El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado.
No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino.
Todo lo que se come sin necesidad, se roba al estómago de los pobres.
No hay camino para la paz, la paz es el camino.
La violencia es el miedo a los ideales de los demás.
Un minuto que pasa es irrecuperable. Conociendo esto, ¿cómo podemos malgastar tantas horas?
Cada máquina que ayuda al individuo tiene un lugar, pero no debería haber lugar para máquinas que concentran el poder en pocas manos y transforman a las masas en simples encargadas de las máquinas, suponiendo que no las dejen sin trabajo.
Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.
El capital no es un mal en sí mismo. El mal radica en su mal uso.
Los grilletes de oro son mucho peores que los del hierro.
No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.
Si quieres convencer a un enemigo, preséntale los mejores rasgos de su carácter; nunca sus defectos.
No hay camino para la verdad, la verdad es el camino.
Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia.
Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.
Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.
En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos.
El odio nunca es vencido por el odio, sino por el amor.
La verdadera educación consiste en invocar dentro de vosotros lo mejor de vosotros mismos. Qué libro mejor puede existir que el libro de la humanidad?
Ojo por ojo y el mundo acabara ciego.
El que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón.
En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.
No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.
Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria.
No escuches a los amigos cuando el amigo interior dice: ¡Haz esto!
La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.
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