LA ZONA NEGRA : Tragados por las Olas

El mar devolvía en la madrugada del martes 7 de enero de 2014 el cadáver de una de las tres personas que una inmensa ola se llevó de los acantilados de Meirás en la tarde de Reyes. Se trata de Rodrigo Pena, de 67 años, representante de bodegas y distribuidor de vinos que vivía en el municipio coruñés de Valdoviño. Un retén de la Guardia Civil que permaneció en la zona toda la noche lo halló tendido en un recodo de la playa a las dos menos veinticinco de la madrugada.

Salvamento Marítimo retomaba a primera hora de la mañana, en cuanto el viento y la luz lo permitieron, la búsqueda aérea con un helicóptero Helimer 202 de las otras dos personas de la misma familia que fueron arrastradas. En total participaban en el operativo unos 40 efectivos y tres helicópteros, pero el mal estado del mar impedía la intervención de barcos de rescate. El radio de búsqueda se amplió hacia el norte, hacia la localidad de Cedeira, siguiendo los arenales de Pantín y el Baleo.

Un golpe de mar se llevó a los tres familiares desde el faro de A Frouxeira, un saliente rocoso y escarpado a caballo entre dos playas en un tramo del litoral tan castigado por el oleaje como popular como mirador turístico porque desde allí se domina gran parte de la costa. 

Las dos personas que seguían desaparecidas eran el cuñado del fallecido, Juan Bedoya, de 50 años, y su hija Patricia, de 25. Todos eran vecinos de O Canto do Muro, en la parroquia de San Vicente de Meirás y conocían bien la zona. Bedoya regentaba la carnicería Casa Félix y su hija trabajaba en la parafarmacia del centro comercial Parque Ferrol. Otra familiar también fue arrastrada por la ola pero consiguió zafarse. 

Foto CARLA ELÍAS

Se trata de Noelia D.F., de 35 años, que fue ingresada con cortes y contusiones en el hospital ferrolano Arquitecto Marcide, recibiendo el alta médica. La familia se había reunido para rezar al abuelo, fallecido recientemente y cuyas cenizas habrían tirado días atrás en la zona donde ocurrió el accidente.

Una ola gigantesca y furiosa salvó los 70 metros de altura que tiene el acantilado sobre el que se levanta el faro de A Frouxeira y sorprendió a la familia poco después de las seis y media de la tarde, cuando empezaba a anochecer. 

A primera hora, una portavoz de Salvamento Marítimo explicó que no estaba previsto mover ningún medio acuático a primera hora porque la previsión con mar de fondo y olas de ocho metros lo desaconsejaba.

Siguen desaparecidos Juan Carlos Bedoya (en la imagen, en una foto cedida por sus allegados) y Patricia (en imagen de Facebook), padre e hija de la familia de Meirás, mientras que Rodrigo Pena era enterrado en Ferrol.

Con las primeras luces del día, los bomberos del parque ferrolano, agentes de la Guardia Civil y efectivos de Protección Civil en la zona reanudaron el rastreo desde tierra peinando playas y acantilados. La marea se había tragado la playa del Río, en Meirás, y el Atlántico inundaba por completo el arenal.

Aquel martes por la tarde se registraron olas de hasta 12 metros en el cabo de Estaca de Bares, al norte del lugar donde desaparecieron Juan, su hija y su cuñado.

Pese a la cinta policial con la que se alerta del peligro que tiene acercase a la costa y a que los coruñeses saben que ha habido numerosos daños en la zona de las Esclavas durante otros temporales (el mar incluso ha llegado a desplazar el mobiliario de granito), aquel día por la mañana una decena de personas se jugaban la vida intentando retratar el oleaje desde ese punto. Una ola arrastró varios metros a una de ellas. A poca distancia del monumento a los policías que se ahogaron al intentar rescatar a un joven, estas imágenes reflejan su temeridad. Esta escena se repitió en otras localidades de Galicia. Más

“Es un temporal fuera de serie”, aseguró una de las personas que intervenían en el operativo, acostumbrado a la bravura del océano y asombrado por las dimensiones que alcanzaron las olas esos dos días. Desde la Dirección General de Emergencias de la Xunta insistían en alertar a la población del riesgo de acercarse a diques y rompientes.


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