“En eldiario.es hemos escrito nuestra propia visión del futuro, y la hemos llamado 2034. Un ideal en el que la ciudadanía controla al poder y el periodismo libre juega un papel fundamental”.
Con esta introducción y el ánimo de captar suscriptores que conviertan el año 2034 en un mundo donde “la ciudadanía controla al poder” empezaba un proyecto de el diario.es en septiembre de 2017, denominado “2034”.
Todo un proyecto vinculado encubiertamente al Programa 21/Agenda 30 de la ONU. Un reducto mediático que pregona a los cuatro vientos su “independencia” informativa pero que concentra sus prioridades editoriales al ámbito de; la vigilancia del poder; corrupción y fraude; regeneración democrática; el dinero de todos; economía cotidiana; desigualdad y pobreza; derechos y libertades; educación; salud; igualdad; violencia machista; familia; fronteras; racismo; LGTBI (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales); diversidad funcional: religión y laicismo; memoria histórica; creación cultural; vida digital; mejores ciudades; medio ambiente y maltrato animal.
Entre todas las prioridades cabe destacar las que hacen que dicho medio sea considerado como el reducto elegido por la élite en la sombra que evita a toda costa, que sus cuentas se vean reflejadas en este tipo de proyectos mediáticos que no son otra cosa que la herramienta perfecta para adoctrinar sobre cuestiones vinculadas a la Open Society de Georges Soros o al Programa 21 de la ONU, ahora disfrazado bajo el epígrafe Agenda 30, después de que el primero alcanzase una popularidad “incomoda” para sus impulsores.
Entre las prioridades del Medio figuran las más atractivas con las que atraer al máximo de descontentos, mezcladas con aquellas que hacen que la Agenda del Nuevo Orden Mundial consiga ir lo más recta posible por unos railes que circulan por una ruta imprevista y rodeada de asaltadores del bando más opuesto a los ideales que abanderan a dicho Medio y sus colaboradores, entre los que no queremos incluir a socios lectores por cuestiones obvias.
Leer entre líneas en el mensaje que pretende difundir dicho Medio con el proyecto ideológico denominado “2034” resulta fácil para todas aquellas personas familiarizadas con este tipo de prensa que se desarrolla a través de un periodismo de disidencia controlada dirigido precisamente a eso; a controlar la disidencia de sus lectores con una exquisitez que solo este tipo de prensa puede ofrecer. Una alternativa que logra atraer a todos aquellos que huyen de ese otro estilo neoconservador que, por otro lado, utiliza las armas pertinentes para lograr un tanto de lo mismo, pero en sentido contrario.
Una trampa que conduce al mismo pasillo que se bifurca para conducir al rebaño a la sala de reuniones donde el caos es el que hace que los bandos se enfrenten y quienes eligen estas plataformas consigan el objetivo marcado, mientras esta prensa “light” que arroja luz artificial sobre la oscuridad, hace ese otro “trabajo” que la política no puede desarrollar, ni con leyes, ni decretos.
La Agenda climática, camuflada entre las prioridades editoriales de este tipo de Medios, brilla con luz propia sin ningún tipo de escrúpulos hasta el extremo de que en uno de los párrafos del mencionado “ideario” se puede leer; “El cambio climático al fin es una prioridad para todos y en 2034 hemos frenado su avance. Quienes pensaban que la tecnología serviría para sacarnos de este atolladero se equivocaban. La ciencia ayudó, claro”. La referencia subliminal a la geoingeniería para frenar el cambio climático en esta frase, está más que clara y atribuida a la ciencia.
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