LA ZONA PÚBLICA : El Fomento del Milagro

La Unión Temporal de Empresas Velasco-Heliopol, adjudicataria desde julio de 2011 de la conservación y la explotación de diversos tramos de carreteras de la red estatal en Huelva, investigará las prácticas denunciadas por ex trabajadores de la UTE que señalaban a los encargados onubenses de la misma, así como a algunos funcionarios dependientes del Ministerio de Fomento, como responsables de presuntas prácticas irregulares encaminadas a desviar parte del dinero de la adjudicación.


Así, según pudo saber EL MUNDO de Andalucía, la empresa había recibido con "sorpresa" esta denuncia, y tenia la intención de depurar las responsabilidades pertinentes en caso de confirmarse estas prácticas, entre las que se encontrarían el depósito de vertidos en lugares no autorizados pese a cobrar la factura por llevarlo a vertedero, el engrosamiento de las facturas de materiales utilizados en las tareas de mantenimiento, o la utilización de mano de obra y materiales propios de la empresa en trabajos ajenos a la labor de la misma.

La UTE, que al resultar adjudicataria en 2011 del contrato de servicios para la ejecución de diversas operaciones de conservación y explotación en la A-49, la H-31 y la N-435 asumió a la totalidad de la plantilla de la empresa encargada de estos trabajos con anterioridad, ha llevado a cabo su tarea desde entonces "con total normalidad", y no habría tenido noticia hasta ahora de la existencia de este tipo de prácticas, que achaca en todo caso a personas que "a título particular" estarían presentando estos comportamientos "totalmente ajenos a la trayectoria de empresas serias, éticas y consolidadas".

Así, y pese a que por ahora no habían emitido comunicado oficial, tanto Velasco como Heliopol se habrían comprometido a investigar la veracidad de las acusaciones de los cuatro ex trabajadores que supuestamente fueron despedidos al comenzar a denunciar públicamente lo que tachaban de "estafa continuada" a las arcas públicas.

Con mano de obra y materiales de la empresa concesionaria de la conservación de carreteras y, por tanto, con cargo a fondos públicos. Los responsables del Ministerio de Fomento encargados de la adjudicación a dicha empresa habrían utilizado, según la denuncia de los ex trabajadores investigada por el propio Ministerio, materiales y trabajadores de dicha empresa para llevar a cabo obras en viviendas particulares como la de la fotografía.

Estafa que desde la central de la empresa aseguran desconocer, y que se apunta como totalmente ajena a la misma como entidad empresarial, responsabilidad, en todo caso, de cargos que habrían sido "heredados" de la anterior concesionaria del servicio, a la que se subrogó la plantilla –con muchos trabajadores en el mismo puesto desde hace más de una década- al completo.

Algo en lo que también se insiste desde el Ministerio de Fomento, que está igualmente investigando esta denuncia que hace referencia, según el propio testimonio de los trabajadores, a prácticas que "vienen de lejos" y que, pese a no haber salido a la luz hasta ahora, llevarían años ejecutándose.

El depósito de vertidos contaminantes en sitios no autorizados o el enterramiento de cadáveres de animales "en mitad del campo", cuando se supone que han de ser llevados a un crematorio

Éstas, junto al "engrosamiento continuado" del valor de las facturas, son algunas de las irregularidades que ex trabajadores de la Unión Temporal de Empresas UTE Heliopol-Velasco, concesionaria del mantenimiento de ciertos tramos de la Red de Carreteras del Estado en Huelva, denunciaron y que motivaron que el Ministerio de Fomento abriera la investigación.

Los ex trabajadores, que fueron despedidos al empezar a denunciar públicamente estas prácticas irregulares, afirmaron que las mismas se habían venido sucediendo a lo largo de los últimos años y que suponen una "estafa continuada" a las arcas públicas, así como un menoscabo al medio ambiente, puesto que "en muchas ocasiones, son residuos tóxicos, o hierro puro, lo que se entierra en parajes, en zonas de campo".

Trabajadores cargando Material de la empresa para utilizarlos, supuestamente, en la Obras particulares. /H24

Así, estos empleados acusanron al vigilante de la empresa de "aprobar, a diario, partes de trabajo que se realizaban de forma irregular", dando el visto bueno, por ejemplo, al depósito de escombros "en lugares apartados y no en vertederos", pese a que "posteriormente se certificaba una cantidad concreta por un supuesto servicio de vertedero que realmente no se había pagado"; o al enterramiento de residuos o animales atropellados en las carreteras "en zonas no habilitadas para ello".

Según esta misma denuncia, este desfalco del dinero consignado para el mantenimiento de las carreteras también se llevaba a cabo de manera usual a base de "inflar" las cantidades de materiales utilizados en las tareas de reparación. "Si había que rellenar un badén para el que se necesitaban 23 metros cúbicos de hormigón, el encargado nos decía que apuntásemos 30, lo que supone cobrar un camión de hormigón más, que tiene un precio de 500 euros. Y eso lo hacían a diario", afirman estos trabajadores, asegurando que lo mismo sucede con los arreglos de luminarias, "cobrando el doble de bombillas de las que realmente se ponen, y encima cobrándolas a un precio superior, porque en vez de 400 vatios –las que tienen que llevar las farolas de la autopista- se ponen de 250".

