El futuro sanitario asistencial que nos depara el Servicio Andaluz de Salud para el 2014.
Las batas blancas se "fugan"
Un estudio llevado a cabo por 'Nespecialist' advierte que 24 especialidades son deficitarias. Mientras, los médicos denuncian la fuga de profesionales al extranjero.
El Sistema Andaluz de Salud (SAS) no contará con suficientes especialistas en seis ramas médicas (cirugía cardiovascular, cirugía pediátrica, neurocirugía, hematología, cirugía general y del aparato digestivo y análisis clínicos) en 2014 si no se adoptan medidas especiales para reforzar y retener a las nuevas generaciones de médicos.
El estudio denominado Nespecialist sobre las necesidades de especialistas en Andalucía advierte que son 24 las especialidades consideradas deficitarias en un plazo de cuatro años si bien son seis las ramas médicas en una situación más complicada ya que arrojan un saldo negativo en el número previsto de profesionales.
El estudio cuantitativo desvela que análisis clínicos es la rama con peor pronóstico al presentar un saldo negativo del 9%.
Es decir, si se mantienen las actuales condiciones Andalucía no contará en 2014 con personal cualificado para cubrir hasta un 9% de los puestos necesarios para realizar los análisis clínicos en el sistema sanitario público.
En cirugía cardiovascular y en neurocirugía, el saldo negativo será del 7%, en cada caso, en el mismo plazo de tiempo; en cirugía pediátrica, faltarán un 5% de los profesionales necesarios; en hematología el saldo negativo será del 2%; y en Pediatría, el saldo será del 0% en la capacidad para la reposición de profesionales, siempre que no se adopten medidas especiales, como pueden ser el aumento de plazas MIR para estas especialidades, la creación de carreras profesionales más atractivas para impedir la fuga de médicos o el retraso de la jubilación de estos profesionales, entre otras.
Las previsiones del informe Nespecialist, que fueron publicadas en octubre de 2010 durante el Congreso de Medicina de Familia de Andalucía organizado por la sociedad médico-científica Samfyc, tienen en cuenta múltiples variables: las jubilaciones, las migraciones de los médicos a otros países, la evolución de la población, las nuevas necesidades asistenciales y el volumen de plazas MIR (médicos residentes), entre otros criterios.
Ante el déficit de especialistas previsto para 2014 en el SAS, la Consejería de Salud ya ha acordado con varias centrales sindicales retrasar, de manera voluntaria, la jubilación de los médicos una vez que han cumplido los 65 años.
El propio gerente del SAS, José Luis Gutiérrez, admitió en una carta enviada a los especialistas que "nos aproximamos ya a ese año crítico que representa 2015 en lo que al relevo generacional de nuestras plantillas se refiere".
En esta misiva, el gerente del SAS añade que "llevamos bastantes meses reflexionando en torno a la conveniencia de prolongar la vida activa de nuestros médicos especialistas".
El retraso voluntario de la jubilación a partir de los 65 años es, en principio, una de las medidas de la Administración para tratar de paliar, en cierta medida, este déficit previsto.
El acuerdo permite además retrasar la jubilación de forma anual una vez cumplidos 67 años.
Para un nutrido sector de médicos postergar de esta manera la jubilación no es la solución definitiva a la falta de especialistas, ya que esta opción es voluntaria.
Los críticos con esta medida advierten que frenará a las promociones de nuevas generaciones de médicos.
Para el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Carlos González-Vilardell, el problema del déficit de especialistas no reside realmente en la falta de médicos españoles, sino en la fuga de éstos a otros países:
"Una carrera profesional poco atractiva en el sistema público conlleva que muchos profesionales con una formación excelente en las universidades españolas prefieran trabajar en países extranjeros o en la sanidad privada, donde los incentivos y las carreras profesionales son más atractivas".
González-Vilardell considera, en este sentido, que la solución a la previsible falta de especialistas en el sistema público pasa por retener a los médicos residentes mediante "una carrera profesional más prometedora e incentivos".
Ante la fuga de médicos, el presidente de los galenos sevillanos, lamenta "que la inversión pública destinada a los años de formación de los especialistas, que es dura, termine en otros países".
Mientras tanto, "al sistema sanitario público, ante la falta de candidatos nacionales, están llegando muchos otros profesionales procedentes de países extracomunitarios", añade González-Vilardell.
Se trata de una contradicción que "terminamos pagando todos", advierte.
El presidente de la Asociación de Pediatras de Atención Primaria de Andalucía, Carlos Valdivia, coincide con el presidente de los médicos sevillanos y reclama un refuerzo de la pediatría en los centros de salud.
En el caso de la Medicina Familiar, aunque la situación ya no es tan crítica, la previsión aún es que será deficitaria si no se mantiene la sobreoferta formativa en el próximo lustro.
Prados recuerda que ésta es una especialidad en la que hay que formar a muchos facultativos porque suponen en torno al 40% del total de los especialistas del sistema sanitario y que una oferta tan numerosa no puede improvisarse.
Además, es un área que debe crecer ya que en la Unión Europea estos profesionales suponen en torno al 50% del total de los especialistas dado que se tiende a potenciar la asistencia más cercana y que mejor resuelve las necesidades de una población envejecida y cada vez más con patologías crónicas.
La última oferta de Andalucía fue de 1.139 plazas MIR. A nivel estatal, ascendió a 7.294.
Sin embargo, para Medicina fue de unas 6.000. Es decir que hay más plazas para estudiar las especialidades médicas que para la propia carrera.
"El acceso a las facultades de Medicina es una puesta atascada", apuntó la socióloga Francisca Vidal, que también participó en la mesa del congreso de Samfyc.
Otro de los problemas, según esta experta, es que no hay un registro nacional de médicos.
Sin un censo fiable, con 47 especialidades médicas, 17 sistemas de salud, un abanico de universidades y una realidad demográfica y profesional en constante cambio, la solución resulta compleja.
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