LA ZONA ECOLÓGICA : El próximo #MeToo será ecologista.

Con el ecologismo ha empezado a canalizarse en las redes y los medios de comunicación una energía que se agitaba también en 2015, momento en que se inició el despegue del nuevo feminismo masivo, capaz de llenar calles, forzar debates electorales y copar páginas de prensa y horas de televisión. El proceso que convirtió el feminismo en una pose institucional empezó con la agitación de esa bandera por parte de los partidos de izquierdas. Recogían con bastante inteligencia táctica el runrún de unos movimientos civiles desorganizados en las redes sociales y en pequeños espacios de debate.



De las activistas académicas y digitales, de los artículos en medios diminutos y revistas dedicadas por completo al tema, como 'Píkara', surgió un discurso que utilizaban personajes más mediáticos y con una popularidad en crecimiento, como Fallarás o Barbijaputa. Si la primera había hecho de los desahucios su bandera cuando este era el tema de moda, la segunda creció desde el anonimato dedicando el 100% de su actividad a escribir sus opiniones sobre la mujer. Poco después llegaban personajes institucionales como Carmen Calvo y se iniciaba el proceso de reacción, también institucional, con Vox y Cayetana Álvarez de Toledo.

¿Cuándo ha tocado un movimiento civil su propio techo de cristal? Cuando las masas empiezan a manifestar su cansancio debido a la repetición y el desasosiego, por más que las bombardeen con noticias y opiniones alarmantes. ¿Quedó solucionada la precariedad cuando pasó la moda el discurso 15-M? No: se convirtió también en una pose institucional, con Podemos, Ada Colau y otros activistas en los mal llamados “ayuntamientos del cambio”. Para entonces, las masas constataron en sus propias carnes que ni siquiera el acceso al poder tiene demasiadas posibilidades de variar estructuras capitalistas muy asentadas.

Si entre 2011 y 2015 nos decían a todas horas que los jóvenes y los pobres estaban en peligro extremo por culpa de la precariedad, y si entre 2015 y 2019 han sido las mujeres quienes se han enfrentado a la alerta constante del asesinato o la violación por culpa del machismo, es previsible que este ciclo mediático feminista empiece a dar síntomas de agotamiento. Esto no significa que el feminismo vaya a desaparecer del foco, sino que su hegemonía mediática y política podrá desplazarse, como lo hizo la precariedad, dejando paso a otra causa acaparadora. Los medios necesitan siempre un movimiento generador de clic y los políticos una cruzada para venderse como el dique que separa la civilización de la barbarie.

Greta Thunberg, en un protesta en Viena. (Reuters)

El hecho de que, en cuestión de semanas, hayan aparecido dos libros (¡DOS!) sobre la joven activista Greta Thunberg, un personaje que hace apenas un año era completamente desconocido, da mucho que pensar. La agilidad de la industria editorial es un síntoma idóneo para establecer posibles pautas futuras. Perdonadme la admonición con voz de pitonisa Lola, pero creo que el ecologismo va a darnos el próximo 15-M y el próximo #MeToo. Los mecanismos se están moviendo en los medios de comunicación. Algunos personajes ágiles y versátiles ya están cambiando su estrategia para venderse. El ecofeminismo parece la bisagra perfecta entre el 'momentum' 2015 y el 'momentum' 2020.

Hay, sin embargo, una diferencia básica entre movimientos contra la precariedad o el machismo y este movimiento contra la destrucción climática mundial. Los dos primeros defendieron los derechos de pobres y mujeres, es decir, de segmentos de la población, mientras que el ecologismo defiende la supervivencia de nuestra especie. Sería tentador imaginar el ecologismo como una cruzada que, por fin, pueda unir a personas con distintas sensibilidades ideológicas en torno a una misma bandera sin importarnos quién capitalice el liderazgo, como ocurre en 'Independence Day' cuando aparecen los alienígenas. Pero a estas alturas sabemos suficiente sobre guerras culturales y polarización como para saber que esto no será así.

El ecologismo será la próxima cruzada que nos enfrente entre nosotros por dos motivos esenciales que ya se han visto durante los años de la hegemonía mediática del feminismo. El primero es de orden económico y el segundo se explica con el funcionamiento clásico de todo movimiento social alumbrado en el seno de la izquierda.


