Según un informe secreto, los funcionarios norteamericanos hicieron caso omiso a la orden del presidente Harry Truman dando cobijo a varios militares de guerra Nazis.
Un informe hasta ahora secreto sobre la operación de caza de nazis por parte del Gobierno de EEUU concluye que funcionarios de inteligencia ofrecieron refugio en el país a nazis y sus colaboradores tras la II Guerra Mundial.
"EEUU, que se vanagloriaba de ser un refugio seguro para los perseguidos, se convirtió a pequeña escala en un refugio seguro también para los perseguidores", afirma el informe de 600 páginas que se ha filtrado a la prensa.
El diario The New York Times fue el primero en obtener una copia del informe que el Departamento de Justicia había tratado de mantener en secreto durante los últimos años.
El informe aparece publicado también en la página web del National Security Archive, un grupo de investigación independiente ubicado en la Universidad George Washington de la capital estadounidense.
El análisis evalúa tanto los éxitos como los fracasos de los abogados, historiadores e investigadores de la Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia (OSI), que se creó en el año 1979 para deportar a nazis.
El informe documenta cómo funcionarios estadounidenses que recibieron el cometido de reclutar a científicos tras la II Guerra Mundial hicieron caso omiso de la orden del presidente Harry Truman de que no se reclutase a nazis o personas afiliados con ellos.
Los investigadores del OSI señalan en el informe que a algunos nazis "se les garantizó ciertamente la entrada en EEUU" a pesar de que los funcionarios del Gobierno conocían su pasado.
Arthur Rudolph, uno de los cientos de científicos extranjeros reclutados para trabajar en EEUU tras la guerra dijo a los investigadores en 1947 ser el director de una fábrica que fabricaba cohetes en la que se obligaba a trabajos forzosos.
El informe asegura que los funcionarios de inmigración sabían que Rudolph había sido miembro del partido Nazi pero aun así lo dejaron entrar en EEUU por su conocimiento sobre cohetes.
Arthur Rudolph
Otro de los casos que se menciona es el de Otto Von Bolschwing, que trabajó con Adolf Eichmann, uno de los arquitectos del Holocausto, y que trabajó como agente de la CIA en EEUU tras la II Guerra Mundial.
El documento detalla cómo la agencia de espionaje debatió en una serie de informes internos qué hacer si se descubría el pasado de Bolschwing si negar cualquier afiliación con los nazis o explicarlo.
La CIA contrató a Bolschwing durante la Guerra Fría por sus conexiones con alemanes y rumanos. Por su parte el Departamento de Justicia intentó deportarlo en 1981 tras averiguar su pasado, pero el ex nazi murió ese mismo año.
Otto Von Bolschwing
Desde la creación de la OSI EEUU deportó a más de 300 nazis. Así el New York Times recuerda que el informe sobre la caza de nazis es obra de Mark Richard, un abogado del Departamento de Justicia.
Karl Adolf Eichmann
Tras editar la versión final en el año 2006, pidió a altos funcionarios del Departamento de Justicia que publicasen el informe pero su solicitud fue denegada.
Mark Richard
El Times asegura que cuando descubrió que tenía cáncer, Richard dijo a un grupo de amigos que uno de sus deseos antes de morir era ver el informe publicado.
El abogado murió en el 2009 sin ver su sueño cumplido. El ahora fiscal general, Eric Holder, habló durante su funeral.
Desenredando la madeja
Los científicos "reclutados" por los EE UU, alemanes muy brillantes trabajaron para el régimen nazi en las décadas de 1930 y 1940, creando el misil V2.
Cuando la guerra finalizó, los Estados Unidos intentaron desesperadamente conseguir a estos científicos antes que los rusos.
La necesidad de aprovechar sus conocimientos para obtener la superioridad militar se puso por delante de cualquier preocupación de llevar a estos criminales ante la justicia.
La necesidad de aprovechar sus conocimientos para obtener la superioridad militar se puso por delante de cualquier preocupación de llevar a estos criminales ante la justicia.
