El doctor Walter C. Langer, un psicólogo al servicio, simultáneamente, del Tercer Reich y la OSS estadounidense (organización precursora de la CIA), comunicó la existencia de un informe secreto policial anterior a la guerra en el que se decía que el padre de Hitler era hijo ilegítimo de Maria Anna Schicklgruber, cocinera al servicio del barón Rothschild en Viena.
Al conocer su embarazo, en 1837, abandonó Viena dando a luz a Alois, el nombre registrado para el padre de Hitler.
Al parecer cinco años después se casaría con un panadero de nombre Johann Georg Hiedler. Sin embargo, Alois conservó el apellido de su madre, Schicklgruber, casi hasta los cuarenta años, momento en que su tío Johann le ofreció legitimar su apellido.
Dr. William Langer
A merced de la escritura ilegible del párroco encargado del registro de nacimientos, Hiedler, se convirtió, intencionadamente o no, en Hitler.
En relación con la posibilidad de que un Rothschild tuviera relaciones con alguna criada, el autor de Rules by Secrecy (Gobernar mediante los secretos), Jim Marrs, escribe:
«Es significativo que el biógrafo de los Rothschild, Ferguson, afirmara que el hijo de uno de los administradores mayores de Salomon “recordó” que antes de los años cuarenta del siglo XIX, el Rothschild de Viena a desarrollado una afición, algo insensata, hacia las chicas jóvenes.
Johann Georg Hiedlerel supuesto abuelo paterno de Hitler culpable de su descendencia Judia.
En 1984 el fallecido Philippe Rothschild, descendiente de Nathan, publicó unas memorias que revelaron su “escandalosa vida amorosa”.
En particular, decía: "Fue una existencia tremenda..., saltando de una cama a otra como una cabra montesa... Siempre convencido de que mi padre se hizo hombre al montar criadas de mi abuelo”».
Lionel Walter Rothschild
Es posible que Hitler descubriera sus antecedentes judíos y su relación con los Rothschild, restableciendo el contacto con la «familia».
Esto explica el enorme apoyo económico que recibió de la banca internacional vinculada la familia Rothschild durante su ascenso al poder.
Maria Anna Schicklgruber abuela paterna de Hitler, La madre del padre Alois Hitler.
También, por otra parte,, que la familia de banqueros no sufriera durante el Holocausto. La nueva Enciclopedia Británica lo define así:
«Los Rothschild, sobre todo los de Viena y París, mantuvieron la unidad familiar necesaria para hacer frente a las grandes tragedias durante el periodo nazi».
Con o sin la influencia de los Róthschild, no hay duda de que el ascenso de Hitler al poder dependía del gran apoyo prestado por los principales bancos alemanes —la banca Schroeder de Colonia, el Deutsche Bank, el Deutsche Kredit Gesellschaft y la firma de seguros Allianz—.
Concretamente, parece ser que, en 1943, el Deutsche Bank concedió a Hitler distintos créditos, a saber: 150 millones de marcos para la industria aeronáutica; 22 millones a la BMW; 10 millones a Daimler-Benz (Mercedes).
Es muy probable que Hitler rompiera sus vínculos con las sociedades de Vril y Thule porque no quería comprometer los préstamos que recibía vía Rothschild, familia que no estaría conforme con las teorías y afirmaciones raciales de los nuevos años.
A pesar de las claras intenciones de nacionalizar y limitar el poder de los negocios y finanzas internacionales, Hitler tuvo pocos problemas para conseguir financiación de empresas que veían al nacionalsocialismo como alternativa al comunismo.
De hecho, poderosos empresarios de los círculos industriales y bancarios de occidente aseguraron el éxito de Hitler.

Es más, cuando en 1932 perdió las elecciones en favor del veterano héroe de guerra, el mariscal de campo Paul von Hindenburg, treinta y nueve empresarios, entre los que estaban los Krupp, Siemens, Thyssen y Bosch, firmaron una solicitud dirigida a aquél pidiéndole que diera a Hitler el cargo de canciller de Alemania.
Este «arreglo», que colocó a Hitler en el Gobierno, fue elaborado en casa del banquero Kurt von Schroeder, el 4 de enero de 1933.
