La zona Histórica: HELIOGÁBALO O LA PERVERSIÓN



Heliogábalo (Emesa, Siria, c. 203 - Roma, 11 de marzo de 222) fue un emperador romano de la dinastía Severa que reinó desde el año 218 hasta el 222.

Su nombre de nacimiento era Vario Avito Bassiano, hijo de Julia Soemia Basiana y Sexto Vario Marcelo, y en su juventud sirvió como sacerdote del dios El-Gabal en su ciudad natal, Emesa. Al convertirse en emperador tomó el nombre de Marco Aurelio Antonino Augusto, y sólo fue conocido como Heliogábalo mucho tiempo después de su muerte.

En 217, el emperador Caracalla fue asesinado y reemplazado por su prefecto del pretorio, Marco Opelio Macrino.

La tía materna de Caracalla, Julia Mesa, promovió con éxito una revuelta entre la Legio III Gallica para conseguir que su nieto mayor, Heliogábalo, fuera declarado emperador en su lugar. Macrino fue derrotado el 8 de junio de 218, en la Batalla de Antioquía, con lo cual Heliogábalo, de apenas catorce años de edad, ascendió al trono imperial y comenzó un reinado marcado por la polémica.

Durante su mandato, Heliogábalo ignoró las tradiciones religiosas y los tabúes sexuales de Roma. Reemplazó al dios Júpiter, cabeza del panteón romano, por un nuevo dios de carácter menor, Deus Sol Invictus, y obligó a miembros destacados del gobierno de Roma a participar en los ritos religiosos en honor de esta deidad, que él dirigía personalmente.

Se casó hasta cinco veces y se dice que otorgó favores a personas que se creía pudieran ser sus amantes homosexuales, hasta el punto de que se le acusó de haberse prostituido el mismo en el palacio imperial.

Su comportamiento provocó el rechazo de la Guardia Pretoriana, el Senado romano y el pueblo de Roma.

En medio de una creciente oposición, Heliogábalo, de sólo 18 años de edad, fue asesinado y reemplazado por su primo, Alejandro Severo el 11 de marzo de 222, en un complot tramado por su abuela, Julia Mesa, y por miembros de la Guardia Pretoriana.

Heliogábalo desarrolló entre sus contemporáneos una reputación de excentricidad, decadencia y fanatismo que fue probablemente exagerada por sus sucesores y rivales políticos.

Esta propaganda trascendió posteriormente y, como resultado de ello, Heliogábalo es uno de los emperadores romanos más vilipendiados por los historiadores antiguos.

Por ejemplo, Edward Gibbon B.G. Niebuhr consideró que el nombre de Heliogábalo quedaba grabado en la historia por encima de otros debido a su "indescriptiblemente desagradable vida".

Escribió que Heliogábalo "se abandonó a los placeres más groseros y a una furia sin control."

Moneda de plata forrada acuñada en Roma (220-221 d.C.)
Anverso: IMP ANTONINVS PIVS AVG
Busto laureado, togado y con cuerno, mirando hacia la derecha.
Reverso: SVMMVS SACERDOS AVG
Heliogábalo con atuendo sacerdotal, estante, hacia la izquierda, ceremoniando ante un altar, portando rama de ciprés y pátera. Estrella de ocho puntas en el campo.

Familia

Heliogábalo nació en 203 con el nombre de Vario Avito Basiano, hijo de Sexto Vario Marcelo y de Julia Soemia Basiana. Su padre perteneció en origen a la clase ecuestre romana pero más tarde alcanzó el rango de senador.

Su abuela, Julia Mesa, era viuda del cónsul Julio Avito, hermana de Julia Domna y cuñada del emperador Septimio Severo. Julia Soemia era prima del emperador romano Caracalla.

Otros parientes suyos fueron su tía Julia Mamea, su tío Marco Julio Gesio Marciano y el hijo de ambos Alejandro Severo. La familia de Heliogábalo tenía derechos hereditarios al sacerdocio del dios sol El-Gabal, de quien Heliogábalo era sumo sacerdote en Emesa (actual Homs) en Siria.

El nombre El-Gabal en un principio se refería a la deidad patrona del lugar de nacimiento del emperador, Emesa.

El se refiere a la principal deidad semítica, mientras que Gabal, que significa montaña (compárese con el hebreo gevul y el árabe jebel), es su manifestación de Emesa.

