El pasado 9 de junio publicó este blog la foto de la izquierda. En un acto celebrado en el Congreso de los Diputados, el PSOE celebro el centenario del día en el que Pablo Iglesias Posse tomó posesión de su acta de diputado, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, los dos presidentes socialistas compartieron mesa bajo un retrato del fundador de su partido compuesto por centenares de fotos de diputados del PSOE.
Pablo Iglesias (izda.) y el dirigente socialista belga Vandervelde, en Madrid en 1912. CRÓNICA
El lunes, un comentario incorporó un enlace a este blog, (deshabilitado) en el que se daba cuenta del estreno como parlamentario de Pablo Iglesias, el abuelo, alguien a quien uno tenía por un patriarca bondadoso, un Besteiro antiguo y autodidacta. La lectura fue turbadora, como antes lo había sido la revelación de que Marcos Ana tuvo una adolescencia muy, muy turbulenta, en la turbulenta Alcalá de Henares aquel verano de 1936. O cuando leí la entrevista de María Antonia Iglesias a Carrillo en enero de 2005 y, comprendí, por las respuestas, que el viejo comunista era responsable de las matanzas de Paracuellos.
He aquí un resumen de la sesión parlamentaria celebrada el 7 de julio de 1910, que esta tarde cumplirá cien años, copiada de los Diarios de Sesiones del Congreso:
A las 6:25, el presidente de la Cámara, Conde de Romanones, vuelve a dar la palabra a Pablo Iglesias, que 40 minutos antes había pedido un descanso por hallarse fatigado.
Pablo Iglesias.
-Y el compromiso adquirido por esta conjunción (republicano-socialista) cuando el señor Maura seguía en el mando era derribarle del poder, considerarle un peligro para los intereses del país, para la libertad, para todo lo que aquí debemos defender. Y no solamente derribarlo, sino trabajar para impedir que su señoría (en adelante ss) pudiera volver a él. Y como entendíamos que podía no bastar esto y que además había otras razones, como garantía de que ss no vuelva al poder, ya que ss entiende que no se debe retirar de la política, viendo la inclinación del régimen hacia ss, comprometernos para derribar ese régimen.
El presidente.
-Orden, orden, Sr. Iglesias, no se puede discutir el régimen.
Pablo Iglesias.
-Hagan las protestas que hagan, lo mantengo…Tal ha sido la indignación producida por la política del Gobierno presidido por el sr. Maura en los elementos proletarios, que nosotros, de quienes se dice que no estimamos a nuestra nación, que no estimamos los intereses de nuestro país, amándolo de veras, sintiendo las desdichas de todos, hemos llegado al extremo de considerar que antes que ss suba al poder debemos llegar hasta el atentado personal.
El presidente.
-¡Orden, orden, señor Iglesias! Su señoría no puede ampararse en la inmunidad parlamentaria para cometer un delito. Por lo tanto ss tiene que retirar esas palabras y darlas por no dichas. No puede continuar ss mientras no rectifique sus palabras. ¡No faltaba más! ¡Orden, orden señores diputados! Señor Iglesias, ruego a ss que oiga las indicaciones de la Presidencia.
(A partir de aquí tiene lugar un diálogo surrealista, en el que Romanones trata de hacer entender una y otra vez a Pablo Iglesias que las amenazas de muerte son incompatibles con los usos parlamentarios y el diputado socialista se afirma una y otra vez en lo dicho).
Pablo Iglesias.
-Manifestaba antes que yo no quería venir con nada que significase… Recordaba esto, citaba esto para demostrar el estado de ánimo, no mío solamente, sino de las fuerzas que yo represento, y para que no se creyera que esto que había dicho fuera del Parlamento no tenía la sinceridad de decirlo aquí. (…) Lo he dicho por esa razón.
El presidente.
-A mí no me importa la razón de haberlo dicho. Ss tiene que darlo por no dicho.
Pablo Iglesias.
-Lo he dicho por esa razón.
El presidente.
-(…) Señor Iglesias, invito a ss por última vez a que retire esas palabras (…)
Pablo Iglesias.
-¿Por qué?
El presidente.
-Porque no ha debido pronunciarlas.
Pablo Iglesias.
-Voy a explicarlas.
El presidente.
-Hay que retirarlas.
Pablo Iglesias.
-¿No puedo explicarlas? Pues no las retiro.
El presidente.
-Señor Iglesias, ss tiene suficiente dominio de la palabra para poder acceder a esta petición, sin mengua ninguna de sus prestigios. Su señoría ha dicho una cosa que no podía decir, y tengo la seguridad de que ahora estará pesaroso de haberla dicho, porque aquí la inmunidad parlamentaria no está para venir a cometer delitos y lo que ha dicho ss constituye un delito.
Pablo Iglesias.
-Su señoría ha hablado de retirarlas y yo he hablado de explicarlas.
(Un diputado pide que se lea el artículo 148 del Reglamento, se establece una discusión sobre si es aplicable al caso, que finalmente parece que no lo es, intervienen varios diputados, entre los que destaca el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas, que medió en dos ocasiones para que Pablo Iglesias aceptara tener por no enunciada la amenaza de atentado contra Antonio Maura, y Eduardo Dato que recriminó a Pablo Iglesias su intervención).”
Estos son hechos. Antonio Maura sufrió un atentado en Barcelona 15 días después de esta sesión: el 23 de julio de 1910 recibió dos disparos, uno en un brazo y otro en un muslo en la estación de Barcelona, a la que llegaba en tren, procedente de Madrid.
José Canalejas fue asesinado de un tiro en la cabeza el 12 de noviembre de 1912, mientras miraba el escaparate de la librería San Martín, en la Puerta del Sol, todavía en el ejercicio de su cargo.
Eduardo Dato fue acribillado a tiros en la calle de Alcalá, el 8 de marzo de 1921, apenas nombrado presidente del Consejo de Ministros.
José Canalejas
Eduardo Dato
Eduardo Dato fue acribillado a tiros en la calle de Alcalá, el 8 de marzo de 1921, apenas nombrado presidente del Consejo de Ministros.
No eran los primeros atentados en España. Pablo Iglesias pronunció sus palabras a sabiendas de que hasta entonces dos presidentes del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas y Juan Prim, habían sido asesinados en Mondragón y en Madrid (En la calle del Turco mataron a Prim). La calle se llama hoy Marqués de Cubas y está junto al Congreso de los Diputados.
La única fotografía que conocemos de Pablo Iglesias en su escaño de diputado procede de esta fotocomposición de Rodrigo Soriano interviniendo durante el debate parlamentario referente a la revisión del proceso Ferrer en 1911 / Fundación Pablo Iglesias
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