ESPAÑA ME MATA: La factura asombra


La sombra de un águila presuntuosa, planea por las cabezas de miles de pacientes hartos de gastos. 
La vista del águila es perfecta, porque ve a kilómetros. 
Un Gran Hermano llamado SAS.
A partir del próximo lunes 25 de Octubre 2010, el Hospital Costa del Sol de Marbella empezó a informar a los pacientes de lo que ha costado su tratamiento.

Será el comienzo del pilotaje del proyecto de la factura sombra en la sanidad pública andaluza, que debe estar implantada en todos los hospitales dependientes de la Consejería de Salud a finales de 2011.
 

La titular de este departamento del Gobierno de la Junta de Andalucia, María Jesús Montero, insistió al presentar la iniciativa que su finalidad es "exclusivamente informativa" y que se trata de que los ciudadanos sepan en qué se gasta el presupuesto de los servicios que ellos financian con sus impuestos. 


Hospital Costa del Sol de Marbella

Para la consejera, el proyecto de la factura informativa es un ejercicio de transparencia por parte de la Administración y una llamada a la corresponsabilidad de la sociedad en general.  

Por el momento, los pacientes de la empresa pública costasoleña que recibirán factura sombra serán aquellos que hayan sido sometidos a intervenciones ambulatorias de hernias, vesícula y cataratas y a pruebas diagnósticas cardiológicas y relacionadas con el aparato digestivo. 

Posteriormente, el pilotaje se ampliará a los hospitales de Pozoblanco, Jerez de la Frontera y Antequera y, a partir de una primera evaluación de su funcionamiento, se extenderá a los 45 centros hospitalarios (empresas públicas o SAS) dependientes de la Junta a lo largo del año que viene.
 

A los aproximadamente 1.500 centros de salud que configuran el primer nivel asistencial también llegará, en una fase posterior, la factura sombra personalizada y se centrará en los consumos anuales de farmacia, consultas, vacunas y Urgencias.
 
Aquellos pacientes que, en los grupos de patologías previstos en este proyecto, no se presenten a la intervención quirúrgica o a la cita con el especialista, también serán informados del coste que supone esa oferta asistencial anulada.
 
La Consejería de Salud sabe, prácticamente desde que se efectuaron las transferencias sanitarias a la comunidad autónoma (año 1984), cuánto cuesta cada epígrafe de su cartera de servicios en cada centro. 
Lo que hace ahora es facilitar esa información a la ciudadanía en general.

Con esta medida, la Consejería -más bien, la consejera- se adentra en un terreno no exento de riesgos en términos de opinión pública pero que, si consigue atravesarlo sin demasiados desperfectos en el fuselaje institucional, le puede reportar indudables réditos en forma de credibilidad: el coste de cada procedimiento varía de un centro a otro y los responsables de la factura sombra andaluza (hay algunas experiencias, limitadas, en otras comunidades) han preferido dejar a la vista esa variabilidad. 


Hubieran podido evitar preguntas aplicando directamente la orden de precios públicos con la que la Junta factura la asistencia prestada a pacientes de entidades aseguradoras privadas.

A partir de ahora, los ciudadanos lo tendrán muy fácil para saber que, por ejemplo, el coste de una operación de cataratas es de 1.157 euros en el Hospital Infanta Elena de Huelva y de 1.497 en el de Torrecárdenas, en Almería.


María Jesús Montero

Y es bueno para todo el mundo que empiecen a preguntar los porqués de ese diferencial.
Entre las pruebas médicas más comunes realizadas en los centros sanitarios:

  • Una biopsia - 100 euros.
  • Una ecografía de abdomen - 35 euros.
  • Un TAC o escáner - 100 euros.
  • Una resonancia - 100 euros.
  • Un parto sin complicaciones - 1.600 euros.
  • Una cesárea sin problemas - 3.000 euros.
  • Un trasplante cardíaco - 96.000 euros.
  • Un trasplante conjunto de páncreas y riñón - 60.000 euros.
  • Una apendicitis sin complicaciones - 2.500 euros. Cantidad que asciende a los 6.000 euros si hay problemas.
  • Atención a un paciente con angina de pecho - 2.600 euros.
El objetivo "es evitar las visitas y consultas innecesarias a los centros hospitalarios. Por ejemplo, más de 80% de las personas que acuden a Urgencias no necesitan ir.

