LA ZONA DEL MISTERIO : El misterioso hallazgo del Mar Báltico


¿Un platillo volante bajo el fondo del mar? Es circular, mide más de 80 metros y nadie sabe qué hace ahí, cuándo llegó y ni tan siquiera qué es. 

De momento, los expertos lo han llamado “la anomalía del Báltico”. Una expedición consiguió arrojar algo de luz a lo que sigue siendo un misterio.



Desde que el hombre se embarcó en la gran carrera espacial hasta nuestros días, no se había producido un fenómeno parecido o por lo menos, no hay constancia de ello.

En caso de que se hubiera producido, lo que está claro es, que no ha ocurrido a la vista de ningún investigador, ni a nivel privado, ni a nivel gubernamental, pues no sabemos si un hallazgo de estas características, hubiera trascendido en manos de la NASA.

A lo largo de este tiempo, el hombre, visto lo visto, no ha desarrolado ni siquiera tecnología que permita averiguar y estudiar casos como el del Mar Báltico.

Algo que deja mucho que desear en cuanto a investigación a nivel terrenal, aunque a nivel espacial, la suma de miles de millones de dólares, se dispara.

Esto indica, que el hombre ha estado siempre más interesado en lo que ocurre "arriba", precisamente y quizás, porque es desde donde se ha visto amenazado. Pero ¿porqué y por quién?

Én el caso del acontecimiento del Mar Báltico, la amenaza aún no se ha hecho patente. Pero, en caso de que la hubiera, ¿donde encontraría sus defensas?.

Lo que sí es cierto es que, en esta ocasión, los investigadores tienen en sus manos algo muy valioso y difícil de ocultar, porque todo ha trascendido a la opinión pública y no se halla en manos de ningún gobierno dado, por cierto, a guardar como suyos muchos descubrimientos, que como en este caso, pueden haberse producido y el resto de los mortales desconozcamos.

¡Qué hará o dirá la NASA el día que le llegue la hora de opinar?

Peter Lindberg co-fundador del equipo de Ocean X, estaba buscando un carguero hundido cuando su sonar identificó una cosa extraña. Algunos expertos afirman que es muy probable que se trate de una nave extraterrestre, mientras que otros opinan que probablemente no sea otra cosa que una formación geológica.



Linberg se hizo famoso en 1997 cuando encontró los restos del Jönköping, un carguero sueco hundido por un submarino durante la primera guerra mudial. Recuperó parte de su cargamento, 2.500 botellas de champán intactas de champán Heidsieck & Co Monopole 1907 “Gout Americain” que vendió después a 275.000 dólares cada una. Pero esto es bastante más raro.

Una marca hollada junto al objeto de unos 300 metros de longitud le hace suponer al investigador que el objeto pudo arrastrarse esa distancia por el fondo marino antes de detenerse. 



El equipo científico del Ocean X, encontró y  examinó el extraño hallazgo bajo el Mar Báltico en el golfo de Botnia, y halló algo con lo que no estaba familiarizado : Un extraño artefacto con forma inusual. Inicialmente pensaron que se trataría de una plancha de piedra o un pequeño y rocoso acantilado submarino, pero tras observaciones más precisas, se descartó esta posibilidad, ya que el objeto presenta la forma como de un enorme champiñón seccionado horizontalmente, con una altura de unos cuatro metros en planta por 30 de longitud. 

Las caras están completamente redondeadas y los bordes son de un material rugoso como si todo el conjunto se hubiera quemado. El misterioso objeto presenta una apertura en la zona frontal en forma Oval, a modo de acceso al interior, lo que le confiere esta extraña forma de champiñón laminado cuando se observa exteriormente. 


Peter Lindberg



Los bordes de la parte frontal de la apertura sobresalen respecto de la zona central.