El dios fue más tarde importado y asimilado con el dios solar romano, que era conocido como Sol Indiges en la época republicana, y más tarde Sol Invictus durante los siglos II y III. Avito adoptó el nombre del dios, llamándose Heliogábalo

Cuando el emperador Macrino tomó el poder quiso eliminar la amenaza que suponía la familia de su predecesor asesinado, Caracalla, enviándoles al exilio. Julia Mesa, sus dos hijas y su nieto mayor, Heliogábalo, fueron enviados a su finca de Emesa, en la provincia romana de Siria.

Apenas llegados a Siria, ella comenzó a tramar un complot, con su consejero eunuco y tutor de Heliogábalo, Gannys, para derrocar a Macrino y elevar a Heliogábalo, que sólo contaba catorce años de edad, al trono imperial.

Heliogábalo y su madre entraron de buena gana en la conspiración y anunciaron, falsamente, que Heliogábalo era el hijo ilegítimo de Caracalla, al que por lo tanto se le debía la lealtad que los soldados y senadores romanos habían jurado a Caracalla.

Después de que Julia Mesa mostrara su riqueza a la Tercera legión en Raphana, esta juró lealtad a Heliogábalo. Al amanecer del 16 de mayo de 218, Publio Valerio Comazon Eutiquiano, comandante de la legión, lo declaró emperador.

Para fortalecer su legitimidad a través de más propaganda, Heliogábalo asumió los nombres de Caracalla, Marco Aurelio Antonino.

En respuesta, Macrino despachó a la región a su prefecto del pretorio, Ulpio Juliano, con un contingente de tropas que consideraba suficientemente fuertes para aplastar la rebelión.

Sin embargo, esta fuerza pronto se unió a la facción de Heliogábalo cuando, durante la batalla, se volvieron contra sus propios comandantes. Los oficiales fueron asesinados y la cabeza de Juliano enviada de vuelta al emperador.

Entonces, Macrino envió cartas al senado arguyendo que la presunta ascendencia de Heliogábalo era falsa y alegando locura en su rival.cónsules y otros líderes romanos, y el Senado por consiguiente declaró la guerra tanto a Heliogábalo como a Julia Mesa.

Macrino y su hijo, debilitados por la deserción de la Segunda Legión debido a los sobornos y promesas lanzados por Julia Mesa, fueron derrotados el 8 de junio de 218 en la Batalla de Antioquía por tropas comandadas por Gannys.

Macrino huyó hacia Italia, disfrazado de mensajero, pero fue más tarde interceptado cerca de Calcedonia y ejecutado en Capadocia. Su hijo Diadumeniano, enviado por su seguridad a la corte del Imperio Parto, fue capturado en Zeugma y también ejecutado.

Heliogábalo declaró la fecha de la victoria en Antioquía como el comienzo de su reinado y asumió los títulos imperiales sin la aprobación previa del Senado, lo que violaba la tradición pero que, sin embargo, era práctica común entre los emperadores del siglo III.

Se enviaron cartas de reconciliación a Roma extendiendo la amnistía al Senado y reconociendo las leyes, y condenando al mismo tiempo la administración de Macrino y su hijo.

Los senadores respondieron reconociendo a Heliogábalo como emperador y aceptando su pretensión de ser el hijo de Caracalla.

Deificados por el Senado, al tiempo que tanto Julia Mesa como Julia Soemia fueron elevadas al rango de augustas, y la memoria de Macrino y Diadumeniano fue condenada y vilipendiada por el Senado.

El anterior comandante de la Tercera Legión, Comazon, fue nombrado comandante de la Guardia pretoriana.


Primer año de Emperador.

Heliogábalo y su corte pasaron el invierno de 218 en Bitinia de Nicomedia, Dión Casio sugiere que Gannys fue de hecho asesinado por el nuevo emperador debido a que estaba forzando a Heliogábalo a vivir «mesurada y prudentemente».

Para ayudar al pueblo romano a adaptarse a la idea de tener a un sacerdote oriental como emperador, Julia Mesa hizo enviar a Roma un retrato de Heliogábalo vestido de sacerdote y dispuso que se situara por encima de la estatua de la diosa Victoria en el edificio del Senado.

Esto puso a los senadores en una posición incómoda, pues al mismo tiempo que hacían ofrendas a la diosa, estaban reverenciando al emperador.

Las legiones quedaron consternadas ante su comportamiento y rápidamente lamentaron su decisión de haberlo apoyado como emperador.

Mientras Heliogábalo estaba todavía de camino a Roma, estallaron pequeñas revueltas en la Legión Cuarta, por instigación de Gelio Máximo, y en la Legión Tercera, que era la misma que lo había elevado al trono, bajo el mando del senador Vero.

