El Gobierno de Tanzania anunció la creación de una nueva área de "conservación" en las tierras masais, que en palabras del líder Samwel Nangiria, significaría "el fin de los masais y del ecosistema del Serengueti".
En la región de Loliondo los masais se han opuesto de manera implacable a la usurpación de las tierras de sus aldeas llevada a cabo por el Gobierno, y han jurado luchar para conservar su territorio.
El espectacular paisaje del Serengueti es un destino turístico de safaris mundialmente famoso. Para los masais, sin embargo, esta tierra es su hogar. Ya se los ha expulsado de gran parte de su territorio en nombre de la conservación.
Aunque el Gobierno asegura que la tierra es necesaria como un corredor para que los animales salvajes puedan moverse entre el Parque Nacional del Serengueti en Tanzania y el Parque Nacional Masai Mara en Kenia, lo cierto es que la zona fue arrendada a la empresa de safaris de caza Otterlo Business Corporation (OBC) en 1992. Mientras se pide a los masais y a sus animales que abandonen sus tierras en interés de la conservación, a los turistas ricos se les permite la "caza mayor" de los animales que transitan por el área.
Los masais se han resistido durante años a la ocupación de sus tierras por OBC. En 2009, cuando fueron expulsados de la tierra arrendada a esta compañía, los masais perdieron su ganado y vieron cómo sus aldeas eran arrasadas. Tras años anquilosada el Gobierno ha propuesto este cambio como "solución" a la situación. Pero los masais han perdido tanta tierra en nombre de la conservación, la caza y el turismo, que no pueden permitirse perder más.
Un hombre masai de una de las aldeas amenazadas por el desalojo, dijo a Survival: "La gente es fuerte y está lista para luchar contra la apropiación de su tierra."
Toda la comunidad, incluidos políticos locales, mantendrán el "encuentro más importante de su historia" en Loliondo para elaborar un plan común con el que proteger sus tierras y su modo de vida.
A pesar de todo, ocho comunidades masai de la región de Liondo, en Tanzania, fueron quemadas dejando a 3.000 personas sin comida, agua ni refugio.
El 4 de julio de 2009, policías antidisturbios fuertemente armados prendieron fuego a las casas y depósitos de comida de los masai para expulsarlos de sus tierras ancestrales. Miles de masai se encuentran ahora en situación de indigencia con su ganado, en condiciones de sequía extrema.
Asentamiento Masai entre Kenia y Tanzania
Un masai declaró: “Hoy en día nuestra tierra está siendo usada por la inversión: turismo de caza de lujo”.
Survival recibió también informes inquietantes de que las mujeres masai habían sido violadas y brutalmente golpeadas durante los desalojos. Una mujer describió así su terrible experiencia: “Dos hombres armados me agarraron y me obligaron a tumbarme, al tiempo que otros seis hombres les siguieron y todos me violaron”.
Se cree que la empresa Otterlo Business Corporation está vinculada a las familias reales de los Emiratos Árabes Unidos y ha mantenido derechos exclusivos de safari y de caza en Loliondo, al norte de Tanzania, desde 1992. La zona está situada en tierras que son tradicionalmente masai, pero desde que obtuvo la concesión, la empresa la utiliza para organizar safaris de caza de grandes animales.
La concesión de caza ha restringido considerablemente el acceso de los masai a tierras de pastoreo para su ganado, lo que ha desencadenado constantes tensiones entre los masai y la empresa OBC.
La concesión de caza ha restringido considerablemente el acceso de los masai a tierras de pastoreo para su ganado, lo que ha desencadenado constantes tensiones entre los masai y la empresa OBC.
Las recientes atrocidades demuestran que en estos momentos la situación es crítica. A las mujeres masai que se manifestaron en Loliondo contra las violentos expulsiones se les dijo que no tenían derecho a protestar. Los líderes de las comunidades locales recibieron también amenazas anónimas.
La quema de comunidades ha cesado, pero se está deteniendo a cualquier masai que arrea ganado en la zona de caza de OBC. Varias personas han sido ya detenidas sin acceso a defensa legal o fianza, y han sido encarcelados durante seis meses. Otros 10 masai debían comparecer ante los tribunales el 24 de agosto.
Las poderosas empresas de safaris de caza tienen un historial de impacto en la vida de los indígenas en Tanzania. En 2007, los hazda, un pequeño pueblo indígena cazador-recolector, escaparon por poco a la expulsión de parte de su tierra ancestral. Ocurrió después de que la empresa Tanzania UAE Safari Ltd renunciara a su licencia de caza, tras la presión ejercida por los hazda, las organizaciones indígenas y Survival.
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