Hitler y Eva Braun
Según un tal Eustace Mullins, a dicho encuentro acudieron los estadounidenses John Foster y Allen Dulles, del gabinete de abogados neoyorquino Sullivan y Cromwell —representante del Banco Schroeder—.
Un año después, Rosenberg —que representaba los intereses de Hitler en Inglaterra— se reunió con el gerente del Banco Schroeder en Londres, T. C. Tiarks, a su vez director del Banco de Inglaterra.
BARON KURT VON SCHRODER
Este banco alemán actuaría como agente financiero de Alemania, tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos.
Hitler, por su parte, había prometido a la familia de banqueros que erradicaría el comunismo en el país.
Con el beneplácito de aquellos, el 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller por el ya senil presidente Hindenburg.
Una semana después, sobrevino el incendio del Reichstag (Parlamento alemán), en Berlín.
La provocación del siniestro fue atribuida a los comunistas, justificación necesaria para que Hitler fuera investido de poderes absolutos gracias al decreto llamado «Ley para eliminar la ansiedad del pueblo y del Estado».
Tras la muerte de Hindenburg, el 2 de agosto de 1934, Hitler fusionó la Presidencia y la Cancillería y se autoproclamó comandante en jefe de las fuerzas armadas y líder absoluto —Fübrer— de toda Alemania.
A pesar de su antisemitismo declarado, los nazis encontraron apoyos en Gran Bretaña, incluso en el Banco de Inglaterra, controlado por los Rothschild.
El día de Año Nuevo de 1924, el destino económico de Alemania fue decidido en Londres en el transcurso de una reunión celebrada entre Hjálmar Schacht, el nuevo comisionado del Reich para las finanzas internacionales y Montagu Norman, gobernador del Banco de Inglaterra.
Schacht reveló la dramática situación económica del país y propuso abrir un banco de crédito, el segundo después del Reichsbank, que emitiría billetes de banco en libras esterlinas.
El astuto Schacht pidió a Norman la mitad del capital de este nuevo banco. En este sentido, es sorprendente imaginar el alcance de esta medida, que permitiría la colaboración entre el Imperio Británico y Alemania.
Antes de cuarenta y ocho horas, Norman no sólo aprobó el préstamo a tipo fijo muy bajo (del 5 %), sino que convenció a un grupo de banqueros londinenses para que aceptaran esas libras esterlinas procedentes de Alemania por un valor muy superior al préstamo.
No se puede olvidar la ayuda que la familia Bush prestó al dictador, y en concreto el abuelo del presidente George W. Bush, Prescoft Bush, miembro también de Skull & amp; Bones, la sociedad secreta de los Illuminati.
Según algunas investigaciones recientes, Prescott y el abuelo materno de George W. Bush, George Herbert Walker, financiaron a Adolph Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
Walker era presidente de Union Banking Corporation, una firma que comerciaba con Alemania y que ayudó a los empresarios alemanes a consolidar el poder político de Hitler.
Prescott Bush
Walker ayudó también a controlar las operaciones estadounidenses de la línea naviera Hamburgo-Estados Unidos, una tapadera para la unidad de espionaje nazi de la 1. G. Farben en Estados Unidos.
Parece ser que esta línea transportaba agentes alemanes a Estados Unidos y dinero para convencer a algunos políticos de que prestaran su apoyo a Hitler.
Una investigación del Congreso realizada en 1934 demostró que esta compañía subvencionó campañas de propaganda nazi en Estados Unidos.
Por su parte, Prescott Bush era miembro del Consejo de Union Banking, cuyas acciones fueron embargadas como consecuencia de una investigación que el Congreso realizó sobre Bush y Walker, según la Ley de Comercio con el Enemigo.
El Gobierno declaró que una buena parte del imperio Prescoft había beneficiado a la Alemania nazi y contribuido a sus esfuerzos bélicos.
Otra muestra de que para el dinero y el poder no hay amigos ni enemigos, sólo clientes.
La posibilidad de que sangre de la familia Rothschild corriera por las venas de Hitler pudo haberle franqueado las puertas de los inversores internacionales que colaboraron en su particular concepto de Nuevo Orden Mundial, el «Reich de los Mil Años».
