Alguien, por motivos que aún se desconocen, buscó la complicidad del mar para hacer desaparecer la mercancia. Pero una línea de defensa costera construida con piedras mantuvo sobre superficie seca, y a la vista, entre 100 y 150 kilos de fideos del plan provincial Más Vida, que fueron arrojados desde un acantilado a un sector de playa próximo a la localidad de Santa Clara del Mar.
Según pudo comprobar La Nacion, los alimentos, envasados con sello oficial del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, estaban dentro de la fecha permitida para consumo, según los datos impresos en cada unidad.
En el lugar se encontraron decenas de paquetes de tallarines con vencimiento en el transcurso de 2010 y también otros fideos, del tipo guiseros, con fecha de vencimiento en septiembre próximo.
Aun cuando la mercancia hubiera quedado fuera de circulación por algún otro motivo, los proveedores acostumbran cambiarla por otra en buen estado. Pero en este caso no parecen haberse seguido los pasos ideales al momento de descartarla.
FOTO La mercancia fue encontrada al pie de los acantilados por una vecina que vive en la zona de la ruta 11 Foto: LA NACION
La presencia de la mercancia al pie de los acantilados fue advertida por una vecina que vive en esta zona de la ruta interbalnearia 11, situada entre la base militar del Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea 601 y Playa Dorada.
La mujer denunció el caso en la radio Brisas y sólo entonces tomaron conocimiento funcionarios de ambos municipios. Pero ninguno de ellos se comunicó con el ministerio para informar del hecho.
A pocos metros de la calzada y desde unos cuatro metros de altura se podían divisar los fideos dispersos sobre las rocas, muchos de ellos todavía en su paquete original y, en algunos casos, todavía en el interior de la caja de cartón que los contenía. A simple vista no parecían llevar mucho tiempo en el lugar.
Los tallarines, envasados en paquetes de tres kilos, llevaban la marca Doña Luisa y tenían fecha de vencimiento en 2010. Los restantes, con dos variantes de fideos tipo guiseros, corresponden a la firma Bucatini y figuraban aptos para consumo hasta julio próximo y otros, unos pocos, de marca La Calabrisella, con vencimiento en septiembre de este año.
En todos los casos, tanto el envoltorio de estas pastas secas como las mencionadas cajas tenían estampados el sello de la Secretaría de Desarrollo Social de la Nación, en el que constaba que era mercadería de uso oficial y parte del plan Más Vida.
Este programa se lleva adelante desde el gobierno bonaerense y apunta a disminuir el impacto de la pobreza en la población materno-infantil.
A partir del año pasado, y a los efectos de evitar robos y/o comercialización ilegal de estos productos, la administración provincial implementó un mecanismo de tarjetas magnéticas para que los beneficiarios compren esos alimentos en determinados supermercados y comercios. Pero todavía existe una cantidad de familias a las que se les siguen entregando cajas con alimentos hasta que sean incorporados al nuevo sistema.
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