La historia comenzaba la madrugada del 1 de marzo de 2015. El protagonista de la macabra historia era un periodista Gaditano, Natanael Bello. Todo ocurrió mientras paseaba por el Pópulo, el barrio más antiguo de Cádiz, para apurar las últimas coplas del Carnaval 2015.
Volvía a casa andando y tras subir la Cuesta de las Calesas y pasar los torreones de Puerta Tierra, se paró en un monumento a descansar: el conocido como ‘pájaro jaula’ –tal cual es– dedicado a la libertad, a la Constitución Española de 1978. Y se fijó que en la base del mismo estaba tallado el artículo 14 del texto constitucional: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
UNA ACTITUD SOSPECHOSA…
En ese momento una patrulla la Policía Nacional se encontraba realizando labores de prevención cuando “observaron un individuo que se encontraba en una actitud sospechosa frente al monumento de la paloma”, explican desde el CNP. Así que, “después de observarlo durante minutos en la misma actitud y ante la posibilidad de evitar que dañara el mobiliario urbano, procedieron a la identificación de esta persona”.
Natanel ni los vio. Él estaba en lo suyo observando una escultura que no ha estado exenta de polémica desde su inauguración pero que ya forma parte del paisaje gaditano. Explica que, de repente, se vio rodeado por cuatro agentes que le requirieron que se identificara. “Nunca me negué a hacerlo”, aunque no saliera de su asombro. Simplemente, “tardé”. “Tengo un monedero pequeño y no lo encontré tan rápidamente entre las once tarjetas que llevo, entre el carnet de la Seguridad Social, el bonobús, la tarjeta deportiva, etc”. Cuenta que entonces uno de los agentes le preguntó “si le estaba vacilando” y, ante “su actitud chulesca”, le respondió que no lo encontraba y les pidió que ellos también se identificaran. “A partir de aquí, todo se torció”.
La versión policial asegura que el joven les dijo que “no le molestaran”, que “tenía derecho a estar allí” y, que “ellos no eran nadie para decirle a él lo que tenía que hacer”. Aseguran que estuvieron “varios minutos” invitando al joven a que “depusiera su actitud” y les mostrara su DNI pero “mantuvo una actitud desafiante sacando diversas tarjetas de la cartera y diciéndoles a los agentes que ninguna de la documentación que tenía le iba a servir”.
Lo cierto es que la Policía entendió que “se resistió a su identificación” y que tenía que hacerlo en la Comisaría. Natanael relata que, “me redujeron y me metieron en el coche a trompicones”. Les dijo que tomaba anticoagulantes y que cualquier herida era muy peligrosa para él. “La respuesta que recibí fue un rodillazo en la cara”.
Por el contrario, el relato policial explica que fue el joven los insultó y se resistió “dando una manotazo a uno de los agentes”. Así que “debido a su actitud agresiva y a los golpes propinados a los agentes fue informado de los hechos que motivaban su detención, así como de los derechos que le asisten como tal”.
Natanel fue conducido a la Comisaría y pasó la noche en el calabozo. “Llegué en estado de shock” y una vez dentro, “me metieron las manos en los bolsillos, me arrancaron el fular de un jalón y me quitaron los zapatos”. Durante cinco horas permaneció en el calabozo descalzo esperando una contestación porque “no sabía de qué me acusaban”. Requirió hasta en tres ocasiones ser atendido por un médico por el dolor que sentía en la mejilla y por el estado de nervios en el que se encontraba.
Tuvo que ser trasladado a Urgencias del Hospital Puerta del Mar de Cádiz donde fue atendido de esa contusión y del estado de estrés en el que se encontraba, tal como recoge el parte médico de la Administración sanitaria. Eso fue a las 11.15 horas de la mañana del domingo e, inmediatamente, acudió al juzgado de guardia a denunciar el presunto abuso policial.
La Policía insiste que actuó conforme a la ley y, aunque en un principio, alegó que lo hacían bajo preceptos de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, ahora han explicado que la legislación habitual –e incluso el decreto que recoge la expedición del documento nacional de identidad- obliga a las personas sospechas a la identificación. Pero, en todo caso, la nueva ‘Ley Mordaza’ castiga no llevar el DNI con multas de entre 100 y 600 euros.
En todo caso, Natanael reitera que “nunca me negué a identificarme”. El problema fue que “yo les pedí que lo hicieran”. Ha vuelto a acudir a un centro de salud porque, después del susto, “me dolía todo el cuerpo”. El nuevo informe médico recoge lesiones en el costado, antebrazo, muñeca y cuello y refiere hematomas en esas zonas.
La Policía mantiene que su actuación fue ajustada a la ley y que no hará más declaraciones al respecto para “no generar debates estériles”, así que apela a la celebración del juicio. Lo interesante es que el monumento se ubica frente al edificio de Hacienda y a un lado de la Subdelegación del Gobierno, por lo que Natanel solicita las cintas de las cámaras de seguridad que rodean la zona para demostrar su versión.
EXIGENCIA DE EXPLICACIONES
Aunque la detención no fue en el ejercicio de la profesión, las asociaciones de periodistas han pedido explicaciones al respecto. La Asociación Se Buscan Periodistas (SBP), de cuya ejecutiva el joven forma parte, y la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) han solicitado explicaciones al delegado del Gobierno en Andalucía, el gaditano Antonio Sanz.
“Prescindiendo de los matices exculpatorios que aportan las versiones de cada parte, los hechos objetivos se pueden resumir en que un ciudadano detenido ante un monumento, sin intención de dañarlo, y que no saca el DNI con la suficiente diligencia, termina con una contusión en el pómulo y con cinco horas incomunicado en un calabozo policial”. Creen en “su total honestidad y veracidad de su versión tras haber demostrado estos valores en el ejercicio de sus funciones” y, por eso, piden explicaciones ante estos hechos.
La Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) considera que actuaciones como estas, que parecen ser “el prólogo” de la inminente Ley de Seguridad Ciudadana, “atentan gravemente contra los derechos de los ciudadanos”.
CONTRA LA LEY MORDAZA
Para la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) “cuanto menos es paradójico” que un ciudadano sea detenido, tras serle requerida su documentación, mientras contemplaba el monumento a la Constitución de 1978. En un comunicado, explican que al margen del resultado de la investigación policial y de la denuncia que el propio afectado ha presentado ante los juzgados, ambas versiones -también la de los agentes policiales- coinciden en que la documentación le fue requerida simplemente por la sospecha o posibilidad de que fuera a cometer un delito. “Esta posibilidad, amparada por la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, puede dar lugar a detenciones arbitrarias y no justificadas”.
La asociación de periodistas gaditanos ha recordado además que la ‘Ley Mordaza’ colisiona también con otros derechos constitucionales, como el fundamental derecho a la información o con la libertad de expresión; y crea inseguridad jurídica tanto a periodistas como a reporteros gráficos y editores. Entre estas medidas está, por ejemplo, la posibilidad de sancionar por grabar o difundir imágenes de los cuerpos de seguridad durante la cobertura, disturbios o alteraciones del orden público.
Natanel se enfrenta ahora un juicio de faltas. Ni siquiera lo sabía. “Me dijeron después que era por desobediencia grave y vi que podía tener hasta penas de cárcel. Yo no estoy acostumbrado a esto y aún sigo sin poder creérmelo”.
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