De la fórmula del Flameado de Moe de Homer Simpson al jarabe para la tos.
El ministerio de Sanidad ha publicado un informe en el que asegura que uno de los componentes con los que se elaboran jarabes para la tos está cobrando importancia como droga entre los jóvenes
Jarabe para la tos. Estos medicamentos, que hasta hace poco contenían codeína, se han convertido en la segunda droga más consumida por los adolescentes en Estados Unidos.
La Agencia Española del Medicamento exigió, por precaución, dejar de dispensarlos sin receta médica en nuestro país.
Ahora no contienen codeína, pero sí dextrometorfano, una sustancia que empieza a cobrar importancia como droga entre los consumidores más jóvenes.
Lo advierte César Pereiro Gómez, autor de "Monografía Patología Orgánica en Adicciones", de 2006 y publicado por el Ministerio de Sanidad el pasado 18 de octubre.
El dextrometorfano o DXM, como se le conoce, hermano de la heroína, es un componente de los jarabes para la tos.
Se venden en las farmacias sin receta médica y por el módico precio de tres euros.
Si la dosis son 15 ml recomendados, los jóvenes se toman 360. Y lo que es peor: lo mezclan con alcohol, ya que son productos solubles en etanol.
Producen un estado inicial de euforia, alucinaciones, pérdida del sentido de la orientación y del sentido del tiempo.
"No saben cuánto tiempo ha pasado desde que se colocan hasta que se les pasa. Pueden tener náuseas, vómitos, ya que se están intoxicando" - según algunos farmaceuticos.
Youtube está plagado de gente que sube sus vídeos colocados.
Lo que se conoce como "Robo-Tripping". En la red, aparecen hasta explicaciones de cómo mezclar el DXM, que, como la codeína, puede comprarse online, con alcohol para conseguir un buen "colocón".
El nombre nace de un popular jarabe, el Robitussin, segundo medicamento más usado para estos viajes (el primero es el Coricidin, unas pastillas conocidas en la calle como triple C o skittles).
Unos 2,4 millones de adolescentes, uno de cada 10, se colocaron con esos medicamentos vendidos sin receta en el 2005.
Es el mismo porcentaje de consumidores de cocaína en esa franja de edad y supera incluso el consumo de metanfetaminas (drogas de diseño).
El uso de pastillas y jarabes para la tos y el resfriado como si fueran drogas inductoras de estados alterados de conciencia --para "colocarse"-- se ha disparado y, según el Centro de Control de Envenenamientos de California, ese consumo es ahora 10 veces mayor que en 1999.
En 1973 se retiró del mercado un producto similar, llamado Romilar, al descubrirse que se utilizaba para esos fines, pero reapareció con fuerza a finales de los 90.
En el último año el uso de estos medicamentos como drogas ha aumentado el 50%, impulsado sobre todo por jóvenes de 9 a 17 años.
Los de 15 y 16 años son quienes más lo consumen, seguidos de los de 12.
"Existe la sensación de que no es dañino porque no es ilegal y da una falsa sensación de seguridad", dijo Misty Fetko, un padre que vio morir a su hijo por el consumo de este tipo de mezcla.
"Internet es un peligro - advierte Marta Torrens, directora del programa de adicciones del Hospital del Mar de Barcelona - está cambiando las redes de tráfico de drogas.
Misty Fetko precursora de la campaña, después de perder a su hijo durante una entrevista.
La historia nos ha demostrado que todo lo que pasa en Estados Unidos, acaba saltando a Europa.
Es difícil de controlar, pero sí se puede prevenir en casa. No debemos acumular medicamentos. Hay que devolverlos a la farmacia cuando dejemos de utilizarlos".
Sanidad mantiene la alerta ante un aumento inexplicado del consumo de los jarabes de la tos.
Si se produce un "pico" en el consumo, este organismo podría exigir que se dispensen con receta médica.
Pero mientras llega esta decisión, la mayoría de las farmacias han optado por no venderlo si detectan que su uso no va a ser estrictamente medicinal.
Muy buena información. Hace muuuchos años que se hacen bromas con el "toque" que da el jarabe para la tos, pero parece que nuestros gobiernos luchadores contra el "flagelo de la droga" no se han enterado, son muy buenos amigos de la industria farmacéutica.
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