La zona Roja : CÁNCER MAMARIO


El cáncer de mamas o carcinoma de mamas, es una enfermedad que atañe a personas tanto de genero femenino como al masculino, esta se puede padecer a cualquier edad, en su mayoría edad adulta, abarcando más a la población de mujeres que ya han amamantado.


El cáncer del seno (mama) es una enfermedad por la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la mama  

La mama está compuesta por lóbulos y conductos. Cada mama tiene entre 15 y 20 secciones que se llaman lóbulos, que tienen muchas secciones más pequeñas que se llaman lobulillos

Los lobulillos terminan en docenas de bulbos minúsculos que pueden producir leche. 

Los lóbulos, los lobulillos y los bulbos están conectados por tubos delgados que se llaman conductos

Cada mama tiene también vasos sanguíneos y vasos linfáticos. Los vasos linfáticos transportan un líquido casi incoloro llamado linfa. Los vasos linfáticos conducen a órganos pequeños que se llaman ganglios linfáticos

Los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas con forma de frijol que se encuentran en todo el cuerpo. Filtran sustancias de un líquido que se llama linfa y ayudan a combatir infecciones y enfermedades. 

Hay racimos de ganglios linfáticos cerca de la mama en la axila (debajo del brazo), por encima de la clavícula y en el pecho.

El tipo más común de cáncer de mama es el carcinoma ductal, que empieza en las células de los conductos. El cáncer que empieza en los lóbulos o los lobulillos se llama carcinoma lobular y se encuentra con mayor frecuencia en ambas mamas que otros tipos de cáncer de mama. 

El cáncer de mama inflamatorio es un tipo de cáncer poco común por el que la mama está caliente, enrojecida e hinchada.

Para mayor información sobre el cáncer de mama en la niñez, consultar el sumario del PDQ sobre Cánceres poco comunes de la niñez.

La edad y los antecedentes de salud pueden afectar el riesgo de padecer de cáncer de mama.

Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo

Entre los factores de riesgo para el cáncer de mama, se cuentan los siguientes:
  • Edad avanzada.
  • Menstruación a temprana edad.
  • Edad avanzada en el momento del primer parto o no haber dado nunca a luz.
  • Antecedentes personales de cáncer de mama o de enfermedad benigna (no cancerosa) de mama.
  • Madre o hermana con cáncer de mama.
  • Tratamiento con radioterapia dirigida a la mama o el pecho.
  • Tejido de la mama que es denso en un mamograma.
  • Tomar hormonas tales como estrógeno y progesterona.
  • Consumir bebidas alcohólicas.
  • Ser de raza blanca.
La Herramienta de Evaluación del Riesgo de Cáncer de Mama (Breast Cancer Risk Assessment Tool) del NCI utiliza los factores de riesgo de las mujeres para calcular su riesgo de padecer de un cáncer de mama durante los cinco años siguientes y hasta los 90 años de edad. 

Para mayor información en inglés sobre el riesgo de cáncer de mama, consultar el documento Riesgo de cáncer de mama: preguntas y respuestas (Estimating Breast Cancer Risk: Questions and Answers) o llamar al 1-800-4-CANCER begin_of_the_skype_highlighting            1-800-4-CANCER      end_of_the_skype_highlighting.

En algunas ocasiones, el cáncer de mama es causado por mutaciones (alteraciones) genéticas heredadas.

Los genes de las células llevan la información hereditaria recibida de los padres de una persona. El cáncer de mama hereditario representa aproximadamente 5 a 10% de todos los casos de cáncer de mama.

Algunos genes alterados relacionados con el cáncer de mama son más comunes en ciertos grupos étnicos.

Las mujeres que tienen un gen alterado relacionado con el cáncer de mama y que padecieron de cáncer en una mama tienen un riesgo más alto de padecer de cáncer de mama en la otra mama. 

Estas mujeres también tienen un riesgo más alto de padecer de cáncer de ovario y pueden tener un riesgo mayor de padecer de otros cánceres. 

Los hombres que tienen un gen alterado relacionado con el cáncer de mama también tienen un mayor riesgo de padecer de esta enfermedad. 

Para mayor información, consultar el sumario del PDQTratamiento del cáncer del seno (mama) masculino

Se han creado pruebas que pueden detectar genes alterados. Estas pruebas genéticas se realizan algunas veces para miembros de familias con un riesgo alto de cáncer. 

