LA ZONA ECOLÓGICA: Del río a la mesa


Los filtros ultravioleta que contienen las cremas de protección solar y algunas fibras textiles están presentes en los ríos y afectan el sistema endocrino de los peces, hasta poder impedir su reproducción. 




Estas sustancias, de comportamiento similar a los estrógenos, se han encontrado en las cuencas hidrográficas del Guadalquivir, LLobregat, Ebro y Júcar tras diversos análisis realizados por investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).


Pendientes de publicación en la revista especializada Analytical and Bioanalytical Chemistry, los trabajos se presentaron durante la II Conferencia Anual Scarce, que organiza el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Damiá Barceló, uno de los científicos involucrados en la investigación, explicó que estas sustancias están más presentes en zonas turísticas y especialmente en las cercanías de las estaciones de esquí, por el elevado uso de cremas solares en los deportes de nieve, aunque también en las cercanías de la ciudad de Barcelona.




En estas zonas, explicó el experto y director del Instituto Catalán de Investigaciones del Agua (ICRA en sus siglas en catalán), se confirma la presencia de estas sustancias también en el agua del grifo, aunque en concentraciones inocuas para el ser humano, "400 nanogramos por litro".




De protectores de la piel a amenaza para peces y roedores, "parte de los filtros ultravioletas van a parar al agua y parte se depositan en los sedimentos de los ríos, desde donde pueden desencadenar la aparición de caracteres feminizantes en los peces que impidan su reproducción", precisó Barceló. Uno de estos químicos, presente en el 56% de las muestras de los ríos, el 4-alcanfor de metilbencilideno, conocido como 4MBC, "ya fue prohibido en Dinamarca para su uso en niños", apuntó el investigador.

Tanto el 4MBC como el EHMC, un protector solar "muy efectivo que va a parar sobre todo a los sedimentos", han sido "preseleccionados" por la Comisión Europea para aparecer en la lista prioritaria de control y regulación sobre la que aún no se legisla, dijo.

El subdirector de Investigación de la Universidad Politécnica de Madrid, Francisco Javier Elorza, recordó que debemos observar a los peces de río como los mineros a los canarios, que morían al respirar pequeñas concentraciones de gas grisú, para que sirva como aviso de la calidad del agua.


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