El capitalismo de consumo está generando tanta basura y tanto CO2 que ha puesto el planeta en un peligro urgente y quizás irreversible. Hay suficiente material científico en este sentido como para tachar de 'magufos' o 'primos de los antivacunas' a quienes ponen en duda el peligro, pero dado que el capitalismo de consumo es una causa política, la derecha capitalista ha marcado desde el inicio una postura escéptica, caricaturizando al ecologista. Donald Trump se salta los protocolos de emisión de gases invernadero y Jair Bolsonaro considera el Amazonas un solar perfecto para la tala y el cultivo. Como grandes calamares, los líderes nacionalpopulistas tienen tentáculos y el activismo antiecologista se agita con ellos.

Pero el Apocalipsis vende periódicos, tanto si amenaza a los jóvenes precarios como si amenaza a las mujeres, así que el discurso dominante en la prensa está siendo ya ecologista. Por este motivo, la prensa tendrá que comprar las noticias a grandes corporaciones como Greenpeace y a organizaciones y agitadores profesionales como Greta Thundberg. Lo que nos lleva al segundo motivo por el que, sospecho, el ecologismo que viene no será una causa común sino un nuevo escenario para la confrontación.

Protesta de Greenpeace en Madrid. (Reuters)

Igual que hay feministas favorables a la pornografía y feministas contrarias, igual que unas ambicionan la disolución del género y otras exaltan las diferencias, existe en el ecologismo una variedad de posturas enorme y una tendencia a la lucha interna propia del Frente Popular de Judea. Tenemos a ecologistas animalistas y carnívoros, tolerantes con la energía nuclear y contrarios a ella, protransgénicos y antitransgénicos, o más concretamente: a ecologistas científicos y ecologistas culturales. 

La ola ecologista mediática podría fijar un programa de mínimos (basura plástica, emisión de CO2, etc...), pero habrá luchas a machetazos por colar toda clase de cruzadas personales en el discurso hegemónico.


Y como ocurrió en movimientos previos, es previsible que la versión del ecologismo que termine imponiéndose en las agendas políticas y mediáticas termine siendo de corte extremista y cultural. Es decir: un ecologismo divisorio y polarizador. Un bonito traje de 'prêt-a-porter' para vestir a los próximos héroes de cruzada, que pensarán en su beneficio personal y vivirán, como siempre, de señalar a los herejes. O igual me equivoco. Ojalá.






Greta o la dulce "monstruosidad".




Greta Thunberg ha sido diagnosticada de autismo (Síndrome de Asperger), mutismo selectivo, trastorno obsesivo-compulsivo y TDAH. Insistió en que su familia se volviera vegana y dejara de volar para así reducir su huella de carbono. Aun así y con 16 años, ha conseguido? liderar el movimiento “Juventud por el clima” en 2018. Este “fenómeno” mediático, -cuyos hilos conductores se encuentran en la sombra de un movimiento denominado 350.org-, -liderado por Bill McKibben-, dejó de asistir a clase, atendiendo, supuestamente, solo a sus exámenes, para sentarse todos los días en horario escolar, frente al parlamento sueco, a fin de que el gobierno redujera sus emisiones de carbono, según el Acuerdo de París, entre otras demandas.



Todo ello, siendo menor de edad y, sin que sus padres hayan sido amonestados de ningún modo, a pesar de que, del cuadro clínico de la menor, se deduciría una supuesta minusvalía, cuya baremación clínica supuestamente, la convertiría en una pensionista adolescente.

Bill McKibben

Curiosamente, además, ha publicado en 2019 un libro titulado: “Nadie es demasiado pequeño para marcar la diferencia”. A pesar de todo ello, ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto de la paradójica situación que supone este fenómeno del que es fácil concluir cual es el objetivo y el fin, creado en torno a su figura.

La fórmula utilizada mediante el uso y el abuso de colectivos como el de menores, para influir en la opinión pública, ha sido la última baza empleada por la élite que ostenta el poder y el control de la política de cambio climático, tras el feminismo ecológico o ecofeminismo. La web de globalclimatestrike oculta un considerable número de asociados con la huelga climática y sus manifestaciones, tras la estratégica leyenda de: “Huelga Climática Global dirigida por jóvenes”.