Para mayor información en inglés, consultar los siguientes sumarios del PDQ:
Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de mama, se utilizan pruebas que examinan las mamas.

Se debe consultar con un médico si se observan cambios en la mama. 

Se pueden usar las siguientes pruebas o procedimientos:
 
  • Mamograma: radiografía de la mama.
  • Biopsia: extracción de células o tejidos para que un patólogo pueda observarlas bajo un microscopio y verificar si hay signos de cáncer. Si se encuentra una masa en la mama, el médico puede necesitar extraer una pequeña cantidad de la masa
  • Los cuatro tipos de biopsias son los siguientes:
  • Prueba de receptores de estrógeno y progesterona: prueba usada para medir la cantidad de receptoresestrógeno y progesterona (hormonas) en el tejido canceroso. Si se encuentra cáncer en la mama, se examina tejido del tumor en el laboratorio para determinar si el estrógeno y la progesterona pueden influir en la forma en que crece el cáncer. Los resultados de la prueba indican si la terapia con hormonas puede detener el crecimiento del cáncer. de
  • IRM (imágenes por resonancia magnética): procedimiento para el que se usa un imán, ondas de radio y una computadora para crear imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.



El pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:
  
Después de que se diagnostica el cáncer de (mama), se realizan pruebas para determinar si las células cancerosas se diseminaron dentro de la mama o hasta otras partes del cuerpo.

El proceso usado para determinar si el cáncer se diseminó dentro de la mama o hasta otras partes del cuerpo se llama estadificación

La información reunida en el proceso de estadificación determina el estadio de la enfermedad. Es importante conocer el estadio de la enfermedad a fin de planificar el tratamiento.
El cáncer se disemina en el cuerpo de tres maneras.

Las tres maneras en que el cáncer se disemina en el cuerpo son las siguientes:
  • A través del tejido. El cáncer invade el tejido normal que lo rodea.
  • A través del sistema linfático. El cáncer invade el sistema linfático y circula por los vasos linfáticos hasta otros lugares en el cuerpo.
  • A través de la sangre. El cáncer invade las venas y los capilares, y circula por la sangre hasta otros lugares en el cuerpo.
Cuando las células cancerosas se separan del tumor primario (original) y circulan a través de la linfa o la sangre hasta otros lugares en el cuerpo, se puede formar otro tumor (secundario). Este proceso se llama metástasis

El tumor secundario (metastásico) es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. 

Por ejemplo, si el cáncer de mama se disemina hasta los huesos, las células cancerosas de los huesos son en realidad células de cáncer de mama. 

La enfermedad es cáncer metastásico de mama, no cáncer del hueso.
Para el cáncer de mama se usan los siguientes estadios:

Estadio 0 (carcinoma in situ)

Hay dos tipos de carcinoma de mama in situ:
Estadio I

En el estadio I, el cáncer ya se formó. El estadio I se divide en los estadios IA y IB.
Estadio II

El estadio II se divide en los estadios IIA and IIB.
Estadio IIIA

En el estadio IIIA:
  • No se encuentra un tumor en la mama. El cáncer se encuentra en los ganglios linfáticos axilares que están unidos entre sí o a otras estructuras; o el cáncer se puede encontrar en los ganglios linfáticos cercanos al esternón; o
  • El tumor mide dos centímetros o menos. El cáncer se diseminó hasta los ganglios linfáticos axilares que están unidos entre sí o a otras estructuras, o el cáncer se puede haber diseminado hasta los ganglios linfáticos cercanos al esternón; o
  • El tumor mide más de dos centímetros, pero no más de cinco centímetros. El cáncer se diseminó hasta los ganglios linfáticos axilares que están unidos entre sí o a otras estructuras, o el cáncer se puede haber diseminado hasta los ganglios linfáticos cercanos al esternón.
  • El tumor mide más de cinco milímetros. El cáncer se ha diseminado hasta los ganglios linfáticos axilares que están unidos entre sí o a otras estructuras, o el cáncer se puede haber diseminado hasta los ganglios linfáticos cercanos al esternón.
Estadio IIIB

En el estadio IIIB, el tumor puede tener cualquier tamaño y el cáncer:
  • Se diseminó hasta la pared del pecho o a la piel de la mama; y
  • Se puede haber diseminado hasta los ganglios linfáticos axilares que están unidos entre sí o a otras estructuras, o el cáncer se puede haber diseminado hasta los ganglios linfáticos cercanos al esternón.
El cáncer que se diseminó hasta la piel de la mama se llama cáncer de mama inflamatorio. Para mayor información, consultar la sección sobre Cáncer de mama inflamatorio.

