En 1995, Cecilio Barroso y Daniel Botella, ante el total desinterés que sobre el yacimiento provocaba, y vistas las últimas destrucciones realizadas sobre el mismo, y ante la creencia compartida por ambos de que era posible detectar niveles no alterados por la acción de los clandestinos, les llevó al planteamiento de realizar una actuación de urgencia en el mismo.
El día 10 de Julio de 1995 se recibió la autorización iniciándose los trabajos el día 13 de dicho mes, finalizando el 13 de Septiembre, subvencionados en su totalidad por el Ayuntamiento de Lucena.
Los trabajos que se desarrollaron en la Cueva del Ángel, en los años 1995, 1996, 2002 Y 2003, permitieron detectar la existencia de un potente depósito arqueológico con una gran amplitud cronológica que se situaría entre los 100.000 años y más de 480.000 años (según las dataciones efectuadas por U/Th en el IPH de París). Esta circunstancia, unida a la propia determinación y variedad del material lítico y óseo, nos están definiendo un horizonte secuencial que abarcaría desde un Pleistoceno medio al Pleistoceno superior.
La estratigrafía que es visible en más de seis metros de potencia, no parece mostrar periodos de interrupción del hábitat humano, muy al contrario, la superposición de hogares en la misma -que pueden llegar a alcanzar hasta los 60 cm. de espesor- confirman que las perduraciones son muy importantes. Así pues estamos en presencia de un yacimiento paleolítico excepcional no sólo en Andalucía sino también en la Península Ibérica.
Desde el año 2005, con la aprobación para la Cueva del Ángel del único proyecto general de investigación en la provincia de Córdoba por parte de la Comisión Andaluza de Arqueología, se han desarrollado ya dos campañas de Excavaciones en los años 2005-09 y dos de Estudios de Materiales. La investigación está avalada por un equipo multidisciplinar de carácter internacional donde se implican instituciones Españolas y Extranjeras.
Los trabajos continuos realizados hasta el momento nos determinan un ambiente donde aparece diversidad de especies animales, primando la presencia de grandes herbívoros como elefantes, rinocerontes, bóvidos y sobre todo caballos, todos ellos de hábitat abierto que necesitan abundante comida y agua.
Los animales típicos de bosque (ciervo, y jabalí) son escasos, al igual que ocurre con los carnívoros, de los que, por el momento, se ha determinado la presencia de lince y oso. No aparece cabra montesa, aunque el yacimiento se enclava en la ladera sur de una pequeña sierra, posiblemente debido a la poca altitud de la misma y su aislamiento con las formaciones subbéticas cordobesas. También se han recuperado restos óseos de tortuga, conejo y aves de pequeño y mediano tamaño. Es la primera vez que queda documentada, a estas latitudes de Europa la presencia del bisonte.
Durante el año 2010 se procedió a la limpieza de la covacha superior y de la parte superficial del cono de derrubios en el interior de la sima, todo ello, bajo una Actuación Arqueológica Puntual de Control de Movimiento de Tierras.
Los niveles de ocupación de los habitantes de la Cueva conservan el tránsito cultural entre un Achelense superior y un Musteriense de tradición achelense. Durante todas las campañas planteadas, centradas en un pozo minero del siglo XVIII, se han detectado unos veintiún niveles de ocupación con una alta intensidad de restos líticos y desperdicios de la fauna que los Preneandertales dejaron in situ. En líneas generales no se detectan vacíos en la ocupación humana del yacimiento.
Este proyecto se inició en el año 2007 y se ejecutó a finales de 2008 y la primera mitad del 2009. El objetivo turístico de ejecutar un túnel, de 81 m de longitud, que diese acceso desde el exterior de la Sierra de Araceli a la zona intermedia de la sima de la Cueva del Ángel, ha permitido hacer accesible este patrimonio geológico a todo tipo de visitantes.
Las obras, complejas por las pequeñas dimensiones del arco de túnel (2’80 m de altura), usaron para su ejecución tanto medios mecánicos como explosiones controladas. Ello ha permitido poner en valor y hacer visitable la única sima de Europa.
Las obras, complejas por las pequeñas dimensiones del arco de túnel (2’80 m de altura), usaron para su ejecución tanto medios mecánicos como explosiones controladas. Ello ha permitido poner en valor y hacer visitable la única sima de Europa.
La sima que el visitante observa es la parte inferior del complejo geológico de la Cueva del Ángel. Éste, en la zona externa, contiene y alberga el yacimiento ocupado por los hombres prehistóricos en el Paleolítico inferior. A través de dos pequeñas cavidades se tiene acceso natural a la misma sima, pero es necesario el uso de equipos de espeleología. Desde estas bocas, con una caída libre de 25 m. se llega al cono de derrubios de la base, que presenta una altura mínima de 65 m. y alberga el caos de bloques calizos que a lo largo de millones de años se han ido depositando en la base del complejo. Las formaciones de espeleotemas (banderolas, estalagmitas y estalactitas), son más abundantes en la cara oeste y el fondo sur, aunque en todo su interior se puede apreciar la línea de fractura y falla que creó este complejo geológico.
Actualmente, tanto el túnel como la plataforma para admirar este complejo, es visitable para todo el público.
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