LA ZONA PÚRPURA : Roxana y El Espíritu Santo

"...Y no queda ahí la Blasfemia, la muy...asegura que abortan y son enterrados los fetos en los jardines de los conventos...y algún día con sus manos, ella misma desenterrará esas pruebas...asegurando que son muchas las Novicias que han fallecido en los abortos y se les diagnostica Tifus, Gripe o cualquier enfermedad. ¡Dios me perdone por repetir semejante Blasfemia!".


Jesús Alberto Mardones "El Convento"

Las hermanas del convento de Discípulas de Jesús llamaron a los servicios de emergencias tras los «fuertes dolores en el vientre» que padecía una de sus hermanas, una Salvadoreña de 32 años.


La monja salvadoreña de 32 años, que dijo que desconocía que estaba embarazada, dio a luz en un hospital de la ciudad italiana de Rieti, a donde fue trasladada en ambulancia aquejada de «fuertes dolores en el vientre», según trascendía a los medios de comunicación italianos.

«No sabía que estaba embarazada, solo tenía un fuerte dolor de vientre», explicó la religiosa, según recogen los medios locales que citaban fuentes del hospital donde dio a luz.

Las monjas del convento de Discípulas de Jesús, que se encargan de un asilo de ancianos, avisaron a los servicios de urgencias desconociendo, supuestamente, que se trataba de un parto.


Decidieron llamar al número de emergencias asustadas por los «fuertes dolores en el vientre» que su compañera aseguraba padecer.



Fue entonces cuando la monja fue trasladada en ambulancia al hospital de San Camilo de Lelis, en Rieti, donde dio a luz a un niño de tres kilos y medio.

Cuando los servicios sanitarios llegaron al convento de Rieti, el resto de religiosas aseguraron estar convencidas de que se trataba de un «dolor estomacal» y afirmaron no estar al corriente de su estado de buena esperanza.

«¿Pero cómo es posible? No podríamos imaginar algo como esto», aseguraron las religiosas del convento italiano.

Según los medios locales, la monja, que se recuperaba del parto, aseguró que iba a ocuparse de su hijo y recibió incluso, ropa y otros regalos para el bebé.

Las compañeras de la monja no sabían de su estado de gestación. (Internet)



Por su parte, sor Erminia, la madre superiora de las Discípulas de Jesús de Rieti, dijo que Sor Roxana «lo había hecho todo sola» y subrayó que el resto de religiosas del convento no se habían dado cuenta de nada.

«No ha sabido resistir a la tentación pero no ha hecho ningún mal a nadie. No entiendo por qué se presta tanta atención a esta historia», añadió sor Erminia.

Aún así, en el Convento religioso de Campomoro, donde se halla ubicado, y donde residía la monja Salvadoreña no salía de su asombro.

La madre superiora confesó que se hallaba en la cama en el momento en el que recibió la noticia por teléfono.


Gianfranco Girotti,  Regente Emérito de la Penitenciaría Apostólica, declaró en una Conferencia de prensa en 2008, que los traficantes y vendedores de drogas, los obscenamente ricos, contaminadores ambientales y científicos genéticos se hallaban en Pecado Mortal. Ahora se enfrenta al caso de Sor Roxana.

Era el director sanitario Pasquale Carducci, quien le informaba que el miércoles había ingresado en el Hospital San Camillo de Lellis una monja que residía en su convento aquejada de un fuerte dolor estomacal que resultó ser un embarazo y un posterior parto de un bebé de 3 kilos y medio.

«No nos dimos cuenta de nada. Fue ella misma quien llamó a una ambulancia para que la llevara al hospital. No sabíamos que estuviera embarazada», contó Sor Erminia con un hilo de voz al diario italiano «Il Messaggero».

«Notamos que había engordado y que últimamente se comportaba de manera extraña. Tenía dolores de tripa y le disgustaban ciertos olores. Le hicimos incluso la broma de que pudiera estar embarazada y ella nos respondía muy enfadada», contaba la madre superiora.



Para monseñor Gianfranco Girotti, Regente Emérito de la Penitenciaría Apostólicasin embargo, la mayor excomunión que podría recibir Sor Roxana, sería la expulsión de la institución religiosa.



Captura de la Web de esta Fundación en donde se recoge información de la misma, incluidas la "sanación."

La monja salvadoreña se mostraba nerviosa y contestaba de manera desgarbada en muchas ocasiones. Sor Erminia se confesaba disgustada: «No ha hecho mal a nadie pero nos ha mentido. Aquí no volverá, esto está claro. No ha sabido resistir a las tentaciones. Ya le he advertido a la madre general. Tomará una decisión después de consultarle a nuestra congregación», concluyó.

Por su parte, el obispo de Rieti, Delio Lucarelli, también se declaró sorprendido y manifestó que sería mejor que la religiosa abandonara los hábitos pues no cumplió con el voto de castidad.


FUENTE TEXTO EFE@ABC_MUNDO / ROMA
18/01/2014 






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