El Pazo Bayón se ha convertido en el símbolo de la lucha de los ciudadanos contra el narcotráfico en Galicia y seguirá vinculado durante mucho tiempo a los objetivos del Plan Nacional sobre Drogas.

El acto, lo presidió el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, se inició con la apertura de la puerta del Pazo por Carmen Avendaño, presidenta de la Federación Gallega de Asociaciones de Ayuda al Drogodependiente.

Sus nuevos propietarios, la cooperativa gallega Condes de Albarei, destinan el 5% de la facturación anual de la producción vitivinícola de esta propiedad a programas de prevención de drogodependencias.
También colaboran en la reinserción laboral de personas adictas, con 400 jornadas de trabajo al año para personas drogodependientes en proceso de integración social.
Éstos son algunos de los elementos que Bernat Soria subrayó en el acto de celebración del retorno del Pazo Bayón a la comunidad gallega.
En esta celebración, también participaron la consejera de Sanidad, María José Rubio; la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya; y el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras.
La Mesa del Fondo de Bienes Decomisados, la Consejería de Sanidad de la Xunta de Galicia y Condes de Albarei trabajan para establecer los mecanismos por los cuáles se hará efectivos los compromisos de reinserción social.
“Hoy, este pazo gallego se ha convertido para toda España en el símbolo de la justicia social y de los abanderados de la batalla contra la droga (…), se ha convertido en un ejemplo emblemático de la lucha de la ciudadanía contra el narcotráfico en Galicia y en el resto de España, y un modelo en favor de la atención y reinserción de los drogodependientes”, dijo Soria.
Las primeras palabras del ministro sirvieron para reconocer la lucha de las “familias coraje, que, con tanto arrojo, encabezaron la denuncia de esa lacra social que es el narcotráfico”.
Dotar al Pazo Bayón de un valor social añadido. Éste era uno de los objetivos de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y de la Mesa que coordina las adjudicaciones del Fondo de Bienes Decomisados, cuando decidieron iniciar los trámites para vender esta propiedad.
Dado su carácter emblemático, se optó por el concurso público, por las ventajas que presenta respecto a la subasta, método tradicionalmente utilizado en la enajenación de los bienes incautados.
El concurso público permite fijar un precio mínimo de venta, fijar requisitos para optar a la compra y determinar baremos para valorar objetivamente el grado de compromiso con los programas de prevención y de reinserción social de drogodependientes, de acuerdo con los objetivos del Fondo de Bienes Decomisados.
El precio mínimo de venta, que fue acordado tras la tasación oficial fue de 8.693.972,66 euros.
El pliego de condiciones para la venta del Pazo Bayón exigía que las empresas que optaran a su compra acreditaran una antigüedad mínima de 4 años en el sector vitivinícola, con una facturación media anual no inferior a 5 millones de euros.
Cumplidos estos requisitos, las empresas tenían que comprometerse a:
• Mantener la producción vitivinícola un mínimo de 6 años.
• Detallar cuántas jornadas de trabajo no cualificado reservaban cada año para drogodependientes en proceso de reinserción social.
• Determinar qué porcentaje de la facturación anual destinarían a programas de prevención y reinserción de drogodependencias (porcentaje que podía oscilar entre un 1% y un 5%).
El objetivo: asegurar la transparencia y objetividad en el proceso de venta, impedir la especulación y evitar que los bienes vuelvan a caer en manos de narcotraficantes o empresas interpuestas.
En el concurso público participaron empresas de enorme solvencia como Freixenet, Martín Codax, Condes de Albarei y Marqués de Riscal.
El Pazo, finalmente, se vendió por 15.102.000 euros a Condes de Albarei, una cooperativa gallega, dedicada a la producción de Albariño, integrada por 400 cooperativistas.
El Pazo Bayón es el nombre con el que se conocen los bienes incautados al narcotraficante Laureano Oubiña y a su esposa, Esther Lago, fallecida en extrañas circunstancias en 2001, tras un largo proceso judicial.
En junio de 1990, Oubiña ingresó en prisión a raíz de la llamada Operación Nécora, aunque fue puesto en libertad en 1994. Fue detenido nuevamente en 2000 y permanece aún en prisión.
El Pazo fue intervenido judicialmente en enero de 1995 por orden del Juzgado Central de la Audiencia Nacional. En el juicio contra Oubiña y Esther Lago llevó la acusación el Fiscal Antidroga Javier Zaragoza.
Situado en Vilanova de Arousa (Pontevedra), estos bienes fueron decomisados en 2002 por la Audiencia Nacional, que encomendó su gestión a un administrador judicial. Esta sentencia fue declarada firme el 25 de febrero de 2004 por otra del Tribunal Supremo, que adjudicó al Estado los bienes incautados.
La Mesa de Coordinación de Adjudicaciones del Fondo de Bienes Decomisados, se hizo cargo de la gestión del Pazo Bayón el 28 de junio de 2006. Así lo ordenó un auto de la Audiencia Nacional, por el que se pone fin a la administración judicial en la que se encontraban.
Estos bienes, que incluyen el edificio del Pazo y las sociedades Comercial Oula y Albariño Bayón S.L. se han convertido en un caso emblemático de la lucha de los ciudadanos contra el narcotráfico en Galicia y a favor de la atención y reinserción de los drogodependientes.
LA MOVILIZACIÓN DE UN PUEBLO
El juicio contra el clan de los Oubiña y la incautación del Pazo Bayón ha sido el primer proceso por blanqueo de dinero que se abrió contra las redes gallegas del narcotráfico, el más complejo y largo y con mayor repercusión mediática.
Su importancia radica en la movilización de toda la sociedad gallega contra las redes de los narcotraficantes, especialmente, de las madres de los drogadictos, muchos de los cuáles murieron a consecuencia de las drogas.
El ministro quiso reconocer esta lucha y esta victoria, que agradeció a Carmen Avendaño como cabeza de todo un movimiento cívico: “Te doy las gracias en nombre del Gobierno de España y me gustaría que supieras que nos sentimos muy orgullosos”.
Hoy Carmen lidera la asociación Érguete Vigo para la reinserción de Toxicómanos.
“Ejemplos como el tuyo y los del resto de familiares de drogodependientes pusieron en pie las asociaciones que hoy luchan contra el narcotráfico y ayudan a los que tienen problemas con las drogas.
Ejemplos como los vuestros son los que nos inspiran para conseguir éxitos como el que hoy celebramos en este Pazo”, añadiò Soria.
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