Un grupo de Científicos suizos aseguran haber encontrado la ecuación ideal para tener una unión satisfactoria y duradera: que ella tenga cinco años menos que él, más estudios, un nivel cultural parecido y que ninguno de los dos sea 'reincidente'. Una receta que no convence a los nostálgicos del amor y que aquí discuten especialistas en relaciones de pareja. |
Olvídese del amor, la atracción física, los instintos y la química sexual. Si lo que busca es asegurar una unión feliz y duradera, más útiles resultan los cálculos matemáticos. Esa es, al parecer, la conclusión a la que llegó un grupo de economistas y sociólogos suizos de la Escuela de Negocios de Ginebra que dice haber logrado la ecuación perfecta para optimizar el matrimonio y evitar futuros quiebres en la relación de pareja. Los autores de esta investigación estudiaron a 1.534 cónyuges entre 19 y 75 años y concluyeron que para garantizar el éxito la mujer debía tener cinco años menos que él, ser más instruida, contar con un nivel sociocultural similar y que ninguno de los dos haya tenido una separación previa. Según este estudio, Optimising The Marriage Market (Optimizando el mercado matrimonial), publicado por la revista European Journal of Operational Research, si se consigue una correcta relación estadística de todas estas variables, las probabilidades de tener un vínculo de pareja exitoso aumentarían hasta en un 21%. ELLA, MAS JOVEN QUE EL Según este estudio la edad es el mayor predictor de fracaso y/o avenencia entre las parejas. Una mujer, apunta el documento, con cinco, cuatro o hasta dos años menos que su cónyuge tiene un mejor pronóstico de que resulte bien su matrimonio. En cambio, si le saca cinco años por encima las probabilidades de divorcio se triplican. Sin querer establecer leyes al respecto, Paola Ceruti, directora académica del Centro Especialistas en Intervención Estratégica (MIP) y experta en parejas, coincide con lo anterior. En primer lugar, explica, ellas maduran antes, y añade otros motivos, como el cultural: "Las mujeres, al menos en este país, todavía buscan el modelo de hombre protector, en el que se puedan refugiar, al que puedan admirar, teniendo una cierta confianza también en su trayectoria profesional y económica. Todavía somos una sociedad muy tradicional en este sentido, entonces es más probable que un varón con unos años más tenga las características de seguridad que ellas están pidiendo". Además, agrega, "el hombre que elige una mujer más joven tiene muchos más años de fertilidad para construir un proyecto de familia, que al revés. Por esta razón, es muy común que ellos busquen parejas menores. Y, además, ellas tienen un envejecimiento mayor que ellos, sobre todo en el nivel socioeconómico medio bajo, donde cuentan con menos acceso a cremas y cirugías". Para el psicólogo y sexólogo Roberto Rosenzvaig no tiene mucho sentido establecer un criterio de edad para predecir el futuro de una relación. Cinco años de diferencia no garantizan el éxito matrimonial, asegura, ya que más dependerá del momento en el que se encuentren ambos: "Lo importante son los procesos individuales, el cómo fuiste evolucionando con el paso del tiempo". LLEGAR 'INVICTOS' AL MATRIMONIO Tener una ruptura previa es mal pronóstico de estabilidad en un segundo enlace, dice el estudio. La psicóloga Paola Ceruti señala que especialistas como el psicólogo John Gottman, concuerdan en que en este caso las probabilidades de divorcio crecen entre un 50 y un 60%. John Gottman, psicólogo de la Universidad de Washington, donde dirige el Laboratorio de Investigación de la Familia, lleva años buscando las claves de los matrimonios que tienen éxito. Los resultados de su estudio son la base del libro "Siete reglas de oro para vivir en pareja" ejemplo de getimagesize() Este aumento se explicaría, según la psicóloga Angélica Münchmeyer, del Centro Especialistas en Intervención Estratégica, principalmente porque quedan situaciones no resueltas. "Pasa mucho, sobre todo en las mujeres, que