LA ZONA PÚBLICA : Calle de Pilar Bardem


Yo soy un niño de la calle. En mi niñez la calle era nuestro hogar y la casa una mezcla de cobijo y de lugar de castigo. Claro que cuando llegué a Moratalaz no teníamos calles sino polígonos. 


De tal manera que los niños nos convertíamos en improvisados agentes de información de los muchos agentes comerciales y distribuidores que se perdían en aquel marasmo desordenado de casas que parecían responder al delirio de un urbanista borracho.

Una calle es un nacionalismo mínimo. Uno es de un país, de una ciudad, de un barrio y de una calle. Pero si coincidimos en que la patria de una persona es la infancia sus límites geográficos son una calle.

El ayuntamiento de Sevilla le quita el nombre de una calle a Pilar Bardem o lo trueca por el de una Virgen para convertir en blasfemia lo que es un acto de sumo rencor. De rencor en su quintaesencia. De alma sucia sin barrendero que pueda limpiarla.


Noticia recogida en el Blog de la Hermandad de Santa Genoveva, en Sevilla, el 29 de marzo de 2012.

El ex alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), anunciaba que cuando tomara posesión de su cargo cambiaría de nombre la calle que el Ayuntamiento dedicó a la actriz Pilar Bardem en 2009, y, aunque se mostró partidario de ponerle otra al escritor y columnista del diario ABC Antonio Burgos, luego aclaró en su Twitter que esto no lo llevaría a cabo y que sólo le retiraría la calle a Bardem. Más.

El nombre de la actriz sustituyó al de General Merry en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, que ordena la retirada de los símbolos del franquismo, aprobada por PSOE e IU, formaciones que gobernaron en coalición. El Partido Popular la rechazó argumentando que la actriz sólo se había caracterizado por insultar a su formación, en alusión a la oposición de un grupo de artistas durante el último Gobierno de Aznar.

Más no nos engañemos. No le quitan una calle a Pilar aunque a la Bardem se la expolien. Privan de una calle a la izquierda. Expulsan del cartel a las mujeres libres. 

Exilian de una calle a los defensores de la memoria, a los irritados, a los guardianes de derechos. Es una patada a un amplio sector de la población en el trasero de Pilar. 

Al estilo inconfundible de los cobardes, de los pistoleros, de los maltratadores, de los miserables.

Ahora me parece más que nunca positiva la decisión del ayuntamiento de Madrid de no dar nombre de calle nada más que a los difuntos. 

Con la muerte las ganas de fastidiar a un cadáver se diluyen, porque para joder como para torturar hay que mantener al odiado vivo y disfrutar de su sufrimiento.


Inauguración del nuevo nombre de la calle Pilar Bardem el 31 de marzo de 2012 en Sevilla. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, presidiendo el cambio de rotulación del nombre de la calle Pilar Bardem por el de Nuestra Señora de las Mercedes, "ejemplo de la iniciativa ciudadana", según Zoido. Más.

Además, si en Madrid se hubiera podido poner calle a vivos hubiera sido un lío para el callejero municipal conociendo la colección de lameculos azules con las que contaba el régimen.

- Oiga, me indica cómo se llega a Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco.

- Con mucho gusto caballero. Toma usted por la avenida del Generalisimo, dobla por la calle de Ferrol, sale justo a la Avenida de Bahamonde y al atravesar la plaza del Caudillo, enfrente de la estatua de “Paco tu eres el más grande", coge el Paseo de El Pardo, dobla por la Avenida del Pazo de Meirás y enfrente del Paseo de Carmen Polo es donde usted lo tiene.

Todavía hoy nos mantienen la ignominia de tener a genocidas dando nombre a nuestras calles. Pero Pilar no se merece esto. Sevilla se cubre de lodo expulsando a una dama de una de sus calles. A los sevillanos honestos se les caerá la cara de vergüenza desde la Giralda al suelo.

Quisiera conocer un día en persona al mentecato al que han regalado la vara de alcalde. Me gusta tener la oportunidad de conocer el rostro de la gente impresentable.



Y cuando se consume la infamia, visitaré esa calle iré a la calle renombrada tocaré cualquier botón y le diré al vecino lo que dicen los empresarios a los obreros, váyase a la puta calle. Pasee hombre que es cardiosaludable aunque el corazón en esta calle sea un órgano prescindible o ya podrido, mal oliente, una víscera inoperante.

No te preocupes Pilar, a la semana de la muerte de Fraga, estos cofrades honestos de la cofradía del santo desprecio, llevan a su máxima expresión aquella frase suya de “la calle es mía”. La calle es de ellos y las estatuas y el contaminado aire. 

Pero no nuestros sentimientos y ahí, Pilar Bardem, siempre, siempre, tendrás el nombre de una calle. No para tu honor sino para que nos sintamos hermosos y grandes. Como tú. Un beso.


TEXTO ORIGINAL MARIANO CRESPO






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