Un Neandertal lo haría de un garrotazo, quizás movido por instintos antinaturales o naturales, según si su comportamiento responde a los cánones de su naturaleza salvaje.
Hasta aquí hemos llegado muchos, salvados por la campana. A muchos no nos han arrojado por una ventana en una noche de llanto, quizás, porque a nuestro progenitor/a, no le saltó esa chispa que les salta, por lo visto, a los psicópatas.
Porque, según la psiquiatría, el psicópata sí es normal, y no sufre ningún trastorno mental, aunque se cargue a cien mil personas.
Todavía no se ha demostrado que ningún dictador genocída famoso por sus crímenes, o casi ninguno, haya sido diagnosticado con ningún trastorno o deficiencia mental.
Sin embargo, los seres se siguen apareando y teniendo descendencia, y nadie se ha preocupado nunca de si está o no preparado mentalmente para ser padre o madre.
Después del alumbramiento, el o los responsables directos de lo que nazca, son sus padres. Pero, ¿donde dice que estamos capacitados para acceder a educarlos, si nadie nos ha dicho cuales son nuestros “baches” mentales?.
Algo sí es cierto. Y es que, si en el momento de ser padres o madres, gozamos de una salud mental de hierro, eso no impide que dentro de quince días o quince meses, la perdamos, porque no tenemos nada que llevarle a la boca a nuestro hijo.
Los desequilibrios mentales, pueden derivarse de multitud de factores externos o endógenos.
Por lo que, el simple hecho de ser padres, nos convierte en una bomba de relojería. Según la zona del mundo en la que vivamos, la educación de nuestros hijos puede ser más o menos beneficiosa o perniciosa, algo obvio, pero viviendo en un país como España, en el que nos podemos situar para no marear mucho la perdiz, las cosas se podrían plantear de la siguiente manera.
Después de muchos años de mordaza por la lucha de las libertades, resulta que nos encontramos con que miles de padres y madres, se tiran los trastos, incluso los niños a la cabeza, por el simple hecho de ser más o menos egoístas.
En esos instantes, inconscientemente, no estamos percibiendo ese exceso de egoísmo derivado de la educación recibida. Lo que estamos percibiendo, es un amor inconmensurable hacia nuestro hijo/a.
Ese amor nos hace perder los papeles hasta el punto de que si la madre no accede a una visita concertada con el padre o a un chantaje emocional en el que el menor está por medio, somos capaces de estrellar al niño contra la pared, arrojarlo por la terraza o meterle fuego....si, ya se les puede meter fuego.
Y todo por una pataleta, puesto que la “lucha” entre parejas, se ha convertido en una batalla por el amor de los padres hacia los hijos. El amor, se está demostrando hiriendo en lo que más duele al contrario, pero, ¿Y a la otra parte ?, ¿ cual es su parte más vulnerable, si es la amenazadora.?.
La explicación sería, según se ve, la venganza. El amor queda relegado a un segundo plano, y la propiedad, o lo que entendemos como propiedad, que en este caso son los hijos, pasa a ser la mercancía arrojada por la borda. Algo, que si no pertenece a uno, no debe pertenecer a ninguno.
Son muchos los inocentes descendientes que han protagonizado multitud de episodios con este cuadro de guerra sucia entre padres divorciados o a punto en España, pero, también son muchos los errores judiciales que se han cebado con otros tantos “cabezas de turco” que han pagado, presuntamente, el error policial y la injusticia que ha hecho que muchísimos desaparecidos en este país, no hayan aparecido, o si lo han hecho, lo han hecho ya sin vida.
La imagen de la justicia debe permanecer siempre inmaculada y limpia de polvo y paja. En muchos casos, el violador, por tocar otro palo, ha estado de permiso de fin de semana, mientras se ha producido la violación y el asesinato de la o las víctimas.
Pero, ¿de que modo actuaría una justicia que se ve acorralada por hechos que puedan hacer peligrar su imagen y eficacia?.
Casos como los de Ruth y José, nos llevan a remontarnos en el tiempo para buscar conexiones y “chapuzas” policiales en las que las víctimas son las que pierden junto a sus familiares.