Fuente: El Gran Complot de Robert Goodman
LA SANGRE DEL FÜHRER EN ISRAEL
Vive en Israel desde hace 25 años. Es sobrino nieto de Adolfo Hitler. Este y varios parientes de Himmler, se convirtieron al Judaismo. Uno de esos parientes es guía turístico en Israel.
Se estima que cerca de 300 descendientes de nazis se convirtieron al judaísmo.
Una nota publicada en el sitio de Aish, la reconocida organización norteamericana que se encarga de transmitir valores de Judaísmo y acercar a las fuentes a los judíos asimilados, reveló que un sobrino-nieto de Hitler no sólo vive en Israel, sino que también se convirtió al Judaísmo.
Según la nota, se trata de Daniel Brown (nombre encubierto) que trabaja desde hace años en una reconocida universidad israelí y es profesor en temas judíos.
Brown vive en Israel hace veinticinco años y cuenta que sus hijos fueron golpeados por sus compañeros de escuela tras conocer su origen.
Dijo que “hoy en día entiendo porqué la mayoría de mis compatriotas oculta su identidad.
Muchos israelíes no se sienten cómodos con nuestra ascendencia biológica, no saben cómo responder o qué hacer con nosotros”.
Según el autor de la nota, “muchos descendientes de los nazis se han sumado al Judaísmo.
La mayoría de ellos lo hizo bajo las leyes halájicas, y viven en Israel como judíos ortodoxos. Brown cuenta:
“El nombre de mi abuela era Erna Petra Hitler (luego de la Guerra se quitó la “t” y pasó a llamarse Hiler). Su segundo marido, Hans Hitler era el sobrino del führer, pero no se parecía en nada a él, era suave y amable…
Mi abuela sí era una nazi extrema. Creyó en la ideología nazi antes de la guerra, durante la guerra y también después de ella. Estaba orgullosa de que su cuñado fuera hermano de Hitler, pese a que se alejó de la política.
En vez de ello manejaba un café en Berlín, y como todos sabían que era el hermano del Führer, la elite nazi se comportó como padrino de su negocio.
Cuando mi abuelo y abuela nos visitaron, llegaron en un Mercedes negro, que entonces era el símbolo de pertenencia y posición.
Era algo especial que un Mercedes llegara al barrio obrero en el que mi madre y yo vivíamos”.
Brown nació en Frankfurt en 1952 de padres protestantes y ambos sirvieron en la Werhmacht.
Erna Petra Hitler
Fue criado por su madre tras el divorcio de sus padres, luego de que su padre abandonara la casa. Brown dice que su madre siempre le dijo la verdad de lo sucedido, y que recién descubrió el libro Mein Kampf en la secundaria, el cual leyó con ahínco y aún ocupa parte de su biblioteca, ya que a partir del mismo pudo trazar el nuevo rumbo en su vida.
A pesar de que su familia pretendía que se enrolara en el Ejército, Brown se convirtió en pacifista y, aduciendo razones “religiosas”, eludió este deber y comenzó a estudiar teología.
En los cursos de teología estudió Judaísmo y hebreo y dijo haberse sorprendido de cuánto aprendió. “Cuanto más estudié Judaísmo, encontré más cosas que me molestaban del Cristianismo”, dijo.
En 1977 decidió visitar Israel y estudiar más sobre judaísmo en la Universidad Hebrea.
Brown cuenta que entonces alargó su estadía y estudió en la Yeshivá Mercaz Harav.
Heinrich Himmler
Niega que su conversión al Judaísmo sea para “purgar los crímenes de sus antepasados, sino que tiene razones teológicas”.
En 1979 se convirtió y se casó con una alemana, también conversa y académica, y cuenta que su madre lo aceptó como judío “quizás por miedo a perder a su único hijo”.
Su madre también participó en las ceremonias de Bar Mitzvá de sus tres hijos.
Brown cuenta que cuando su hijo viajó a Polonia para visitar los campos de concentración, le dijo:
“Estuve en los campos y pensé en que los abuelos de todos mis compañeros estuvieron dentro del campo mientras mi abuelo estaba afuera. Mis compañeros llegaron a estos campos con su pasado y yo llegué para observar… Me sentí muy mal”.
