LA ZONA REAL : El Anillo de Letizia

-No te lo vas a creer, pero el anillo de pedida de Letizia lo compré yo con la tarjeta de crédito de Nóos.

Quien habla es Diego Torres. El ex socio del duque de Palma se jactaba hace años de una de las 'hazañas' cometidas por él e Iñaki Urdangarin cuando partían piñones y 'blanqueaban' prácticamente todo el dinero a espuertas que entraba en Aizoon.

Detalle de la sortija de compromiso de Doña Letizia el día de su pedida de mano en Zarzuela en 2003. GTRES

Se trata del episodio que quizás más polvareda ha levantado hasta la fecha entre la opinión pública y que, se supone, le ha terminado de costar a la Infanta y su marido la relación con los Príncipes de Asturias.



Es un hecho. Desde que trascendió este escándalo, Doña Letizia ya no luce su anillo de compromiso ni se ha dejado ver en público con sus cuñados. Sólo lleva, cual ama de casa media española, su sencilla alianza de casada de oro amarillo. Ya nunca solapa esta joya a su sortija de pedida, tal y como hacen las señoras de su condición.

Hay quien considera esta nueva fechoría otro de los bulos de Torres para perjudicar al que fuera su íntimo amigo, el marido de la Infanta. Pero todo apunta a que es cierto. Letizia ya no lleva puesto jamás el anillo, y eso es extraño en una mujer felizmente casada. 

Además, ni Suárez, autor de la sortija de oro blanco y brillantes en 'baguette' tasada en 3.000 euros, ha desmentido la noticia. Ni tampoco, aunque es su filosofía habitual de no contestar a los medios, la Casa Real.

La Princesa Letizia sin anillo fotografiada en 2012. Más.

Esteban Urreiztieta y Eduardo Inda desvelaban el asunto en su libro 'Urdangarin. Un conseguidor en la corte del Rey Juan Carlos', editado por La Esfera. Recreaban el diálogo entre Torres y un atónito interlocutor:

- Fue muy sencillo. El Príncipe eligió el anillo de pedida por catálogo en Suárez y luego encargó a su cuñado que fuera a recogerlo a la sucursal de la joyería en el Paseo de Gracia de Barcelona. Iñaki me pidió que le acompañara y yo le dije que lo pagáramos con la tarjeta de Nóos. A él le pareció bien y así lo hicimos. El resguardo de la Visa lo guardé yo. Y luego Iñaki no se lo quiso cobrar al Príncipe...

En el larguísimo listado de facturas del sumario de la trama no hay rastro del resguardo de esta compra, de ahí que esta historia no cobre firmeza absoluta. Si bien es el silencio entorno a la joya lo que hace confirmar la versión de Torres.

Todo encaja: el Príncipe hubo de recurrir a alguien cercano para comprarle su regalo de compromiso a su prometida sin levantar sospechas y quién mejor que su hermana favorita, la Infanta Cristina, o su cuñado Iñaki Urdangarin, con el que guardaba una relación impecable. Cualquiera podría identificar al Heredero en una joyería y saltar todas las alarmas.



La Infanta Cristina, casualmente, no pudo ir a la joyería. Estaba enferma en casa con una dolencia estomacal. Iñaki y Diego Torres fueron en su lugar. Escogieron la sortija, la pagaron, le pasaron la factura a Aizoon y encima quedaron bien ante el Príncipe... por poco tiempo. Un delito por parte de Iñaki y un error por parte de Felipe que Doña Letizia no ha perdonado a ninguno de los dos.


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