LA ZONA PÚRPURA : Ética para el Doctor

El 18 de marzo de 2014 se vivió el más esperpéntico episodio de los últimos tiempos en una Comunidad Autónoma española en el Hospital General Universitario de Guadalajara, dependiente de la Consejería de Sanidad dirigida por José Ignacio Echániz, uno de los consejeros preferidos por María Dolores Cospedal

Miembros de dirección del Hospital Universitario de Guadalajara.

El caso es que los médicos residentes de primer año tuvieron que ir obligatoriamente a una ponencia sobre el aborto ofrecida por uno de los tres sacerdotes con los que cuenta en nómina este centro sanitario, según denunciaba el sindicato CC OO después de hablar con testigos presenciales y ser corroborado por el coordinador del Comité de Ética Asistencial, Rafael Magro, organizador de la charla y responsable, además, de fijar los contenidos y nombrar a los ponentes.

Así las cosas, ese día  comenzaba en el hospital alcarreño un curso obligatorio para médicos residentes bajo el título “Introducción a la Bioética”, pero el encargado de impartir la ponencia comunicó su imposibilidad de participar en la misma debido al fallecimiento de su madre, “por lo que desde la coordinación de la actividad docente se planteó que la charla fuera impartida por Felipe Corella Martínez, uno de los sacerdotes del Hospital”, asegura ELPLURAL.COM la responsable de la Federación de Sanidad de CCOO en Guadalajara, Práxedes Rodríguez.


“¿Pero a quién se le ocurre poner a un cura para dar una conferencia a médicos sobre el aborto?, pero si esa persona, al margen de su valía o no, es la más imparcial y subjetiva de cuantas se podrían haber elegido”, enfatizaba a ELPLURAL.COM la sindicalista. 

Según testigos presenciales la conferencia/ponencia del cura, próximo al Opus Dei, según fuentes hospitalarias, fue de todo menos una exposición independiente y profesional. “fue, según los profesionales, un sermón sobre el aborto”.

José Ignacio Echániz, consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Castilla-La Mancha

Exposición que llevó a varios médicos residentes a abandonar el salón, a pesar de que el curso era obligatorio para cumplir con sus objetivos docentes. Pero el dogmatismo religioso aplicado por Felipe Corella fue superior para muchos de estos facultativos. “Sólo le faltó darnos la comunión”, reconocían a ELPLURAL.COM testigos de este desaguisado.

Para Práxedes Rodríguez no podemos olvidar que “estamos formando especialistas de un Sistema Sanitario Público y que entre los componentes del Comité de Ética Asistencial, formado por diferentes miembros del Hospital, se encuentran profesionales de todo tipo”, añadía, “por eso creo que el menos indicado para dar esta charla era precisamente el sacerdote, otra cosa es que en vez de una ponencia hubiese sido una mesa redonda donde tienen cabida todas las sensibilidades”.

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