Doce nuevas esfinges han sido halladas entre Luxor y Karnak. Las estatuas estaban situadas en la avenida que unía ambos templos, de casi tres kilómetros de longitud

Un equipo de arqueólogos ha descubierto doce nuevas esfinges, estatuas con cuerpo de león y cabeza humana o de carnero, en la antigua avenida que unía los templos faraónicos de Luxor y Karnak, a 600 kilómetros al sur de El Cairo.

Según el Consejo Supremo de Antigüedades, estas esculturas datan de la época del último rey de la XXX dinastía faraónica (343-380 a.C.).
La avenida, flanqueada por una doble fila de esfinges que representaban al dios Amon-Ra, tiene unos 2.700 metros de largo y 70 de ancho y fue construida por Amenhotep III (1372-1410 a.C.) y restaurada, posteriormente, por Nectanebo I (380-362 a.C.).
AmenhotepIII Nectanebo I
Hasta el momento sólo han sido desenterrados veinte metros de los seiscientos que componen el nuevo camino, y que continúan las excavaciones para descubrir el resto de este trayecto, construido con piedra arenisca, una señal de la importancia que cobró en su tiempo.
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawas, explicó que el camino hallado era el que se utilizaba para trasladar en procesión a la imagen del dios Amon en su viaje anual al templo de Luxor, para encontrarse con la imagen de su mujer Mut.

El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawas, explicó que el camino hallado era el que se utilizaba para trasladar en procesión a la imagen del dios Amon en su viaje anual al templo de Luxor, para encontrarse con la imagen de su mujer Mut.
mut
Asimismo, esta vía era utilizada por el rey cuando participaba en ceremonias religiosas, según Hawas.
Todavía hoy el paseo entre los templos de Lúxor, en el centro de la ciudad moderna y Karnak, situados a casi tres kilómetros uno del otro -lo que se denomina Kabash path o Sphinx Alley-, se realiza en varios tramos entre esfinges.

Parte de las esfinges que se ven están rotas o derribadas y otras son un elemento tan cotidiano que la gente pone a secar la ropa en ellas.
En algunas zonas, se pueden apreciar alineamientos de esfinges en diversas direcciones que apuntan hacia recintos sacros que ya no existen.

Si la gran avenida discurre más o menos paralela al Nilo, otra que se ha descubierto, y en la que han aparecido las nuevas esfinges, va hacia el río.

Desde hace tiempo, el Gobierno egipcio está desarrollando el proyecto de excavar y rehabilitar algunas de esas avenidas que son un buen reclamo para el turismo.
La iniciativa, que sobre todo pretende reconstruir la vía entre los dos emblemáticos templos y convertirla en un gran museo al aire libre, avanza a ritmo lento.
Cosa lógica porque aquí y allá la vieja vía sagrada se interrumpe por edificios que habría que demoler para devolverle al camino su aspecto monumental original.

En algún caso han aparecido esfinges dentro de las casas -y varias ahí siguen-.
Zahi Hawass, ha subrayado que el propósito de los trabajos es restaurar la avenida tal y como era en tiempos de los faraones y abrirla a los turistas.
La inauguración oficial está prevista para el próximo marzo de 2011. Durante los trabajos no sólo han aparecido esfinges sino otros notables testimonios arqueológicos como el primer cartucho (inscripción real) con el nombre de Cleopatra que se encuentra en Lúxor.

En su evocador estilo, Hawass destacó que la reina y Marco Antonio visitaron juntos la avenida y posiblemente ella encargó trabajos de rehabilitación, lo que explicaría la presencia de su nombre. También se ha hallado restos de edificios romanos.
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