We Don't Have Time (No tenemos tiempo) se describe como “una empresa emergente de tecnología sueca que quiere brindar apoyo para grandes inversiones climáticas a través de las redes sociales y, más específicamente, su propia plataforma social”. Además de actuar como empresa y como red social, fue la encargada de reclutar a Greta Thunberg. 





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La posdata

Después de innumerables intentos fallidos para eliminar la religión de la faz de la tierra, los amos del mundo idearon otra estrategia derivada de este silogismo. Si no podemos destruir la fe de las personas, creemos nuestra propia religión, una religión diseñada y controlada por nosotros.

Los amos del poder la lanzaron desde la ONU y la bautizaron con el nombre de la Carta de la Tierra, en la que la ecología prima sobre los seres humanos y se aboga por una nueva espiritualidad global fabricada en los laboratorios de los amos del mundo. Más de trescientos líderes religiosos y seudorreligiosos fueron seleccionados para prestar su asesoramiento durante la elaboración del documento. Sin embargo, algunos de los más prestigiosos quedaron fuera de la convocatoria, entre ellos, el dalái lama.

La Carta de la Tierra es un conjunto de doctrinas, mezcla de gnosis y New Age, un producto propio de masones, salido directamente de los sofisticados laboratorios bilderbergs. El ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov, miembro de la Comisión de la Carta de la Tierra y presidente de Cruz Verde Internacional, fue el director de la redacción y supervisión del texto final, que se aprobó en marzo del año 2000 en el cuartel general de la Unesco en París. Gorbachov la definió como «el manifiesto de una nueva ética para un nuevo mundo, un Decálogo de la Nueva Era». Según continuó Gorbachov, «sustituiremos los Diez Mandamientos por los principios contenidos en esta Carta o Constitución de la Tierra».

Este nuevo concepto del mundo, esta religión, o más bien, seudorreligión global sería el reemplazo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del año 1948. Gorbachov afirmó de forma tajante que «el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe impulsar el nuevo orden mundial. Las Naciones Unidas tienen las armas legales para hacerlo. Se debe construir un nuevo mundo en base a un nuevo sistema de valores, liberales, sociales y democráticos. La ecología es el centro de este nuevo sistema de valores plasmado en la Carta de la Tierra y la globalización debe ser el concepto en el que se base el éxito de la Carta de la Tierra».

El profesor emérito de Teología de la Universidad de Lovaina (Bélgica), monseñor Michel Schooyans, autor del libro La cara oculta de la ONU, y ex representante del Vaticano en las Naciones Unidas, ha afirmado que la cuestión ecológica desarrollada en la Carta de la Tierra es una artimaña, una estrategia para desviar la atención de un asunto bastante grave: «Entramos en una nueva revolución cultural y las verdades fundadoras de la ONU referidas a la centralidad del hombre en el mundo son desactivadas poco a poco».

La Carta defiende la creación de «una nueva religión mundial única, lo que implicaría inmediatamente la prohibición a todas las otras religiones de hacer proselitismo». Para la ONU solo será considerado derecho humano lo que los amos del poder decidan que lo sea. De modo que si ellos así lo consensúan, un determinado ser humano puede no tener derecho a vivir si interfiere en la vida de otras personas. Lo cual puede llevar a la locura de que si se consensúa que los ancianos molestan a la sociedad porque ya no son útiles a esta, deben ser eliminado. La directora del BCE, Christine Lagarde, ya lo insinuó.



No ha habido ningún imperio que no haya tenido su propia religión. Y el imperio Bilderberg no iba a ser menos. Pero la suya es una religión que conduce al ser humano a sentirse perdido ante la inmensidad de un planeta que le desplaza, un planeta sin alma donde un árbol es más importante que un ser humano.
























La “herramienta” humana de la élite globalista que pretende adoctrinar por todos los medios, a los colectivos “elegidos” (mujeres y niñas) con el propósito de alcanzar la meta marcada que instaure la única religión mundial basada en el “verde”, posee en cierto núcleo mediático a peones expertos en la manipulación informativa. La CNN, omite el dato de porqué Greta Thunberg permanece al fondo de la imagen escoltada mientras Donald Trump hace acto de presencia. La adolescente es retenida, según un medio español, para evitar que se cruce con el presidente tras una orden del séquito de seguridad de Trump. 






