Pesan entre ocho y diez gramos. Se cuentan por decenas de miles y se repartían en 19 ánforas. Son de bronce y están cubiertas de tierra, polvo e historia. Unas obras de canalización en el municipio sevillano de Tomares han sacado a la luz 600 kilogramos de monedas romanas de los siglos III y IV después de Cristo.
"Se trata de un hallazgo que, aún por estudiar y analizar, ya podemos calificar de una importancia enorme. Es un conjunto único con poquísimos paralelos. Desde luego, en la historia del Imperio Romano y del Bajo Imperio Romano en España, no conocemos nada similar", ha asegurado Ana Navarro, directora del Museo Arqueológico de Sevilla, en el que han sido depositadas estas piezas.
El hallazgo de estas misteriosas ánforas repletas de monedas se produjo el miércoles durante unas obras en el Parque del Olivar del Zaudín de Tomares, municipio ubicado a 10 kilómetros de la capital hispalense. "No se trata de ánforas para almacenar vino o aceite, estas son más pequeñas y se usaban para transportar otras mercancías. Lo sorprendente es que se utilizaran para guardar dinero", explica Navarro antes de describir las monedas: "En el anverso, aparece la figura del emperador Maximiano o de Constantino. En el reverso, diversas alegorías romanas, como la abundancia". "Ya hemos sondeado con diferentes expertos italianos, ingleses y franceses y coincidimos en que se trata de uno de los descubrimientos sobre el periodo romano más importante. Es un hallazgo de gran envergadura, pero hasta que no hagamos los estudios no podremos dimensionarlo. Seguramente será uno de los poquísimos hallazgos de este tipo del Imperio", ha aclarado.
Pero aún queda mucho por descubrir. "En estas horas, solo nos ha dado tiempo a estudiar y clasificar una décima parte de las monedas. Conforme vayamos analizando otras, seguramente nos encontraremos con una franja cronológica más amplia", apunta la responsable. E, incluso, no se descarta que aparezca alguna efigie con Diocleciano. "No descartamos nada", ha asegurado.
De las 19 ánforas encontradas, una decena se rompieron por las obras y las otras nueve permanecen selladas. "No sabemos qué nos vamos a encontrar", apunta Navarro, quien no se atreve a valorar económicamente el hallazgo. "Seguramente hablaríamos de millones de euros, pero su principal valor es el arqueológico, que es incalculable", ha señalado.
De las 19 ánforas encontradas, una decena se rompieron por las obras y las otras nueve permanecen selladas. "No sabemos qué nos vamos a encontrar", apunta Navarro, quien no se atreve a valorar económicamente el hallazgo. "Seguramente hablaríamos de millones de euros, pero su principal valor es el arqueológico, que es incalculable", ha señalado.
Tras el descubrimiento, los trabajos de regeneración de este espacio natural de Tomares han continuado este jueves. "Los técnicos dieron el permiso para que así fuera", explican fuentes municipales. Sin embargo, la directora general de Bienes Culturales y Museos, Araceli García, ha anunciado que la delegación territorial de la Junta va a solicitar al Ayuntamiento que paralice las obras y que valle la zona para proceder a hacer una excavación arqueológica de urgencia.
Aunque la mayoría de las monedas es de bronce, los arqueólogos también han encontrado algunas bañadas en plata. "Asimismo, la mayoría está en flor de cuño, es decir, que no estuvo en circulación por lo que no tiene desgaste", ha señalado Navarro, quien ha precisado que los primeros trabajos que están realizando se centran en la limpieza de las monedas, en su estabilización en materia de conservación para que no se deterioren por las condiciones climáticas y en su catalogación. "Toda la zona del Bajo Guadalquivir es muy rica en restos arqueológicos. No hay que olvidar que, durante el Imperio Romano, esta zona es una región muy potente desde el punto de vista económico y productivo. Había villas, la ciudad de Itálica estaba al lado...", recuerda la experta, quien apunta que ahora hay que estudiar qué relación pueden tener estos restos con otros yacimientos del entorno.
Pero son varios los interrogantes que rodean a este descubrimiento. "Resulta sorprendente haber encontrado 19 ánforas repletas de monedas. Aunque hasta que no hagamos el estudio histórico no podremos afirmarlo, la hipótesis que barajamos es que ese dinero era usado para el pago de impuesto imperiales o el pago a las tropas. Hay que tener en cuenta que el Estado imperial era el que controlaba la acuñación de monedas, así que esto tiene que estar vinculado con algún tipo de funcionariado, relacionado con los poderes municipales del Bajo Guadalquivir...", explica Navarro.
También se intentará aclarar si las ánforas estaban ocultas (aunque han sido halladas a un metro de profundidad) o este espacio era una especie de depósito. "O bien estaban escondidas debido a conflictos sociales, violentos, amenazas, algún tipo de efervescencia social o bien era el punto, dentro de un fuerte o edificio de tipo militar, donde se guardaba el dinero para pagar a los soldados", ha puntualizado.
También se intentará aclarar si las ánforas estaban ocultas (aunque han sido halladas a un metro de profundidad) o este espacio era una especie de depósito. "O bien estaban escondidas debido a conflictos sociales, violentos, amenazas, algún tipo de efervescencia social o bien era el punto, dentro de un fuerte o edificio de tipo militar, donde se guardaba el dinero para pagar a los soldados", ha puntualizado.
Según fuentes municipales, los trabajos que han dado lugar al descubrimiento se centran en la conservación ambiental del Parque del Olivar del Zaudín, un espacio de 45 hectáreas ubicado entre el casco urbano del municipio y el campo de golf. Las obras, realizadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Consistorio, buscan recuperar varios lagos de esta zona así como su conservación natural. El hallazgo se produjo durante unos trabajos de canalización.
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Una muestra más de la absurda burocracia de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y su servicio jurídico. Cualquiera con dos dedos de frente sabe interpretar lo que dice la norma. Sin embargo, ellos la retuercen de manera maquiavélica para ampliar el ancho del embudo para la administración y someter al débil colectivo de arqueólogos profesionales hasta una situación de auténtica miseria. Un trato absolutamente discriminatorio con el resto de profesionales libres e incluso con respecto a otros profesionales vinculados con el patrimonio histórico, ya sean historiadores del arte, restauradores o arquitectos que no sufren el absurdo y penoso abuso a que estamos sometidos los arqueólogos. El artículo 14 de nuestra Constitución debía estar redactado así: Todos los españoles son iguales ante la ley...menos los arqueólogos andaluces que son otra cosa. Este escrito fue registrado ayer, espero que contesten pronto. Publicado el 9 de jilio de 2016.
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