Manuel Elkin Patarroyo es un inmunólogo colombiano conocido a nivel mundial por ser el responsable del desarrollo de una vacuna sintética contra la malaria.
Esta vacuna ha sido ya probada en áreas que sufren esta enfermedad como epidemia (Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil y, más recientemente, en diversos países africanos).
Manuel Elkin Patarroyo (Ataco, Tolima, Colombia, 3 de noviembre de 1946) es un inmunólogo colombiano. Culminó sus estudios de bachillerato en el Colegio José Max León.
Posteriormente ingresó a la Universidad Nacional de Colombia para estudiar Medicina donde empezaría una brillante carrera en el campo científico. Obtuvo su doctorado en la Universidad Rockefeller de Nueva York.
Es conocido a nivel mundial por ser el responsable del desarrollo de una vacuna sintética contra la malaria.
Esta vacuna ha sido ya probada en áreas que sufren esta enfermedad como epidemia (Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil y, más recientemente, en diversos países africanos).
El descubrimiento le valió en 1994 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
Manuel Elkin Patarroyo es fundador y actual director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia asociado a la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá; director de la línea de investigación en Relación Estructura-Función en la Búsqueda de Vacunas Sintéticas en el doctorado en ciencias biomédicas de la Universidad del Rosario; profesor de la misma universidad así como Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud, para el desarrollo de vacunas sintéticas contra la malaria, latuberculosis y la lepra.
Patarroyo es un cientifico con una gran solidaridad, y sentido de la responsabilidad social, que le ha sido reconocida con el premio Principe de Víana de la solidaridad en 2011.
La fundación del Instituto de Inmunología de Colombia.
La fundación dirigida por Manuel Patarroyo desarrolla vacunas contra enfermedades infecciosas, producidas por síntesis química, lo cual las hace económicas, facilita aproximarse a su nivel molecular y permite realizar un diseño sitio-dirigido.
El instituto también promueve la capacitación de personal científico a nivel de pregrado y de postgrado, fomenta y ejecuta pasantías, asesorías y tutorías.
Desde los primeros años de funcionamiento del Instituto de Inmunología y de la actividad investigativa de Manuel Elkin Patarroyo, se aprecia un particular interés por la inmunología y la genética, aplicadas a la reumatología, la neumología, la fisiología y enfermedades del tórax.
En el campo de la genética, Patarroyo y su equipo han trabajado los marcadores genéticos y han podido determinar que en el caso de las enfermedades infectocontagiosas, cuya etiología se ha considerado siempre externa, existe una predisposición genética, es decir que algunos individuos nacen genéticamente "marcados" para contraer determinadas enfermedades infecciosas como la tuberculosis, la fiebre reumática y la lepra.
Este descubrimiento es de suma importancia, pues si desde el momento del nacimiento se pueden establecer los marcadores genéticos que señalan a un individuo como susceptible de contraer una determinada enfermedad, la medicina podrá someterlo a un proceso de inmunización o, al menos, a alguna forma de prevención que disminuya el riesgo.
Sin embargo, es en el campo de la producción de vacunas sintéticas donde Patarroyo y su grupo de investigación ha obtenido los logros de mayor importancia.
La vacuna.
Entre 1986 y 1988 la vacuna sintética (SPf66) fue creada y probada en una colonia de micos de la región amazónica, los Aotus trivirgatus, y en un grupo de jóvenes bachilleres voluntarios que prestaban su servicio militar.
En estudios a lo largo de Suramérica, incluyendo Venezuela, Ecuador, Brasil, entre otros, la vacuna presentó diferentes comportamientos, alcanzando entre un bajo a moderado nivel de protección (14-28%).
En estudios realizados en África, la vacuna presentó un nivel moderado de protección (31%) en Tanzania y en otros países, presentando ciertos problemas en la reproducibilidad en la producción de la vacuna, así como problemas técnicos.
Por otro lado, la posibilidad de producir la vacuna sintética despertó inicialmente el interés y la curiosidad de los grandes laboratorios farmacéuticos.
A este respecto, Patarroyo, en un acto de generosidad, rechazó ofertas de una empresa farmaceútica para vender la patente por 74 millones de dólares.
En su lugar, Patarroyo la donó en mayo de 1993, a la Organización Mundial de la Salud, con la condición de que su producción y comercialización fueran hechas en Colombia, lo que implicaba el montaje de una moderna planta destinada a producir la vacuna industrialmente.
Dicha acción altruista le ha correspondido numerosos premios a nivel internacional, incluyendo el premio a la convivencia 2009 de España, y más recientemente el premio Sabino Arana 2009.
Sostienen algunos que aunque se critica la eficacia limitada de la fallida vacuna, un 30% de personas protegidas supondría un millón de vidas salvadas.
Actualmente Manuel Elkin Patarroyo continúa laborando en la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, donde dirige diferentes proyectos de investigación como el del diagnóstico del cáncer de cuello uterino, enfermedad que anualmente causa la muerte a 2500 mujeres en Colombia.
Reconocimientos científicos.
- Cuatro veces ha ganado el Premio Nacional de Ciencias "Alejandro Angel Escobar";
- 1979 por el trabajo titulado Identificación de la susceptibilidad genética a tres enfermedades: tuberculosis, lepra y fiebre reumática,
- 1981 por el trabajo titulado Los anticuerpos de la población colombiana vistos a través del mieloma múltiple,
- 1984 por el trabajo titulado Hacia la síntesis química de una vacuna contra la tuberculosis,
- 1986 por el trabajo titulado Estrategias para el desarrollo de una vacuna antimalárica.
- el ACAC al mérito científico, otorgado por la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (1989);
- el Internacional Latinoamericano en Neumología "Fernando D. Gómez", concedido por la Unión Latinoamericana de Sociedades de Fisiología y la Academia Nacional de Medicina del Uruguay (1990);
- el premio Nacional de Ciencias del Tercer Mundo en ciencias médicas básicas (1990),
- Doctorados Honoris Causa de varias universidades, incluyendo:
- premio Robert Koch Medaille,
- La Medalla de Edimburgo,
- Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, 1994.
- Premio Convivencia de Ceuta por su "internacionalización de la ayuda"
- Premio Príncipe de Viana de la Solidaridad 2011.
Por otra parte, Patarroyo ha recibido infinidad de condecoraciones: Caballero de la Orden de San Carlos por parte de la Presidencia de la República (1984); los siete jóvenes más sobresalientes del mundo (1985);
Patarroyo ha realizado más de 300 publicaciones científicas sobre el trabajo investigativo del Instituto y sus resultados, aparecidas en prestigiosas revistas nacionales y extranjeras y firmadas por el conjunto de científicos participantes.
Entre los artículos más importantes figuran los aparecidos en la revista Nature en 1986 y 1987. Complementando esta labor de difusión científica, Patarroyo ha participado como ponente en infinidad de congresos y reuniones nacionales y extranjeras.
La controversia.
La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía), tiene abierto un expediente (No.000102) por denuncias sobre irregularidades cometidas por el equipo de investigadores del Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC).
El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial de Colombia realizó una investigación motivada por las denuncias de Corpoamazonía, en la que se evidenciaban dentro de las instalaciones del FIDIC 627micos de la especie Aotus nancymae, los cuales solo han sido registrados en Brasil y Perú y no en territorio colombiano.
La exportación de esos animales no se encontraba registrada en los permisos de las autoridades administrativas.
Para el 2008 el presunto comercio ilegal de esta especie animal se encuentra en investigación de carácter ambiental por parte del gobierno de Colombia en contra del FIDIC.
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