El trabajo de estos científicos durante la guerra escondía un sombrío secreto.
Centenares de prisioneros esclavizados murieron mientras construían el V2.
En 1945, existió una auténtica persecución en Alemania para conseguir a estos expertos antes que los rusos. Pero las manos de los genios de los cohetes estaban manchadas de sangre.
Los cazadores del Departamento de Inteligencia del Ejército de los Estados Unidos estaban liderados por el Mayor Robert B. Staver, del Despacho Especial de Investigación del país.
En 1945, existió una auténtica persecución en Alemania para conseguir a estos expertos antes que los rusos. Pero las manos de los genios de los cohetes estaban manchadas de sangre.
Los cazadores del Departamento de Inteligencia del Ejército de los Estados Unidos estaban liderados por el Mayor Robert B. Staver, del Despacho Especial de Investigación del país.
La caza de los científicos de los cohetes comenzó a principios de 1945. Y Stavers fue el inspirador de la Operación Overcast.
Su trabajo consistía en identificar, capturar y evacuar a todos los grandes científicos nazis cuyos conocimientos pudieran mejorar la máquina militar norteamericana.
Su trabajo consistía en identificar, capturar y evacuar a todos los grandes científicos nazis cuyos conocimientos pudieran mejorar la máquina militar norteamericana.
Todos ellos lucen hoy dia como pensionistas, pero todos ellos ocho son hombres malvados que cometieron los mas horribles crimenes que la humanidad haya conocido.
Como parte del plan, los científicos también tenían permiso para llevar consigo a sus familias. Dicho de otra manera, los Estados Unidos deseaban que se sintieran satisfechos ya que ello los ayudaría a realizar un buen trabajo.
En lo alto de la “lista negra” de Staver se encontraba Wernher von Braun. Wernher era el científico responsable del misil V2 de Hitler.
El mayor de las SS Wernher von Braun en 1943 (círculo rojo). Presentación a los dignatarios nazis del centro de investigación Peenemünde donde fue concebida la «guerra de las galaxias» y realizados los cohetes V2 nazis. Von Braun se convirtió posteriormente en director de la NASA estadounidense.
Nota desclasificada del jefe del Estado Mayor de la US Air Force, del 2 de junio de 1953, en la que hace constar que 820 científicos nazis han sido ya reclutados en el marco del proyecto Paperclip.
La Operación Overcast desembocó en la Operación Paperclip, que transfirió y estableció a Von Braun y a su equipo en los Estados Unidos, en donde contribuyó significativamente a los programas espaciales y de misiles norteamericanos.
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Entre estos científicos también se encontraba Arthur Rudolph quien junto con Von Braun, ayudó a desarrollar el cohete Saturno V y el misil Pershing.
En 1975, Von Braun recibió la Medalla Nacional de la Ciencia.
Poco a poco, las atrocidades cometidas comenzaron a hacerse públicas.
Hubertus Strughold. Científico nazi que experimentó con cobayas humanas, generalmente prisioneros de guerra, la resistencia al frío del cuerpo humano, este era el triste final para miles de deportados en el campo de concentración de Dachau. Hubertus Strughold fue reclutado para el proyecto Paperclip.
Se descubrió que Von Braun había trabajado estrechamente con Hans Kammler, un ingeniero y general de la SS responsable de la construcción de algunos campos de concentración nazis como el de Auschwitz.
Hans kammler
Por otra parte, Arthur Rudolph, en su día ingeniero jefe de la fábrica de cohetes V2 en Peenemünde, también había apoyado la idea cuando la falta de mano de obra comenzaba a amenazar la existencia del programa.
Las condiciones de los prisioneros esclavizados eran deplorables y se calcula que murieron más personas construyendo los cohetes V2 que las que fueron alcanzadas por ellos.
Von Braun admitió haber visitado la fábrica en Mittelwerk, pero siempre defendió el hecho de no haber presenciado maltrato hacia sus trabajadores.
Para dicho fin, los prisioneros fueron deportados o trasladados al campo de concentración de Dora-Mittelbau.