La rebelión fue rápidamente aplastada, y la Tercera Legión licenciada.

Cuando la corte llegó finalmente a Roma en otoño de 219, Comazon y otros aliados de Julia Mesa y Heliogábalo recibieron cargos importantes y lucrativos, con gran irritación de muchos senadores que no los consideraban respetables.

Después de ejercer como prefecto del pretorio, Comazon fue por tres veces prefecto de la ciudad de Roma, y por dos veces cónsul. Heliogábalo intentó también que su supuesto amante Hierocles fuese nombrado César, mientras que otro presunto amante, Zotico, fue nombrado para el cargo no administrativo, pero sí influyente, de cubiculario.

Se aclamó ampliamente su oferta de amnistía para los líderes romanos, aunque el jurista Ulpiano fue exiliado.

En un principio los lazos de Heliogábalo con Julia Mesa y Julia Soemia eran fuertes.

Su madre y su abuela se convirtieron en las primeras mujeres admitidas en el Senado, y ambas recibieron títulos senatoriales: se dio el título tradicional de Clarissima a Julia Soemia y el menos ortodoxo de Mater Castrorum et Senatus a Mesa.

Su abuela intentó establecerse como poder en la sombra y, por lo tanto, como la mujer más poderosa del mundo, pero pronto se vio que Heliogábalo era muy independiente, tenía ideas propias y resultaba imposible de controlar.

Controversia religiosa

Desde el reinado de Septimio Severo, el culto al dios solar se había extendido por el imperio. Heliogábalo vio en ello una oportunidad de hacer de su dios, El-Gabal, la principal deidad del panteón romano.

El dios fue rebautizado Deus Sol Invictus, lo que quiere decir Dios Sol Invicto, y fue colocado por encima incluso de Júpiter.

Como signo de la unión con la religión romana, Heliogábalo consideró como esposas de El-Gabal a Astarté, Minerva, Urania, o a algún tipo de combinación de las tres deidades.

El emperador provocó aún más a escándalo cuando se casó con la virgen vestalAquilia Severa, diciendo que el matrimonio produciría «niños parecidos a los dioses».

Esto quebrantaba flagrantemente la ley y la tradición romanas, pues cualquier vestal que tuviera relaciones sexuales debía ser enterrada viva.

Se construyó un lujoso templo llamado el Elagabalium en la ladera oriental del Palatino para albergar a El-Gabal, quien estaba representado por un meteoritoEmesa.

Hablando de esta piedra, Herodiano el Estoico dijo:

«esta piedra es venerada como si hubiese sido enviada desde el cielo, sobre ella hay algunos trozos sobresalientes y unas marcas que están resaltadas, respecto de los cuales el pueblo pretende creer que son una imagen del sol, porque es así como los ven»

Con el objeto de convertirse en el sumo sacerdote de su nueva religión, Heliogábalo se hizo circuncidar.

Herodiano relata que forzó a los senadores a contemplar su danza ante el altar de Deus Sol Invictus al toque de tambores y címbalos, y cada solsticio de verano celebró un gran festival en honor de la deidad, que se hizo muy popular entre las masas porque se distribuía comida en abundancia.

Durante este festival, Heliogábalo colocaba la piedra de Emesa en un carro adornado con oro y joyas, que desfilaba por la ciudad.

Un carro tirado por seis caballos llevaba a la divinidad, los caballos enormes y de un blanco puro, con caros arreos de oro y ricos ornamentos. Nadie sostenía las riendas, y nadie llevaba el carro; el vehículo era escoltado como si el propio dios fuera el auriga. Heliogábalo corría hacia atrás enfrente del carro, mirando al dios, y sosteniendo las riendas de los caballos. Hacía todo el viaje de esta forma, al revés, mirando al rostro de su dios.
Herodiano

Las reliquias más sagradas de la religión romana fueron trasladadas desde sus respectivos santuarios al Elagabalium, incluyendo la Gran Madre, el fuego de Vesta, los Escudos de los saliares y el Paladio, para hacer que ningún otro dios salvo El-Gabal fuera venerado.

Controversia sexual

La orientación e identidad sexual de Heliogábalo han sido objeto de gran controversia y debate. Se casó 5 veces con mujeres, dos de las cuales son desconocidas.

Su primera mujer fue Julia Cornelia Paula; la segunda la vestalAquilia Severa, pero el mismo año, la abandonó y se casó con Annia Faustina, descendiente de Marco Aurelio y viuda de un hombre recientemente ejecutado por Heliogábalo.

