Qué queréis que os diga. Ésta es mi gente.
Guardaos las razones políticas, estratégicas, estéticas.
Ésta es mi gente porque están con la gente.
Dan la cara. Y claro que tienen miedo.
Pero saben que tienen que estar.
Así que marchan mientras vosotros habláis de cosas.
Hablar se os da maravillosamente bien.
Pero hablar no es mi gente. Ni en vosotros ni en nadie.
Hablar no es la gente de nadie.
Hay que salir, sobre todo con tormenta.
Como la gente en todas las tormentas de sus días.
Dan la cara. Y claro que tienen miedo.
Pero así es la vida.
Así que viven tanto si hay futuro como si no.
Guardaos las consideraciones, explicaciones, justificaciones.
Sí, os pueden golpear.
Y detener y perseguir y, peor aún: por muy poco.
Marchad entonces por la causa de muy poco.
Sólo por la gente.
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