LA ZONA HISTÓRICA : Josefa Trujillo.

La última mujer con vida vejada por el Franquismo en Benamejí (Córdoba) fue enterrada sin reconocimiento.

Josefa Trujillo vivió con miedo desde 1936. Murió de vieja, con 98 años, el lunes, 20 de mayo de 2013, en su localidad natal, Benamejí (Córdoba). Y murió con miedo, sin ningún tipo de reconocimiento ni homenaje público. Su nombre tampoco consta en ningún libro de historia. 77 años de vergüenza. 77 años en los que Josefita nunca llegó a entender qué hizo para que la humillaran.

Josefa Trujillo

En 1936, tras el golpe militar del 18 de julio contra la II República, Josefita la Trompita, como la conocían en su pueblo, huyó al campo. Pero al volver a Benamejí los falangistas la llevaron hasta el antiguo Ayuntamiento, un edificio que ya no existe. Como a otras muchas mujeres, la raparon y la pasearon por el pueblo, para que todo el mundo la viera humillada. 

Josefita era militante del Centro Obrero Socialista de Benamejí, “el centro”, como llaman los mayores a la casa situada en la calle Ermita. Fue la sede de los partidos de izquierdas, hasta que los golpistas lo destruyeron.

Alzar su puño cerrado como forma de saludo, bordar banderas republicanas, participar en una manifestación fueron motivos suficientes para castigar a estas mujeres, que a ojos de los fascistas se habían comportado como hombres.

Remedios la Barranquera, una anciana invidente, fue encarcelada por no confesar el paradero de su hijo, huido a un pueblo vecino que quedó controlado por el gobierno republicano. Varios días después fue sacada de la cárcel y fusilada junto a Pedro Cuenca. Josefita, sin pelo, fue testigo de esa barbarie. Día tras día, noche tras noche, vio cómo al menos 52 hombres y una mujer, en un pueblo de poco más de 5.000 habitantes, fueron asesinados en pocos meses.

Josefita tuvo el miedo metido en el cuerpo desde entonces y nunca logró sacarlo. Varias vecinas le informaron, en agosto de 2009, del decreto pionero aprobado por la Junta de Andalucía para indemnizar a las mujeres vejadas por el Franquismo. No quiso saber nada del asunto. El recuerdo de aquellos días desencajaba su mirada y le producía pánico. “Las mujeres víctimas de este tipo de represión intentan con su silencio que el hecho de la humillación no recaiga sobre sus familias, y aunque hay mujeres que lo relatan sin tapujos, hay algunas que incluso lo ocultaron a sus propias familias, tras huir para siempre de la localidad donde fueron humilladas”, explica la investigadora Pura Sánchez, autora del libro Individuas de dudosa moral. La Junta de Andalucía sólo concedió 114 indemnizaciones.

Toma de posesión del los ediles del Frente Popular en Córdoba

En Benamejí muchas mujeres sufrieron este tipo de vejaciones, llevadas a cabo por los golpistas en toda España. Hoy en día resulta imposible dar una cifra exacta de las mujeres que fueron maltratadas, rapadas o violadas.

Josefita, la última de las mujeres rapadas de Benamejí que aún vivía, fue enterrada en el cementerio de Benamejí el martes 22 de mayo. Ese mismo día el Congreso de los Diputados, con los votos en contra del PP y la abstención de UPyD rechazó condenar de forma expresa el golpe militar del 18 de julio de 1936.

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