A finales de año, había vuelto con Severa, aunque según Dión Casio, su relación más estable parece haber sido la que mantuvo con su auriga, un esclavo rubio de Caria llamado Hierocles, a quien incluso se refería como su marido.

La Historia Augusta sostiene que también se casó con un hombre llamado Zotico, un atleta de Esmirna, en una ceremonia pública en Roma.

Dión Casio dice que Heliogábalo se pintaba los ojos, se depilaba y lucía pelucas antes de prostituirse en tabernas y prostíbulos, e incluso en el palacio imperial:

Finalmente, él reservó una habitación en el palacio y allí cometía sus indecencias, permaneciendo siempre desnudo en el umbral, como hacen las prostitutas, y moviendo la cortina que colgaba de anillos dorados, mientras que en una voz suave y conmovedora se ofrecía a los que pasaban por el corredor.

Herodiano comenta que Heliogábalo mimaba su belleza natural luciendo demasiado maquillaje.

Le describe como «encantado de ser llamado la amante, la esposa, la Reina de Hierocles»; según Herodiano, se decía que el emperador había ofrecido enormes cantidades de dinero al médico que pudiera dotarle de genitales femeninos.

Por estos motivos, Heliogábalo ha sido a menudo caracterizado por escritores modernos como el primer transgénero, muy probablemente transexual.

La caída del poder

Para el año 221, las excentricidades de Heliogábalo, especialmente su relación con Hierocles, enfurecían cada vez más a los soldados de la Guardia pretoriana.

Cuando Julia Mesa se dio cuenta de que el apoyo popular al emperador estaba desapareciendo rápidamente, decidió que tanto él como su madre, que lo había apoyado en sus prácticas religiosas, tenían que ser sustituidos.

Como alternativa, se volvió hacia su otra hija, Julia Avita Mamea, y su hijo de 13 años, Alejandro Severo. Convenció a Heliogábalo para que adoptase a su primo como heredero, le diese el título de césar y compartiese con él el consulado de ese año.

Sin embargo, Heliogábalo reconsideró su decisión cuando comenzó a sospechar que la Guardia Pretoriana prefería a su primo antes que a él.

Después del fracaso de varios atentados contra la vida de Alejandro, Heliogábalo privó a su primo de sus títulos, revocó el consulado e hizo circular la noticia de que Alejandro estaba próximo a la muerte para ver cómo reaccionarían los pretorianos.

Se desencadenó un motín, y la guardia exigió ver a Heliogábalo y Alejandro en el campo pretoriano.

El emperador accedió a ello y el 11 de marzo de 222 se presentó con su primo y su madre Julia Soemia.

Al llegar, los soldados aclamaron a Alejandro, mientras ignoraban a Heliogábalo, quien ordenó un arresto sumario y la ejecución de cualquiera que hubiese intervenido en esta revuelta. A modo de respuesta, los pretorianos atacaron a Heliogábalo y su madre:

Así que intentó huir, y podría haber llegado a algún lugar escondido en un arcón, pero fue descubierto y le dieron muerte, a los 18 años de edad. Su madre, que lo abrazó estrechamente, pereció con él; cortaron sus cabezas y sus cuerpos, después de haberlos desnudado, primero los arrastraron por toda la ciudad, y luego el cuerpo de la madre fue dejado en algún lugar, mientras que el de él fue arrojado al río.

Dión Casio

Después de su deposición, muchas personas relacionadas con Heliogábalo fueron asesinadas, entre ellas Hierocles y Comazon.

Sus edictos religiosos fueron revocados y El-Gabal devuelto a Emesa.

Se prohibió que las mujeres volvieran a acudir a las reuniones del Senado, y se decretó sobre su persona la damnatio memoriae, que implicaba que su nombre fuese borrado de todos los documentos públicos

Historiografía

Inmediatamente después de su muerte comenzó una campaña de propaganda contra Heliogábalo, atribuida tradicionalmente a Julia Avito Mamea.

Circularon sobre él muchas historias denigrantes y falsas, y sus excentricidades pueden haberse exagerado.

La más famosa de ellas, inmortalizada en una pintura del siglo XIX, Las rosas de Heliogábalo, es que asfixió a invitados de una cena con una masa de «violetas y rosas» que lanzaban desde arriba


Historia Augusta

La fuente de muchas de estas historias sobre la disipación de Heliogábalo es la Historia Augusta, que, según opinión general entre los eruditos, parece poco fiable en cuanto a los detalles.