siguen viviendo en función de sus anteriores parejas. No llegan a acuerdos en relación a sus hijos, y esa tensión se transmite". Además surge una nueva estructura familiar donde los roles y responsabilidades se modifican. "Si esto no se maneja bien, con acuerdos y negociaciones, resulta complicado", acota. Para el sicólogo Rosenzvaig esta variable no es determinante. "Ni en un sentido (de éxito) ni en otro (fracaso). Ahora, si alguien ha tenido tres rupturas y no ha consolidado ninguna relación, es bastante revelador de sus capacidades para funcionar de a dos", cuenta. Y agrega que si la persona ha tenido una mala relación, en la próxima hará grandes esfuerzos. "Tratas de ser más tolerante y comprensivo. Aunque tal vez sientas más libertad para romper. Pero ¿a quién le gusta andar con tres matrimonios rotos a cuesta?". SIMILITUD CULTURAL "Diferencias culturales tienden a incrementar las posibilidades de separación y divorcio", arroja esta investigación. "Entre más coincidencias profundas existan, más posibilidades de éxito en su proyecto van a tener. Es decir, cuanto más se asemejen en temas profundos, como el valórico, cuantos más elementos comunes tengan en torno a un proyecto de familia y profesional, y también de disfrute existan, más oportunidades tienen de ser felices", comenta el psicólogo y sexólogo Roberto Rosenzvaig. Por lo mismo, para este profesional la premisa 'los polos opuestos se atraen' es un mito. Lo que funciona en la pareja es que exista un balance entre las diferencias y las afinidades, porque si no, el nivel de estrés producto de la constante negociación es muy elevado, cuenta la psicóloga Paola Ceruti. "En Chile, si te encuentras con alguien de una cultura diferente, de un nivel socioeconómico muy distinto, es difícil mantener un matrimonio. Una de las razones de unión es la afinidad". Y explica: "Las psicólogas de pareja decimos que la misma razón por la que eliges a alguien, termina siendo tu cruz. Si eres, por ejemplo, una persona poco sociable y para aumentar ese aspecto escoges a alguien altamente sociable, después de algunos años vas a estar reclamando constantemente que nunca estas tranquilo en casa, que vives rodeada de gente. Entonces, en el fondo, demasiada diferencia es un mal predictor de estabilidad", apunta. MISMA NACIONALIDAD El documento hace hincapié en que compartir nacionalidad ayuda a tener un mayor entendimiento y satisfacción matrimonial, y que, por el contrario, cuando los cónyuges provienen de países distintos tienen altas tasas de divorcio. El psicólogo Roberto Rosenzvaig, quien también trabaja en su consulta con parejas multiculturales, matiza este punto. "¿Es mejor casarse entre dos chilenos que entre un chileno y un peruano? ¡Es lo mismo!, porque estamos hablando de latinos que comparten una cultura base. La educación familiar y emocional base de los peruanos no es muy distinta a la de la chilena, argentina o brasileña urbana. Con un alemán, ya empiezan los contratiempos". Y más que todo por problemas de comunicación. "Hay que compartir una lengua base. Es importante poder expresarse en profundidad, de manera simbólica y metafóricamente", explica. ELLAS Y LA BUENA EDUCACION Este informe señala que para optimizar el matrimonio las mujeres deben tener un mayor nivel educativo que sus parejas. El cruce estadístico estableció que los matrimonios que menos funcionaban eran aquellos en donde ninguna de las partes contaba con estudios. En aquellos en los que ambos eran instruidos el promedio de divorcios fue de la mitad, mientras que más probabilidades de estabilidad había cuando la mujer contaba con un nivel educativo superior. Para el psicólogo Roberto Rosenzvaig la educación sí influye: "Cuanto más parejo es el nivel educacional más posibilidades de comprensión interna hay". La experta en pareja Paola Ceruti agrega que mientras más instruido se es, más recursos se tienen para manejarse con éxito en situaciones conflictivas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJA TU COMENTARIO