El matrimonio forzado, en contraste con el matrimonio arreglado, ha sido descrito como"cualquier matrimonio realizado sin el consentimiento válido de ambas partes y que puede implicar coerción, abuso psicológico, chantaje emocional y una intensa presión familiar
o social.

Un estudio realizado en varias provincias del este y sudeste de Turquía, en donde el acceso de las mujeres a la educación y a los servicios es más restringido que en otras partes del país, reveló que el 45,7 por ciento de las mujeres no habían sido consultadas en la elección de su cónyuge y que al 50,8 por ciento las habían casado sin su consentimiento.

Los hombres han utilizado el matrimonio forzado para evadir el castigo por agresión sexual, violación o secuestro.
El gobierno ha propuesto eliminar del proyecto de nuevo Código Penal la disposición que permite suspender o reducir el castigo por estos delitos si el perpetrador se casa con su víctima.
En su contribución al debate sobre la eliminación de esta laguna legal, el ministro del Interior, Abdulkadir Aksu, informó en noviembre de 2003 de que la ley había permitido reducir la condena a 546 hombres en 2002 y a otros 163 hombres en los primeros cuatro meses de 2003 tras ser declarados culpables de "tomar la virginidad de una persona con la promesa de casarse con ella"

Sin consentimiento
En Samsun, en el norte de Turquía, se dejó en libertad, por aplazamiento de su condena de siete años de prisión, a un violador convicto por aceptar casarse con la niña de 14 años de edad a la que había violado.

La muchacha declaró ante el tribunal que no podía pasear por su pueblo ni hablar con nadie porque sentía mucha vergüenza.
Una mujer de Urfa que había sido golpeada durante los siete años de su matrimonio volvió con su familia, que vivía en otra ciudad.
Su marido le había roto varias costillas y se encontraba recibiendo tratamiento médico.
Al enterarse de que su padre pensaba devolverla a su marido cuando se recuperara, se ahogó, junto con sus tres hijos, en el río Éufrates.
El matrimonio forzado viola el derecho de la mujer a elegir a su pareja, derecho proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y previsto en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, tratados en los que Turquía es Estado Parte.
Es más, las consecuencias pueden ser graves: negarse a ello puede significar la muerte.
Puede ocurrir que las mujeres tengan que someterse a la violencia, porque, en muchos casos, cuanto regresan con su familia tratando de huir de la violencia de su pareja son obligas a volver con ésta.
En algunas provincias, continúa la práctica del berdel, consistente, como dijimos anteriormente, en intercambiar niñas – se casa a la niña con un hijo de otra familia (o del mismo clan), la cual entrega a cambio, en matrimonio, a una hija suya – para no tener que pagar las dotes.
Se dice que hay mujeres que han sido obligadas a casarse con miembros de otra familia a modo de indemnización por una "disputa de sangre", con lo que se evita que su familia tenga que dejar que maten a un hijo suyo.
En otros casos, los hombres secuestran a la niña como venganza por una afrenta o un desaire cometidos por su familia o por la familia del hombre con el que se la pretende casar.
Debido a ello, puede ocurrir que la niña ya no resulte "aceptable" para el matrimonio.

Matrimonios precoces
Fui abogada defensora en una causa sobre una niña que había sido violada por un hombre casado en la casa donde trabajaba. El juez le dijo al hombre:
“Vaya, ¡eres todo un portento!”. Me puse en pie para protestar, porque quería que se recusara al juez, pero el hermano mayor de la niña me dijo que no, que me volviera a sentar.
Dijo: “Hay un señor mayor que ha acordado casarse con ella [a pesar de todo esto]. Si el proceso se alarga, puede que cambie de idea”. Relato de una abogada de Ankara.
Cuando "Mía" tenía 13 años, su hermano la vendió con objeto de casarla. Pastor y su único pariente vivo en el pueblo, tenía ya tres hijos, y "Mía" era otra boca más para alimentar.
Las negociaciones se realizaron a través de unos vecinos. "Mía" dio su "consentimiento", y le pusieron un pequeño brazalete de oro en el brazo.
El hombre que la compró y su padre la violaron. Cuando su hermano la visitó en Estambul, estaba demasiado avergonzada para hablar de la violación pero sí le dijo que no quería casarse.
Él le dijo que se acostumbraría con el paso del tiempo. Tras pasar tres meses encarcelada en una casa, fue vendida para que ejerciera la prostitución y obligada a trabajar en la calle durante un mes amenazada de muerte.
Ninguno de sus "clientes" respondió a sus ruegos de ayuda para escapar, aunque algunos pagaron a su “cuidador” sin tener relaciones sexuales con ella.
Luego trabajó en un club nocturno, donde siguió pidiendo ayuda a los clientes, a pesar de las amenazas de sus cuidadores.
Por fin un hombre con una hija de su edad le permitió usar su teléfono móvil. “Mía” se las ingenió para reunirse con una prima, cuya familia acudió a la policía.
El hombre que la había comprado inicialmente y su padre fueron encarcelados, y se iniciaron investigaciones preliminares contraotras 20 personas.
Según la legislación turca, la edad legal para el matrimonio es "cumplidos los 17 años".
Una persona menor de 18 años no es adulta legalmente; en estos casos, su familia debe dar permiso para el matrimonio.
En circunstancias extraordinarias, un hombre o una mujer también pueden casarse con el permiso de un juez cuando hayan "cumplido los 16 años de edad".
Según el derecho internacional de derechos humanos, los menores de 18 años son considerados niños.

Es frecuente celebrar bodas religiosas (imam nikahi), que no son reconocidas legalmente y que suelen realizarse además de la ceremonia civil, en los casos de matrimonio precoz o polígamo ilegal.
Las mujeres que no están casadas legalmente pueden no tener derecho a solicitar la protección de la Ley de Protección de la Familia, de 1998, aunque uno de los fines de esta ley era disuadir de celebrar matrimonios precoces.
Los matrimonios entre niños constituyen por definición matrimonios forzados, ya que se considera que un niño no puede dar su consentimiento libremente.
El matrimonio forzado de niñas refuerza la posición de desigualdad de las mujeres en la sociedad, reduce su posibilidad de elegir en la vida y les pone en situación de vulnerabilidad ante la violencia.
El embarazo precoz está asociado a efectos nocivos para la salud tanto de la madre como del niño.
En la gran mayoría de los casos, la familia de la niña dispone el matrimonio precoz.
Cuanto menores son los ingresos de la familia y menor su nivel de educación, mayores son las posibilidades de que se obligue a la niña a casarse a temprana edad.
Garantizar el acceso de las niñas a la educación es una de las medidas más eficaces para poner fin a los matrimonios precoces.

En el lugar en el que trabajaba, uno de los directores me animó, por lo que volví a la escuela a la edad de 14 años para conseguir mi diploma de educación primaria.
Fue una persona muy importante para mí […] me daba libros para ayudarme […] yo quería ser médico pero me casé a la edad de 16 años. Cuando mi esposo me golpeó, me marché de casa y volví con mis padres.
Mi padre vio a mi marido cuando regresaba a casa esa noche y me dijo que volviera allí antes de que llegara y le preparara la cena. Me negué, y mi padre se enfadó muchísimo conmigo.
Aunque mi padre no sabía que mi marido me golpeaba, no habría importado porque él pegaba a mi madre […]
Pero mi marido respetaba a mi padre así que las cosas mejoraron un poco después de eso.
Quiero que mi hija vaya a la escuela y que estudie.
https://doc.es.amnesty.org/.../TURQUÍA.
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