Después de buscar durante décadas, las posibles respuestas acerca de un misterioso objeto similar a un OVNI impreso en una moneda de cobre francés del siglo XVI, un destacado experto numismático afirma que sigue siendo sólo eso: un objeto volador no identificado.
"Fue hecha en 1680, en Francia, y el diseño de un lado parece ciertamente lo que podría ser un disco volador en medio de las nubes sobre el campo", dijo Kenneth E. Bressett de Colorado Springs, Colorado, el ex presidente de la Asociación Numismática de América y propietario de la curiosa moneda.
Kenneth E. Bressett en una presentación (derecha)
Añadió además: "Se cree que es un OVNI de algún tipo, o una representación simbólica de la rueda bíblica de Ezequiel.
Después de 50 años de investigación, he oído hablar solamente de otro ejemplar, y nada que explique su diseño inusual".
Bressett dijo que la misteriosa pieza no es una moneda, sino un "Jeton", una herramienta educativa para ayudar a las personas en general a contar el dinero, o a veces utilizado como un sustituto de dinero, como fichas de juegos.
Rueda de Ezequiel
"La imagen en esta pieza, en particular, podría ser interpretada como mostrando a un OVNI o la rueda de Ezequiel. Algunas personas creen que la referencia del Viejo Testamento de la rueda de Ezequiel puede ser una descripción de un antiguo OVNI".
"La leyenda, escrita en latín en todo el borde, confunde también. "OPPORTUNUS ADEST" se traduce como "aquí en un momento oportuno".
El objeto en el cielo, ¿es un símbolo de la necesidad de la lluvia, una referencia bíblica o visitantes de afuera? Es probable que nunca se sepa con certeza ", dijo Bressett.
"Esto es parte del encanto de la numismática que hace tan intrigante el coleccionar monedas".
LA OTRA VERSIÓN
La Imagen de esta moneda, que en realidad parece ser más una medalla, se sabe que ha sido acuñada alrededor del 1680.
Aun siendo referida por algunas publicaciones ufológicas, nunca se han dado ulteriores noticias.
Se nota claramente una “rueda”, que desde el centro parte un “rayo” que se libera en un cielo nublado.
En el marco se lee la inscripción “OPPORTVNVS ADEST” = ES PRESENTE AL MOMENTO OPORTUNO. (J.P.Cave-L. Foreman “Ovnis y Extraterrestres” – Mondadori 1990, pág.19)
El objeto en efecto no es una moneda, pero tampoco una medalla. Como se ha explicado en la página Web titulada “Curieuses deuvres d’art“, se trata más bien de un “jeton”, ficha, acuñada probablemente en el 1656.
Son muchos los “jeton” de este y otros tipos que se pueden ver (y comprar) en el sitio Web de CGB Numismatic.
Estás fichas no tenían un verdadero valor como el de las monedas, pero tanto se parecían a éstas que era fácil poder engañar a los más necios.
Así nacen varios dichos franceses inspirados a estos objetos, como por ejemplo “más falso que un jeton”, o también cuando una persona era demasiado anciana podía ser llamada “viejo jeton” por el hecho que éstos se consumían fácilmente.
Durante la edad media eran usados en operaciones de cálculos y de contabilidad entre los entes religiosos; luego, en los siglos XIV y XV, se volvió de moda entre nobles y eclesiásticos haciéndolos acuñar con el propio nombre y escudo, siempre bajo el uso de contabilidad y retribuciones internas.
El período de mayor difusión de éstas llega con el siglo XVII, siendo decoradas con dichos en latín, blasones o con figuras alegóricas inspiradas a la antigüedad clásica.
Con el pasar del tiempo, se les da cada vez menos uso en contabilidad y retribuciones, y así se convierten en signos de adhesión de las clases dominantes de la que formaban parte.
Sobre las fichas también podían ser representados personajes famosos, o podían celebrar alianzas entre grandes familias o eventos de política internacional.
En el período de Luis XVI los jetones comenzaron a ser cada vez menos difundidos, y su uso se fue limitando sólo al consejo de administración, como métodos de confirmación de los accionistas.
Aún se dice “jeton de presencia”, cuando se refiere a un reembolso por gastos de cargos administrativos.
No sabemos cual imagen aparece en el otro lado de la ficha en estudio, pero podemos imaginar que no era una figura muy distinta de aquellas que aparecieron en otras fichas con el mismo “misterioso escudo en el cielo”.
En esta vemos la justicia que tiene una espada en una mano y la balanza en la otra, pero a sus pies un personaje derrama una bolsa con monedas. Casi parece una u historieta satírica: ¿La justicia se vende por dinero?