Estadio IIIC

En el estadio IIIC, puede no haber signos de cáncer en la mama o el tumor puede tener cualquier tamaño y se puede haber diseminado hasta la pared del pecho o a la piel de la mama. Asimismo, el cáncer:
El cáncer que se diseminó hasta la piel de la mama se llama cáncer de mama inflamatorio. Para mayor información, consultar la sección sobre Cáncer de mama inflamatorio.

El cáncer de mama en estadio IIIC se divide en estadio IIIC operable y estadio IIIC inoperable.

En el estadio IIIC operable, el cáncer:
  • Se encuentra en 10 o más ganglios linfáticos axilares; o
  • Se encuentra en los ganglios linfáticos debajo de la clavícula; o
  • Se encuentra en ganglios linfáticos axilares y en los ganglios linfáticos cercanos al esternón.
En el estadio IIIC no operable del cáncer de mama, el cáncer se diseminó hasta los ganglios linfáticos por arriba de la clavícula.

Estadio IV

En el estadio IV, el cáncer se diseminó hasta otros órganos del cuerpo, con mayor frecuencia hasta los huesos, los pulmones, el hígado o el cerebro.

 
Cáncer de mama inflamatorio


Cáncer de mama inflamatorio en el seno izquierdo el cual muestra piel de naranja y pezón invertido.

En el cáncer de mama inflamatorio, el cáncer se diseminó hasta la piel de la mama y la mama aparece enrojecida e hinchada y se siente caliente. El enrojecimiento y el calor se presentan porque las célulascancerosas bloquean los vasos linfáticos de la piel. 

La piel de la mama también puede tener una apariencia con hoyos que en francés se llama peau d' orange (como la piel de naranja). 

Puede no haber ninguna masa palpable en la mama. El cáncer de mama inflamatorio puede estar en estadio IIIB, estadio IIIC o estadio IV



  FACTORES PSICOLÓGICOS Y CANCER DE MAMA



INTRODUCCIÓN

Desde el inicio de la historia de la medicina, el "padre de la medicina", Hipócrates, menciona en sus escritos la influencia del cuerpo sobre la parte anímica, y la del alma sobre el cuerpo, señalándose una atención especial al medio ambiente social como factor etiológico de la enfermedad. 

Galeno fue el primer autor que consideró la influencia de la personalidad en el cáncer. 

En su tratado sobre los tumores De tumoribus señaló que las mujeres "melancólicas" eran más propensas que las "sanguíneas" a tener un cáncer de mama. 

Desde entonces la relación y vinculación clínica entre tres variables, personalidad-estrés-cáncer es frecuente en los tratados de medicina.

La psicooncología es una disciplina que aplica la psicología en una enfermedad como el cáncer y se desarrolla en diferentes áreas: prevención, asistencia, docencia e investigación. 

El modelo "biopsicosocial" de salud se está aplicando tanto en la investigación como en la asistencia. Son múltiples las investigaciones, dentro de la psicooncología, que intentan demostrar la influencia de aspectos psicológicos en la aparición y desarrollo del cáncer. 


El contenido de estas investigaciones suele ser personalidad y cáncer, estrés y cáncer, terapia psicológica y mayor supervivencia. 

A pesar de los problemas metodológicos que tienen muchas de estas investigaciones y que los resultados obtenidos todavía no son concluyentes, los datos señalan cada vez con mayor rigor que diferentes variables psicológicas se encuentran asociadas tanto en la aparición como en el desarrollo del cáncer.

Asimismo está aceptado que el comportamiento humano determina un gran número de cánceres, de forma que en un 80% de ellos se da una contribución ambiental que determina su aparición o curso. 

El cáncer podría evitarse en gran medida si se modificaran los patrones de conducta.

CONDUCTA Y CÁNCER

La prevención del cáncer cobra cada día mayor importancia. El control de hábitos de riesgo y la adopción de estilos de vida saludables pueden salvar más vidas que todos los procedimientos de quimioterapia existentes. 

Entre los hábitos de conducta relacionados con el cáncer se encuentran: la exposición ambiental a carcinógenos, tales como el tabaco, el alcohol, la ingesta de dietas ricas en grasas y bajas en fibras, exposiciones solares, así como la combinación de estos factores. 