Está visto y comprobado, que por mucho que se predique con el ejemplo, ningún ministro de justicia, está a salvo de que se filtre información de casos de desaparecidos bajo secreto de sumario.
Una filtración a tiempo, deja en pañales a la justicia del Gobierno del Partido Popular en el caso de José Bretón y sus hijos desaparecidos, más una detención que se prolonga en el tiempo.
El resto de los ciudadanos, padres y madres, debemos asistir a la sesión en silencio, unos crédulos, otros menos. la prensa nos deja en bandeja versiones más o menos creíbles, de las que desmenuzamos lo que nos dejan, que a veces, son las migajas.
A lo largo de la historia, desde el juicio de Salomón, el sacrificio físico de los hijos, ha sido llevado a cabo tanto por las manos maternas como paternas. Y la forma de dar muerte, difiere de si lo hace la madre a si lo hace el padre.
Ellas se distinguen por un refinamiento especial en el que difícilmente dejan rastro.
Mientras tanto, la vida de muchas parejas, se desarrolla día a día, en un entramado Salomónico en el que los hijos se despiezan a cachos repartidos a veces entre abuelos que los cuidan, padres que los “transportan” de fin de semana y policías que confunden sus huesos con los de animales roedores y trabajan para esclarecer crímenes, pero se han equivocado.
A lo largo de la historia, desde el juicio de Salomón, el sacrificio físico de los hijos, ha sido llevado a cabo tanto por las manos maternas como paternas. Y la forma de dar muerte, difiere de si lo hace la madre a si lo hace el padre.
Ellas se distinguen por un refinamiento especial en el que difícilmente dejan rastro.
Mientras tanto, la vida de muchas parejas, se desarrolla día a día, en un entramado Salomónico en el que los hijos se despiezan a cachos repartidos a veces entre abuelos que los cuidan, padres que los “transportan” de fin de semana y policías que confunden sus huesos con los de animales roedores y trabajan para esclarecer crímenes, pero se han equivocado.
¿Porqué?, ¿Acaso no disponen de medios suficientes?.
¿Y la ley?, ¿Dispone de medios suficientes para que ser padre esté regulado por una ley que proteja a los menores, incluso de sus padres?.
Hay seres religiosamente Divinos, que se empeñan en protegerlos en el útero, pero no contemplan su bienestar fuera de él.
En este caso, cabe preguntar ¿quien custodia al custodiador?
En España la Ley aún sigue intoxicada de machismo de escaparate. ¿Porqué a las madres no se las somete al mismo trato y se les mide con el mismo rasero a la hora de ser juzgadas?.
No hay ninguna mujer que se haya quemado a lo bonzo en España por ser despedida del trabajo por quedarse embarazada, pero son apartadas de la investigación judicial por ser consideradas seres débiles.
Algo que utilizarían en su favor si son culpables de matar a sus hijos. En la Naturaleza, el infanticidio se da en el padre y la madre. Esta señora debiera ser interrogada e investigada con los mismos criterios que su esposo y no disfrutar de su condición de mujer como atenuante.
Eso es lo que dan a entender los jueces con casos como estos. Solo así, se puede ser parcial en una investigación donde los hijos como víctimas, son los que no pueden hablar y sus padres como responsables, deben rendir cuentas en la misma medida.
No hay ninguna mujer que se haya quemado a lo bonzo en España por ser despedida del trabajo por quedarse embarazada, pero son apartadas de la investigación judicial por ser consideradas seres débiles.
Algo que utilizarían en su favor si son culpables de matar a sus hijos. En la Naturaleza, el infanticidio se da en el padre y la madre. Esta señora debiera ser interrogada e investigada con los mismos criterios que su esposo y no disfrutar de su condición de mujer como atenuante.
Eso es lo que dan a entender los jueces con casos como estos. Solo así, se puede ser parcial en una investigación donde los hijos como víctimas, son los que no pueden hablar y sus padres como responsables, deben rendir cuentas en la misma medida.
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