La Historia Augusta fue muy probablemente escrita hacia el final del siglo IV, durante el reinado del emperador
Teodosio I, y debe tanto a la invención de sus autores como a las fuentes históricas.

La vida de Heliogábalo descrita en la Historia Augusta se cree que es en gran medida una obra de ficción histórica.


Sólo las secciones 13 a 17, referentes a la caída de Heliogábalo, están consideradas como de cierto valor histórico.

Dión Casio

Fuentes más creíbles que la Historia Augusta son los historiadores, contemporáneos de Heliogábalo, Dión Casio y Herodiano.

Dión Casio vivió desde la segunda mitad del siglo II hasta algún momento posterior a 229. Nacido en el seno de una familia patricia, pasó la mayor parte de su vida en cargos públicos.

Fue senador con el emperador Cómodo y gobernador de Esmirna después de la muerte de Septimio Severo. Más tarde sirvió como cónsul sufecto alrededor de 205, y como procónsul en África y Panonia. Alejandro Severo lo tenía en alta estima y le hizo cónsul de nuevo.

Su Historia romana abarca cerca de un milenio, desde la llegada de Eneas a Italia hasta el año 229.

Como contemporáneo de Heliogábalo, el relato de Dión Casio de su reinado se considera, en general, más fiable que la Historia augusta, aunque debe destacarse que Dión pasó la mayor parte de este período fuera de Roma y tenía que fiarse de relatos de segunda mano cuando compuso su Historia romana.

Más aún, el clima político tras el reinado de Heliogábalo y su propia posición dentro del gobierno de Alejandro hacen que su fiabilidad deba considerarse limitada.

Herodiano

Otro contemporáneo de Heliogábalo fue Herodiano, un funcionario menor que vivió desde alrededor de 170 hasta 240.

Su obra, Historia del Imperio romano desde Marco Aurelio, cuyo título es generalmente abreviado como Historia romana, es el relato de un testigo presencial del reinado de Cómodo hasta el comienzo del reinado de Gordiano III.

Su obra, en gran medida, se superpone a la Historia romana, pero ambos textos parecen ser fuentes independientes que concuerdan entre sí.

Aunque Herodiano no es considerado tan fiable como Dión Casio, su falta de pretensiones literarias y eruditas le hace menos tendencioso que los historiadores senatoriales.

Herodiano está considerado como la fuente más importante respecto a las reformas religiosas que acontecieron durante el reinado de Heliogábalo, lo que ha sido confirmado por la moderna evidencia numismática y arqueológica.

Heliogábalo en la literatura y el arte posteriores

Durante la Edad Media, el conocimiento sobre Heliogábalo se limita a los concisos datos que proporcionan las fuentes de la Antigüedad tardía, principalmente los autores patrísticosOrosio y Jerónimo, y el Epitome de Caesaribus.

Por ello es mencionado de forma igualmente breve en las obras de los autores medievales Otón de Freising y Vincent de Beauvais.

En el Renacimiento, las fuentes disponibles aumentaron considerablemente. Giovanni BoccaccioJulia Soemia Basiana, un detallado capítulo de su obra De claris mulieribus, donde aborda el tema desde el punto de vista de la indignidad que supone el gobierno de una prostituta.

Esta obra tendría un papel importante en la imagen posterior de Heliogábalo, quien, además de ser considerado afecto a todo vicio imaginable, aparecería en adelante como el hijo de una prostituta, y se pondría como ejemplo de los males que acarrea la influencia de las mujeres en el gobierno del estado.

Más tarde, al menos a partir de la obra de Edward Gibbon, se impuso la imagen de Heliogábalo como un déspota oriental, y se consideró a menudo su reinado como una victoria de la barbarie de Oriente frente a las virtudes tradicionales romanas.

Su homosexualidad fue considerada por Gibbon y por otros autores, como Pierre-Jean-Baptiste Chaussard, una señal inequívoca de la decadencia de la civilización romana.

Debido a estas historias, a finales del siglo XIX, Heliogábalo se convirtió en una especie de héroe del movimiento decadente.

Aparece en muchas pinturas y poemas como el epítome de un esteta amoral. Su vida y carácter ha inspirado o al menos informado muchas obras de arte famosas.


1 comentario:

  1. Muchas felicidades por el artículo. He leído decenas de escritos en diferentes blogs y tu texto es el más exacto. Tienes información que otros no tienen, ni yo sé de dónde lo has sacado. Me he quedado fascinado. De verdad, felicidades.

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