LA ZONA PÚRPURA : El Dinero de las Hermandades

El Ayuntamiento de Sevilla ha entregado en el último lustro más de 4,7 millones de euros a las cofradías e instituciones religiosas. Más dinero del que destina a pasar la ITE, la rehabilitación o la infravivienda.


FOTO Gelán Noticias

Más de cuatro millones y medio de euros en un lustro. A casi un millón por año. El Ayuntamiento de Sevilla concedió desde 2005 a las hermandades y cofradías sevillanas más de 4,7 millones de euros en ayudas y subvenciones directas –en la mayor parte de los casos a fondo perdido– para que estas entidades confesionales, gestionadas por asociaciones de fieles pero dependientes jurídicamente de la Iglesia, acometieran distintos proyectos relacionados con la conservación del patrimonio artístico que poseen, amplíen sus locales sociales o desarrollen diversas actividades relacionadas con el culto.



Este desembolso, que se inició en 2005 por decisión del anterior alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, tuvo continuidad tras el cambio de gobierno en el Consistorio. El nuevo regidor, Juan Ignacio Zoido, de hecho liberó en una de sus primeras juntas de gobierno ordinarias el segundo pago de la subvención económica municipal concedida por su antecesor a favor de la hermandad del Gran Poder.

La concesión de estas ayudas, que para algunos está justificada dado el alto valor del patrimonio de las cofradías, y para otros no es más que un sistema creado por los sucesivos gobiernos locales para ganarse la adhesión de este importante sector de la sociedad sevillana, está cubierta únicamente con un convenio global de colaboración que el Consistorio suscribió en su día con la archidiócesis de Sevilla



El objetivo oficial de este acuerdo era cofinanciar –con dinero público– una serie de obras de rehabilitación y reforma en los inmuebles particulares de las hermandades. La Gerencia de Urbanismo de Sevilla se encarga por decisión de la Alcaldía desde ese momento de redactar técnicamente todos estos proyectos y pagar su realización.

Monteseirín fue especialmente generoso con las cofradías. A pesar de su discurso político en contra de la Sevilla Eterna, el anterior alcalde, que solía acudir a los actos cofrades y presidir las procesiones, suscribió acuerdos de colaboración con estas entidades religiosas por valor de más de 3,1 millones de euros. 

Una cantidad considerable. Los beneficiarios de estas subvenciones, otorgadas todas de forma directa, fueron la hermandad del Cachorro (180.000 euros), la cofradía de Monserrat (40.000) y sobre todo la Esperanza de Triana, que tiene dos expedientes distintos por valor de casi 275.000 euros.

La primera entidad pidió el dinero para reformar la iglesia, mejorar su casa de hermandad e instalar un nuevo sistema de seguridad para proteger sus imágenes. La hermandad de Monserrat justificó la petición del dinero para rehabilitar la fachada de su iglesia. 



La Esperanza de Triana, en cambio, gastó estos fondos tanto en su templo como en una serie de fincas anexas –hasta cinco– de su propiedad para abrir un centro infantil dedicado a tratar a los “niños hiperactivos”.



Junto a ellas, en la documentación municipal a la que tuvo acceso un medio de comunicación andaluz, aparecen otras subvenciones a favor de la parroquia de la Salud (12.000 euros), el complejo parroquial San Pío X, situado en el Polígono Sur, al que se destinaron 840.000 euros, o el convento de Santa Paula, donde se reservaron 612.787 euros para recuperar su noviciado y crear un nuevo espacio expositivo.

No todos los expedientes corresponden a proyectos de perfil estrictamente patrimonial. La Hermandad de la Madre de Dios del Rosario, por ejemplo, logró 100.000 euros para rehabilitar su casa de hermandad, situada en la calle Pureza. El motivo: ser la patrona de los capataces y los costaleros.

El Gran Poder consiguió 100.000 euros limpios para pagar el camarín de su titular e instalar un sistema especial de protección de la imagen. La Macarena recibió del Ayuntamiento hasta 300.000 euros para su proyecto museográfico, unas instalaciones que administra la hermandad en régimen particular. 



La última gran subvención la comprometió el Ayuntamiento saliente para pagar la rehabilitación de la iglesia de Santa Catalina: 705.059 euros que saldrán de los presupuestos locales. De esta cantidad, una parte (403.650 euros) fue para el arreglo de las cubiertas del templo. El resto (301.409 millones de euros) se han comprometido para los estudios que necesita el proyecto de rehabilitación.

El cambio de gobierno cogió al anterior ejecutivo municipal con muchos de estos proyectos sin cerrar en la vía administrativa. Según la documentación municipal más actualizada, quedan por entregar aún una serie de subvenciones ya tramitadas (con un expediente abierto) pero que todavía deben vestirse jurídicamente con la firma de un convenio. Su importe global es de más de un millón y medio de euros.



Corresponden a ayudas pedidas por la Hermandad del Cerro del Águila, con que la ésta quiere pagar parte del edificio de tres plantas que ha convertido en su nueva casa de hermandad (71.967 euros); la hermandad del Baratillo (que prácticamente pagará casi toda la restauración de su capilla con fondos públicos), la parroquia de Santa Ana (202.319 euros), la parroquia de San Isidro Labrador (Pino Montano), que ha recibido una ayuda de 73.065 euros para modificar la portada de su templo o la Hiniesta, que tiene un proyecto (pagado con fondos municipales) por valor de 247.513 euros para una nueva casa de hermandad, poner una sala-museo e integrar restos arqueológicos.

Estas generosas cantidades entregadas a las cofradías contrastan con la limitación presupuestaria existente para otros proyectos de naturaleza similar. Por ejemplo: las ayudas para poder pasar la ITE (sólo 200.000 euros), los programas de lucha contra la infravivienda (613.000 euros) o los planes de rehabilitación privada y autonómica de vivienda, que tienen bastantes menos fondos municipales.


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