Todos los responsables de la obra, implicados

Con este tipo de prácticas, según la denuncia, llegan a defraudarse "miles de euros, millones", en una estafa que estaría propiciada –siempre según la versión de estos empleados- por el jefe de obra de la empresa, el encargado, y el vigilante de la misma, todos ellos con la connivencia del funcionario responsable de la adjudicación –dependiente del Ministerio de Fomento- que, a cambio, supuestamente habría conseguido colocar a sus hijos en la compañía, en puestos de trabajo en los que aún permanecen, y pese a que la empresa ha tenido que llevar a cabo varios despidos, según aseguró a los trabajadores, "por orden del Ministerio".



Despidos que afectaron únicamente a los cuatro denunciantes, que afirman haber sufrido previamente un "continuo acoso" por parte de los responsables, que habrían llegado a obligarles a realizar manualmente trabajos que han de desarrollarse con maquinaria especializada. 

Así, y pese a que la empresa alegó "causas objetivas" para su despido, estos ex empleados defienden que el mismo viene motivado por su intención de destapar estas prácticas irregulares, ya que el jefe de obra llegó a "amenazarnos verbalmente para mantenernos en silencio".


De hecho, y pese a que los familiares tanto del funcionario como del vigilante –que también habría logrado un trabajo para su hermano- apenas contaban con experiencia, "la empresa decide prescindir de cuatro empleados, de entre 5 y 12 años de antigüedad, y mantener los puestos de trabajo de los cuatro familiares contratados a dedo que habían comenzado a trabajar para la concesionaria algunos meses antes".

Con mano de obra y materiales de la empresa concesionaria de la conservación de carreteras y, por tanto, con cargo a fondos públicos. Los responsables del Ministerio de Fomento encargados de la adjudicación a dicha empresa habrían utilizado, según la denuncia de los ex trabajadores materiales y trabajadores de dicha empresa para llevar a cabo obras en viviendas particulares.



Así se afirma en la denuncia, donde se hace constar que la casa de campo del funcionario responsable de la concesión se construyó "utilizando personal, materiales y vehículos pertenecientes a la empresa, y costeados por la misma". Son estos mismos trabajadores -que afirman que fueron despedidos cuando comenzaron a denunciar públicamente estas prácticas- los que fueron obligados a prestar sus servicios no sólo en la edificación de esta casa -una nave de aperos en término municipal de La Palma del Condado-, sino también en las reparaciones o reformas llevadas a cabo por el resto de los responsables de la empresa UTE Velasco-Heliopol- en sus viviendas.

"Era lo más normal del mundo que te llevasen, en horario de trabajo, a hacer arreglos a su casa. Desde construcción pura y dura hasta la instalación eléctrica, nos utilizaban para todo". De este modo, los responsables de la empresa no sólo se ahorraban la mano de obra, sino también los materiales, que supuestamente cogían del almacén de la empresa y transportaban utilizando igualmente los vehículos del trabajo.


Hasta el equipo de una de las farolas de la A-49-concretamente, la número 14, en la zona de Niebla-, que funcionan con placas solares cuyo valor -baterías incluidas- asciende hasta los 3.000 euros, tuvo que ser desmontada por estos operarios, que posteriormente procedieron a su instalación en la citada finca, aunque sospechan que actualmente ya no se encuentra allí. "Creo que en este momento, temiendo que nosotros hablásemos, lo ha quitado; pero que lo montó en su casa lo sé seguro, porque lo tuve que montar yo con otro compañero", explica uno de los denunciantes.

Según la denuncia, el uso del material y los medios de la empresa -costeados a cargo de fondos públicos- se trasladaba igualmente a los vehículos oficiales, que eran utilizados de manera habitual para cometidos ajenos a la labor propia de la empresa. Así, y tal y como demuestran documentos gráficos que obran en poder de los denunciantes, el vigilante encargado de certificar los trabajos de la concesionaria, dependiente del Ministerio de Fomento, utilizaba habitualmente el coche oficial para ir de caza, incluso por la noche.


Residuos depositados en sitios no autorizados que según la investigación de los Inspectores de Fomento estaban compuestos por escombros, residuos tóxicos y mallazos en lugares como el Cruce de Niebla, en Huelva y Bollullos del Condado o Chucena, así como de otra práctica habitual consistente en reutilizar material que ya se había retirado y facturado como si se hubiera llevado al Vertedero, para llevar a cabo nuevos trabajos, y cobrandolo por tanto, dos veces, ya que cuando se reutilizaban se apuntaba como si se hubiera comprado nuevo. Todo ello, según los testimonios, supervisado y enconmendado por Francisco Gutierrez de la Rosa

Por su parte, el funcionario responsable de la adjudicación ha dispuesto durante mucho tiempo de un vehículo -un Seat Exeo de color negro- para su uso y disfrute personal cedido por otra empresa concesionaria de la red de conservación de carreteras, en la que su hijo trabaja como segundo jefe, y además del coche oficial -con chófer incluido- del que dispone debido a su cargo. A cambio, hacía la vista gorda en la supervisión de los trabajos realizados por la empresa, que engrosa facturas para su propio beneficio.

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