En concreto, el tabaco causa el 30% de todos los cánceres (80% de los cánceres de pulmón). 

La educación para la salud es fundamental para la adquisición de hábitos de salud que prevengan la aparición del cáncer. 

Es popular el decálogo europeo contra el cáncer promovido dentro del programa Europa contra el cáncer (Tabla 1). 

Este programa comenzó durante la cumbre de la Comunidad Europea celebrada en Milán en el año 1985. 

Uno de sus objetivos principales es educar a la población en hábitos de salud y reducir la incidencia de cáncer. 





El apoyo social también va a ser un predictor del estado de salud y de la mortalidad, así como de la adaptación ante acontecimientos estresantes, ya que las personas que tienen pocos o escasos lazos sociales presentan menor frecuencia de conductas preventivas, llegan con un nivel más avanzado de enfermedad, presentan menos adherencia al tratamiento y el impacto de la enfermedad es mucho más estresante.

ESTRÉS Y CANCER

El estrés puede afectar al inicio o curso del cáncer, generando cambios biológicos propios de la respuesta de estrés y con cambios en las conductas de salud o estilos de vida que pueden predisponer a la enfermedad. 

Ante los efectos del estrés las personas pueden llevar a cabo conductas altamente perjudiciales para la salud como el tabaco, el alcohol, los patrones de alimentación inadecuados, el rechazo de tratamientos médicos, etc.

El efecto supresor del estrés emocional en la función inmunológica y en la susceptibilidad a la enfermedad es uno de los aspectos más estudiados de la psiconeuroinmunología. 

Las células neoplásicas se desarrollan y proliferan con una estructura diferente a la normal, mostrando en su organización histológica una serie de características que las hace claramente distintas del resto y patológicas. 

Un posible papel del sistema inmunológico, en la defensa contra el cáncer, sería precisamente la capacidad de reconocer estas células anormales en las cuales han ocurrido esta serie de cambios y eliminarlas antes de que el tumor pueda desarrollarse. 

Existen unas células llamadas NK (natural killer) cuya actividad citotóxica se manifiesta ante diferentes tumores y es importante dentro del mecanismo de destrucción tumoral. 

Investigaciones sobre humanos ofrecen la evidencia de factores psicosociales y medioambientales, incluidas las experiencias de estrés agudo y crónico, como inductores o asociados con funciones inmunes alteradas. 

Como acción determinante, el estrés modifica la dinámica neuroendocrina y, por tanto, puede afectar las condiciones y comportamiento inmunes del organismo. 

Varios autores han analizado los efectos de la relajación en el sistema inmune de pacientes oncológicos, concluyendo que un entrenamiento continuado en relajación afecta positivamente a parámetros inmunológicos en un grupo de pacientes con cáncer de ovario que reciben quimioterapia

En un grupo de pacientes con cáncer metastásico, el entrenamiento en técnicas de relajación durante un año produce cambios significativos en varias medidas de inmunocompetencia.

Además determinadas células del sistema inmune secretan ellas mismas péptidos, algunos de los cuales son precursores de neurotransmisores, con lo que se establece una comunicación bidireccional entre el Sistema Nervioso Central y el Sistema Inmune. 

Algunos autores han encontrado relación entre niveles altos de estrés y menor supervivencia.

Sklar y Anisman en una completa revisión sobre estrés y cáncer concluyen: "Nuestro punto de vista es, no que el estrés sea la causa del cáncer sino más bien que el estrés, como acontecimiento ambiental con profundos efectos sobre el funcionamiento fisiológico, puede influir el curso de la enfermedad neoplásica. 

En efecto, el estrés se traduce en cambios biológicos compensatorios para hacer frente a las demandas a las que se ve sometido el organismo. 

Sin embargo, la movilización focalizada de recursos o su potencial agotamiento incapacita en alguna medida al organismo para luchar con eficacia con las células cancerosas. 

Dada la relación existente entre los sistemas neuroquímico, hormonal e inmunitario, una perturbación en cualquiera de estos procesos podría incrementar ostensiblemente la proliferación de células cancerosas". 

Un buen resumen acerca de la relación entre el estrés y el cáncer lo expresan Wayner, Cox y Mackay al destacar que:

1. El estrés puede influir sobre la iniciación del cáncer de varias maneras: 

a Aumentando la exposición del sujeto a un carcinógeno; 

b Interactuando con los efectos de un carcinógeno; 

c Permitiendo la expresión de un potencial genético latente a través de un cambio en el sistema hormonal.

