LA ZONA DE LA TELE : Miserias de Luxe de la España "Cañí"

El Premio Ondas Jorge Javier Vázquez, presentador de todo lo presentable de la Cadena Amiga y actualmente endiosado y con la autoestima todo lo alta que su corta estatura le permite, ha revolucionado las redes sociales.


El alma del difunto Tomate tuvo a bien llevar a su Deluxe a la ex concejala de Los Yébenes Olvido Hormigos. ¿El motivo? Para que rajara de Lydia Lozano, antigua compañera suya en el reallity piscinero del que disfrutaron meses atrás. Ya los palmeros del Señor Ondas habían machacado durante el total de la semana a la Lozano, pero como no era suficiente, decidieron invitar a Olvido. Durante la entrevista, tanto a María Patiño -famosa por el tamaño de su vena- y a Jorge Javier les debió de dar un cortocircuito que les hizo defender a la Lozano. Después del vapuleo que la periodista sufrió durante los días previos, se fueron a acordar en ese momento, atacando a la habitante más célebre de Los Yébenes.

Durante la publicidad, María Patiño tuvo a bien recordarle a Hormigos el vídeo por el que saltó a la fama y Olvido hizo lo propio con ella, mencionándole aquel en el que salía un poco alegre. 


Al regreso, Jorge Javier se puso como un energúmeno, calificando el hecho por parte de Olvido como una “hijoputez” -eso sí, el vídeo no lo pusieron-, calificando a la invitada como “cerda”, “asquerosa”, a la que “ya hemos usado” y agarrándola de un brazo para detener su marcha mientras continuaba humillándola. Si la política trató de irse y le pidió que la soltara, el Ondas se enfadó aún más, gritándole que su carrera televisiva acababa en ese momento -¿quién es él para vetar a nadie de la pequeña pantalla?-, que era lo más asqueroso que había tenido en un plató y continuando con su sarta de improperios durante un buen rato.

Quizá, el rey de los tomates se solidarizaba con Patiño por sus famosas fotos en estado de euforia y por eso le entró en esta ocasión la locura.

La semana anterior, había hecho lo propio con Remedios Torres, madre de María José Campanario, al no responder lo que él pretendía y expulsándola también del plató de muy malas maneras.


Sin embargo, todos recordamos aquel poli deluxe en el que Coto Matamoros le respondió negativamente a la pregunta sobre si la homosexualidad le parecía natural y Vázquez abandonó el plató en una perreta de niño pequeño. Eso el gran presentador. Se marchó él. Porque no se atrevió con un tío como un castillo de grande. Porque sólo se crece con las mujeres, demostrando una misoginia y una violencia intolerables en cualquier horario.

Jorge Javier, torres más altas han caído y ya no hay quien te soporte, aunque te creas por encima del bien y del mal. Tras el vergonzoso episodio con Olvido Hormigos, pronto fue trending topic #jjvazquezalacalle, permaneciendo impertérrito durante toda la noche. Eso sí, con lo que le gusta al de Badalona cacarear cada vez que algo en sus programas es TT, esta vez se calló como las putas en cuaresma.

Hasta una recogida de firmas se creó, señoras y señores, para pedir que a este copador de pantalla le eliminaran el programa:

Que, si la queréis firmar, no seremos nosotras quienes os animemos a no hacerlo.


El modelo televisivo que está ofreciendo el programa Sálvame y su sucedáneo Sálvame Deluxe es un modelo violento que incita a los telespectadores a asumir la agresión como respuesta, sea cual sea la pregunta. Nos devuelve al patio del colegio, ensalzando a los matones y situando a las víctimas en una situación de indefensión total.

Es necesario en este país crear un comité de regulación del contenido audiovisual que sancione duramente las actitudes que se suceden semana tras semana en estos programas. Desde esta plataforma ya hemos denunciado las consecuencias que tienen en la salud y estabilidad de los participantes en realities o relacionados con el espectáculo patrio. Hemos visto cómo se han destruido a personas por el brutal objetivo de conseguir dinero. Destruyeron a Raquel Mosquera y a Tamara, lo intentaron con Mar Flores, fueron condenados por atacar a Carmen Lomana y han sido denunciados por lo propio con Lucía Etxebarria. Y sólo hemos dado cinco nombres del tremendo curriculum sanguinario del que presumen.


Sin embargo, cuando tienen que medirse ante gente del calibre de Coto Matamoros o Poli Díaz, se callan. Se convierten en lo que, sin duda, tuvieron que ser alguna vez: los niños perseguidos del patio del colegio. Sorprende que alguien como Jorge Javier Vázquez, que ha presumido de salir indemne del acoso de sus compañeros por ser la marica gordita en sus años de colegio, instituto y universidad, sea ahora el perro alfa de esta panda de energúmenos de Telecinco. Y sorprende más cuando se las da de periodista, de Premio Ondas, de moderador, y es un azuzador de Rottweillers que no entiende el compromiso con la veracidad que tiene un informador y un presentador de programa.

