La zona Histórica: LAS BALAS DE LA MINA


La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) consiguió sacar a la luz los cuerpos de trece de las veintidós personas fusiladas sin juicio en septiembre de 1937.



En una jornada de gran avance en la excavación se encontraron, además, otras evidencias que aportaron datos sobre las circunstancias de la muerte de los mineros de Sabero, enterrados en la tierra sin mineral de Joarilla de las Matas.


La ARMH conoció la existencia de este lugar cuando trabajaba en la fosa de los bañezanos, en Izagre, en el 2008.

Entonces, los vecinos de Joarilla les indicaron la situación del enterramiento, fruto de la barbarie.

Se determinó su profesión y procedencia por «el distintivo de la empresa minera de Sabero que, según los testimonios, llevaban en la ropa.



El arqueólogo de ARMH, René Pacheco, explicó que bajo los esqueletos descubiertos se encontraron a los otros nueve trabajadores «fusilados y acribillados a balazos». 

En la estrecha zanja se hayaron un buen número de proyectiles.

Se observaron impactos en cráneos, zona torácica y extremidades. También fue hallada una vaina de un fusil Mauser.

Como en otras fosas del horror, en la de Joarilla se han encontrado «alambres, que sugieren que los habían maniatado en el momento de la ejecución. Incluso algunos fueron enterrados así».

Begoña Valbuena Población, nieta de Zósimo Valbuena, el único superviviente del camión que llevó a los mineros de Sabero para ser fusilados en Joarilla.


Botones, hebillas y suelas de zapato es todo lo que queda de los ropajes de los paseados, además de una caja de cerillas de plástico «que, según un hombre mayor, se utilizaban en aquella época para evitar que en la mina se mojaran las cerillas». Junto a distintos cuerpos se han encontrado dos peines y la presencia de calzado sin orden sobre los cuerpos, lo que da a entender «que fueron arrastrados hasta la fosa, operación en la que alguno perdió los zapatos».




Salieron de Sabero en una fecha entre los días 1 y el 5 de noviembre de 1937. Aún hay vecinos en el pueblo que recuerdan cómo en torno a la festividad de Todos los Santos, los detuvieron y se los llevaron hacia La Cenia, un lugar que pasará a la historia por haberse convertido en uno de los escenarios más crudos de la represión en León.



Como Villablino o una zona cercana al río Cea. Sin embargo, el guarda de la finca se negó a acoger a más presos por lo que, al parecer, regresaron hasta que el vehículo en el que viajaban se detuvo a las afueras de Joarilla de las Matas, a 90 kilómetros de Sabero, de sus hogares. Allí fueron fusilados al menos 22 de aquellos mineros, que formaban parte de un grupo de 44.

Puede que dos de ellos lograran escapar en un primer momento, aunque fueron alcanzados a pocos metros de la mina. 

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