2. Una vez establecido el proceso neoplásico, algunas reacciones comportamentales al estrés, tales como un aumento en el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas o unas estrategias psicológicas deficientes para afrontar los problemas, pueden modificar o interactuar en combinación con el sistema neuroendocrino.

3. El bloqueo de ciertas células inmunológicas, tales como los linfocitos NK, debido a la acción conjunta del estrés y del propio tumor, podría aumentar la probabilidad de que determinadas células precozmente transformadas eludieran la acción de las defensas del organismo.


PERSONALIDAD Y CÁNCER

El posible vínculo entre personalidad y cáncer ha sido abordado de manera sistemática y empírica desde hace unos años. 

Viendo los estudios en su conjunto emerge una serie de rasgos y estilos de afrontamiento que puede constituir la "personalidad predispuesta al cáncer". 

Ha sido etiquetada como personalidad "Tipo C" por diferentes autores

Constituye un patrón de conducta contrapuesto al "Tipo A" (predispuesto a la enfermedad coronaria) y diferente al "Tipo B" (tipo saludable). 

Los elementos que definen más especialmente al "Tipo C" son la inhibición y negación de las reacciones emocionales negativas como la ansiedad, agresividad e ira, y la expresión acentuada de emociones y conductas consideradas positivas y deseables socialmente, tales como, excesiva tolerancia, extrema paciencia, aceptación estoica de los problemas y actitudes de conformismo en general, en todos los ámbitos de la vida. 


Algunos autores retratan a esta personalidad como la "típica buena persona" que está deseando siempre complacer y buscar la armonía en las relaciones interpersonales, así como evitar expresar actitudes y reacciones que puedan ofender a otros, incluso en perjuicio de sus propios derechos y necesidades, con el fin último de no propiciar un conflicto. 

Otros autores como Grossarth-Maticek y Eysenck, señalan seis estilos de reacción al estrés. Dos de ellos están muy relacionados con el cáncer:

Tipo 1. Predisposición al cáncer. 

El sujeto tipo 1 se caracteriza por presentar elevado grado de dependencia conformista respecto a algún objeto o persona con valor emocional destacado para él, e inhibición para establecer intimidad o proximidad con las personas queridas. 

Son personas que ante las situaciones estresantes suelen reaccionar con sentimientos de desesperanza, indefensión y tendencia a reprimir las reacciones emocionales abiertas. 

La pérdida del objeto se mantiene como fuente de estrés.

Tipo 5. Racional-antiemocional. 

Se define por la tendencia a emitir reacciones racionales y antiemocionales. 

Este tipo de personas suele suprimir o negar las manifestaciones afectivas, encontrando dificultad para expresar las emociones. 

Debería denotar predisposición a la depresión y al cáncer. Hay predominio de lo racional sobre lo emocional. 

Otras características de personalidad que se han asociado al cáncer son la presencia de altos niveles de depresión, sentimientos de indefensión y pesimismo

Green y Shellenberger realizan un completo resumen sobre las características de personalidad en pacientes de cáncer (Tabla 2). 





TERAPIA PSICOLÓGICA Y EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD

Habitualmente las líneas de tratamiento de la psicooncología se desarrollan en las siguientes áreas: prevención, información al paciente, preparación a la hospitalización y al tratamiento, efectos secundarios al tratamiento, dolor, relaciones familiares, fase terminal, entrenamiento al personal sanitario y adaptación general a la enfermedad. 

 
Además de estas áreas, se puede buscar otros objetivos con la psicoterapia. Hay diversos estudios que intentan demostrar la influencia de la terapia psicológica en enfermos con cáncer con una mayor supervivencia. 

Es ya clásico el estudio de Spiegel de 1989, desarrollado durante diez años que demuestra que mujeres con cáncer de mama metastásico que recibieron tratamiento psicológico, tenían mayor supervivencia que un grupo control que no recibían este tratamiento. 

La publicación de este artículo en Lancet y su posterior comentario en Science tuvo una repercusión importante en las futuras investigaciones sobre el tema. 

Greer y Morris en una investigación longitudinal de más de quince años con pacientes con cáncer de mama, encuentran que las mujeres que se enfrentaron abiertamente a su enfermedad o la negaron, en los primeros meses que siguieron al diagnóstico, consiguieron unas tasas de recidivas muy inferiores a las que afrontaron la enfermedad con actitudes depresivas o de aceptación fatalista. 