Si hacemos un uso adecuado durará más tiempo nuestro sistema sanitario", comenta Celia Gómez. El gasto de personal conlleva, más o menos, el 50% de cada intervención.

La 'factura en la sombra' se entregaría a cada paciente en el momento en que reciba el alta médica.

Cabría destacar de toda esta sombra, el silencio que bajo esa "sombra", soporta el paciente.

A ningún paciente, le va a pedir la Sanidad Pública la factura de la consulta privada a la que ha tenido que acudir porque no tiene un diagnóstico fiable, pues las pruebas se demoran meses e incluso años.

Hay pacientes que se han desembolsado miles de euros en asistencia privada porque en la época de verano, hay consultas cerradas y facultativos de vacaciones, o porque un especialista ha tenido una baja y no hay vacante.

Este fue el caso de una consulta de Neurología en el
Hospital Infanta Elena de Huelva, que permaneció cerrada durante meses, debido a que la especialista estaba de baja médica.

Los pacientes fueron informados vía telefono de que sus citas se aplazaban hasta otro día sin especificar. A estos pacientes, no se les trasladó la cita a ningun centro ni Privado,  ni público.

El Hospital alegaba para no cubrir esta baja, " falta de presupuesto".

Hospital infanta elena, huelva

Un paciente derivado a esta consulta, gastó la friolera de 3000 € en pruebas en una Clínica Privada.

¿Quién se encargaría de valorar este tipo de facturas "reales" y sin sombres en la Sanidad Pública?

¿Quien sería el responsable de reintegrar el importe de estos gastos dentro de la Sanidad Pública?

Un dato a tener en cuenta de este Hospital es, por ejemplo, que los pacientes que deben ser sometidos a pruebas de diagnóstico como Resonancias, Tac etc, tienen que ser trasladados a Centros Privados por los medios habilitados por el Hospital como Ambulancias etc, o por su propio pie, en caso de que el paciente no se encuentre en ingreso Hospitalario. 

  Celia Gómez

 Nuestro sistema encandila a turistas y extranjeros procedentes de paises en donde esto es un sueño y donde son sometidos a operaciones quirúrgicas que en su pais de origen tienen un coste desorbitado. algo, de lo que la Sanidad no da datos, pero que todos conocemos, especialmente en la Costa del Sol, donde hay verdaeros "nidos" de personas de la tercera edad que vienen a disfrutar de un clima espléndido y de una Sanidad Suprema.





Según la Sanida española, la factura de esos servicios revierte luego en sus paises y gobiernos respectivos. 

De tal modo que vaya también ese aviso para navegantes para todo este colectivo, del que la Consejería no se pronuncia, acompañado de su respectiva "factura sombra".

¿No será que las cosas han llegado ya a un extremo tan delicado que había que decirle a este colectivo algo políticamente correcto?


Pero, la asistencia Sanitaria española, está en pie, gracias a españoles y extranjeros que contribuyen, faltaría mas.

La cuestión es, saber quién se está riendo de quién. Porque lo que está claro es, que esto es un insulto para miles de pacientes que ven como su tiempo se va en un pasillo tan largo como un verano.

La sombra es el silencio del paciente. Alguien debe sacarlo de esas sombras y orientarlo para que salga de ellas.

Lástima que cuando el paciente se ve envuelto en sombras, la Sanidad Pública alardea de gastos de los que no debería dar cuenta.

Simplemente, porque los pacientes no quieren números. los números los hacen en sus casas cuando pasan meses en un Hospital.

Los pacientes quieren hechos, y la Sanidad es un derecho, no un reproche...





¿Deseas Firmar por el NO la Factura sombra?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA TU COMENTARIO