LA ZONA G8 : El dedo en el botón rojo.

En enero de 2016, el entonces presidente de EE.UU. había anunciado un intercambio histórico con Irán de prisioneros que "no tenían acusaciones de terrorismo u ofensas violentas". Ahora, una investigación de 'Politico' sugiere un panorama más oscuro.


A principios del año pasado, EE.UU. firmó un acuerdo para la liberación de cuatro ciudadanos con doble nacionalidad estadounidense-iraní que permanecían privados de libertad en Irán, en intercambio por siete iraníes que cumplían condenas en EE.UU. En declaraciones al pueblo estadounidense, el entonces presidente Barack Obama se refirió al canje de prisioneros como un "gesto de una sola vez" hacia Irán, asegurando que los reclusos iraníes eran "civiles" y que "no tenían acusaciones de terrorismo u ofensas violentas".

Sin embargo, una reciente investigación de 'Politico' ha revelado una historia muy diferente: Obama minimizó el peligro que la liberación de estos "civiles" representaba para EE.UU. De hecho, algunos de ellos habían sido acusados por el propio Departamento de Justicia de ser amenazas para la seguridad nacional.


Los prisioneros 'inofensivos'

Según se menciona en la investigación, tres de los siete iraníes liberados eran supuestamente parte de una "red de adquisiciones ilegales" que suministraba a Irán dispositivos microelectrónicos fabricados en EE.UU. para "aplicaciones en misiles tierra-aire y de crucero". Otro estaba cumpliendo una condena de ocho años por conspirar para suministrar a Teherán tecnología y 'hardware' satelital.

Pero esto no fue lo único que se mantuvo en secreto. El Departamento de Justicia desestimó los cargos y las órdenes de arresto internacional contra otros 14 hombres, todos ellos fugitivos:

Tres de ellos habrían intentado arrendar aviones Boeing para una aerolínea iraní que supuestamente apoyaba al grupo libanés Hezbolá, considerado organización terrorista por EE.UU.

Un cuarto fugitivo fue acusado de conspirar para comprar miles de fusiles de asalto estadounidenses e importarlos ilegalmente a Irán.

Otro de ellos habría participado en el abastecimiento a Teherán de componentes de alta tecnología para un artefacto explosivo extremadamente letal.

Pero el sexto fugitivo, referido en la investigación como "el pez más grande", había sido acusado de ser parte de una conspiración que consiguió proveer miles de piezas para aplicaciones nucleares a Irán a través de China, entre 2005 y 2012.

El medio estadounidense subraya que el exmandatario Obama pasó por alto el trasfondo de estos prisioneros y fugitivos con el objetivo de asegurar la implementación del histórico acuerdo nuclear firmado en 2015 por Teherán y seis potencias mundiales. Por su parte, el actual presidente, Donald Trump, ha ordenado revisar dicho acuerdo en defensa de los intereses nacionales de EE.UU.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA TU COMENTARIO