Uno de los buceadores de la misión del Ocean X Team,   Stefan Hogeborn,  señaló expresamente que durante sus largos 20 años de inmersiones profesionales, que suman más de 6000 inmersiones, jamás había visto nada parecido a esto. 
“Normalmente las piedras no se queman y esta estructura está quemada. Lo cierto es que no puedo explicar lo que vi con los parámetros convencionales. Fui allí para resolver muchas preguntas, pero tras la expedición volví con más interrogantes aún.

Peter Lindberg y Asberg Dennis han trabajado durante un año para investigar el misterioso círculo en el fondo del mar Báltico.

Un equipo de 13 oceanógrafos, ingenieros y buzos de aguas profundas se sumergió en el lugar, equipados con los más avanzados instrumentos de rastreo submarino, en una expedición que duraría entre seis y diez días. 

Los equipos electrónicos dejaron de funcionar al acercarse al objeto, lo que hace suponer que hay radiación en la zona.

Para muchos, la posibilidad de hallar restos de una nave alienígena allí no es más que una fanfarronada que da una publicidad inesperada a la operación. 

Para otros, la simple posibilidad de encontrar restos de otra civilización compensa con creces el esfuerzo.







Hauke Vagt, nos muestra una recreación del extraño objeto basandose en las descripciones existente del mismo



El misterio se remonta al verano de 2011, cuando un equipo de “cazatesoros” submarinos se topó con un extraño objeto de 80 metros de ancho en un punto del fondo del mar Báltico entre Suecia y Finlandia

¿Qué era aquello? La expectación aumentó cuando, una vez en tierra, contaron lo que habían visto. ¿Podía tratarse de los restos de un buque? ¿Un volcán incipiente? ¿O es, como sostienen incluso algunos, una nave procedente de otra civilización?

“No sabemos si estamos ante un fenómeno natural o un objeto. Lo detectamos en el sonar cuando estábamos en busca de un barco que naufragó durante la Primera Guerra Mundial –explicó a Fox News Peter Lindberg-. 
En nuestro monitor apareció un objeto circular que no sabíamos lo que era”.

“He estado haciendo esto durante 20 años y he encontrado de todo, pero nada como esto”, explicó Lindberg a la CNN

En un primer barrido con el sonar se toparon con la imagen de ese objeto irregular, que además tenía una especie de cola de 400 metros. En una segunda pasada sobre el objeto se encontró otro similar a 200 metros de distancia.





Formaciones circulares de piedras - la colocación y disposición en el círculo parece deliberado. 




En su momento, tanto los expertos en ufología como los científicos se hicieron eco del hallazgo, con mayor o menor entusiasmo. 

A todo ello contribuyeron, además, las semejanzas con uno de los capítulos de la serie Expediente X, en el que sus protagonistas buscaban restos de un platillo volante en el fondo marino. 

De hecho, los miembros de esta misión se han puesto el nombre de“equipo Ocean X”debido a esta anécdota.

El Jefe de Arqueología del Museo Marítimo de Suecia, Andreas Olsson, reconoció que estába muy intrigado por el hallazgo, y se mantuvo escéptico al respecto debido, fundamentalmente, a la escasa fiabilidad que ofrecía el sonar de barrido lateral, que impedía determinar si se trataba de una formación geológica natural o algo muy diferente.

“¡Nunca me ha tocado la lotería!”

"No creo que se trate de una formación natural o de la carga que se desprendió de un barco", dijo Lindberg a Fox News. "Pero puede ser un montón de cosas. Si no está hecho por el hombre, y son los restos de otra forma de vida inteligente sería toda una suerte. ¡Nunca me ha tocado la lotería antes!".



Para resolver el enigma, el equipo de Lindberg tomó imágenes en 3D y descendió hasta el lugar con un equipo de buzos expertos en prospecciones a mucha profundidad y robots con cámara. Además, se tomaron muestras de toxicidad y radiación. A principios de 2012, Lindberg declaró a los medios que pensaba que este descubrimiento podría ser un “nuevo Stonehenge”.














No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA TU COMENTARIO