Los primeros 107 prisioneros llegaron al campo procedentes de Buchenwald el 28 de agosto de 1943.
El 2 de septiembre de 1943, otro transporte procedente de Buchenwald, llegó al campo con 1.223 prisioneros.
La mayoría de los presos eran varones, pero también había mujeres, la mayoría de ellas en el subcampo de Gross-Werther.
Hasta la primavera de 1944, los prisioneros fueron mantenidos principalmente bajo tierra, desprovistos de luz natural y aire fresco, y encerrados en túneles inestables, galerías subterráneas, sometidos diariamente a un trabajo forzado entre 12 y 14 horas y relevándose sin ver la luz de día.
Las tasas de mortalidad fueron mucho más grandes que en la mayoría de los campos de concentración. Los prisioneros demasiado débiles para trabajar eran enviados a Auschwitz o Mauthausen, para ser asesinados.
En 1944 se construyó una zona donde los trabajadores podían ser alojados, al aire libre, en la parte sur de la zona de la factoría principal.
A pleno rendimiento en la producción de cohetes, en otoño de 1944, Dora-Mittelbau tuvo una población media de presos de 12.000 personas.
El octubre de 1943 el número de presos del campo era de 7.000 y aumentó a 12.000 en enero de 1944. A finales de enero de 1945 había más de 19.000 presos en el campo.
Mientras que los proyectos de construcción de los túneles subterráneos se aceleraron, la población del campo y subcampos aumentó de 15.000 en septiembre de 1944 a 20.000 en marzo de 1945.
Desde el inicio del funcionamiento del campo y hasta abril de 1944, 5.882 personas murieron en el campo.
De éstos, 2.882 murieron por el agotamiento del trabajo y fueron incinerados en los hornos en Buchenwald (la SS no construyó un crematorio en el campo hasta más adelante).
Desde el inicio del funcionamiento del campo y hasta su liberación más de 60.000 prisioneros pasaron por el campo, de ellos 26.500 murieron o fueron asesinados por diferentes causas.
Sin embargo, numerosos testimonios contradijeron estas afirmaciones, alegando que éste sí había presenciado el trato inhumano que se infringía a los trabajadores día tras día.
Una carta de la época de la guerra reveló que Von Braun llegó a elegir esclavos en el campo de concentración de Buchenwald.
Las autoridades norteamericanas sabían perfectamente de qué se había encargado Von Braun, pero decidieron ignorar sus crímenes.
Von Braun murió en 1977 y mientras tanto, muy lentamente, la indignación comenzó a contagiar a la opinión pública. Con el paso del tiempo, resultaba imposible ignorar todo lo que había ocurrido.
Arthur Rudolph, por su parte, se había retirado en 1969, recibiendo dos medallas de honor al mérito de la NASA.
En septiembre de 1982, sin embargo, recibió una carta del recién creado Despacho de Investigaciones Especiales, solicitándole una entrevista.
Rudolph fue interrogado sobre los nazis y la utilización de los prisioneros en los campos de concentración de Mittelwerk.
Rudolph fue interrogado sobre los nazis y la utilización de los prisioneros en los campos de concentración de Mittelwerk.
Mientras transcurría la investigación, Rudolph voluntariamente hizo uso de su ciudadanía norteamericana, abandonando los Estados Unidos para regresar a Alemania.
El gobierno alemán emprendió su propia investigación, excusando a Rudolf de cualquier mala conducta.
Otras organizaciones, incluyendo la Organización Judía Mundial, encontró testimonios de las atrocidades cometidas en la fábrica de los misiles V2.
Rudolph solicitó un visado en 1989 para comparecer en la celebración de los primeros 20 años de la llegada del hombre a la Luna pero le fue denegado por el Departamento de Estado norteamericano.
Grupos neonazis organizaron varias demostraciones de apoyo al científico.
Arthur Rudolph falleció en Hamburgo en 1996.
Arthur Rudolph falleció en Hamburgo en 1996.
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