En otra versión, siempre en ventas en el mismo catálogo CGB Numismatic, sobre la otra cara del jeton aparece el escudo de Francia y Navarra.
En las descripciones de este catálogo numismático la frase “OPPORTVNVS ADEST” es traducida en francés: “Il est présent à propos”, o sea “Es presente en el momento oportuno”, pero la palabra “adest” en latín además de querer decir: “ser presente”, “ser propicio”, también significa “ayudar, asistir, favorecer” y es en este sentido que la usa Cicerón cuando habla de abogados que defienden a sus clientes.
Muchos “jeton” de este tipo contenían representaciones alegóricas, mitológicas y es precisamente en la mitología, donde se ha encontrado un referimento literario que puede explicar la naturaleza de aquel objeto redondo que se encuentra entre las nubes y la tierra.
En efecto esto podría representar el “Ancile”, el escudo sagrado enviado por Júpiter al rey de Roma Numa Pompilio.
La leyenda es narrada en diversas versiones, aquella de Ovidio (“Fasti” Libro III) donde cuenta de Numa Pompilio que habría decidido de interrogar a Júpiter para hacerse revelar el secreto, para así poder defenderse de sus rayos.
Júpiter pide en cambio del secreto un sacrificio humano, pero Numa que es hombre pacífico lo rechaza. El rey, con juegos de palabras, logra engañar a Júpiter.
Luego Numa teme la ira del dios, pero éste en vez de irritarse se ríe del ingenio del rey y le promete para el día siguiente la revelación de su secreto.
El día después Numa Pompilio, convocó a todos los representantes de los barrios de Roma y a medio día, como había prometido, he aquí que rayos estremecen el cielo desde el cual Júpiter lanza un escudo oval, que cae justo en sus pies.
El mismo Júpiter hace saber a todos que Roma ya nunca más habría tenido que temer a sus enemigos, pero bajo la condición de que el escudo debía ser bien protegido.
El rey, para agradecer al dios, hace sacrificar una joven y lleva el escudo hasta el sagrario de su propia casa, pero por miedo de que a éste se lo pudieran robar, hace construir otras idénticas once copias por el artesano Mamurio Veturio (que significa “viejo Marte”), ordenando luego que fueran llevadas por los Salis durante la Procesión anual del 2 de Marzo.
Según Dionigi di Alicarnasso el imperio del mundo era destinado a la ciudad que conservaba el Ancile.
(Nota: Ancile es el nombre del escudo lo mismo que Egida más adelante).
He aquí otro jeton francés del siglo XVII en el que vemos como el escudo protege de rayos que salen de las nubes (ver fotos)
Aun siendo referida por algunas publicaciones ufológicas, nunca se han dado ulteriores noticias.
Se nota claramente una “rueda”, que desde el centro parte un “rayo” que se libera en un cielo nublado.
En el marco se lee la inscripción “OPPORTVNVS ADEST” = ES PRESENTE AL MOMENTO OPORTUNO. (J.P.Cave-L. Foreman “Ovnis y Extraterrestres” – Mondadori 1990, pág.19)
El objeto en efecto no es una moneda, pero tampoco una medalla. Como se ha explicado en la página Web titulada “Curieuses deuvres d’art“, se trata más bien de un “jeton”, ficha, acuñada probablemente en el 1656.
Son muchos los “jeton” de este y otros tipos que se pueden ver (y comprar) en el sitio Web de CGB Numismatic.
Estás fichas no tenían un verdadero valor como el de las monedas, pero tanto se parecían a éstas que era fácil poder engañar a los más necios.
Así nacen varios dichos franceses inspirados a estos objetos, como por ejemplo “más falso que un jeton”, o también cuando una persona era demasiado anciana podía ser llamada “viejo jeton” por el hecho que éstos se consumían fácilmente.
Durante la edad media eran usados en operaciones de cálculos y de contabilidad entre los entes religiosos; luego, en los siglos XIV y XV, se volvió de moda entre nobles y eclesiásticos haciéndolos acuñar con el propio nombre y escudo, siempre bajo el uso de contabilidad y retribuciones internas.
A partir de la época de Enrique IV, estas fichas fueron usadas como objetos de prestigio, llegándolas a acuñar en metales preciosos.
El período de mayor difusión de éstas llega con el siglo XVII, siendo decoradas con dichos en latín, blasones o con figuras alegóricas inspiradas a la antigüedad clásica.
Con el pasar del tiempo, se les da cada vez menos uso en contabilidad y retribuciones, y así se convierten en signos de adhesión de las clases dominantes de la que formaban parte.
Sobre las fichas también podían ser representados personajes famosos, o podían celebrar alianzas entre grandes familias o eventos de política internacional.