POR LA “PUERTA DE ATRÁS” DE LA GEOINGENIERÍA.


El 27 de septiembre de 2019, el gobierno en funciones, aprueba el Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica. Seguimos asistiendo al desarrollo de la hoja de ruta diseñada por la mafia instaurada en la élite que marca el ritmo de la política de cambio climático (Climategate) que, en esta ocasión, aprovecha un momento, también marcado en su hoja de ruta, con un gobierno en funciones, para llevar a cabo estrategias de control, mediante las que someter a los gobiernos bajo su control, aprobando leyes que pasan totalmente desapercibidas por la gran mayoría de la opinión pública.

Para la ocasión y su posterior presentación, nos encontramos con Teresa Ribera (a la izquierda), designada por el gobierno de España como ministra para la Transición Ecológica. Una jurista y profesora universitaria, ex directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales con sede en París y ex secretaría de Estado de Cambio Climático, junto a una  catedrática de enseñanza secundaria, Isabel Celaá (a la derecha), vocera del mismo gobierno, invitando a compartir  la Agenda, denominada 2030, porque la 2021 llegó a ser demasiado débil, sobre todo, después de que el público conociese sus verdaderos entresijos. 



El denominado Primer Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica (PNCCA) nos ofrece la posibilidad de encontrar en 285 páginas, sólo cuatro referencias al “transporte aéreo”. La mafia climática, al servicio del elenco de actores políticamente correctos de la extrema izquierda española, nos siguen conduciendo al abismo de la contaminación y la manipulación climática junto a sus consecuencias, a través de la Geoingeniería encubierta por este mismo elenco de terroristas climáticos en connivencia con la élite militar-industrial, farmaindustria, Banca y artífices del apocalipsis como Georges Soros, Bill Gates, etc… 


UNA MASONA EN EL REINO CLIMÁTICO


La Masonería también deja su impronta en la fraudulenta Agenda climática del gobierno español en funciones (sin gobierno). Una situación que ha superado los 150 días. En un video reportaje protagonizado por la presidenta del partido gobernante (PSOE), Cristina Narbona, da cuenta, no solo, de cómo los tentáculos de la mafia político-climática la subvenciona, sino de cómo, la secta más acaparadora del sistema mundial la ha “adoptado”. Como muestra, nos descubre como en la primera mitad del mismo y, hasta el minuto 1:26, esta, transmite a sus socios de Logia, el signo que la “conecta”, adoptando el gesto simbólico a través de las manos.  Una vez concluido el tiempo considerable, según la ministra, para mantener la “postura”, esta, pasa a adoptar la gesticulación normal y propia, adaptada a las formas mediante las que se supone, son gestos personales e individuales de cada político, a la hora de expresarse. Lamentablemente, con esta prueba testimonial, se hacen realidad los peores augurios, a cerca de todos esos pronósticos que nos conducen a considerarnos inmersos en el peor de los escenarios.













































DE LAS GRETAS A LAS MARIGONAS. QUIEN CONTROLA FACEBOOK, TAMBIEN CONTROLA EL CAMBIO CLIMÁTICO.


Tras el afanoso empeño por abanderar la fraudulenta política de cambio climático con la imagen de la adolescencia, encarnada en la terrorífica escenificación de carne y hueso (Greta Thunberg), quedan reductos como AVAAZ, financiados por el imperecedero Georges Soros y su Open Society. Una de sus activistas, Marigona Uka, que además se confiesa “adicta a la política por elección e inquietantemente obsesionada con los pingüinos”, olvida puntualizar que su adicción política está orientada a la extrema izquierda. Según su petición, en la mencionada plataforma, también olvida que su misiva es un claro ejemplo de apología de odio, cuando hace referencia arbitrariamente, a la orientación política de millones de personas que, según la Marigona, serían de extrema derecha, entre los que se hallan los negacionistas del cambio climático, algo, que sus patrocinadores han visto con buenos ojos, incluida la ONU.




