LA ZONA PÚRPURA : Las «manos muertas».

Las «manos muertas» eran los bienes y las tierras pertenecientes a Dios. Que no se podían arreglar por tener un destino específico que era al cielo. En su origen se refería tanto a bienes civiles como eclesiásticos, aunque se utilizó principalmente para significar la propiedad eclesiástica.


Así, las manos muertas eran los bienes de la Iglesia católica y de las órdenes religiosas que estaban bajo la protección de la Monarquía Hispánica. Ni obispos, abades y priores los podían enajenar. Las autoridades eclesiásticas que lo hiciesen podían ser suspendidas a diviniza e incluso excomulgadas. Además el que adquiriese dichos bienes los perdía; sólo se podría proceder legalmente contra la persona que se los había comprado o vendido, nunca contra la Iglesia.

Con la llegada de la crítica ilustrada y la época del (despotismo ilustrado) comenzaron intentos de desamortización, que a veces se quedaron sólo en proyectos o ejecutados en corta medida, concedidos por el Papa y el clero local como una contribución al mantenimiento de una monarquía en situación financiera precaria (Tratado de la regalía de amortización y la llamada desamortización de Carlos IV, en España). 

No será hasta la Revolución liberal que el programa desamortizador se cumpla en toda su extensión, como ocurrió durante la Revolución francesa (1789) o el gobierno de Mendizábal (1835), en España. Este último programa no cumplió su objetivo de crear una clase media, ya que solo favoreció a la acumulación de propiedades por parte de una oligarquía, con grandes pérdidas de tesoros culturales, tanto edificios, como obras de arte.

La ausencia de un sistema trasparente para la gestión y desamortización de los bienes (hoy activos económicos) de la Iglesia ha producido muchas críticas hacia la iglesia, hasta el punto que la justicia italiana acusa a la banca conocida como el Instituto para las Obras Religiosas de violar intencionalmente las regulaciones europeas destinadas a prevenir el lavado de dinero en el año 2010.








Más:





No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA TU COMENTARIO