La muerte es gratis.
Quiero este epitafio para mi tumba: se fue sin pagar.
Hay gente tan estúpida que no lo sabe.
¡Exijo un ataúd con cenicero!
Todos venimos de una simple eyaculación, de un diminuto espermatozoide, de un momento pasajero de ovulación. Para disimular todo esto, nos creemos importantes y hasta poderosos.
¡Que ganas de ser feliz ¡ Dijo un día la tristeza, pero después comprendió que era feliz a la inversa.
Hay tan solo dos caminos para andar en esta vida. Uno está lleno de piedras que alguien desde el otro lado tira.
Democracia quiere decir en griego: gobierno del pueblo, pero en un griego muy, muy antiguo.
Mi madre me escribe para decirme que no quiere morirse sin volver a verme. Y viceversa.
En Sudamérica, los médicos forenses no se jubilan.
No te exilies de ti.
El capitalismo es tan injusto que solo hay cementerios para perros ricos.
Nuestro silencio era solo, menos ruido.
Hay tiranos que duran años y años, pero los pueblos siempre presencian sus entierros.
Muchos soñamos con enamorarnos de una puta y sacarla de esa vida. Pero el chulo es más fuerte que nuestra inocencia.
Epigramas del libro de Eduardo Mazo “Autorizado a vivir”.
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