Fawzy demostró que la intervención psicológica en pacientes con melanoma redujo la tasa de recidivas.

Ratcliffe señala que el ánimo depresivo en pacientes con enfermedad de Hodgkin o linfoma no Hodgkin es un factor pronóstico independiente para una supervivencia menor. 

Encontraron una mayor supervivencia en pacientes con buenas relaciones interpersonales que pidieron y recibieron ayuda psicológica y que reconocieron la gravedad de su enfermedad con una buena adaptación. 

Otros autores, en Australia, han encontrado influencia del afrontamiento psicológico en pacientes con cáncer de mama metastásico y con melanoma metastásico, en una mayor supervivencia. 

Sin embargo, también se realizan estudios en los que no se demuestra la relación entre psicoterapia y mayor supervivencia. 

Se puede concluir con el comentario que realiza Bayés sobre el tema que parece representar la línea de la psicooncología hoy en día: "En el momento actual: 

a) las intervenciones psicológicas tienen que usarse, siempre que se consideren oportunas, como tratamiento complementario y en ningún caso sustitutorio de las intervenciones biomédicas; 

b) el objetivo básico de las mismas debe ser siempre la mejora de la calidad de vida del paciente; y 

c) hay que admitir la posibilidad, tanto en la investigación como en la clínica, de que los factores psicológicos puedan afectar, directa o indirectamente, positiva o negativamente, al curso biológico del proceso neoplásico y al tiempo de supervivencia del enfermo".

CONSIDERACIONES FINALES

Son abundantes en los últimos años las investigaciones que intentan demostrar la relación entre el estrés, personalidad, acontecimientos estresantes y la aparición del cáncer y su evolución. 

Dentro de la etiología multifactorial del cáncer, los resultados de estas investigaciones parecen señalar la influencia de los factores psicológicos en el cáncer. 

Sin embargo, es necesario continuar con las líneas de investigación y solucionar problemas metodológicos. 

No existen estudios prospectivos y los instrumentos de medida deben de ser más fiables. Asimismo hay que ser muy prudentes con la interpretación que se hace de estos resultados. 

Estas interpretaciones pueden ir al extremo de "causa-efecto", "por haber estado estresado durante un año he tenido un cáncer". No es extraño que, en muchas ocasiones, enfermos de cáncer se sientan culpables por la enfermedad. 

Si asocian que su estilo de personalidad o su respuesta ante situaciones estresantes han favorecido la enfermedad les puede generar una angustia que influya negativamente en su adaptación. Igualmente se pueden sentir excesivamente responsabilizados en la evolución de la enfermedad. 

Es bueno que el enfermo colabore en todos los sentidos en su recuperación y se sienta implicado en el tratamiento, pero los enfermos pueden sentirse muy presionados por los familiares, incluso por los sanitarios, por tener una actitud optimista y "poner de su parte" cuando la extensión de la enfermedad o el estado físico ocasiona otro tipo de respuesta. 

Hay que permitir al paciente responder con sus propias estrategias de adaptación, coherentes a su estilo de personalidad y sin reprimir las emociones que pueda sentir.


Cada año se diagnostican en Andalucía 3.300 casos de cáncer de mama con una supervivencia del 90% con detección precoz. Servicio eficaz donde los haya pero que las compañías de seguros ya se están adelantando a incluir la enfermedad y los gastos ocasionados en sus pólizas por un valor aproximado de 30.000 euros. 

Parece que ni el éxito de los Servicios Públicos de Salud Andaluces se libran del oportunismo de hacer caja a costa de la sensibilidad de la mujer ante la posibilidad  de elegir, llegado el caso, qué hacer y cómo hacer frente a la situación sin estar condicionada económicamente. O esto anticipa posibles recortes que den paso a la privatización de uno de los mejores Servicios Públicos que funcionan en Andalucía o hay gato encerrado en las nuevas ofertas que aseguran desde el nivel inicial o básico (carcinoma in situ), una indemnización rápida en caso de diagnóstico, directa y sin trámites burocráticos ni justificación del uso a que irá destinado el dinero, esto último más sospechoso aún. Aquí, el que no corre, vuela. 

Si un Servicio Público Andaluz, en su buen hacer oncológico, como es el de Salud, necesita cobertura de protección, ¿QUE SEGURO NECESITAREMOS ANTE EL MINISTERIO DE JUSTICIA CON TANTOS LADRONES SUELTOS? 






 















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