Un proverbio ruso cuenta que un día, Dios se le apareció a un campesino y le dijo:
"Te daré todo lo que quieras, pero aquello que pidas y recibas, lo tendrá tu vecino en doble medida. ¿Qué te gustaría?"
Y el campesino contestó:
"Por favor, Dios, arráncame un ojo."
Leszek Kolakowski
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJA TU COMENTARIO