LA ZONA PÚBLICA : Pussy Riot

Hace más de un año desde que comenzara el juicio contra Maria Alekhina, Nadezhda Tolokonnikova y Ekaterina Samutsevich, integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot, detenidas en febrero de 2012 por interpretar una canción protesta en una catedral ortodoxa de Moscú. En agosto de 2012 fueron condenadas a dos años de prisión, acusadas de “vandalismo por motivos de odio religioso”.


Actualmente, Maria y Nadezhda, que son madres de niños de corta edad, cumplen penas de cárcel en colonias penitenciarias conocidas por su brutalidad. 

Preocupa especialmente la situación de Nadezhda ya que, desde que publicó una carta abierta  en la que criticaba a la administración penitenciaria y su posterior huelga de hambre, las autoridades penitenciarias le están sometiendo a presión e intimidación.  Según las últimas noticias, Nadezhda ha sido trasladada a otra colonia penitenciaria.

En una vuelta de tuerca más, las autoridades penitenciarias han puesto en régimen de aislamiento a Nadezhda Tolokonnikova. Esta decisión fue tomada después de que se pusiera en huelga de hambre y escribiera una carta abierta en la que describía los abusos cometidos en su colonia penitenciaria. Nadezhda también afirmaba haber recibido amenazas de muerte de un alto cargo de la prisión y, más tarde, de algunas reclusas. 




La dirección de la prisión ha alegado que Nadezhda Tolokonnikova ha sido puesta en régimen de aislamiento para su protección, pero Amnistía Internacional teme que se trate de otro castigo más por reclamar el respeto de sus propios derechos y los de otras reclusas. Lo que las autoridades deben hacer es investigar las denuncias que ha realizado. 




Tanto a Nadezhda como a Maria se les denegó el aplazamiento de la condena hasta que sus hijos cumplan 14 años. A las dos se les denegó también la libertad condicional y el pasado mes de julio fueron rechazadas sus apelaciones. Por su parte, Ekaterina está en libertad vigilada desde octubre de 2012.

El caso de las integrantes de Pussy Riot, sus denuncias y sus condenas no son sino un ejemplo de alguno de los abusos a los derechos humanos que se comenten en Rusia. Ellas afirman que en sus letras protestan, entre otras cosas, por la falta de transparencia política, la persecución sufrida por la oposición y la represión de la libertad de expresión y reunión en Rusia. Para Amnistía Internacional son presas de conciencia, condenadas únicamente por expresar sus opiniones pacíficamente




No se puede encarcelar a nadie por expresar sus ideas de manera pacífica. Tanto Maria como Nadezhda deben ser puestas en libertad, de manera inmediata e incondicional.



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