Es el segundo disidente cubano que muere tras una huelga de hambre
El exilio reacciona: 'Los dictadores Fidel y Raúl son responsables'

Finalmente falleció en el hospital Amejeiras de La Habana el 23.02.10 donde se encontraba a causa de su delicado estado de salud, que los médicos supuestamente trataron de revertir introduciéndole sueros por vía intravenosa.


La organización denunció que el pasado mes de octubre Zapata sufrió una paliza por parte de militares que le custodiaban en la prisión provincial de Holguín.

Estos golpes, prosigue la nota, le provocaron al recluso una hemorragia intracraneal que derivó en una operación quirúrgica.
El Directorio explica que desde que Zapata inició su huelga de hambre y "durante 18 días" el director de la prisión de Kilo 8 le retiró la ingesta de agua, lo que terminó por inducirle un fallo renal.

"A pesar de su crítico estado de salud, el régimen lo trasladó la semana pasada al hospital de la Prisión Combinado del Este en La Habana, donde no existían condiciones para tratarlo", denunció el Directorio.


Amnistía Internacional había incluido a Zapata en su lista de presos de conciencia. Pese a que en un primer momento fue condenado a tres años de prisión tras participar en una huelga de hambre, el ahora fallecido vio cómo se ampliaba la sentencia hasta 25 años de cárcel al sumarse delitos como "desacato", "desorden público" o "resistencia", según la ONG.
Los ecos de la muerte de uno de los estandartes de la Primavera Negra llegaron incluso a Estados Unidos, desde donde el periódico 'The Miami Herald' recordó que no moría un preso cubano durante una protesta contra el Gobierno desde hace casi cuatro décadas.

El último, el líder estudiantil y poeta Pedro Luis Boitel, perdió la vida en 1972, también durante una huelga de hambre.
"Sucedió otro Pedro Luis Boitel en Cuba", coincidió Reina Tamayo Danger en sus breves palabras al Directorio Democrático Cubano.
Precisamente para que no se repitiesen hechos como éste, las autoridades cubanas han evitado en otras ocasiones las muertes de disidentes, como cuando en 2006 alimentaron por vía intravenosa a Guillermo Fariñas, que pasó siete meses sin comer para exigir el libre acceso a Internet para los cubanos.
Por su parte, el senador por Florida Bill Nelson aseguró en un comunicado que el fallecimiento de Zapata supone "un triste recordatorio del trágico coste de la represión y la dictadura que devalúa la vida humana".
A su juicio, "las personas de todo el mundo defensoras de la libertad deberían hacer al régimen cubano responsable del destino de Orlando Zapata Tamayo".
Cuatro presos políticos y un psicólogo y periodista disidente comenzaron por separado huelgas de hambre en Cuba, en homenaje a Orlando Zapata, muerto en prisión tras una huelga de hambre.
Los presos son Eduardo Díaz Fleitas, Diosdado González y Nelson Molinet, recluidos en la cárcel Kilo 5 de la provincia occidental de Pinar del Río, y Fidel Suárez Cruz, del penal Kilo 8 de la misma región.

Díaz Fleitas fue condenado entonces a 21 años de prisión y los otros tres a 20 cada uno.
El disidente que también se ha declarado en huelga de hambre, en este caso en su domicilio, es el psicólogo y periodista Guillermo Fariñas, conocido como Coco, que ha participado en redes de los llamados periodistas independientes y reside en la ciudad de Santa Clara, en el centro del país.
Fariñas fue detenido y golpeado hace unos días por la policía, que lo dejó en libertad.
Los cinco huelguistas piden la liberación de los aproximadamente 200 presos políticos que hay en la isla, según organizaciones de derechos humanos no reconocidas por el Gobierno.

El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, informó de que les ha enviado mensajes para que desistan de la huelga de hambre, porque no tienen efecto alguno en el presidente Raúl Castro.
Los cinco empezaron su protesta después de la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo el martes pasado, en La Habana, tras un ayuno voluntario de 85 días para exigir ser tratado como "prisionero de conciencia", estatus que le reconocía Amnistía Internacional (AI).

Decenas de opositores fueron detenidos en los últimos días en toda la isla, o forzados a no salir de sus residencias, para evitar que fueran a Banes.

Reina Tamayo adelantó que "la oposición interna" en Cuba va a "intensificar la lucha pacífica" a favor de los Derechos Humanos en la isla hasta que los Castro "se retiren" del poder o "caigan".
"No los queremos a ninguno de ellos. Son unos asesinos, terroristas", insistió. "Fuera los asesinos. Fuera Raúl Castro. Hay que tumbar este régimen", añadió con rotundidad.
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