La médico estaba realizando una guardia de 24 horas en urgencias el día 25 de diciembre en el centro de salud San Hilario. Por la tarde, varios pacientes llamaron a la Policía Nacional para advertir de que la doctora se encontraba con síntomas evidentes de haber ingerido una cantidad importante de alcohol.
Los pacientes se decidieron a llamar a la Policía después de que la doctora atendiera a uno de ellos, que acudió al centro de salud con un problema en el ojo. La médico intentó ponerle anestesia en el ojo y el paciente se negó, salió de la consulta y comentó lo ocurrido con otras personas que se encontraban en el ambulatorio.
Los pacientes se decidieron a llamar a la Policía después de que la doctora atendiera a uno de ellos, que acudió al centro de salud con un problema en el ojo. La médico intentó ponerle anestesia en el ojo y el paciente se negó, salió de la consulta y comentó lo ocurrido con otras personas que se encontraban en el ambulatorio.
Una vez avisada la Policía Nacional, una patrulla de este cuerpo acudió al centro de salud y comprobó la veracidad de la denuncia de los pacientes. La mujer, aparentemente, se encontraba bajo los efectos del alcohol. Los agentes llamaron a sus compañeros de la Policía Local de Dos Hermanas para que acudieran al ambulatorio con el etilómetro que se utiliza en los controles de alcoholemia de tráfico.
La doctora se sometió voluntariamente a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó una tasa de 0,91 mililitros de alcohol por litro de aire espirado en una primera medición y de 0,88 en una segunda.
Centro de salud San Hilario, donde ocurrieron los hechos, en una imagen de archivo.
La doctora se sometió voluntariamente a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó una tasa de 0,91 mililitros de alcohol por litro de aire espirado en una primera medición y de 0,88 en una segunda.
Esta tasa es casi cuatro veces superior a la máxima permitida para conducir, que es de 0,25. La Policía llamó al coordinador de turno del Servicio Andaluz de Salud, que acudió al ambulatorio. La Policía abrió diligencias sobre lo ocurrido y envió un informe al juzgado, que investigaría la conducta de la facultativa y si ésta podría haber incurrido en alguna falta o delito.
La consejera de Salud y Bienestar Social, María José Sánchez Rubio, pidió disculpas a los pacientes del centro de salud de San Hilario de Dos Hermanas que se vieron afectados por el comportamiento de la doctora.
Según se recoge en el informe de comparecencia remitido al juzgado por parte de la Policía, como es preceptivo, la doctora llegó incluso a insinuarse a un paciente. En concreto, según la declaración transcrita, dicho usuario del centro de salud acudió a la consulta de guardia con un bulto en las nalgas.
La médico le pidió que se bajase los pantalones para poder examinarlo y, una vez que lo hizo, según consta en el informe, le dijo al paciente: "Tiene un culo muy bonito". Y a continuación le preguntó si ella le gustaba. Según el testimonio, después de esta conversación, quiso extirparle el bulto y limpiarle la zona, a lo cual el paciente se negó.
No fue el único incidente protagonizado por la médico durante su guardia del día de Navidad en el centro de salud nazareno. Al parecer, también intentó inyectar anestesia en un ojo a otro paciente que, no conforme con la decisión, salió de la consulta y comentó el episodio con otros usuarios.
"Se actuará con absoluta contundencia en función de los datos que se obtengan de la investigación abierta para conocer los detalles de los hechos", apuntó Sánchez Rubio. El SAS reclamó cautela y aseguró que no consta ninguna incidencia anterior referente a la citada doctora.
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