En el período de Luis XVI los jetones comenzaron a ser cada vez menos difundidos, y su uso se fue limitando sólo al consejo de administración, como métodos de confirmación de los accionistas.
Aún se dice “jeton de presencia”, cuando se refiere a un reembolso por gastos de cargos administrativos.
No sabemos cual imagen aparece en el otro lado de la ficha en estudio, pero podemos imaginar que no era una figura muy distinta de aquellas que aparecieron en otras fichas con el mismo “misterioso escudo en el cielo”.
En esta vemos la justicia que tiene una espada en una mano y la balanza en la otra, pero a sus pies un personaje derrama una bolsa con monedas. Casi parece una u historieta satírica: ¿La justicia se vende por dinero?
En otra versión, siempre en ventas en el mismo catálogo CGB Numismatic, sobre la otra cara del jeton aparece el escudo de Francia y Navarra.
En las descripciones de este catálogo numismático la frase “OPPORTVNVS ADEST” es traducida en francés: “Il est présent à propos”, o sea “Es presente en el momento oportuno”, pero la palabra “adest” en latín además de querer decir: “ser presente”, “ser propicio”, también significa “ayudar, asistir, favorecer” y es en este sentido que la usa Cicerón cuando habla de abogados que defienden a sus clientes.
En efecto esto podría representar el “Ancile”, el escudo sagrado enviado por Júpiter al rey de Roma Numa Pompilio.
La leyenda es narrada en diversas versiones, aquella de Ovidio (“Fasti” Libro III) donde cuenta de Numa Pompilio que habría decidido de interrogar a Júpiter para hacerse revelar el secreto, para así poder defenderse de sus rayos.
Júpiter pide en cambio del secreto un sacrificio humano, pero Numa que es hombre pacífico lo rechaza. El rey, con juegos de palabras, logra engañar a Júpiter.
Luego Numa teme la ira del dios, pero éste en vez de irritarse se ríe del ingenio del rey y le promete para el día siguiente la revelación de su secreto.
El día después Numa Pompilio, convocó a todos los representantes de los barrios de Roma y a medio día, como había prometido, he aquí que rayos estremecen el cielo desde el cual Júpiter lanza un escudo oval, que cae justo en sus pies.
Ancile romano
El mismo Júpiter hace saber a todos que Roma ya nunca más habría tenido que temer a sus enemigos, pero bajo la condición de que el escudo debía ser bien protegido.
El rey, para agradecer al dios, hace sacrificar una joven y lleva el escudo hasta el sagrario de su propia casa, pero por miedo de que a éste se lo pudieran robar, hace construir otras idénticas once copias por el artesano Mamurio Veturio (que significa “viejo Marte”), ordenando luego que fueran llevadas por los Salis durante la Procesión anual del 2 de Marzo.
Según Dionigi di Alicarnasso el imperio del mundo era destinado a la ciudad que conservaba el Ancile.
(Nota: Ancile es el nombre del escudo lo mismo que Egida más adelante).
He aquí otro jeton francés del siglo XVII en el que vemos como el escudo protege de rayos que salen de las nubes (ver fotos)
Conclusiones:
- VAMOS A ESTAR AQUÍ EN EL MOMENTO OPORTUNO es una traducción totalmente libre y adaptable a los intereses del Sr. Mausan. Las interpretaciones pueden ser diversas, más en una lengua como el latín, y como se empleaba en estas manifestaciones escritas en estos "medallones" antiguos.
- Las representaciones de estos jeton eran habituales como se desprende del escrito de arriba, y hay suficientes piezas que corren entre coleccionistas, se compran y venden, y no existen piezas únicas como expresa el reportero mexicano.
- Recurrir al Vaticano como fuente de inagotables secretos cae por su propio peso. Es un recurso ya muy usado.
- La explicación de una representación mitológica de un escudo sagrado enviado por Júpiter es mucho más razonable que lo sostenido por el Sr. Mausan, más aún, cuando se explica las interpretaciones y sentido diversos de la frase, y lo que eran estos "medallones" en el siglo XVI.
- Consultados numismaticos profesionales y filatelicos europeos ninguno ha expresado ver un Ovni en esta alegoria, sino una representacion mitologica que llevan estos jeton, algunos con criticas a la justicia al reverso o asuntos sociales de la epoca.
- Solo nos queda añadir que existen otras formas para promocionar conferencias, pues todo indica que por esta rutas es la calificación de un Ovni, en estos "medallones, insignias o monedas antiguas" como las que se ven en estas fotos, y que no son tan extrañas como nos lo quieren hacer parecer ciertas personas relacionadas con la divulgacion de la ufologia comercial.
PARA VER MÁS: Ovnis en la antigüedad
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