El tribunal de Kuala Lumpur llevó a cabo la segunda acusación de crimen de tortura y crímenes de guerra contra los acusados de tortura en Irak, cuyas acusaciones están basadas en la violación de la Convención contra la tortura de 1984 y la III Convención de Ginebra de 1949.
La Convención contra la Tortura define el término ‘tortura’ como “infligir de manera intencionada grave daño o sufrimiento, ya sea físico o mental, con el consentimiento o la aquiescencia de un responsable público”. El término ‘responsable público’ se refiere al “responsable de la tortura” e incluye al jefe del Estado. Excluye el sufrimiento provocado por la imposición de un castigo legal.
Las Convenciones de Ginebra se crearon en 1949 tras la Segunda Guerra Mundial y cristalizaron en la Ley humanitaria cuyo objetivo es limitar los horrores de la guerra estableciendo unos estándares mínimos de tratamiento humano en los conflictos armados, sean o no de carácter internacional, para todos los seres humanos, sean combatientes o no, y que todo el mundo debe cumplir.
El artículo 3 de la Convención de Ginebra incluye el articulado de conducta civilizada y obliga a tratar de manera humana y bajo cualquier circunstancia a cualquier persona que no esté tomando parte activa en las hostilidades. El tratamiento cruel a las personas y la tortura, así como los ultrajes contra la dignidad personal”, están incluidos en la convención.
Siguiendo las garantías procesales debidas, la Comisión Kuala Lumpur de Crímenes de Guerra (KLWCC, en sus siglas en inglés) presentó estos cargos contra los acusados.
Tras recibir quejas de víctimas torturadas en Guantánamo e Iraq, en 2009 la Comisión procedió a llevar a cabo una minuciosa y exhaustiva investigación durante un período de casi dos años. Se establecieron y presentaron dos acusaciones de crímenes de guerra contra las personas antes mencionadas.
El ahora ex presidente George Bush buscó opiniones legales para justificar sus acciones y suspender la aplicación de la III Convención de Ginebra contra la tortura.
Donald Rumsfeld, el entonces secretario de Defensa autorizó técnicas de interrogatorio muy agresivas y las implementó primero en Guantánamo y después en Afganistán e Iraq.
Donald Rumsfeld, el entonces secretario de Defensa autorizó técnicas de interrogatorio muy agresivas y las implementó primero en Guantánamo y después en Afganistán e Iraq.
La brutalidad infligida viola claramente las convenciones internacionales. El consejo legal, aportado por relevantes abogados fue dado de manera voluntaria para servir al objetivo final del ejecutivo. Por esta razón, los abogados que participaron en esto son igualmente culpables de crímenes de guerra. La Comisión recomendó la puesta en marcha de la acusación contra las personas acusadas.
Las víctimas que acudieron a la sesión del Tribunal para testificar contra los acusados jamás han sido acusados de ningún delito y se les negó cualquier representación legal. No se les aplicó las garantías legales de la legalidad internacional.
Las experiencias de los detenidos, ya sea en Guantánamo o en Abú Ghraib (Iraq) o en Bagram (Afganistán) fueron similares. Los métodos empleados de manera sistemática en esos centros de detención ilegal, revelaron una profunda complicidad y no, tal y como afirma Estados Unidos, los actos de unos pocos soldados gamberros.
Los lamentos de esas víctimas han sido así, mucho más desatendidos por la comunidad internacional. A las víctimas se les ha negado el derecho humano fundamental a ser escuchado. Estos testigos hablaron sobre la tortura que padecieron durante su encarcelamiento. Los acusados tienen derecho a réplica como en cualquier vista de un tribunal.
Algunas de las acusaciones de tortura y tratamiento inhumano incluyeron, entre otras muchas:
*Haber sido colgados y zarandeados durante largos períodos de tiempo
*Palizas de manera cotidiana
*Haber tenido que soportar música a gran volumen con luz estroboscópica durante horas
*Periodos de aislamiento
*Descargas eléctricas aplicadas en varias partes del cuerpo de las víctimas, especialmente en aquellas más sensibles e íntimas
*Colgar a las víctimas en una pared y golpearlos
*Impedir el sueño a las víctimas
*No alimentarlos y negarles tratamiento médico
El KLWCC está constituido por eminentes personalidades debidamente cualificadas en leyes.
Entre los jueces del tribunal, presidido por el Tan Sri Dato Lamin bin Haji Mohd Yunus, juez retirado de la Corte federal de Malasia, quien también desempeñó el cargo de juez ad litem en la Corte Penal Internacional para la ex república de Yugoslavia, se encuentran otros nombres destacados, como Alfred Lambremont Webre, titulado en Yale y autor de varios libros políticos, Tunku Sofiah Jewa, abogado en ejercicio y autor de muchas publicaciones de Derecho internacional, el profesor Salleh Buang, ex consejero federal en la sala del fiscal general, y Datuk Mohd Sa’ari Yusof, juez retirado de la Corte de Apelación.
El tribunal juzgó y evaluó las pruebas presentadas, al igual que en cualquier tribunal del mundo. Los jueces del tribunal deben estar seguros de que las acusaciones queden demostradas, más allá de cualquier duda razonable, y dictar un veredicto razonado.
En caso de que el tribunal condene a alguno de los acusados, la única sanción es que el nombre de la persona culpable se incluirá en el Registro de Criminales de Guerra de la Comisión y se publicará en todo el mundo. El tribunal es un tribunal de conciencia y una iniciativa popular.
La acusación durante el proceso estuvo dirigida por el profesor Gurdial Singh Nijar, un importante catedrático de Derecho y autor de varias publicaciones, y el profesor Francis Boyle, un destacado catedrático estadounidense, y abogado profesional de Derechos humanos. Todos ellos fueron asistidos por un equipo de abogados.
El juicio se celebró como vista pública abierta entre el 7 y el 12 de mayo de 2012 en la sede de la Fundación Kuala Lumpur para Criminalizar la Guerra (KLFCW, en sus siglas en inglés), sita en Jalan Perdana 88, Kuala Lumpur.
Más:
El veredicto
El tribunal de la conciencia y la conciencia del tribunal (una reflexión ético-jurídica sobre la ley y la conciencia)
Una audiencia sobre el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (PNAC)
Organización miembro de la Anti-Ocupación Red Internacional
Asociado de la Organización Mundial de la Paz Perdana
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