El 8 de enero, Rambla Libre publicó un informe titulado “Plaga: Manadas de inmigrantes y extranjeros extienden el terror sexual por toda España”. Se trataba de una recopilación de casos de violaciones, muchas de ellas grupales, con extrema violencia, protagonizadas por musulmanes marroquíes y argelinos, y en un caso por una manada de ecuatorianos, que daba la voz de alarma sobre una situación gravísima que está siendo ocultada por el Ministerio del Interior y por los medios de comunicación del sistema.
El informe tuvo un fuerte impacto inmediato en términos de audiencia y de difusión a través de las redes sociales generando un extendido clima de opinión pública. De inmediato, el Ministerio del Interior contestó haciendo público un informe, con deficiencias estructurales, cuya conclusión mendaz y manipulada era que el perfil del violador es “hombre joven, de entre 18 y 35 años, y con nacionalidad española”. Ese contrainforme fue ampliamente publicitado por los medios de manera interesadamente acrítica. Reproducimos el enlace a la información ofrecida por el diario Público:
Para negar la terrible evidencia que están padeciendo las mujeres españolas, en la mayoría de los casos menores de edad, el Ministerio del Interior y los medios afines pasaban directamente a la criminalización de los jóvenes autóctonos españoles, en un caso extremo de racismo antiblanco y xenofobia ¡contra los españoles! Antes de desmontar las groseras fallas de ese contrainforme, se hace preciso decir que la violencia sexual contra las mujeres por inmigrantes, preferentemente musulmanes, es una de las terribles lacras que hoy padecen las naciones europeas. He aquí algunos datos significativos:
Finlandia: En los dos últimos meses, han sido detenidos 15 solicitantes de asilo y refugiados sospechosos de violación y agresión sexual a menores. Ello ha motivado un profundo debate en la sociedad finlandesa con la recogida de 90.000 firmas para que se debata una medida legal que contempla la retirada del permiso de residencia para los refugiados condenados por delitos sexuales. Según el presidente finés, Sauli Niinistö, “es inaceptable que algunos solicitantes de asilo hayan encarnado el mal y hayan traído consigo la inseguridad”.
Dinamarca: Según los datos oficiales, el 88% de las violaciones son perpetradas por inmigrantes; el 84% de las violaciones con violencia extrema son cometidas por inmigrantes musulmanes. Dinamarca ha decidido habilitar la isla de Lindhom como cárcel para concentrar a los inmigrantes que van a ser expulsados y que tienen un comportamiento de violencia extrema, especialmente contra las mujeres.
Suecia: En 1975, en Suecia hubo 421 denuncias por violación. En el año 2011, las denuncias ascendieron a 29.000 casos. Un incremento del 1.600%. La diferencia entre 1975 y 2011, es que en este último año la sociedad buenista sueca soportaba a 2.500.000 de inmigrantes y refugiados por 7,000.000 de autóctonos. Suecia ha pasado a ser la nación con más violaciones del mundo.
Alemania: En la Nochevieja de 2016, inmigrantes y refugiados musulmanes perpetraron agresiones sexuales colectivas y violaciones en ciudades de 12 de los 16 länder. En Colonia, se presentaron 1.527 denuncias por delitos de agresión sexual a 1.218 víctimas; de los 153 agresores identificados, 149 eran inmigrantes musulmanes, de los que 2/3 eran de Marruecos y Argelia.
Se trata, por tanto, de un fenómeno europeo general que los políticos responsables por sus políticas de inmigración laxas, o su falta de toda política de inmigración, y su extraña y suicida propuesta de una sociedad multicultural, que no es otra cosa que la promoción de la islamización de Europa, pretenden ocultar. Sin embargo, según el Ministerio del Interior, España sería la excepción, lo que es radicalmente falso y ya es imposible negar.
Vamos a analizar las fallas internas del contrainforme del Ministerio del Interior. Esa conclusión de que el perfil del violador es un joven de 18 a 35 años de nacionalidad española se basa en el análisis de 600 atestados policiales en el periodo entre 2009 y 2013. Nos parece, desde luego, delirante que el Ministerio del Interior haga informes sobre la base de una especie de muestreo. El citado Ministerio tiene a su disposición todos los datos como para hacer un informe serio. Además, es notorio que resulta completamente desfasado: 2013 como última fecha es un auténtico despropósito. Encima se puntualiza que la mayor parte de los atestados policiales analizados se refieren a 2011. Estar en manos de gente tan inútil y manipuladora produce estupor.
A pesar de esas fallas que desacreditan el contrainforme, éste ha sido presentado de manera sesgada, lo que indica mala fe: se trata de presentar a los españoles autóctonos como violadores, intentando ocultar que el fuerte incremento de violaciones está protagonizado por inmigrantes. Ese supuesto perfil del violador -18 a 35 años y nacionalidad española- se fundamenta en que en esos 600 atestados policiales el 52% de los agresores fueron españoles, mientras el 48% fueron inmigrantes. La noticia, lo relevante es ese 48% de violadores extranjeros de una población foránea que oscila entre el 6 y el 8%. El 15% de los agresores de esa especie de sondeo fueron ecuatorianos, el 11% marroquíes y el 10% rumanos. Sí fueron claramente mayoría las mujeres españolas agredidas: el 69% de las que fueron violadas en grupo por extranjeros.
El Ministerio del Interior debería, por de pronto, actualizar sus datos y analizar los dos últimos años, en los que de seguro las agresiones sexuales por extranjeros se han disparado. Rambla Libre ha roto la conjura de silencio que se ha mantenido durante este tiempo y el Ministerio del Interior ha pretendido negar la evidencia, insultando, de paso, a los españoles autóctonos, quienes frente a las campañas orquestadas por el sistema y por las asociaciones feministas socialistas son los más respetuosos hacia las mujeres del mundo, los de índices más bajos de violación y asesinato de toda Europa. El peligro para las mujeres españolas está viniendo de manera abrumadora de inmigrantes.
NO-GO Zones y la Sharia.
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