluda al teléfono y me pregunta si me puede llamar primo hermano. Le contesto afirmativamente y me asegura: “Mi padre y tu padre son hermanos, no reconocidos legalmente, pero sí reconocidos a la sombra. Don Juan los iba introduciendo y mostrando poco a poco como tales”. Eso me sorprendió mucho y me hizo qué pensar. Si los había enviado alguien o no....
-¿Ha habido más visitas de este tipo?
He tenido muchas visitas, pero tan directas como esta, no, nunca. Me llamó mucho la atención.
-¿Qué hizo entonces?
En cuanto pude, busqué imágenes de él porque no lo tenía presente, y me quedé realmente impresionado. Me quedé marcado al ver las fotos.
-¿Por qué cree que vinieron?
Pues pienso que puede haber sido por varias razones. Quizá por curiosidad de las personas, o simplemente iniciativa del yerno de Cusí, porque el amigo con el que vino vive cerca de aquí, en un pueblo de Girona. Yo sigo sorprendido, no sé la razón por la que vinieron. Quizá empiezan a reconocerme, aunque no oficialmente, porque la Justicia no lo ha hecho.
-¿Cree que realmente son quienes decían ser?
En 2001 se cerró mi historia. Se confirmó entonces lo que ya dije, que era el hijo de don Juan Carlos. Aún hoy sigo confirmando día a día que tengo algo detrás. Esa especie de “mano protectora” que siempre he sentido. Yo, por ello, nunca haré daño a mi padre, nunca.
-¿Por qué hace esta confesión ahora?
Lo hago porque creo que es el momento. He esperado mucho. Y lo he pensado mucho. Mi conciencia me dicta decir la verdad. Creo que es ya el momento. No considero que haga mal a nadie. Puede ser malinterpretado, sí, pero lo bonito es que, a la edad que tienen, pueda conocerse ya por todos. Josep Cusí me parece que es una buena persona, sólo con ver sus fotos, me parece buena persona. No pretendo hacer daño, de verdad, pienso sólo que sería bonito que pudieran ya disfrutar en libertad. Lo hago con la mejor intención. Si se molestan, lo sentiré mucho. Pero no lo hago con ese deseo. Lo aseguro.
-¿Por qué escogerle a usted para contárselo?
No lo sé. Lo que sí he hecho es sopesar mucho la decisión de hacerlo público. Fue todo muy rápido, ni me dijeron nombres ni me dieron números de teléfonos. La persona que vino serían de mi edad, aproximadamente, y de mi estatura. Yo obro de buena fe. Ellos no se escondieron en ningún momento, se mostraron abiertamente en público y me hablaron en el bar, no estaban preocupados por ser discretos. Yo no moví un dedo. Ellos me vinieron a buscar.
- ¿Hablaron de volver a verse o de hablar en alguna ocasión?
Me comentaron que les haría ilusión volver a verme en persona. No sé ni en qué circunstancias ni dónde sería. Yo iría sin ningún problema a otro encuentro. Para mí, en los cuarenta años que llevó luchando por este reconocimiento, esta visita ha supuesto una gran ilusión, es la mejor noticia que he recibido. Lo que la Justicia no me reconoce, al menos alguien cercano a la familia da un paso adelante. A partir de la publicación del libro, este encuentro es lo mejor que me ha pasado.
-¿Cuál es su intención, Albert?
No pretendo hacer daño a nada ni nadie, ya lo he dicho siempre. Me sale del corazón y lo he sopesado mucho, lo he pensado mucho. Este señor me parece muy buena persona. No quiero hacer daño a nadie. Insisto, quiero que puedan vivir abiertamente. No tengo ningún interés en nada, y el rey Felipe VI tiene mi total apoyo siempre hasta el final de mis días. Ya lo digo siempre. No quiero nada. Yo toco solo la parte humana. Yo solo tengo agradecimiento y ningún rencor hacia el Rey Emérito, quien digo que es mi padre.
-¿Cuál es su intención, Albert?
No pretendo hacer daño a nada ni nadie, ya lo he dicho siempre. Me sale del corazón y lo he sopesado mucho, lo he pensado mucho. Este señor me parece muy buena persona. No quiero hacer daño a nadie. Insisto, quiero que puedan vivir abiertamente. No tengo ningún interés en nada, y el rey Felipe VI tiene mi total apoyo siempre hasta el final de mis días. Ya lo digo siempre. No quiero nada. Yo toco solo la parte humana. Yo solo tengo agradecimiento y ningún rencor hacia el Rey Emérito, quien digo que es mi padre.
LA POSDATA
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