No sirve la excusa de que el horario no es infantil. Se educa de igual manera a adultos como a niños. Se establece un modelo de conducta agresivo y violento que queda en el subconsciente general y que estalla en situaciones de tensión laboral, familiar o de entorno. 

¿Hasta qué punto son estos programas los inductores de los problemas de violencia a los que nos enfrentamos en la calle? 

Mamamos constantemente agresiones físicas y verbales, interiorizamos las respuestas de los modelos televisivos y las adoptamos como propias en nuestra interacción con otras personas. Y los conductores de este tipo de programas son los primeros que tendrían que tener en cuenta la responsabilidad que cae sobre quien está bajo los focos y es espejo de comportamiento para el que está frente al televisor.


El contenido de estos programas de horario protegido se repite por las tardes durante semana, se cuelga en la red y se comenta en las plataformas de las redes sociales. Los adolescentes, altamente influenciables como todos sabemos, están en contacto directo con estos patrones de comportamiento. Se asume como disciplina que el abucheo y abuso del débil propicia el éxito del matón, y esto deriva en la asunción de culpabilidad de la víctima y su posterior escarnio. Tomamos como normalidad la violencia. Y la justificamos, porque la aplaudimos. Cuando tenemos delante nuestra una víctima, no la reconocemos, porque hemos entendido que es un rol que se repite. Y, lo que es más lamentable, no la ayudamos.

Sirva este texto para reconocer a todas las víctimas públicas que Telecinco y sus perros han amedrentado y utilizado. Y a todas las víctimas anónimas con las que se ha repetido el patrón inducido por este tipo de programas en su vida diaria.


AllegraMag

¡Sálvame!


Observo pasmado de espanto cómo prolifera el tontolitarismo televisivo, la dictadura del morbo, la telecaspa, donde reina el gualtrapa cotilla Jorge Javier Vázquez y la muy zafia y vulgar Belén Esteban; junto a sus palmeros, esa caterva de ex-grandes hermanos cuyo impúdico exhibicionismo provoca el patético voyeurismo de sus millonarias audiencias. 

El programa de Tele Cinco “Sálvame” ha cumplido cinco años. Funciona el circo de “a mayor zafiedad, mayor audiencia”. ¿Qué exhibicionismo de cochambre moral!. Aquí no hay tomate, aquí hay desvergüenza. Estercolero de telebazofia. Bufones televisivos capados de imaginación. Patio de cotorras. Zoco de insidias. 

Jorge Javier Vázquez pide la muerte de la Academia de TV por ningunear “Sálvame”. Los premios, como el amor, no se mendigan, se conquistan. Neorrealismo televisivo llama Jorge Javier a esta cosa, que no es entretenimiento, es algo dañino y nocivo. Entretener lo hacía Narciso Ibáñez Serrador, Alfredo Amestoy, Jaime de Armiñán, JoséMaría Iñigo, Antonio Mercero……. 

Este espectáculo de la indignidad me parece indefendible. Llevan cinco años dando hilo a la cometa y comprendo que la paciencia de algunos famosos se agote ante el feroz acoso a que les somete este tipo de periodismo más amarillo que la hepatitis B. Jorge Javier es un alcahuete que manipula todo cada tarde con descaro de sinvergüenza. Echo en falta una crítica de TV que se imbrique a fondo con este tipo de programas. “Sálvame” se basa en datos no contrastados rumores elevados a categoría de noticias, fuentes desconocidas o arroyos infectados…Eso no puede cobijarse bajo el paraguas de la libertad de expresión. Aunque millones de personas vean esa estupidez de corrala de chismosos, sigue siendo una estupidez. 

Jorge Javier Vázquez me recuerda a una vívora con cataratas”, “una cucaracha nada kafkiana…No puede haber tolerancia con la intolerancia de este gurú que está cayendo en una información barriobajera basada en insultar y descalificar a la gente que no piensan como él. “Sálvame” es lo más zafio, barriobajero, inculto y vulgar que ha parido televisión. Patético. Alienante. Subcultural.

Siquiera, hace tres años, Carlos Boyero escribió en El País: “Si quitas el sonido a” Sálvame”, sólo distingues en esa infame película muda a marionetas histéricas que gritan, se indignan, gimotean, rebufan, lloran, ríen, suspiran, se escandalizan, adoptan gesto inquisitorial, detectivesco o melodramático; a veces se levantan de su asiento y se dirigen con rictus asesino a los esperpentos con los que supuestamente están riñendo..Grotesco”..



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