LA ZONA HISTÓRICA : La Dama de Écija


La 'Amazona Herida' hallada en el transcurso de las excavaciones arqueológicas de la Plaza de 'El Salón' de Écija y está incluida en el conjunto de la termas públicas del foro de la antigua Astigi romana construido a lo largo del siglo I d. C, 
Se encuentra en Andalucía en el Museo Histórico de Écija 


La estatua formó parte, conjuntamente con otros restos de interés aparecidos en la excavaciones, de una exposición especial para dar a conocer su regreso a Écija y posteriormente se trasladó a una sala museística permanente.

El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico acogíó la escultura con el fin de restaurarla y garantizar los máximos cuidados para la talla.

Los procesos seguidos para su conservación comenzaron al ser extraída de las excavaciones cuando se decidió su traslado al IAPH. El primer paso a seguir fue la conservación preventiva que impuso un mes de secado controlado de sus humedades en el interior de una burbuja. Seguidamente comenzaron las tareas de limpieza con útiles no abrasivos como palillos de madera y brochas suaves. Un trabajo muy delicado que, poco a poco, hizo aflorar el mármol sin pulimentar bajo las capas de arena.


Las partes más delicadas de la talla se concentran en el cabello y los pliegues del chitón, lo que coincide con los restos de la policromía de tono rojizo localizados, que alcanzan también a los ojos, el cinturón, el pilar en que se apoya y las falsas sandalias que luce -porque en realidad está descalza-. 

La restauración ha comprendido también la consolidación y fijación de los restos policromados, así como una protección del mármol en general.

La Amazona es una pieza de bulto redondo que se encuadra en la llamada escultura ideal. Posiblemente importada, como obra de taller foráneo, se trata de una copia de original griego realizada en mármol blanco.


También hay que resaltar la gran calidad de la labra y el detalle técnico de dejar la superficie sin pulimentar, rasgos compartidos también por el Torso de atleta. Se sabe que cinco escultores, entre los que se encontraban Fidias, Policleto y Crésilas, compitieron por el encargo de una Amazona para el templo de Ártemis de Éfeso, resultando ganadora la obra de Policleto.

En la actualidad conocemos ejemplares de tres tipos bien diferenciados de Amazonas, además de una copia de otros dos modelos, todos de estilo clásico.

La Amazona astigitana corresponde al modelo de la Amazona Sciarra, prototipo conocido por las estatuas de Berlín, Copenhague y Nueva York, atribuido a Crésilas o a Policleto, según los especialistas. A la calidad de ejecución e integridad del tipo, esta Amazona Herida aporta la peculiaridad de conservar restos de cromatismo rojo en algunas zonas de la talla, algo totalmente inusual.



Los pies, un brazo y parte del pilar en el que se asentaba la estatua aparecieron desvinculados del cuerpo y hubo que ensamblarlos, hecho que retrasó la fecha en la que la escultura podía mostrarse con toda su verticalidad.

Al objeto de dar resistencia mecánica y mayor estabilidad a la escultura una vez puesta en pie, los fragmentos se han ensamblado con varillas de acero inoxidable 18/10, reforzándose mediante resina epoxídica bicomponente de alta resistencia.

Por este motivo se ha tenido que realzar una serie de perforaciones en puntos estratégicos para el ensamblado para poder alojar los vástagos de acero inoxidable, elementos indispensables para la unión y sostén de la escultura (los vástagos utilizados tienen diferentes diámetros dependiendo de las zonas de ensamble).




Para poder realizar el montaje de la escultura, de cara a su exposición, ha sido necesario dotarla de mayor estabilidad. La base sobre la que se asienta la obra es demasiado pequeña para la altura que tiene, probablemente debido a modificaciones sufridas en época romana para poder reubicarla en diferentes lugares como parece indicar las diversas huellas de lañas que se observan.

Por lo tanto, ha sido necesario colocar una base de sujeción realizada con un material de aspecto estético neutro para que no interfiera en la correcta apreciación de la Amazona, pero que sea lo suficientemente fuerte para soportar el peso de la misma.

Este soporte ha sido diseñado y realizado en metracrilato esmerilado, un material totalmente inerte, duradero y que puede soportar hasta 3.000 Kg. por cm. en el espesor elegido, dándole un aspecto blanquecino muy parecido al mármol original.


Escultura de gran porte, con el plinto suma una altura total de 2,11 metros y más de media tonelada de peso. Se representa de pie, descansando en la pierna derecha; ataviada con un chitón corto, levanta el brazo derecho para mostrar la herida del costado, casi rozando la cabellera con su mano, mientras que el otro antebrazo descansa sobre un pilar moldurado.

La Amazona de Écija debió fracturarse en el momento en que fue depositada en la piscina: la rotura a la altura de los tobillos y del antebrazo izquierdo, separó el basamento con los pies y parte del pilar así como el mencionado antebrazo apoyado en la parte superior del pilar. También se ha recuperado la mano izquierda, rota asimismo en tres fragmentos.


La encargada de la restauración de la escultura, Ana Bouzas, comentó que el proceso ha sido "muy complejo y complicado sobre todo por el peso de la escultura y su difícil manejo". La restauradora señalaba como pasos más importantes "la unión de la basa al resto del cuerpo de la amazona por medio de vástagos de acero inoxidable y la consolidación y estabilidad de la escultura a través de una peana de metracrilato, ya que con la suya no se podía asegurar la estabilidad de la obra".

Ana Romo, directora de las excavaciones de la Plaza de España señaló que "este es el fruto de las muchas horas de trabajo oscuro realizado y que no se ve, pero merecen la pena cuando aparecen hallazgos como éste", e indicó que "estas grandes apariciones son cuestiones generacionales, hitos que siempre se recordarán, como la aparición de la 'Dama de Baza'.


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