Brown cuenta que nunca escondió su origen y que una vez un alumno de la universidad le dijo: “Quizás tu abuelo hizo jabón del mío”.
Katrin Himmler
También asegura que hay al menos trescientos alemanes convertidos al Judaísmo que viven en Israel y que los casos más conocidos son los de Katrin Himmler, sobrina segunda del comandante de las SS Heinrich Himmler, que se casó con un israelí; y Oscar Ada, miembro de la Luftwaffe, quien cambió su nombre a Asher, se casó con una sobreviviente del Holocausto y trabaja en Israel como guía turístico.
Ver artículo completo en su fuente original: ¡Amén-Amén! Noticias
EL ADN
Las pruebas de ADN realizadas a los parientes del líder nazi, según publica el periódico británico 'Daily Mail' demuestran la presencia de un cromosoma poco común en los pobladores de Alemania y de Europa occidental, en general.
Las muestras tomadas de los familiares de Hitler demuestran su vínculo biológico con las que él mismo consideró 'razas sub-humanas' y a las que trató de exterminar.
El periodista Jean-Paul Mulders y el historiador Marc Vermeeren han rastreado a través del ADN a los familiares del Führer para llegar a esta conclusión.
Las pruebas fueron realizadas a un campesino austríaco, Norbert H que era primo lejano del dirigente nazi y al estadounidense Alexander Stuart-Houston, de 61 años, considerado sobrino nieto de Hitler.
Este hombre fue seguido durante siete días hasta que dejó caer una servilleta que fue analizada y su resultado llevó hasta el primo en Austria - y de ahí al vínculo con los enemigos jurados de Hitler.
Marc Vermeeren
Una publicación belga informó que las muestras de saliva tomadas a este hombre evidencian una fuerte presencia de un cromosoma, el Haplopgroup E1b1b (Y-ADN) que es poco común en Alemania y, de hecho en Europa occidental.
"Es más común en los bereberes de Marruecos, en Argelia, Libia y Túnez, así como en ashkenazíes y sefardíes Judios," explicó el profesor Vermeeren.
"Se puede a partir de este postulado decir que Hitler estaba relacionado con personas a las que despreciaba", añadió el otro investigador a la revista, 'The Knack'.
El ADN se recogió dr una servilleta que arrojó al suelo Alexander Stuart-Houston (ahora de 61 años), un sobrino nieto de Hitler
El cromosoma Haplogrupo E1b1b1, se encuentra presente en un aproximadamente el 18 al 20 % de los genes de ashkenazíes y del 8,6 % al 30 de los sefardíes.
Estos cromosomas Y, parecen ser uno de los linajes principales, originarios de la población judía.
"Este es un resultado sorprendente", dijo Ronny Decorte, especialista en genética de la Universidad Católica de Lovaina, que ha aceptado la evidencia de que Hitler tiene con toda probabilidad sus orígenes en el norte de África.
La revista, por su parte, explica que el ADN ha sido analizado en rigurosas condiciones de laboratorio para obtener los resultados más fiables.
Hans Frank
No es la primera vez que los historiadores han sugerido que Hitler tenía ascendencia judía.
Estos serían los orígenes del hombre que inspiró el Holocausto.
Algunos informes hablan de que el sobrino de Hitler, Patrick, trató de chantajearlo sobre la cuestión de sus orígenes.
Hitler pidió a su abogado, Hans Frank, que investigara el asunto y justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial comunicó que no tenían "fundamento".
"El asunto es fascinante, si se tiene en cuenta la concepción del mundo de los nazis, en el que la raza y la sangre era central", dijo Decorte.
Los empresarios de Hitler y el negocio de los campos de concentración.
SE HA COMPROBADO CIENTÍFICAMENTE QUE HITLER TENÍA SANGRE ÁRABE Y JUDÍA, LAS RAZAS QUE TANTO ODIABA.
¿QUIEN FINANCIÓ A HITLER? LA DESMITIFICACIÓN DEL NACIMIENTO Y LA FINANCIACIÓN DEL PARTIDO NACIONAL SOCIALISTA (NSDAP
Sionismo, el verdadero aliado de Hitler
Holocausto, Orígenes y Evolución del Mito
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