EL MENSAJE DE ALAN JONES.



Alan Jones, un locutor australiano de Sky News tuvo algunas palabras selectas para los estudiantes que participaron en las protestas climáticas que ocurrieron el viernes, que presentaron a estos estudiantes abandonando la escuela para impulsar la narrativa "todos vamos a morir" tan queridos por La iglesia del cambio climático. 

Jones tuvo una dura prueba de realidad para estos estudiantes, a quienes señaló exigir una mejor acción por parte de las personas y el gobierno en nombre de salvar el medio ambiente (Jones lo llama un "engaño") mientras ellos mismos se niegan a renunciar a sus propios estilos de vida cómodos. Sus palabras llegaron en forma de una carta que Jones dijo que podría enviar a Al Gore.

“Dice esto: para todos los niños en edad escolar que están en huelga por el cambio climático, ustedes son la primera generación que necesita aire acondicionado en todas las habitaciones. Desea TV en todas las habitaciones y todas sus clases están computarizadas. Pasas todo el día y la noche en dispositivos electrónicos ", dijo Jones

"Más que nunca, no caminas ni andas en bicicleta a la escuela", continuó, "pero llegas en caravanas de automóviles privados que ahogan las carreteras suburbanas y empeoran el tráfico en las horas pico".

"Usted es el mayor consumidor de productos manufacturados y actualiza artículos de lujo caros perfectamente buenos para mantenerse a la moda", dijo Jones. “Su entretenimiento proviene de dispositivos eléctricos. Además, las personas que impulsan sus protestas son las mismas personas que insisten en inflar artificialmente el crecimiento de la población a través de la inmigración, lo que aumenta la necesidad de energía, fabricación y transporte ".

"Cuantas más personas tengamos, más bosques y matorrales despejamos, más se destruirá el medio ambiente", continuó Jones.

Fue aquí donde el escritor de la carta propuso una solución, y Jones la leyó con clara satisfacción.

"¿Qué tal esto?", Dijo Jones, "dígale a su maestro que apague el aire acondicionado, camine o vaya a la escuela, apague sus dispositivos y lea un libro, prepare un sándwich en lugar de comprar comida rápida manufacturada".

"Pero nada de esto sucederá porque, dice la pieza, eres un pequeño egoísta, mal educado, que señala a los pequeños imbéciles inspirados por los adultos que te rodean y que desean tener una causa noble mientras se entregan al lujo occidental y no tienen precedentes. calidad de vida. La pieza termina diciendo: despierta, crece y cállate hasta que estés seguro de los hechos antes de protestar ".

Desearía poder inyectar esa carta en mis venas.

Tan dura como suena la carta que Jones leyó, es brutalmente honesta. Muchos de estos niños tan entusiasmados con el cambio climático probablemente no conocen la mitad de la ciencia que lo rodea que piensan que sí. La razón detrás de esto es porque quienes les enseñan esto son militantes dudosos sobre qué tipo de información pueden y no pueden aprender estos niños. Cualquier conversación en contrario generalmente se grita y se descarta como estúpida o ignorante.

Sin embargo, la verdad es como lo leyó Jones. Quieren quejarse de cómo la gente está arruinando el medio ambiente, ya que ellos mismos lo arruinan y se niegan a cambiar su estilo de vida para arreglarlo. Un momento sin su teléfono es suficiente para provocar el pánico en algunas personas, y mantenerlo cargado requiere electricidad de un tomacorriente generado por una planta de carbón. Podríamos cambiar fácilmente a la energía nuclear para mantener limpio el medio ambiente, pero por alguna razón, estos activistas climáticos no darán la fuente de energía más limpia del planeta a la hora del día.

Hace que todo el atropello sea bastante hueco.













Si sois padres o vuestras amistades tienen hijos en edad escolar y conocéis cual es el entramado de la Agenda criminal 2030, solo tenéis que acceder, si es posible, al material didáctico de los centros educativos para comprobar que la escuela ya no es la escuela, sino una Secta encubierta en donde adoctrinarán a sus alumnos a tus espaldas, a fin de que vuestra potestad para educar como padres en vuestros valores, queden anulados.


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